Ahí estaba ella como una estúpida, escuchando una frase desgarradora por parte de su esposo

"Nunca ame a alguien como tu, la patética de mi esposa jamas quiso tener sexo ya que le da miedo, no iba a quedarme con alguien que no satisfaga mis deseos, no como tu... siempre tan dispuesta a hacerme feliz"

Esas palabras dolieron como dagas sumamente afiladas, chocando por todo su cuerpo, en parte era cierto, nunca quiso tener intimidad con su esposo incluso en la luna de miel, se sentía presionada y su esposo fingió entender su situación

Pero claramente nunca lo entendió, siempre que tenía alguna de sus momentos de calentura, quería forzarla a tener sexo, a lo cual la australiana se negaba con desaprobación y miedo, solamente recibiendo una mirada de odio y despreció por parte de su esposo

Unas cuantas lágrimas de tristeza y decepcion salieron de sus ojitos cafes, tal vez ese hombre tenía razón, no es una buena esposa ni pareja, tal vez debería haberse entregado a el desde una primera instancia, no ser una temerosa

Ahora había perdido su amor y paciencia, salió de la casa, no quería estar hoy en ese lugar y dormir en la cama donde esa mujer y su amado habían tenido sexo, no quería sentir el aroma de otra persona en su cama, definitivamente no

Como estaban en la estación de invierno, estaba nevando en las calles, las personas abrigadas y con un café caliente en sus manos

Eran alrededor de las 9 o 10 pm, ya era de noche, el frío era crudo y no tenía compasión contra la pobre Danielle quien lloraba con su cabeza escondida en sus piernas, el clima no ayudaba, por lo que deprimirse en silencio era casi lo mejor en esos momentos para Marsh

Pensó que viviría su romance como en las películas de Disney, y el típico vivieron felices para siempre, lo cual era mentira, nunca sabías si el príncipe se hartó de la princesa y decidió irse con otra princesa o alguna chica del pueblo, reemplazando a su esposa por sus amantes

La primera vez que conoció a Matt pensó en lo lindo que era y lo buen chico que parecía, Matt era su crush de la secundaria, así que cuando logró conseguir salir con el y empezar una relación la emocionó de sobremanera

Oh pobre Dani, pensaba que iba a vivir una buena vida y sin críticas, como en un cuento de hadas

A los pocos meses de salir se sentía el cielo, el la trataba con toda la amabilidad del mundo, le daba regalos y detalles lindos, lo cual, como a toda adolescente se la edad de Danielle, eso era tener uno de los mejores novios del mundo

Después de unos cuantos de un lindo noviazgo decidieron comprometerse como marido y mujer, la emoción y anticipación por lo que le deparaba la vida era lo más emocionante para Danielle, se preguntaba si sus hijos saldrían igual de lindos que ambos

Pero la dura realidad cayó como un ladrillo pesado en la inocente mentalidad de Marsh cuando después de su boda, Matt solo quería tener relaciones con ella, nada de mimos ni de abrazos tiernos

Solo sexo, claramente la australiana se negó, y ahí empezaron todos sus problemas en su matrimonio, su esposo dejo de ser cariñoso y la trataba mal, diciéndole que ojalá fuera como las chicas de las redes que hacen felices a sus esposos

Largó un gimoteo de tristeza cuando recordó esas cosas, se sentía tan mal con ella misma, tan culpable

Una mano la sacó de sus pensamientos, casi se ahogaba con su propia saliva cuando vio a una mujer de pelo negro, traje formal y un abrigo peludo, sosteniendo dos cafés en sus manos

Sus expresiones eran de notable confusión y curiosidad al verla en ese estado, separo sus labios unos segundos antes de arrepentirse y sentarse a su lado simplemente dándole palmaditas reconfortantes y tranquilizadoras en su espalda

Obviamente, haciéndole compañía y dándole consuelo a pesar de no preguntarle a Danielle el porque lloraba, Minji sabía bien que se sentía llorar sola en medio de la noche, así que no preguntó nada

Cada persona tiene sus problemas, incluso que sea el más mínimo es importante, así que guardo silencio, hasta notar que la chica a su lado había dejado de sollozar y levantó su cabeza mirando hacía adelante, la calle enfrente de ellas

Mirándola con más detalles, sus ojos estaban rojos de tanto llorar, y su nariz estaba algo roja debido al frío, lo que la alerto de alguna manera, no era alguien que le importará mucho las demás personas o sus problemas

Pero ver a esta chica llorando sola en la calle le llamo la atención y de paso, le hizo sentir intriga y pena al verla tan vulnerable en medio de la noche

Miro hacía arriba, la nieve cayendo sobre su cabeza, afortunadamente llevaba una gorra, pero la otra chica no

Por educación, le extendió unos pañuelos siendo recibidos amablemente escuchando un casi inaudible pero tierno "gracias" por parte de la castaña

Danielle limpió sus lágrimas y su nariz, dirigiendo su mirada hacía la desconocida, levantándose rápidamente haciendo una reverencia unas cuantas veces logrando desconcertar a Minji

"Ah? No, no hace falta que me pidas disculpas ni me agradezcas por darte un pañuelo, realmente te veías mal, decidí acercarme y hacete compañía" - hizo una pausa antes de sonreírle con amabilidad.

"Las calles últimamente están llenas de acosadores y no me agradó la idea de que te acosen por ahí" - Kim se levantó parándose al frente de Danielle, quien casi se ahogaba de la impresión ante la diferencia de altura, no era tanta pero a veces era algo intimidante la chica enfrente suyo

"Agradezco tu amabilidad, gracias por tomarte algo de tu valioso tiempo para hacerme compañía" - agradeció Danielle con una sonrisa genuina en sus labios

Minji solamente negó soltando una risita ayudando a limpiar las mejillas mojadas y sonrojadas de Danielle después de llorar bajo la nieve con el pañuelo que le había dado hace unos momentos a la menor

"Bueno, no me gustaría que te congeles en medio de la calle, asi que, quieres un café o algo caliente para tomar? En estas estaciones es indispensable tomar algo caliente"

Danielle lo pensó un poco, no sonaba mal, a pesar de que la mujer parecía seria y de pocos amigos, ella no era de juzgar por las apariencias, así que por amabilidad acepto y porque su estómago reclamaba algo caliente

"Claro!"

La mayor sonrió y asintió, antes de ponerle su bufanda a Danielle

"Perdón por la repentina cercanía, pero saliste sin bufanda y puedes terminar agarrando un resfriado y eso no es bueno, y me presento"

"Soy Kim Minji, un gusto conocerte"

Los ojos de Danielle se iluminaron ante tal acción y el tono amable y dulce de Minji

Porque si... Kim Minji era toda una señorita, educada y atenta

Incluso con una completa desconocida que estaba en medio de las calles frías de Seúl sin compañía y llorando desconsoladamente