🌹Capítulo 10🌹
Capítulo dedicado a: stay_army1713
¿Me sentía mal por haber sido rechazado?
Pues claro que sí.
Era mi omega, mi predestinado, la persona que más amaba en este maldito mundo ¿Cómo podría no sentirme de esa manera?
Y es que cuando lo vi cerrar los ojos de verdad creí que aceptaría un beso mío, tenía la idea de que había una posibilidad, aunque sea mínima, de que él haya comenzado a sentir algo por mi «yo» actual.
Cuando sentí que me empujaba lejos con sus manos puestas en mi pecho, me di cuenta de lo muy equivocado que estaba, pero ¿Era así o solo lo hizo porque su hijita había despertado?
No sabía que sentir ni que creer luego de analizar las posibilidades, por lo que preferí hacer como si nada hubiera pasado.
Bajé las escaleras dirigiéndome al comedor dejando a Jungkook con su pequeña hija para que se cambiaran y bajaran después a desayunar.
—Joven amo— me llamó yerim desde la cocina— la comida ya está lista— exclamó y fui de inmediato a la cocina para llevar la comida a la mesa y ahorrarle el trabajo de hacerlo a Sooyoung, su ayudante.
Terminada mi tarea me senté como casi siempre frente a mis dos hermanos en espera de Jungkook y Lisa.
—Ya estoy aquí— habló Jungkook apenas se adentró en el comedor sentándose a mi lado con Lisa.
Mientras desayunábamos, todos estuvieron muy pendientes de él, de lo que necesitaba y como se sentía, sobre todo yo. Ahora se encontraba físicamente mejor que ayer, pero aún así, eso no disminuía mi preocupación.
Sus heridas quizá tardarían un poco en sanarse y agradecía internamente una y otra vez que me dieran permiso en el trabajo y la universidad, tuve que poner excusas para lograrlo pero valió la pena. Ahora pasaría una semana entera en casa con mi omega y claro, su pequeña hijita y mis hermanos.
—Tae Joo hyung— me llamó la pequeña Lisa y yo volteé a verla diciéndole con un gesto que la estaba escuchando y podía seguir hablando— ¿Podemos luego de comer y descansar, meternos en la piscina?— preguntó.
—Claro, pero sólo ustedes tres— le contesté refiriéndome a ella y mis dos hermanitos— Jungkookie no puede, es mejor que no lo haga ya que tiene vendaje por lo de sus heridas— musité viendo a Jungkook en busca de su aprobación u opinión al respecto.
—Sí— concordó conmigo y continuó diciendo— además, de todos modos no tengo ganas de entrar a la piscina.
Minutos después de que todos terminamos de comer descansamos un poco para después dirigirnos al patio trasero donde se encontraba la gran piscina, siendo los más pequeños los primeros y únicos en entrar allí.
Me dirigí hacia la silla blanca más cercana a mí y me senté en ella siendo seguido por Jungkook. Saqué mi celular y mis auriculares y elegí la canción que tenía ganas de escuchar entre las tantas de mi lista de reproducción.
La música comenzó a sonar y cerré los ojos moviendo mi pie izquierdo, que se encontraba algo recogido, al compás de esta. Seguro Jungkook estaba ahora mismo sentado a mi costado viendo a los pequeños divertirse en la piscina.
Me sentí tranquilo hasta que de la nada sentí a alguien rodearme la cintura con sus brazos y colocar su cabeza en mi pecho. No necesité abrir los ojos para saber quien era, su olor lo delataba por completo y mi lobo y yo no podíamos sentirnos más a gustos teniéndolo tan cerca de nosotros.
—¿Puedo escuchar música contigo así?— cuestionó refiriéndose a la posición en la que nos encontrábamos, yo tan solo asentí sonriendo al igual que él y colocando delicadamente un auricular en su oreja.
Puse una de mis manos en su cintura y con la otra acaricié sus sedosos cabellos negros, que se sentían como la más fina seda entre mi manos.
