⛓️Capítulo 14⛓️
Capítulo dedicado a: @anaYsla y Nadia-Tae
Hace unos años mi mamá murió y me quedé solo con mi papá, al no tener ningún hermano o hermana, yo era el que se encargaba de cuidarlo para que se recuperara del lazo roto que ahora tenía.
Muchos decían que superar un lazo roto era demasiado difícil y lo más probable era que la persona muriera. Eran pocos los capaces de sobrevivir a algo como eso, por lo que tenía la mínima esperanza de que mi papá pudiera seguir adelante.
Deje la universidad cuando estaba en mi último ciclo de estudios solo por mi papá. Él estaba muy molesto conmigo y era comprensible, pero le dije que confiara en mí, por que yo me encargaría de buscar un trabajo con buena paga para pagarle, si era posible, el mejor doctor de Corea.
Al final lo logré, comencé a trabajar para una agencia de modelaje muy reconocida a nivel del país, con el dinero que gané pude conseguirle un gran doctor que lo ayudara con el lazo roto. Me hacía muy feliz ver como iba avanzando su recuperación, incluso a pesar de que el insistía en que lo dejara ir por que su situación no tenía remedio.
Había una sola cosa que me molestaba de él...
—Mi nombre es Son Seung-wan, pero tú puedes decirme wendy— exclamó la pelirroja frente a mí.
Yo estaba de lo más tranquilo tomando un capuccino en una de las tantas cafeterías que había en el centro comercial cerca de mi casa, cuando de repente una omega se sentó a mi lado y me dijo su nombre, quizá con la intención de comenzar una conversación, pero yo sabía que había detrás de todo eso, ya que no era la primera vez que este tipo de cosas me pasaban.
—¿Mi papá te mandó?— dije con simpleza dando un largo sorbo a mi bebida, pude ver en sus ojos que estaba en lo correcto
—Eso no importa— dijo tratando de quitarle importancia con un simple gesto— ¿Qué opinas de conocernos un poco más?— cuestionó mientras llamaba al mesero para que la atendiera.
Puselo los ojos en blanco y cuando vino el mesero llegó a mi mesa le pague la cuenta y me puse de pie dispuesto a irme.
Pero, no quería ser tan grosero así que...
—Olvidalo, estoy bien así gracias— musite amablemente y ella solo gimoteo pero asintió entiendo mis sentimientos con respecto al tema.
Mientras caminaba devuelta a casa, me terminé el capuccino. Bastaron tan solo unos minutos y ya estaba de pie frente a la puerta de mi casa, puse la llave en la cerradura, me adentro en la sala de estar, me dirigí a la cocina, bote el envase ya vacío en el bote de basura y finalmente subí a la habitación donde sabía se encontraba mi papá descansando.
Di tres pequeños golpes a la puerta de su habitación y escuché una tenue voz indicándome que estaba abierto y podía pasar.
—Papá.
—¿Cómo te fue hijo?— preguntó inocentemente aún sabiendo, por las feromonas que soltaba, que estaba algo enojado.
—¿Es enserio?
—¿Qué pasó?— cuestionó volviendo a hacerse el desentendido.
—¿Sigues con lo de presentarme omegas, según tú, casualmente?— pregunté, aún sabiendo la respuesta.
—Hijo ya te dicho que no quiero que estés solo, yo ya estoy viejo y enfermo, si algo me llega a pasar, quiero que alguien cuide de ti y te dé cachorros para que formes una linda familia— me explicó de nuevo sus razones para continuar presentándome a más omegas.
—Yo encontraré a la persona indicada para mí en algún momento y va a ser porque yo así lo quiera— le expliqué de nuevo con la esperanza de que esta vez lo entendiera— por favor papá, entiendo que estés preocupado, pero por favor deja de hacer eso— le supliqué.
—Al menos prométeme que será pronto— me pidió tomando mis manos entre las suyas y mirándome con ojos suplicantes.
—No te prometo nada, aveces algunos no están destinados a encontrar el amor— le conteste depositando un corto beso en sus manos que aún sostenían las mías y él rio amargamente.
—Esta bien, no te insistiré más— dijo segundos después de soltar mis manos—Pronto será tu cumpleaños, te dejaré la casa para que lo festejes como más te guste, pero la espero completamente limpia.
—Sí papá, gracias— exclamé emocionado dando un sincero y fuerte abrazo.
— Y otra cosa, olvidé darte esto antes— dijo entregándome una carta— es de parte de tu mamá, me lo dio para ti antes de que muriera, me dijo que te lo entregará en uno de tus cumpleaños, lo mantuve guardado hasta ahora, porque estaba muy enfermo, ya sabes que esto de tener un lazo roto no es nada sencillo— me contó soltando sin querer algunas feromonas de tristezas, seguro por recordar a mi mamá, y lo entendía porque yo me sentía igual.
—Lo entiendo papá, no importa que hayas demorado en dármelo, estoy feliz solo con que lo hayas hecho— dije sintiendo como una pequeña lágrima se deslizaba por mi mejilla y con el permiso de mi papá salí de su habitación y camino a la mía comencé a leer aquel pedazo de papel.
«Querido nammie,
Si estas leyendo esto es porque ya no estoy a su lado y tu padre ha mejorado del lazo roto por mi muerte, lo conozco tanto que sé que se descuidó así mismo por mi partida, esta es una carta hecha con todo mi amor a ti, para decirte una cosa muy importante aparte del recordarte lo mucho que te amo incluso ahora que ya no estoy contigo, porque mi amor seguirá persistente hasta que te vuelva a tener en mi otra vida, quiero que sepas que quiero lo mejor de ti, trabaja si eso es lo que te hace feliz, encuentra al amor de tu vida, sin importar si es omega, beta u otro alfa, el destino te juntara para toda la vida con quien tú más ames, de eso estoy segura, solo vive tu vida al máximo y se siempre tu mismo, es lo único que deseo, si tu papá en algún momento llega a oponerse a una relación entre un beta y tú o un alfa y tú muestrale esta carta, el siempre decía que tenía una mente muy abierta pero al final siempre me hacía caso en lo que le dijera, así que sé que te apoyará en todo momento, porque ambos al final queremos lo mejor para ti.
Con amor,mamá»
Después de leer su carta dormí con lágrimas en mis ojos, una pequeña sonrisa en mi rostro y bellos recuerdos de lo que pasamos juntos.
En la mañana del día siguiente, después del desayuno decidí que iría a la casa de Tae Joo, le había mandado varios mensajes y ninguno le llegaba e intenté llamarlo y su celular sonaba apagado, la única forma de poder pedirle un favor era yendo a su casa a pedírselo en persona.
—Papá, saldré a la casa de Tae para pedirle que me ayude a organizar mi fiesta— le informé.
—Esta bien hijo, anda con cuidado— me dijo sonriente. Me despedí de él y en mi auto conducir hasta la mansión de mi querido amigo.
El recorrido no fue tan largo, así que bastaron pocos minutos para llegar, cuando estuve frente a las rejas de la mansión, con toda amilibilidad les pedí a los guardias que me dejaran entrar y como conocían por información de sus madres a cada uno de los amigos de Tae Joo y sabían que yo era uno de ellos, me dejaron ingresar. Cuando toque la puerta de entrada no espere nada y ya yerim la había abierto, porque al parecer justo salía para comprar las cosas que necesitaría para cocinar el almuerzo, pude deducirlo fácilmente por la lista que llevaba entre sus manos.
—¿Namjoon? ¿Buscas a Tae Joo?— me preguntó.
—Sí ¿Se encuentra?
—No está, hoy tiene universidad a esta hora, pero puedes esperarlo si gustas— dijo dándome pase a la sala de estar de la casa.
—Eso haré gracias— musite, ella se despidió y salió de la casa dejándome sentado en el sofá en espera a Tae Joo.
Sabía que lo más probable es que se demorara demasiado y no iba a esperarme hasta que llegara la hora del almuerzo, por lo que creí que lo mejor sería dejarle una nota en su habitación explicándole todo lo que había venido a decirlo, lo cual no era mucho.
Subí las escaleras en busca de la habitación de Tae Joo, eran escasas las veces que venía a su casa y generalmente no pasábamos de conversar en la entrada de esta misma, así que no tenía ni la más remota idea de cual exactamente era su habitación, por lo que busqué y busqué hasta que note sus feromonas en una de ellas, aparte de un letrero brillante con forma de «T» en la puerta antes de abrirla.
Cuando finalmente estuve dentro de la habitación, busque en su escritorio si tenía algún papel y un lapicero para escribirle la nota pero de repente mi búsqueda se detuvo cuando sentí algo golpearme en la cabeza.
Y cuando voltee supe que había sido eso... ¿En serio me había golpeado con la parte baja y sucia de la escoba?
—Pero que— estuve a punto de decir una grosería pero me abstuve de hacerlo cuando note a quien me había golpeado algo nervioso.
Supe que era un beta cuando no pude percibir un aroma fuerte, sino uno tan leve que parecía casi inexistente.
—¿Quién es usted y qué hace en la habitación del joven amo?— me preguntó aún con la escoba en mano, como con toda la intención de atacarme si hacía algún movimiento que le pareciera sospechoso.
—En primer lugar, Auch eso dolió— me queje cruzándome de brazos— y en segundo, supongo que te refieres a Tae Joo ¿No?
—Sí a él.
—Soy su amigo, entiendo que no me hayas visto antes por aquí, pero tampoco era necesaria tanta violencia— le expliqué.
—Sí, quizá me pase un poco— admitio—pero parecías sospechoso— me acuso cruzándose de brazos.
—Ay vamos, esta cara te parece la de alguien malo— exclamé acunando con mis manos mi propia cara y sonriendo ampliamente.
—Cualquiera puede ser un posible ladrón, sobre todo si se mete en la habitación de alguien sin permiso— dijo aquello último en un tono acusatorio y no pude evitar reírme, sí quizá tenía razón, pero tenía que defenderme ¿No?
—En mi defensa, lo hice porque quería dejarle una nota a mi amigo— le conté señalando el escritorio donde había estado buscando algo con que escribirle y dejarle la nota.
—En la mía, yo no sabia que eran amigos por que ni siquiera te conocía— se defendió.
—Bien dejemos de pelear y hagamos las paces ¿Sí?— ofrecí estirando mi mano para que la estrechara, la escrudriño con la mirada como si no estuviera convencido del todo si debería hacerlo, pero segundos después lo hizo.
—Esta bien.
—Mi nombre es Kim Namjoon, en unos días cumplo veintisiete años, soy amigo de Tae y trabajos juntos en una agencia de modelaje ¿Y tú?— me presente y pregunte por él.
—Mi nombre es Kim Seokjin, tengo veintiocho años, trabajo para Tae limpiando toda la mansión— se presentó tratando de ocultar una sonrisa que quería escapar de sus labios.
—¿Te puedo pedir un favor? — le pregunté.
—Claro— accedió sin pensarlo demasiado esta vez.
—Dile a Tae Joo que como en dos días es mi cumpleaños haré una fiesta y que están invitados él, Jungkook y tú también, y que si quieren pueden invitar a más amigos, ya que mi casa es grande no hay problema— le comencé a explicar— además diles que necesito su ayuda, que vengan a las seis de la tarde a mi casa para que me ayuden con las decoraciones.
—¿Puedo ayudarte también?
—Por supuesto, puedes venir a esa hora también con ellos o si estás ocupado un poco más tarde, pero no te demores tanto ¿sí?
—Esta bien y le diré todo, gracias por invitarme.
—No hay de que, fue un gusto conocerte, a pesar del golpe— le dije y me sobe la cabeza haciendo un puchero.
—Igualmente y perdón por eso— exclamó acercándose a mi y acariciando la zona en que me había golpeado momentos antes.
—No hay problema, te veo en mi fiesta— dije apenas sentí que mis mejillas comenzaban a arder y me despedí de él para salir de la mansión e irme a mi casa.
Espero les haya gustado
mucho este cap :3
Con amor
SweetbabyTJ
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