Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🌹Capítulo 26🌹

Sentía mi cuerpo pesado y mis sentidos reiniciarse. Abrí los ojos lentamente y parpadeé repetidas veces, trataba de enfocar la mirada en un punto fijo a la vez que con mi mano derecha cubría mi ojos de la intensa luz del techo.

—¿Dónde estoy?— me pregunté a mí mismo, puesto que en realidad no sabía si alguien estaba ahí acompañándome.

Escuché una respiración exaltada y pude divisar a mi madre omega, al parecer recién despierta, acercarse a mí. Ahí fue donde caí en cuenta de en donde me encontraba y recordé que había pasado.

—Hijo, que bueno que ya despertaste— exclamó, hubo un atisbo de lágrimas en sus ojos y me pregunté ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?

—Mamá— acepté su abrazo con cuidado al darme cuenta de que tenía una vía endovenosa puesta.

—Tenía tanto miedo de que algo malo pudiera pasarte— admitió su mayor miedo mirándome directamente a los ojos, aquello me hizo sentir una pequeña opresión en el pecho. Sonreí y expulsé un poco de mis feromonas con la intención de calmarla y que viera que todo estaba bien.

—Estoy bien, ¿Ya podemos regresar?— traté de sentarme, pero un dolor en la parte baja de mi abdomen me  hizo encogerme en mi lugar.

—No hasta que estés del todo curado— respondió, agrando los ojos en modo de advertencia, y yo hice un puchero como respuesta.

—Pero madre, ya te dije que estoy bien— renegué. Claro que no estaba bien, pero no me gustaban los hospitales, estar acostado en una camilla rodeado de paredes blancas, muebles negros para que quienes vengan a visitarte se sienten y medicamentos por todos lados, todo eso me resultaba triste y agobiante. Y a parte de eso quería irme para llegar a casa y poder decirle a Jungkook toda la verdad.

—No lo estás— exclamó una voz que reconocí al instante. Era mi madre alfa, quien entró por la puerta y se colocó al costado derecho de su Omega y frente a mí. Ahora tenía a dos contra mí, no me parecía justo.

—Entiende que solo queremos asegurarnos de que estes bien por completo, y hasta que el doctor no nos diga eso no pondrás un pie fuera de este hospital— ordenó mi madre y yo solo asentí como respuesta. ¿Si insistía mucho, se cansarían en algún momento y me llevarían de vuelta? No, ya lo he hecho antes y nunca ceden. Son tal para cual. Tendría que esperar a lo que me dijera el doctor sobre el estado en que me encontraba y cuanto demoraría en mejorar.

Me entregaron mi celular para que pueda mantenerme distraído y ambas se pusieron a ver noticias en la televisión. Hice un mohín y coloqué una canción aleatoria de mi banda favorita en spotify en espera al desayuno que me traería alguna enfermera o enfermero ya que mis madres les habían avisado que ya había despertado.

Me di cuenta de que nos encontrábamos en el primer piso cuando mis ojos se posaron en el gran ventanal a mi lado derecho, las hojas de los árboles comenzaban a secarse y tornarse de diferentes tonos de naranja, se movían al compás del ligero viento que hacía, lo cual indicaba que el clima era templado, casi no habían personas, lo que era comprensible sabiendo que apenas eran las seis de la mañana, y todo estaba sumergido en una tranquilidad plena. Junto con la suave música que llegaba a mis oídos, comencé a sentirme menos impaciente que antes y pensé que quizá no demoraría tanto en regresar. Oh cuán equivocado estaba.

—Joven Taehyung— una beta tocó mi hombro para llamar mi atención, voltee a verla y me quité los audífonos para poder escucharla mejor.

—¿Sí?— la observé y noté que venía con una bandeja de comida, había sopa, pan y un vaso de agua. Al parecer no tenía que comer cosas pesadas.

—Su desayuno— dijo y lo dejó sobre  la mesita plegable que había.

—Gracias— le dije ella solo asintió, hizo una reverencia y se fue, solo unos segundos después entró el doctor.

—¿Cómo se encuentra nuestro hijo?— dijo mi madre alfa y se acercó al doctor siendo seguido por mi mamá omega.

—Según los registros, estuvo inconsciente dos días, ahí mismo lo operamos. Ahora está estable, pero para poder recuperarse por completo necesita quedarse unas dos semanas aproximadamente y no moverse demasiado, su salud es muy buena por lo que con ese tiempo bastará y podrá irse a casa después de eso— dijo, mis madres le agradecieron y después de comunicarme que de vez en cuando vendrían enfermeras a ponerme medicina por la vía endovenosa y también a traerme comida, hizo una reverencia y se fue.

Serían días muy largos.

Dos semanas después...

