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Jungkook estaba ensamblando uno de los muebles de Yoongi mientras este estaba concentrado en acomodar las cajas en las habitaciones a las que correspondían.

-¿Has pensado en lo raro que es que viva, literalmente, debajo de ti?- Preguntó Yoongi dejando una caja en la cocina. -Suena a un chiste homosexual-

Jungkook rio entre dientes y lo vio de reojo para notar como Yoongi se sentaba en el suelo junto a él.
Soltó un suspiro y dejó el destornillador en el mueble.

-Yoon- Suspiró pasando su mano por su rostro. -¿Sabes que no estoy intentando echarte?

-Si- Susurró acercándose a él para apoyar su cabeza en su hombro. -Entiendo-

-Solo quiero dejar de explotar contigo- Susurró cerrando los ojos. -Esto no es sencillo-

-Lo sé, pero realmente quiero que dejes de fingir conmigo- Suplicó viéndolo por el rabillo del ojo.

Jungkook mordió su lengua y se concentró en disimular el escalofrío que recorrió su columna vertebral.

-Hagamos esto- Murmuró el menor. -Con suerte, esto de que tengas tu propio lugar me dará tiempo de calmarme- Dijo sin abrir los ojos. -Y si logro sacar mi mierda solo, prometo ser sincero contigo cuando te venga a ver-

-Me parece bien- Dijo sonriendo satisfecho.

Yoongi se separó y se sentó en sus muslos para dejar un rápido beso en sus labios.
Jungkook correspondió el gesto, llevando su mano detrás de su nuca para dar lugar a un beso más profundo y lento.

Se separaron para tomar aire pero el teléfono de Jungkook en el suelo comenzó a sonar a varios metros de ellos.

Yoongi dejó un beso en su nariz y se puso de pie para alcanzarle el móvil que el menor tomó sin ganas antes de responder la llamada de su manager en un suspiro agotado.

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