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🌹Capítulo 15🌹

Capítulo dedicado a: KarinaSanchez080

Quizá no debí haber bebido tanto alcohol, este mismo me daba la valentía que necesitaba para atreverme a hacer algunas cosas que quería o no podía hacer y eso estaba bien, pero no imagine que me daría el valor de hacer lo que estaba haciendo.

¿De verdad estaba hincado en el piso bajándole el pantalón de vestir a Tae Joo?

El alcohol aún seguía presente en mi sistema, pero en menos medida que hace unos instantes, por lo que cuando caí en cuenta de lo que estaba haciendo sentí mis mejillas calentarse, pero no por el alcohol, sino por lo vergonzoso de la situación.

—Jungkook no hagas esto, estás borracho— exclamó en una súplica. Podía ver en su mirada el deseo y la duda. Sabía que él quería pero a la vez creía que no debía por el estado en que pensaba que estaba. Ahora que el alcohol me había abandonado casi por completo ¿Debía seguir con eso? Y ¿Cómo fue que terminé así?

Seis horas antes...

—Les dije que tenían que venir temprano para ayudarme— exclamó enojado Namjoon apenas abrió la puerta de entrada de su casa y nos vio parados frente a él.

—Lo sentimos— exclamamos Tae y yo al unísono.

—Estábamos cuidando a los niños mientras esperábamos a que Moonbyul llegara— explicó Tae Joo.

—¿Ella los cuidara por hoy no?— preguntó el alfa de cabello gris dejando por unos minutos su pequeño berrinche de lado. Tae y yo solo asentimos a la vez como respuesta.

—Aún así, deberieron haberme avisado— exclamó frunciendo sus labios y cruzándose de brazos— como sea, entren ya— nos abrió paso a su sala de estar, así que sin más que decir nos adentramos en ella.

—Bien ¿Con qué quieres que te ayudemos exactamente?— pregunté.

—La fiesta será con temática neón— comenzó a explicarnos— ya compré todo lo que necesito—exclamó señalando cajas grandes y pequeñas llenas de cosas de diferentes colores neón— y envié las invitaciones por mensaje indicándoles que vinieran con ropa de neón o blanca que no usen mucho para mancharla con esta pintura de neón— contó dirigiendo su mirada a los baldes de pintura que tenía a su lado.

—Buena idea, se veran genial si haces eso— opinó mi alfa.

—Y como todos están de acuerdo con eso, no hay problema, a parte de eso, también les daré anteojos, pulseras y anillos led, compré los suficientes para todos los que vendrán.

—Todo será a oscuras ¿No?— pregunté yo esta vez.

—Exacto, se verá mejor así— me dio la razón mientras observaba todo a su alrededor, quizá imaginándose como quedaría todo cuando estuviera completamente decorado.

—Ustedes ayúdenme a inflar los globos mientras que yo me encargo de decorar el pequeño bar de aquí— exclamó tocando la barra detrás de él— con botellas neón y tambien de poner las luces neón en sitios específicos para que cuando las luces se apaguen se vea genial todo el lugar— dijo mientras nos entregaba la caja con todos los globos que había comprado y sacando de otra botellas pintadas de diferentes colores fosforescentes.

—Luego que terminemos con los globos ¿Qué haremos?— preguntó Tae Joo curioso por saber cuál sería nuestro siguiente trabajo.

— Me ayudarán a decorar las mesas,  los asientos y de la pista de baile me encargaré yo y un amigo que vendrá pronto— le contestó Namjoon.

—¿Un amigo nada más?— dijo mi alfa en un tono sugerente solo con la intención de molestar a su mejor amigo.

—Solo somos amigos— declaró como verdad absoluta aunque no parecía del todo convencido.

De repente se escuchó como alguien tocaba el timbre, tenía la intención de ir a abrir la puerta, pero Namjoon me lo impidió poniendo la excusa de que era su casa así que él tenia que recibir a sus invitados.

—Por un momento creí que no vendrías Jinie— exclamó cuando abrió la puerta casi por completo, y Tae y yo nos sorprendimos al ver a Jin entrar a la sala donde todos nos encontrábamos.

—No dejaría de ayudarte por nada del mundo— le contestó el de cabellos morados.

—¿Jin?— preguntamos Tae y yo al mismo tiempo.

—Hola chicos— dijo simplemente acercándose a saludarnos de beso en la mejilla.