Creí que sería dado de alta a primera hora del día o quizá después del desayuno, pero no fue así. Hace un rato que ya había terminado de almorzar lo que me había traído la enfermera y todavía no me decían nada sobre darme de alta, y eso comenzaba a molestar a mi lobo y a mí. Por lo que me puse hablar con mis madres sobre saber cómo se encontraba Jungkook

—Pueden decirle a alguien de la mansión que vea si Jungkook se encuentra bien, quizá me odie en estos momentos por mentirle, pero no importa si él esta bien— les supliqué mientras tenía entrelazadas ambas manos.

—Bien, le diré a Eunwoo— dijo mi madre omega después de poner los ojos en blanco y suspirar, estaba harta  de mi insistencia y lo comprendía. Sabía que era fastidioso, pero de verdad necesitaba saber como estaba Jungkook, ya no podía aguantar un día más lejos de él y menos un día más pensando en lo mal que se ha de sentir por mi culpa.

Marcó el numero del chófer y la escuché decirle mi pedido, ansioso por su respuesta apenas vi que colgó, hablé.

—¿Qué te dijo?

—Bueno, dijo que Jungkook no estaba en casa sino en el centro comercial junto a tus hermanos y su hija, pero hay alguien más con ellos, un alfa pelirrojo que no conoce— frunció el ceño levemente ante lo último, se notaba que se encontraba algo confundida, pero mi lobo y yo, sabíamos perfectamente de quien se trataba y no nos agradaba la idea, seguía sin confiar en él.

—Hoseok— murmuré entre dientes.

—¿Lo conoces?— preguntó mi mamá alfa, quien estaba sentada a mi lado en la camilla.

—Claro que sí y no me cae bien en lo absoluto— me crucé de brazos.

—¿Por qué?

—Porque desconfío de él, sé que oculta algo y es malo, quiero volver— exclamé y traté de quitarme la manta que cubría la parte inferior de mi cuerpo, sin embargo ninguna me dejó.

—Ya dijimos que no— dijeron al mismo tiempo.

—Pero— intente hablar; sin embargo, mi mamá omega me interrumpió de inmediato.

—Bien, para que te sientas tranquilo, le diré a Jackson que me informe de cualquier cosa que suceda dentro o fuera de la casa ¿De acuerdo?— exclamó y yo solo asentí. Después de decirme aquello me pasó el teléfono para que hablara personalmente con el alfa, uno de sus guardaespaldas que se había quedado en casa para asegurarse de que todo estuviera bien en su hogar.

—Hola Tae Joo, bueno por el momento no tienes nada de que preocuparte solo están pasando un momento juntos, no veo nada sospechoso o algo por el estilo, pero si algo llega a pasar, te llamaré directamente a ti.

—Esta bien, y muchas gracias.

—No te preocupes, estoy para lo que necesites. Si puedo cuidar la casa, también a todos ustedes— dijo contento, nos despedimos y colgué.

—¿Ya estas más tranquilo?— preguntó mi mamá cuando le devolví el teléfono.

—Sí, creo.

—¿No será que en realidad estás celoso?— rio la alfa a mi lado y yo no pude evitar hacer un pequeño puchero ante la pregunta.

—Bien, eso también— admití. Era un cincuenta cincuenta, no confiaba en él porque me daba una para nada buena vibra y también tenía celos porque era obvio que intentaba ser algo más que amigo de mi omega.

No pudimos seguir hablando del tema ya que la puerta se abrió lentamente y dejando ver al doctor. El reloj marcaba las seis en punto de la noche y al verlo venir con unas papeles mis nervios aumentaron, de verdad esperaba que fuera lo que estaba pensando.

—Genial, están todos, venía a comunicarles que hoy mismo le daremos de alta a Tae Joo— exclamó con una pequeña sonrisa y mi lobo y yo nos emocionamos de inmediato pues eso significaba que quedaba cada vez menos para ver a mi dulce y bello omega.

—Muchas gracias— dijimos los tres alegres.

—¿Ves hijo? Pronto estaremos de vuelta en casa— dijo mi madre omega y junto a su alfa me abrazaron.

El vuelo duró algo de dos horas por lo que aterrizamos a las ocho en punto y desde el aeropuerto a la mansión solo nos demoramos unos minutos, Jackson nos abrió las rejas de la casa y nos adentramos hasta estar frente a la gran puerta que daba directo a la sala.

—Déjame ayudarte— susurró una voz que reconocí al instante ¿Por qué seguía aquí?

—No quiero nada de ti, no eres mi alfa— dijo mi omega. Mis madres y yo entramos a la sala y vimos a Jungkook y Hoseok parados cerca del gran sofá.

—¿Qué está pasando aquí?— exclamó exaltada mi madre omega.

Inhalé una gran bocanada de aire y caí en cuenta de que mi omega estaba en celo y ese alfa demasiado cerca de él.

Aléjate de mi omega— dijimos mi lobo y yo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro