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—¡No, espera! ¡Lo siento! —
Dust tenia en sus manos un gran cinturón, grueso y hecho de cuero, sosteniéndolo con fuerza, sin inmutarse de los gritos de su pareja.
—Perra miserable, inútil de mierda —con él cinturón azotó a Killer— te dejó en esta casa para que hagas cosas, no para que estés de flojo
Si, definitivamente, Killer se había quedado dormido en la cama al terminar de escombrar él cuarto, no pudo evitar dormirse por él esfuerzo que hace en no cuidarse, y darle todo a su dueño.
Ah, Que bonito es dormir, desafortunadamente para killer fue un grave error ya que despertó de la forma más "sutil" que lo hizo gritar, así es, le dio un azoton en su espalda, le dolió como él día en que se murió su papyrus.
Volviendo al momento en él que Dust estaba bastante enojado y a un killer llorando
—Y-ya no me pegues, P-por favor— murmuro tembloroso
Su cara la escondía entre las sabanas, mientras apretaba con fuerza estas
—Mirame maldita perra—
—Por favor... —volteo en dirección a Dust quien mantenía un semblante frío—
—Bajate los pantalones, ahora—
Él escalofrío subió de los pies a la cabeza de killer, recorriendo cada fibra de su ser, para acto seguido, bajarselos con lentitud, sabia lo que venía, lo tenia muy en claro, iba a doler aun más.
Una vez bajados, Dust tenia una perfecta vista del cóccix de su pareja, también podía ver esa pelvis blanquesina, y unos cuantos huesos con fracturas, pero nada grave según en su no sano juicio
Él sonido de un golpe resonó en toda la habitación, y los gritos no se hicieron esperar
—¿A quien le perteneces?— soltó otro golpe
—¡ngh! A t-ti—
Esa noche, las inanimadas paredes fueron testigos de la agresividad que poseía Dust
Y que, Killer lo amaba a pesar de lo que hacia
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