—¿Son amigos?— pregunté.

—Nos hicimos amigos ayer— me contestó con una tímida sonrisa.

—Oh y ¿Por qué a él no lo regañes por venir tarde?— reclamó mi alfa cruzándose de brazos.

—Eso no te incumbe, tú solo infla y ya— contestó a la vez que colocaba uno de los globos de la caja en su boca haciéndonos reír a Jin y a mí.

—Bien— exclamó segundos después de quitarse el globo de la boca.

Durante el resto del tiempo nos dedicamos a inflar todos los globos que habían en la caja que nos entregó Namjoon para luego pasar a decorar las mesas mientras ellos se encargaban de lo demás que faltaba. Cuando al fin todo estuvo completamente listo decidimos que era hora de regresar a la casa para cambiarnos y luegi volver a festejar con todos los demás invitados.

—En serio muchas gracias chicos, son los mejores— exclamó el alfa de cabellos grises abrazándonos a Tae y a mí inmensamente emocionado.

—Volveremos a la mansión para cambiarnos y venimos, no nos demoraremos mucho— le comunicó mi alfa a su amigo preguntándole después a Jin si vendría con nosotros a lo que el beta asintió y despidiendonos de Namjoon salimos de su casa directo a la de mi alfa. 

—Oh ya vinieron— exclamó Moonbyul cuando nos vio apenas abrió la puerta— vayan a alistarse— nos dijo a los tres, Jin asintió y se fue a su habitación a alistarse mientras que nosotros seguíamos hablando con la alfa— yo seguiré cuidando a los pequeños en el patio trasero— indicó señalando el lugar donde los niños estaban correteándose.

—De nuevo muchas gracias por tomarte el tiempo de ayudarnos en esto— le agradecí.

—Todo sea por que se diviertan— me contestó y con una simple seña nos indico que subieramos ya a alistarnos para la fiesta.

Nos dirigimos a nuestras respectivas habitaciones para bañarnos y cambiarnos, opte por ponerme un pantalón negro que se ceñia perfectamente a mi figura, zapatos de vestir del mismo color y una camiseta blanca de mangas largas, la cual sabía que mancharían de pintura y me parecía genial.

Cuando abrí la puerta me encontré con Tae a punto de tocarla, sonreí y me quedé unos minutos admirando lo hermoso que se veía. Traía puesto un pantalón blanco algo holgado con una camiseta de un amarillo levemente fluorescente y unos zapatos de vestir blancos.

—Te ves hermoso mi omega— exclamó haciendo que mis mejilla se tornarán de un tenue color rojo, sentí sus brazos acariciar mi cintura y sonreí ampliamente rodeando con mis manos su cuello.

—Tú igual mi alfa— musité juntando de inmediato nuestros labios, mordí ligeramente su labio inferior para que abriera un poco la boca y pudieramos profundizar aquel beso. Sentir sus labios chupar y morder los míos era la sensación más placantera que él me había hecho sentir hasta el momento.

—Ya hay que irnos— susurró apenas nos separamos por la falta de aire.

—Invité a mi hermano y a su esposo a la fiesta— le dije mientras bajabamos las escaleras hacia la sala de estar de la mansión— así que ahí los conocerás al fin, ya que decias que ya conocías a yoongi, pero él no a ti, será un buen momento para que se conozcan mutuamente— exclamé y el asintió dándome toda la razón.

Tae y yo fuimos juntos en su auto a la casa de Namjoon, al no estar tan lejos llegamos rápido y cuando estuvimos frente a la puerta de entrada pude notar que las luces de la casa estaban apagadas y solo las luces de diversos colores encendidas, se veía genial de afuera y comprobé al entrar que se veía incluso mejor adentro. Y además fue muy divertido cuando me salpicaron un poco de pintura amarilla, rosada y naranja a mi camiseta.

Comencé a buscar a Yoongi y a Jimin mientras Tae Joo me seguía. Finalmente los encontré bailando cerca a la barra de bebidas.

—Ya están aquí— exclamé alegre haciendo que ellos voltearan a verme.

—Tae Joo, él es Yoongi y él su esposo, Yoongi y Jimin él es Tae joo— los presenté señalando a cada uno para que supieran sus respectivos nombres.

—Encantado de conocerlos— dijo Tae extendiendo su mano para que mi hermano y Jimin la estrecharan.

—Igualmente— dijeron yoongi y Jimin al mismo tiempo siendo yoongi el primero en estrechar la mano con Tae Joo, y Jimin el siguiente.

—Cuéntanos de ti Tae Joo— exclamó Jimin siendo el primero en sentarse en un sofá blanco y grande que había en una esquina, seguido por Yoongi a su lado, Tae Joo al lado de Jimin y al no haber otro asiento, yo en el regazo de Tae.

—Sí, ahora que comenzarás algo con mi hermanito tenemos que conocerte mejor, y ya sabes que si le haces daño te las verás conmigo— amenazó Yoongi, pero Tae ni se inmutó.

—Jamás lo lastimaría— respondió y depositó un corto beso en mi mejilla, lo cual me hizo sonreír — Mi nombre es Han Tae Joo, tengo veinticinco años, estudió ciencias de la comunicación en una de las universidades más reconocidas a nivel mundial aquí, además de eso tengo un trabajo de medio tiempo en una agencia de modelaje y también tengo dos hermanos menores, Jisung y Seungmin— contó un poco acerca de su vida, lo que supuso que mi hermano y su esposo querrían saber.

—Oh creo que te reconozco, eres muy conocido acá por ser hijo de unas grandes y famosas empresarias— exclamó Jimin y a Yoongi se le notó   sorprendido, quizá porque no se había dado cuenta antes.

—Bueno, pero ¿Cómo te consideras como persona?— disimuló su asombro al cruzarse de brazos y mantener una expresión seria ¿De verdad iba a jugar al hermano sobreprotector cuando en un inicio me dijo que Tae era un buen chico y debía darle una oportunidad?

—Creo que no importa cómo me considere yo sino Jungkook, Yo puedo creer que soy muchas cosas tanto buenas como malas, pero solo me importa la opinión de una persona, si para esa persona soy perfecto, a pesar de mis muchos defectos esta bien, porque solo quiero compartir mi vida a su lado y no al lado de alguien más— exclamó con sinceridad mientras me veía directamente a los ojos, si no fuera por la música a tan alto volumen quizá él hubiese podido escuchar los latidos erráticos de mi corazón.

—Eso es muy tierno Tae— dijo Jimin con voz melosa.

—Sí como sea, igual te vigilo— le dijo Yoongi pero pude notar como trataba de esconder su sonrisa, claro que confiaba en él y aceptaba que estuviera a mi lado aunque actuará como si no fuera de esa forma.

—Eres perfecto para mí aunque los demás puedan decir lo contrario— le susurré en el oído y le di un corto beso en el lóbulo de la oreja.

—Y tú para mí— Dijo pero en vez de hacer lo mismo que yo, junto nuestros labios para besarme como solo él sabia hacerlo.

—Y luego decías que los empalagosos éramos nosotros— se burló Jimin y dejé de besar a Tae solo para decirle algo corto y preciso.

—Ya cállate— y con eso volví con mi trabajo en los labios de mi alfa.

Mientras nosotros seguíamos en nuestra linda burbuja de amor, Yoongi fue a la barra a pedir algunos vasos llenos de soju y nos trajo para que tomaramos mientras conversábamos sobre temas triviales.

Yo nunca he tenido buena resistencia al alcohol, así que siempre me reía de la nada, decía tonterías o se me dificultaba un poco hablar cuando estaba borracho, y Yoongi fue el primero en notar que ya no estaba en mis cinco sentidos.

—Creo que ya tomaste suficiente, hermanito— dijo mientras trataba de quitarme el vaso que estaba llevando a mis labios para seguir bebiendo de su contenido. A pesar de que me resistí, al final logró su objetivo.

—¿Qué dices si vamos a bailar?— le dije a Tae arrastrándolo a la pista de baile.

Cuando estuvimos allí intente bailar al igual que como Tae Joo lo estaba haciendo, pero por el alcohol en mi sistema veía todo a mi alrededor algo borroso y estaba seguro que apenas y podía ponerme de pie correctamente. Tae Joo intentaba ayudarme, mas yo no quería que lo hiciera y un movimiento en falso hizo que pisara mi propio pie demasiado fuerte

—Soy tan torpe, ahora me duele mucho el pie— me quejé y luego comencé a reír sin razón alguna. De pronto sentí como pasaba sus brazos por mi cintura y me alzaba levemente del suelo, reí más al ver que mis pies no llegaban al piso, pero luego me quejé porque quería que me bajara.

—¿Por qué me cargas?— pregunté, ya que estábamos caminando en esa posición.

—Para qué no tengas que caminar hasta el sillón, vamos a descansar un rato ¿Sí?— yo asentí sonriente  y rodee con mis pies la cintura de Tae y con mis brazos su cuello.

Cuando llegamos al sofá en el que minutos antes estábamos sentados nos dimos cuenta de que Jimin y Yoongi ya no estaban ahí sino bailando y toqueteándose entre ellos algo lejos de nosotros. Me removí algo incómodo en el regazo de Tae Joo, me sentía algo inquieto, quizá porque aún había mucho alcohol recorriendo mi sistema.

—Quiero volver a bailar contigo— le dije a Tae con la esperanza de que también quisiera y fuéramos juntos de nuevo a la pista de baile.

—¿No te duele el pie?— cuestionó mientras me veía con una sonrisa que consideré demasiado sexy.

—No, mira puedo moverme perfectamente— vociferé moviendo mis pies en círculos y sin querer mis caderas también.

—No hagas eso— ordenó colocando sus manos en mis caderas deteniendo así mis movimientos.

—¿Por qué? Tu querías saber si me dolían y te estoy demostrando que ya puedo seguir bailando— volví a moverme como antes y de repente sentí un bulto, pero cuando estuve a punto de decirle algo, me bajó de su regazo, me dejó en el sofá y se puso de pie de inmediato, solo volteo su cabeza para decirme algo lo más rápido que le fue posible.

—Baila si quieres, yo vengo en unos minutos.

—¿A donde te vas?— le pregunté cuando logré tomar su mano antes de que se fuera caminando a no sé dónde.

—Al baño— respondió y apenas lo solté levemente aprovecho para irse, lo vi alejarse e intenté seguirlo con la mirada, pero aún me sentía algo mareado y habían muchas personas alrededor, así que al final terminé perdiéndolo de vista.

Quiero ir con mi alfa

Yo también

Mi lobo y yo estábamos de acuerdo en lo que queríamos, por lo que me levante en busca de Tae o alguien que me pudiera decir dónde estaba o por donde lo había visto, sin querer choqué con Namjoon, sin embargo, aproveché para preguntarle sobre Tae Joo.

—¿Viste a Tae?

—Sí, quería ir al baño, así que le dije que podía usar el de mi dormitorio— me dijo y yo fruncí los labios al no escuchar que me dijera también donde quedaba su habitación.

—¿Dónde es?— cuestioné.

—Bueno, es en la segunda puerta después de las escaleras, en el segundo piso.

—Gracias— le dije y sin más, siguiendo las indicaciones de Nam para llegar a su habitación, subí las escaleras. Cuando finalmente la encontré me di con la suerte de que no tenía el seguro puesto, así que sin el permiso de nadie entré, e intenté abrir el baño donde sabía que estaría Tae, pero tal como lo imaginé tenía puesto el seguro.

—¿Quién es?— preguntó con la voz algo temblorosa.

—Yo— dije con la esperanza de que me abriera.

—Espérame abajo, en un rato salgo.

—Dejame entrar— le pedí.

—Bien.

Cuando finalmente abrió, lo vi sentado sobre la tapa del retrete con las manos tratando de tapar su notable erección. Mis dudas habían sido confirmadas, y era definitivamente mi culpa que tuviera ese gran problema.

—Soy tu omega ahora ¿No? ¿Por qué no me dijiste que te ayudara?— pregunté algo triste igual que mi omega, porque nos sentiamos insuficientes para nuestro alfa, ya que no nos había pedido ayuda, era como si no nos necesitara.

—No pienses mal— se puso de pie y se acercó a mí tomándome de los hombros para que lo mirara directamente a los ojos, confiara en él y no me hiciera ideas erradas en mi cabeza— solo estaba algo avergonzado— admitió.

—Entonces ¿Me dejas ayudarte?

Y fue así como terminé enredado en esta  situación...

Ya había tomado una decisión, lo ayudaría, después de todo sabía lo mucho que aquello dolía y quería que mi alfa no sufriera por eso.

Con las manos algo temblorosas palpé aquella zona sintiéndome complacido al ver a Tae gruñir ante mi tacto.

—No lo estoy y no me impedirás hacerlo—susurré muy cerca de su miembro erecto bajo la fina tela de su bóxer, esta era mi respuesta definitiva a su anterior petición.

—Pero— trató de contradecirme, sin embargo, no fue capaz de seguir hablando cuando sin pudor alguno le quité su bóxer con un solo movimiento y comencé a mover mi mano de arriba a abajo en su extensión palpitante.

En un inicio moví mi mano con parsimonia mientras me deleitaba viendo como mi alfa se quejaba en susurros casi inentedibles. Sonreí por lo bajo y segundos después aumenté la velocidad en mis movimientos haciéndolo jadear y morderse levemente los labios.

Se veía tan jodidamenete sexy con aquel simple gesto.

Decidí probar algo diferente, algo que estaba seguro de que podría gustarle. Con algo de duda acerqué mi cara a su dura erección y armándome de valor, di pequeñas lamidas a su glande viéndolo estremecerse.

Me relamí los labios y suspiré levemente, metí su glande en mi boca húmeda y caliente.

—Jungkook, no— gimió intentado alejarme sin éxito al no ejercer la fuerza suficiente como para hacerlo.

Levanté la vista hacia su rostro y pude ver como escrudiñaba con la mirada cada uno de mis movimientos sonriendo lentamente al centrar su atención en cómo con mi lengua lamia toda su extensión de arriba a abajo varias veces.

Al fin se había dejado llevar por completo.

Terminé de meter su pene casi por completo en mi boca masturbando la parte restante con mi mano derecha y con la izquierda pasé a acariciar sus testículos con ímpetu. En el momento en que su pene expulsó un poco de líquido preseminal, Tae jaló levemente de mis cabellos haciéndome ir más profundo, sentí mis mejillas y orejas calentarse al ser consciente de que mi entrada había comenzado a expulsar lubricante por culpa de la excitación que sentí con aquel simple movimiento por parte de mi alfa.

Cuando con una tierna e insegura mirada me pidió permiso para prácticamente follar mi boca y acepté, me sentí sumergido en un mar de placer.

Podía sentirlo jalando mis cabellos y entrando lentamente y por completo en mi boca una y otra vez. Mis ojos se cristalizaron un poco por el placer excesivo, mientras que mi entrada seguía lubricando. Pude darme cuenta, segundos después, por la presión que sentía en mi parte baja que ahora yo era el que tenía ese pequeño gran problema entre mis piernas.

Mientras Taehyung se encargaba de follarme la boca, yo bajaba mis manos hasta quitarme mi pantalón y mi bóxer de uno solo comenzando a masturbarme con dedicación.

No tardó casi nada en darse cuenta de aquello y sonreír ampliamente por la obvia satisfacción que sentía de tenerme de aquella forma, aquello solo logró hacer que me pusiera aún más rojo de lo que estaba, si es que eso era posible.

Amaba escuchar sus gemidos y jadeos, era simplemente un verdadero deleite. Y pude oír más de aquellos cuando me di cuenta que estaba por venirse, yo quería que se viniera en mi boca, de verdad quería sentirlo, pero él no pensó lo mismo que yo al parecer, porque con un simple jalón a mi cabello hizo que alzará mi cabeza hacia atrás ligeramente, quizá sin imaginarse que terminaría viniéndose en mi cara. Cerré los ojos al sentir su semen esparcirse por mi nariz y mejillas, cuando un poco de este cayó cerca a mis labios pude sentir lo salado del pegajoso líquido en todo su esplendor, y no pude evitar reír brevemente al ver su reacción.

—Jungkookie, lo siento— exclamó agachándose para quedar justo frente a mí, yo negué con la cabeza quitándole importancia al suceso y seguí masturbándome.

Él aun preocupado, con un poco de papel higiénico comenzó a limpiar los restos de semen de mi rostro. Sonreí al notar cómo podía pasar de follarme la boca a estar preocupado por haber manchado mi cara con sus fluidos.

Cuando terminó con su trabajo botó el papel ahora sucio al bote de basura, mientras yo gemía y jadeaba aún tratando de bajar mi erección.

—¿Sabes lo sexy que te ves de esa forma?— cuestionó en un tono más grave de lo común haciéndome estremecer y lubricar aún más.

La vista que sabía que el tenía de mí, era yo arrodillado con la mano derecha en el piso entre mis piernas, y la izquierda moviéndose de abajo a  arriba rápidamente sobre mi miembro erecto, mordiéndome los labios con la intención de no gemir demasiado mientras mis ojos lagrimeaban escasamente y mi pantalón estaba ahora húmedo por culpa del lubricante que no paraba de salir de mí.