Poco a poco y con ayuda de la música el sueño se apoderó de nosotros dos y si no hubiese sido porque los pequeños se acercaron a nosotros para decirnos que el almuerzo estaba listo, quizá nos hubiésemos quedado así todo el día.
Después de comer, los pequeños se la pasaron jugando en el patio trasero yendo de un lugar a otro, sin parar ni un segundo para descansar. Mientras que Jungkook y yo nos la pasamos conversando y dándonos mimos en el cabello el uno al otro bajo la sombra del gran y único árbol del patio.
Durante toda la semana libre que tuvimos, no nos despegamos en ningún momento. Incluso dormimos juntos con la pequeña Lisa, ya que al estar muy preocupada por su padre, al igual que yo, quería estar cerca de él y cuidarlo.
Pero ahora, había vuelto a mi rutina diaria, de nuevo estaba en la universidad apuntando cada cosa que dictara la profesora del curso que me tocaba las primeras horas, mientras pensaba en que podría estar haciendo Jungkook ahora mismo en su universidad ¿Estaría bien? ¿Entendería lo que le enseñaran?
—¿Me estás escuchando?— cuestionó de repente Hyunjin, quien se encontraba sentado a mi costado.
—Por supuesto que sí— obviamente mentí.
—¿Que estaba diciendo?— preguntó mi rubio amigo. A veces odiaba que fuera tan perspicaz.
—Esta bien, quizá no te escuche como debí y perdón por eso— pedí disculpas y él palmeo mi espalda indicándome que no le diera importancia al asunto porque eran cosas que solían pasar, incluso a él.
—Te decía que conocí a alguien— volvió a contar y está vez obtuvo mi absoluta atención.
—¿A quién?— inquirí curioso por su anécdota.
—Un omega— musitó algo sonrojado y era la primera vez que algo así sucedía. Nunca lo había visto sonrojado o nervioso al hablarme de algún omega o beta con los que haya salido.
—¿Te gusta, no es así?— pregunté mientras que con mi lapicero azul hincaba levemente su abdomen como mi forma de fastidiarlo. Él me empujó para que dejara de hacer eso y el pudiera seguir hablando.
—Se llama Jeongin y tiene algo que me hace querer cortejarlo, pero no se si sienta lo mismo que yo— de repente, después de que dijera aquello, pude sentir en su aroma mucha tristeza.
—Hey— llamé su atención con la intención de que alejará aquellas ideas de su cabeza— Estoy seguro que sí, eres un gran alfa y vales la pena para cualquiera, sea omega, beta u otro alfa, eres perfecto tal y como eres.
—Eres muy bueno para subirme el ánimo— me halagó mostrándome su gran sonrisa— Ahora me toca a mí ¿Que es lo que tienes?— cuestionó interesado en cómo me encontraba.
—Estoy un poco preocupado por saber como está mi omega— confesé.
—Cierto ¿Cómo van las cosas con él?
—Bien, pasamos mucho tiempo juntos últimamente— le conté con una gran sonrisa al recordar los momentos que pasamos juntos en los últimos días, como cuando estuve cuidándolo, o cuando se recuperó por completo, y lo animé en sus clases de defensa personal.
—Ya entiendo, lo extrañas y quieres saber cómo se encuentra— afirmó más que supuso, asintiendo para si mismo con el dedo índice toqueteando su barbilla.
—Exacto— le di la razón y segundos después continué diciendo —. ¿Sabes? lo atacaron dos veces así que hace unos días cuando ya estuvo completamente recuperado de un ataque que sufrió, aprendió algo de defensa personal en casa gracias a un beta contratado por su hermano— le conté orgulloso de lo que había logrado mi omega. Sabía que el podía defenderse solo, pero con esto sería mucho más fácil para él enfrentar lo que fuere.
—Eso es bueno, pero ¿Por qué lo atacaron?
—Ahora estoy seguro que parte de lo que ha estado sufriendo ha sido por venganza— aseguré.
—¿Por qué querrían vengarse de él? ¿Y quién?— cuestionó completamente confundido y era entendible, no le había contado lo último que había sucedido.
—El bastado de su ex novio— le aclaré inmediatamente para después explicarle— su hermano lo metió a la cárcel y él quiere vengarse por eso.
—Si hablas así de él es porque merecía lo que le pasó y quizás hasta más, debería solo aceptar su castigo y superarlo— declaró tan enojado como yo intentado no hacerlo notar en su aroma porque aún no terminaba la clase.
—No lo hará hasta que termine con lo que empezó y me aseguraré de que nada malo nos suceda ni a él ni a mí, porque si uno de los dos muere— comence diciendo pero me interrumpió al saber a lo que me refería.
—Ambos lo haran— musitó preocupado al darse cuenta de aquello.
Algunas personas no lo saben y otras no lo creen posible. Pero si una relación alfa-omega es demasiado fuerte y uno de los dos muere, hay una mínima posibilidad de que ambos lo hagan, en predestinados esa prosibilidad es mayor.
—Bueno— alargó tratando de romper el ambiente de tensión que se había formado tras mencionar ese tema— mejor no hablemos de eso y piensa que pronto lo irás a recoger a su universidad y podrás darle muchos besos— exclamó mientras revolvía mis cabellos azules.
—No somos pareja aún— le recordé algo dolido por la realidad. No podía besarlo ni nada similar, así que no tenía sentido que él dijera eso.
—Estoy seguro de que lo serán pronto— exclamó justo después de que la campana sonara indicando que era hora del receso.
—Ojala la madre luna te escuche y no demore en unirme con mi omega.
Cuando finalmente terminaron todas mis clases en mi universidad, me despedí lo más rápido posible de mi amigo apenas tuve guardadas todas mis cosas en mi mochila, y me encaminé a mi auto para conducir hacia la universidad de mi omega, la cual no estaba tan lejos de la mía.
Divisé a lo lejos a Jungkook, quien estaba parado de espaldas a mí, y mi lobo movió la cola alegre haciéndome sentir más feliz de lo que ya estaba por volverlo a ver, y hubiese seguido así si no hubiese visto como ese estúpido alfa pelirrojo se acercaba a hablarle. Seguía sin confiar en él y no eran sólo mis celos hablando por mí, estaba completamente seguro de que ese tipo escondía algo.
Me estacioné cerca de ambos y bajé lo más rápido que pude dirigiéndome a donde Jungkook se encontraba viéndome con una sonrisa al saber que yo había llegado lo cual hacía que volviera a sentirme como hace unos minutos antes de ver al otro alfa.
—Jungkookie— lo nombré y continúe diciéndo—, vámonos a casa— tomé de su mano y él asintió. Caminamos así hacia mi auto hasta que sentí un jalón que me hizo retroceder.
—Hola de nuevo— saludó aquel alfa y yo solo gruñí como respuesta. En un comienzo intenté ignorarlo y concentrarme en mi omega, pero no estaba ayudando a que así fuera ahora que había jalado a Jungkook y a mí para que no entraramos al auto—, le estaba diciendo a Jungkook que— comenzó diciendo pero lo interrumpí hastiado.
—No me interesa lo que le estabas diciendo, ya tenemos que irnos— hablé tratando de mantener intacta la poca paciencia que tenía.
—Pero él ya había aceptado— dijo con inocencia claramente finjida.
—Yo no acepté, dije que lo pensaría— aclaró mi omega.
—Es casi como decir sí— afirmó. Puse los ojos en blanco y bufé exasperado.
—Sea como fuere, ya nos tenemos que ir— volví a hablar, pero el tipo seguía de insistente.
—¿Ah sí, a donde? ¿A tu casa?— cuestionó seguro de si mismo y lo que decía.
—No te incumbe— espeté.
—En ves de aburrirte con él en su casa— comenzó a hablar dirigiéndose totalmente a Jungkook—, deberías salir conmigo, es solo un rato— exclamó y antes de que siquiera mi omega pudiera contestarle interrumpí.
—No vamos a ir a mi casa, sino a otro lugar que tampoco te incumbe, adiós— con la mirada de mi omega en mí, quité la mano del otro alfa y lleve a Jungkook hasta el asiento del copiloto adentrandome en el asiento a su lado y dejando a un pelirrojo algo desconcertado aún de pie enfrente de la entrada de la universidad.
—No podemos ir a otro lugar que no sea tu casa, tienes trabajo— exclamó Jungkook algo preocupado.
—Así es y los llevaré conmigo— exclamé refiriéndome a él, su pequeña hija y mis hermanitos.
—No le hagas caso, solo le gusta fastidiarte— dijo acariciando levemente mi mano derecha que estaba puesta en el volante y expulsando las feromonas suficientes para poder calmar mis celos y enojo.
—No es solo por él, de verdad quiero que veas como es todo allá, estoy seguro de que te gustará— aseguré ya totalmente calmado.
—¿Ah sí? ¿Por qué?— cuestionó con una tierna y hermosa sonrisa.
Yo sabía que a él le comenzó a gustar la fotografía desde aquel día que le tomé fotos. Y me lo había vuelto a decir ahora que me conocía como Han Tae Joo, así que sabía que le encantaría como era todo en mi trabajo.
—Ya lo verás— dije mientras apretaba levemente su mejilla ahora algo sonrojada.
Puse una música de nuestro grupo musical favorito desde pequeños y alegre vi como los ojitos de Jungkook se iluminaron de repente. Durante todo el viaje de vuelta a casa estuvo tarareando cada canción que puse, puesto que se las sabia todas de memoria y yo, mientras conducía, me daba minutos solo para admirarlo.
Cuando finalmente llegamos a casa los más pequeños nos recibieron contentos como casi siempre cuando se encontraban en la sala viendo televisión y no en el patio trasero jugando.
Después de almorzar todos juntos, tanto Jungkook como yo fuimos a nuestra respectiva habitación para bañarnos y cambiarnos de ropa.
Opté por ponerme un pantalón de color blanco, una camiseta de mangas largas amarilla con cuello color blanco junto a unos zapatillas blancas con detalles naranjas. Cuando me hallé listo salí de mi dormitorio en busca de ver si mis pequeños hermanos ya se habían cambiado de ropa, pero me encontré con mi hermoso omega y su pequeña hija saliendo ya cambiados, la pequeña se había puesto un lindo vestido amarillo con puntos blancos y mi omega tenía un pantalón de vestir y una camiseta de color blanco con un abrigo con capucha de rayas verticales azules y unas zapatillas blancas.
Con la ropa que llevábamos, los tres combinabamos muy bien, como una familia perfecta lo cual me hacía imaginar a Jungkook y a mí casados y con cuatro lindos cachorros, además de su hijita. Seríamos muy felices si estuviéramos de esa forma, pero las cosas no estaban siendo tan fáciles para nosotros.
Con una sonrisa de mi parte y una de él como respuesta, los tres fuimos a ver si mis hermanos estaban listos y cuando así fue, todos juntos salimos de la mansión a mi auto para dirigirnos hacia mi trabajo.
Minutos después finalmente llegamos y aparqué mi auto en el estacionamiento del lugar. Salimos de allí y nos adentramos en el gran edificio subiendo por el ascensor hasta el piso donde me harían las fotos.
—Tae Joo llegaste a tiempo, que bueno— exclamó mi jefa al verme entrar en la gran habitación— ¿Y quien eres tú?— cuestionó cuando dirigió su atención a mi omega a mi lado— ¿Y ustedes?— preguntó al ver a todo los pequeños.
—Él es Jungkook, un amigo— lo señalé algo incómodo al decirle «Amigo» y no «Mi omega»— Ella es su hija Lisa, el es Jisung y Seungmin mis hermanos menores— hablé mientras indicaba quien era quien respectivamente— ella es mi jefa Seulgi— les comuniqué.
—Un gusto conocerlos— exclamó mi jefa.
—Igualmente— dijeron casi al unísono.
De pronto se escuchó la puerta abrirse con una chica entrando algo apurada y preocupada. Creí que ya estabamos todos, conozco a cada uno de los trabajadores aquí y a esa chica jamás la había visto antes.
—Chica nueva, llegas tarde— le gritó mi jefa haciendo que absolutamente todos voltearan a verla. Me dio algo de pena que la haya avergonzado de esa manera, ya que a mi me pasó la primera vez que vine. Seulgi es algo estricta al principio, pero luego cuando la conoces bien, es una persona genial y divertida.
—Hola a todos, es un gusto volver a verlos— apareció Namjoon a mi lado saludándome a mí, a Jungkook, su hija y a mis pequeños hermanos —Me quedaría hablando con ustedes más tiempo, pero tengo que seguir trabajando— dijo amablemente y con una sonrisa camino hacia donde se encontraba Ahn Hyejin seguramente para escoger las mejores fotos de los modelos.
—Tae— me llamó Seulgi apenas Namjoon se fue— ella es Choi Jisoo es nueva, así que hazme el favor de enseñarle como es todo aquí— dijo mientras señalaba a la chica que hace unos minutos había llegado— la contraté recién, por lo que no sabe nada aún, tu fuiste nuevo también y sabes lo que se siente— ordenó palmeando mi hombro y soltando un tenue suspiro. Sin más que decir, se fue a seguir con lo que tenía que hacer.
—Me puedes decir Lía— exclamó la omega.
—Tae joo— le dije y ella sonrió. Ignorando aquello dejé a los más pequeños sentados junto a Ahn hyejin y Namjoon. Les pedí a los alfas que los cuidaran un momento y ambos aceptaron, por si acaso le rogué a Jisung y Seungmin que se mantuvieran tranquilos dándoles mi celular para que se entretuvieran viendo algún video en youtube, y Jungkook hizo lo mismo que yo con su pequeña niña.
Jungkook y Lía me siguieron mientras caminaba hacia cada diferente lugar en el establecimiento indicándole que se hacía en cada una de las habitaciones.
—¿Tienes pareja?— cuestionó Lía de repente cuando llegamos a los camerinos, donde se visten para salir después a que les tomen fotos.
—No es una pregunta que debas hacerle, te está enseñando como es todo aquí solamente— musitó Jungkook, pero como la parte donde nos encontrábamos no había nada de ruido, ambos pudimos escucharlo.
—No seas grosero— exclamó la omega con los brazos cruzados— solo preguntaba porque tenía curiosidad— se defendió.
—No era necesaria tu pregunta— exclamé yo esta vez, nadie trataría así a mi omega.
—Perdón, no quería molestarte— susurró apenada y fue en ese momento que pude darme cuenta de mi aroma, seguro había notado que me había enojado, pero obviamente no tenía idea de que estaba así por cómo trató a mi omega.
—De todos modos, eso es todo— me calmé al notar a Jungkook algo preocupado— ahora puedes ir donde Seulgi a decirle que ya puede darte el trabajo que harás hoy.
—¿Me darías tu número al menos?— preguntó la pelinegra acariciando mi mejilla, la miré perplejo e intenté alejarme.
Pero antes de siquiera poder hacerlo, pude percibir en las feromonas de mi omega que sentía celos y enojo, cosa que me desconcertó, volteé inmediatamente con la intención de hacerle ver que no podría estar con nadie que no fuera él, pero cuando estuvimos cara a cara ni siquiera me dio el tiempo para hablar. Me había tomado por las mejillas para besar mis labios y yo no podía creer que eso estuviera pasando.
¿Mi omega me estaba besado o solo era mi imaginación?
°•°
:3
La vestimenta del Taekook
Por si no describí bien unu
Están hermosos como siempre uwu
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