Capítulo 19
Después que Ezequiel paga la comida, pongo la mesa para servirnos y comenzamos a comer. No me había dado cuenta cuanta hambre tenía. El tratamiento me deja así. De hecho, mañana me toca ir, lo malo es que en la tarde tengo cena en la casa de la mamá de Eze.
—¿En qué piensas cariño? —pregunta sacándome de mis pensamientos.
—En la cena de mañana —contesto y hago una mueca.
—¿Nerviosa? —pregunta mientras alza una ceja.
—Un poquito —sonrío y él hace lo mismo.
Terminamos de comer y subimos a la habitación de Ezequiel para estar más cómodos. Saco todo lo que necesito y lo pongo en la cama.
—A ver, siéntate en ese sillón y mírame sin moverte —me mira.
—¿Me vas a dibujar completo? —pregunta y yo niego.
—Solo tu rostro y parte de tus hombros —él asiente y comienzo mi trabajo que ya llevaba adelantado.
Tres horas después ya he terminado, sólo me faltan algunos detalles de sombreado y demás.
—Ya puedes moverte, terminé la parte fundamental —le informo y él suspira.
—Al fin, se me durmió todo el rostro —dice mientras hace muecas con la boca y lo miro divertida.
—¿Te ayudo a despertarlo? —pregunto y me sonríe.
—Por favor —me pongo en pies y me siento a su lado.
Tomo su rostro en mis manos y junto nuestros labios, el beso comienza tierno y poco a poco se va intensificando. Nos separamos por falta de aire; de pronto siento calor.
—Me encantas —susurra en mi oído y me estremezco.
Nos volvemos a besar esta vez más salvaje, me toma de la cintura y me sube a horcadas de él. Sus manos acarician mi cintura por debajo del buzo, yo con mis manos juego con su cabello.
—Tú, me enloqueces —le digo mientras muerdo el lóbulo de su oreja y puedo sentir que se tensa, sonrío.
Lo vuelvo a besar y por debajo de mi buzo sube sus manos hasta llegar al broche de mi sujetador y juega con él.
—Claire, no sé si pueda aguantar, ¿quieres hacerlo? — pregunta agitado y le doy un beso casto en los labios.
—Hazme tuya Ezequiel —le digo, él sonríe y me besa desesperadamente.
Comienza a subir mi buzo hasta quitarlo completamente. Me rio y no sé por qué. Comienzo a desabrochar uno por uno los botones de su camisa, mientras nos besamos. Al terminar de quitarlos acaricio su abdomen marcado, quito completamente su camisa y él acaricia mi cintura. Besa mi cuello y de mi boca sale un gemido, me sonrojo. Sus manos van al broche de mi sujetador y lo quita sin ningún esfuerzo. Para el beso y me mira, yo me sonrojo.
—Eres hermosa Claire, te amo —le sonrío con ternura y lo vuelvo a besar.
Mis manos van a su pantalón y quito el cinturón, luego desabotono el pantalón. Se levanta y camina conmigo hacia la cama, me deja en ella y me siento. Termino de bajar su pantalón y se sube encima de mí. Comienza a besar mi vientre y sube hasta llegar a mi boca. Desabrocha mi jean y de paso me quita la braga. Me sonrojo y lo beso, aprovecho y bajo su bóxer de Calvin Klein dejándolo completamente desnudo. Nuestros cuerpos rozan y se escapan gemidos de la boca de ambos. Su miembro roza mi vagina y me tenso.
—¿Eres virgen? —pregunta concautela y yo me sonrojo.
—Sí —respondo tímida y él sonríe acariciando mi mejilla.
—Mírame, si te duele y quieres que me detenga, solo dilo —asiento y poco a poco entra en mí.
Al principio siento dolor y hago una mueca; él no se mueve aún. Poco a poco el dolor cesa y es reemplazado por el placer. Ezequiel comienza a moverse y gemidos se escapan de mi boca, me gusta como se siente. Sus embestidas son más seguidas y yo estoy loca del placer.
—Claire —gime mi nombre.
Las caricias aumentan y me siento en el cielo.
—Te amo —dice y siento un líquido caliente dentro de mí, se siente bien.
Cae cansado a mi lado. Nos acurrucamos en la cama abrazados.
—Te amo —es lo único que logro decir y caigo rendida en un profundo sueño.
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