Ambos estábamos sudados y oliamos demasiado a excitación por las feromonas que habíamos soltado en un espacio pequeño como lo era el baño, era obvio que aunque terminará con mi trabajo pronto, no podíamos salir aún.

—Te ayudaré— dijo tocando mi hombro y mirándome directamente a los ojos. Noté pequeños destellos amarillos en estos.

—Tranquilo, yo me encargo de eso— dije con algo de dificultad por mi respiración tenuemente entrecortada.

—Haré algo mejor— susurró cerca de mi oído.

Con un brazo fue capaz de levantarme del suelo y ponerme frente al retrete, levantó la tapa de este y se colocó detrás de mí.

—Sigue— ordenó en un susurro cerca a mi oído, refiriéndose a que debía continuar masturbándome.

Eso hizo que volviera a ruborizarme, y con Tae mordiendo ligeramente el lóbulo de mi oreja, con las manos algo temblorosas volví a masturbarme. Abrí los ojos ante la sorpresa que me envolvió al percibir como adentraba lentamente uno de sus largos dígitos en mi húmeda entrada.

Disfruté de la sensaciones que me envolvían al sentir su dedo salir y entrar en mí. Solté un gemido alto al percibir como metía dos dedos más de un solo movimiento.

Continuamos de esa forma por unos cuantos minutos más y al fin pude venirme, por suerte no ensucie nada ya que me vine en el retrete. Sentí mis piernas algo débiles, pero gracias a que Tae me sostuvo de las caderas no llegué a caerme. Bajo la tapa y me sentó sobre ella, con una toalla que saco de un estante cerca al lavador seco mi sudor y el suyo, para pasar a limpiar mi entrada y mis piernas con un poco de papel higiénico, y quitarme mis pantalones y mi bóxer por completo, ya que estaban mojados con mi lubricante, pero sabríamos solucionar eso ¿No?

Deseo que mi alfa me tome.

Sentí a mi lobo insatisfecho. Él deseaba que Tae nos penetrara con algo más que sus dedos y poder llevar en mi vientre a sus hijos, pero yo aún no me sentia listo para lo segundo, para lo primero sí, pero no ahora cuando estaba más preocupado de conseguir ropa interior y pantalones para ponerme.

Aún no

Le respondí con simpleza y aunque no le gustara sabía que no le quedaba de otra que aceptarlo.

—¿Te gustó?— cuestioné interesado en saber cómo se había sentido con lo que había hecho por él. Vi cómo su mirada volvía a la normalidad.

—Eso debería preguntarte yo, porque lo que tú hiciste fue fantástico— exclamó mientras depositaba cortos y tiernos besos por toda mi cara haciéndome reír fuertemente.

—A mi me fascinó lo que hiciste por mí— le respondí depositando un corto beso en sus labios, para segundos despues mover nuestras narices juntas de un lado a otro.

Minutos después de aquel hermoso momento que tuvimos, él salió del baño en busca de ropa para ponerme, y lo espere pacientemente mientras balanceaba mis piernas de adelante a atrás. Minutos después llegó con un bóxer gris, que obviamente era de Namjoon y con un pantalón negro algo holgado.  Me colocó ambas prendas con tranquilidad y me hizo ponerme de pie para depositar un dulce y tierno beso en mi frente y mis labios.

—Aunque odie que huelas a otro alfa es la única ropa que hay por aquí— admitió abrazándome protectoramente.

—Hazme oler a ti, alfa— le pedí sabiendo por sus palabras y sus feromonas lo mucho que le molestaba el olor de su amigo alfa en mí.

—Claro, mi dulce cachorro— exclamó mientras esbozaba una inmensa sonrisa. Me abrazó suavemente y me impregnó con su aroma a chocolate amargo, café y menta.

Salimos del baño tomados de la mano y de la habitación de Namjoon en busca de este en el primer piso para explicarle el porqué tenía puesta su ropa, pero nos dimos con la sorpresa de que estaba entretenido comiéndose la boca de Seokjin. Eso sí que ninguno de los dos nos lo esperábamos.

Ambos nos reímos de la situación después de salir del shock inicial y acordamos explicarle después, ya que quizá seguiría ocupado en eso unos cuantos minutos más.

°•°

Espero les haya
gustado mucho

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