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Capitulo XI

Coordenadas 47°00′S 12°00′E / 37.5, -19, Aerolínea New Month, Dirección Quantico Virginia, 10:13 am

Con una gran punzada de dolor en la cabeza, los lentes de sol cubriéndole los ojos y una enorme fuerza de voluntad por no vomitar, Lena estaba sentada en su lugar indicado del avión, justamente al lado de la ventana. No sabría definir cómo era tener una resaca por heroína, pero era 10 veces pero al alcohol, sobretodo si los habías juntado.

-Buenos días - Saludo un joven de ojos castaños, fuertes brazos y quijada marcada sentandose junto a ella después de dejar su maleta en la parte de arriba del asiento.

-No grites, duele - Gruño despectiva aún cuando el joven ni siquiera había levantado la voz.

-Uh, lo siento, eso no se ve bien ¿Noche loca? - Pregunto al ver el estado de la chica - Se reconocer una resaca cuando la veo.

-Ojala fuera eso - Respondió sin mirarlo sacando su botella de agua y tomando un par de Aspirinas que la aerolínea daba como cortesía.

-Entonces fue algo más fuerte - Se burló mirando a la castaña - Soy John Patterson.

-Lena Uris - Le extendió la mano y lo saludo casi como obligación.

-Y cuéntame Lena ¿por qué vas a Virginia? - Su sonrisa no se iba a ir sin antes conocerla un poco.

-Pues... Digamos que mis amigos se preocupan demasiado por mi - Resumió lo mejor que pudo sin dar muchos detalles - Voy a la universidad.

-¿Como se llama la universidad? Puede que nos logremos ver - Pregunta con algo de intriga mientras sacaba de su mochila una botella de jugo para refrescarse.

-Park University at MCB Quantico - Se limito a apoyar su cabeza en la ventana de su lugar mirando el avión despegar.

-Oye, yo también estudio ahí, que coincidencia - Riendo con ironía por la situación de verla tan cansada y agobiada - No estaba en tus planes ir ¿Verdad?

-Se nota demasiado ¿Cierto? - Con un suspiro frustrado y una sonrisa de lado, Lena observo a su compañero de universidad, sin poder evitar darse cuenta de lo apuesto que era - La verdad estoy en un proceso de rehabilitación... O eso me dijeron, mis amigos me consiguieron una beca con uno de los profesores y... Heme aqui.

-El profesor Spencer Reid ¿cierto?- Deduciria rapidamente antes de sonreirle - Es muy buen profesor, en verdad que tienes suerte.

-¿Cómo lo supiste? - Su análisis fue tan sorprendente que al girarse a verlo mejor el rostro de la castaña parecía tener un poco más de color.

-Bueno... estoy en su clase también, he aprendido unos cuantos de sus trucos, aún estoy mejorando, además de que su beca es de las más requeridas así que... fue fácil - Sonriendole calmadamente se encogió de hombros con diversión - Creeme que aprenderás mucho si te esfuerzas.

-No, no lo creo, pero gracias por la esperanza.

La plática se había vuelto bastante amena, pero la jaqueca de Lena no cooperaba mucho con la presión atmosférica del avión.

Después de que las azafatas repartieran las comidas y un par de Aspirinas, a la mitad del vuelo, ella se lamentaba en su mente no haber escondido algún buen almuerzo para ese momento. El pollo del avión era chicloso, las lentejas parecían querer correr por su vida y las espinacas tenían la pinta total de la lama.

-¡Agg! No puedo comer esto - Dejando su tenedor sobre la charola del asiento se dejó caer sobre el respaldo - Es aqueroso.

-Ten... Yo ya estoy acostumbrado a la comida de avión - El chico simplemente le paso su pudin a la chica para que tuviera al menos algo en el estomago - Si gustas te invito un emparedado delicioso que dan en la Universidad.

-Ay, dios te bendiga - Casi arrebatándole el pudin, y abriéndolo con rapidez, Lena agradeció encarecidamente con un tono de dulzura que no había tenido en todo el vuelo - Entonces ¿Sueles viajar mucho?

-Como vivo lejos de la escuela y paso las vacaciones de verano en casa de mis amigos, solemos viajar a veces, asi que... Me he acostumbrado mucho, puede que logre convencer a mis amigos de invitarte, se ve que eres una chica alocada.

Y esas palabras fueron suficientes para despertar el interés de aventura que Lena tenía en su interior.

-Bueno, me pasaré atrapada aquí contigo... 6 o 7 horas... ¿No te apetece tener sexo en el baño? - Su sugerencia fue tan natural como la que tendría alguien pidiendo un vaso de agua.

-¿Segura? Es decir... no lo esperaba pero... ¿segura? - El chico quien se quedó callado por un momento, miró a todas partes antes de verla algo atónito por lo que dijo.

-¿Por qué no? - Sonriendo con burla ante la mirada tan desconcertada de Jhon, deslizó suavemente su mano sobre su pierna hasta apretar el muslo - Estamos aquí, tu y yo... ¿No te excita la idea de hacerlo fuerte, rudo a Miles de pies de altura?

-La verdad es... Algo tentador - Con una boba sonrisa y se llevo la mano a su nuca para darle un leve apretón, mirandola con cierta diversión - Pero no tengo protección... no esperaba que pasara esto.

-¿Y? - Su sonrisa creció aún más, bastaba con una mirada para darse cuenta que la idea del riesgo la excitaba aún más - Me gusta el peligro... ¿No quieres divertirte con la suerte?

John río divertido pasando su mano a la mejilla de Lena para rozar su pulgar en sus labios y asentir.

-Yo voy primero... En cuando suene que esta desocupado el baño, vienes antes de que alguien más lo intente - Con una rapidez bastante disimulada, se quitó el asiento y puso de pie para ir al baño.

La situación era, no solo riesgosa, también era ilegal, Lena sabía que si la atrapaban podría meterse en problemas muy serios, y eso le encantaba, la adrenalina, le daba la emoción que la ausencia de heroína le estaba pidiendo.

Espero unos minutos, se quitó el cinturón y se puso de pie, se dirigió al baño y llamo a la puerta tres veces, señal que Jhon capto a la primera, y una vez los dos estuvieron dentro, el baño no volvió a abrirse hasta una hora después, aún que realmente no se escuchaba nada por fuera, dentro ambos hicieron el mayor esfuerzo de su vida por no hacer ruido, pero fue difícil, los dos eran salvajes, intensos, no había realmente nada que los convirtiera a su lado animal más que la idea de ser atrapados en cualquier momento.

Con el cabello algo alborotado, el chico solo regresaria a su asiento con unas cuantas mordidas en su cuello y su labio algo rojo donde al sentarse suspiraria incrédulo y agotado.

-Ufffff... esa chica es una salvaje - Se dijo a si mismo mientras calmaba su respiración.

Horas más tarde, cuando el avión por fin aterrizó y todos bajaron por sus maletas, la extraña pareja esperaba en la banda su equipaje, dispuestos a irse ya.

-Bueno, supongo que te daré mi número por si volvemos a coincidir en el avión - Con toda la confianza del mundo, saco de su sudadera una pluma negra y le escribió su número en la muñeca.

-Me parece bien - Sonriendo con más calma, el joven solo miraria el número de la chica para dirigirle una última mirada cuando logro identificar su equipaje por lo que terminó por tomar sus maletas - Entonces te veré después en clases Lena - Y sin más solo se despidiria con un guiño pícaro y divertido para irse por su propio camino.

Ella no tardó en hacer lo mismo y luego de tomar sus maletas se dirigió a la zona de asientos del aeropuerto para poder avisarle a sus amigos que llegó y estaba muy bien, se tomó su tiempo para contarle lo que había pasado con su nuevo compañero y bromear un rato con ellos. Ni siquiera se planteó o preocupo por la hora, no se imaginaba que alguien estuviera esperándola, por lo que estuvo ahí otros 15 minutos, como si el hecho del salir del aeropuerto significara que no había vuelta atrás.

Aún moría de hambre, por lo que recorriendo el lugar pudo encontrar un McDonald's dónde abastecer su estómago, comió un cuarto de libra, unas patatas fritas y una soda de manzana que la dejaron satisfecha, además del sunday que fue comiendo a lo largo de su paseo por el lugar, se detuvo en los escaparates de las tiendas, compro un par de libros, una dona y unos churros.

Si deberla, ni temerla, estuvo al menos hora y media en los pasillos del aeropuerto, cuando por fin se decidió a salir.

-Bien... Aquí voy - Y armando se de valor, respiro profundo antes de cruzar las puertas de cristal a las calles de Virginia.

-Ahi estabas... - El pobre chico castaño y alto quien estuvo esperándola por un largo rato, hizo acto de presencia, estuvo esperándola en la entrada del aeropuerto desde una hora antes de que el avión aterrizará, por lo que al verla por fin, suspiraria levemente antes de acercarse a la chica con una sonrisa - ¿Como te fue en tu vuelo?

Los ojos de Lena no se pudieron abrir aún más, la sorpresa de ver al chico de piel de durazno de nuevo la dejo perpleja pues ella no esperaba ser escoltada por un agente del FBI.

-Agente Reid... ¿Que está haciendo aquí? No me diga que estuvo... Esperándome.

-Bueno... Si - Un sonrojo tierno apareció en sus mejillas que reflejaban sus nervios al sonreir divertido mientras la ayudaba con sus maletas. - No quería que te perdieras en la ciudad asi que le dije a mi jefe que me dejara acompañarte hasta la Universidad, anda vámonos.

-Usted fue quien convenció a mis amigos de darme está beca ¿Cierto?... ¿Por qué? ¿Dónde voy a vivir? - Era fácil notar que al tenerlo frente a frente, pudo por fin, confrontarlo con todas las dudas que le llegaban - Jeff dijo que debía entrar a rehabilitación para mantener mi beca.

-Bueno, estabas en el hospital cuando les hablé sobre aquella oportunidad, les ofrecí que vinieran contigo para darles clases a los tres pero lo rechazaron, no fue hasta hace un mes, cuando recibí la llamada de tu amigo Jeffrey, diciendo que necesitabas esto, un nuevo inicio, alguien que te mostrará un buen camino para seguir, así que naturalmente me habló de tus problemas de adicciones, sin embargo, no dude en ayudarte, después de lo que pasaste era muy probable que tomarás estos rumbos, así que... - Le contó con toda sinceridad mientras ambos se dirigían a la estación de taxis - Lo que si debo dejarte en claro es que para mantener la beca debes de asistir a mis clases, al igual que ir a la rehabilitación que ofrece la escuela con sus servicios sociales, y no te preocupes, el campus cuenta con habitaciones para los estudiantes, de eso yo me encargué personalmente, no deberas nada - Respondio el agente quien le abría la puerta del taxi después de guardar el equipaje en la cajuela.

-Entonces... Si quiero permanecer aquí debo ser una niña buena, ir con el médico y hacer mi tarea - Se burló entrando en el taxi mirando al joven doctor - ¿Por qué hace todo esto? ¿Por qué... Me ayuda?

-Por que una chica tan joven debería tener oportunidades, no tener esta vida que llevas...- Responde el joven con una ligera sonrisa antes de ver al taxista - A MCB Quantico por favor.

El taxi avanzo, la situación era tan tranquila y pacífica que Lena se sentía fuera de lugar, era la primera vez desde que tenía 10 años que podía estar en un ambiente tan normal, sin gritos, sin insultos, sin peleas. Observaba por la ventana la ciudad, las calles estaban bien cuidadas, no eran para nada las mismas calles peligrosas de su barrio, no había vagos en las calles o prostitutas en las esquinas.

-Todo se ve carisimo... - Mencionó sin darse cuenta mientras se cruzaba de brazos, más abrazándose a si misma que mostrando enfado o incomodidad, más bien, era por inseguridades que empezaban a invadirla - No creo poder permitirme una vida aquí.

En realidad Spencer no sabía que decirle, tenía en mente lo difícil que sería para ella incorporarse a la sociedad y por el otro él nunca había tenido la necesidad de consolar a una chica tan joven.

-Si todo es caro pero, todo depende a lo decidida que estas de salir adelante Lena, esta es una gran ciudad y estoy seguro que una vez que empieces tus clases podrás encontrar un trabajo de medio tiempo ideal para ti - Comento sonriendo un momento para verla, no sabia si esto le ayudaba, pero hacia lo que podía, no iba a dejar que esto la desanimara - ¿Tu... Sabías que hubo una época en Egipto dónde las mujeres no necesitaban nada para aspirar a tener un trabajo? Los egipcios creían que el poder de procrear y llevar una vida en el vientre era un trabajo de por vida que los hombres no podrían conocer nunca y eso significaba que ellas trabajaban 24/7 todo el año, así que se consideraban trabajadoras desde el día de nacer, por eso las honraban con joyas y todas las comodidades... Que... - Pronto se dió cuenta que empezó a hablar de más como siempre, claro que la sonrisa de Lena le causó un sonrojo mayor y muy notorio - Disculpa, suelo hablar demasiado... Lamento si te molesta.

-No es molesto - Le aseguro sonriendole con diversión - Es dulce.

Capitulo colaboración con: LoganClaw2002

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