💛Capítulo 7
Jimin estaba aterrado, mientras Dimitry le descubría su parte superior . Automáticamente se cubrió pero era más que obvio lo que escondía aunque más se cubría por instinto de protección.
Alexey paso la mirada por el cuerpo de Jimin quien tembló ante aquella mirada de maldad profunda y sabía que no tenía escapatoria.
Alexey estaba jugando con una navaja en sus manos y con la misma señaló a Jimin.
—¿Y por eso dejaste que tu amigo pagara? ¿Cómo puedes? ¿Cómo puedes vivir con esa culpa? —Alexey comenzó a reír a carcajadas mientras se acercaba a Jimin y con la punta de la navaja apuntaba a su vientre.
—No puedo. —Susurró Jimin, y nunca podría vivir con esa culpa. Hizo una mueca de dolor pues las contracciones empezaban a ser más fuertes cada vez. Pero no quería que se dieran cuenta de que estaba por dar a luz, "solo un poco más bebé" se repetía mentalmente.
Dimitry sostuvo a Jimin de los brazos mientras Alexey con la punta de la navaja hacia un camino desde el pecho hasta el vientre de Jimin por sobre la ropa y se detenía justo donde estaba su bebé. Sonrió macabramente cuando Jimin abrió sus ojos por el terror.
Debía hacer algo antes de que Alexey enterrára esa navaja en él o en su bebé. Su corazón latía con rapidez y sus ojos no se desprendían de esa navaja.
—No importa sabes, igual ese engendro no va a nacer y si nace encargaré de que no viva.
—N-no. —Lloró del miedo.
No podía permitir eso, tanto había sufrido por mantener a salvo a ese bebé que a último momento no iba a permitir que le hicieran algo. No supo cómo, pero cuando se dio cuenta había dado un codazo a Dimitry con mucha fuerza que éste se dobló por la mitad y arrancó esa navaja de las manos de Alexey y con ella le hizo un corte profundo en la rostro.
—¡Ahh MALDITO!
Mientras Alexey se agarraba el rostro herido, Jimin no se detuvo a ver hacia atrás, corría hacia el pasillo a toda prisa tanto como el dolor se lo permitía.
En el camino se encontró con Jisso y Lisa quienes lo estaban buscando preocupadas.
—¡Jei! Vamos corre ya sabes a donde.
Jimin lo hizo, habían logrado hacer un agujero del lado del prostíbulo hacia la calle, les había llevado bastante tiempo y luego cubrirlo con el tapiz que tapaba la pared.
—¡Vamos sal ya vienen!
Jimin se detuvo y volteó a verlas.
—¿No vienen?
Las chicas negaron, debían quedarse a detener a Dimitry y a Alexey en lo que Jimin escapaba.
—Nunca voy a olvidarlas. —Susurró dándoles un abrazo rápido y metiendose por el agujero.
Pasó a toda prisa raspando en su huida sus brazos, Cuando decían que el plan aún no estaba listo era verdad del otro lado había una malla de alambre que hacía solo un espacio de medio metro entre la pared del prostíbulo y la malla, no habían conseguido abrir aún la malla así que comenzó a trepar como pudo. Afuera llovia muy fuerte. Adentro pudo escuchar como gritaban las chicas y eso lo hizo apurar el paso trepando como podía y aguantando el dolor de las contracciones y la lluvia no ayudaba en nada ya que a cada rato resbalaba a punto de caer. Ya estaba hasta arriba así que pasó un pie del otro lado y se mareó cuando vio para abajo ya que no fue consciente de que había trepado una malla de 5 metros de altura, aún así comenzó a descender rápido.
Ya faltaba poco cuando uno de sus pies se resbaló y habría caído muy feo pero una mano lo sostuvo. Tembló de miedo al ver la sombra peor sintió alivio al ver a Taemin.
—Tae.. G-gracias.
—Apresúrate, ya vienen.
Jimin dio un último salto y cayó al suelo pero resbaló por lo mojado, el dolor era insoportable. Aún asi comenzó a correr y a correr en la madrugada sin detenerse en ningún momento, un dolor fuerte lo hizo detenerse, era tan fuerte que la visión se le volvió borrosa. Se sostuvo de la pared y trató de reprimir el llanto y un grito. Sentía mojada su parte íntima, llevo una mano adentro del pants que llevaba y se alarmó cuando pudo sentir la cabeza del bebé asomando.
—¡Ahh Du-duele!
Apretó fuerte sus dientes. En ese momento la imagen de su padre le vino a la mente y comenzó a llorar con fuerza, su padre de seguro le habría tomado de la mano y dicho que fuera fuerte y lo valiente que era. Volvió a pujar aunque no quisiera ya que su cuerpo así lo pedía. Pujó y Pujó duro hasta que no le quedaban más fuerzas. Sentía que se le iba el alma con cada fuerza que hacía. Aún así caminó lo más que pudo sostenido de la pared mientras la torrencial lluvia lo empapaba. No importaba nada era libre al fin, pero debía escapar de ahí todavía.
Dio un paso más pero ya no podía sus piernas temblaron y llevaba a medio bebé afuera, Jimin no sabía que debía sacarlo de ahí pronto o el bebé podría ahogarse.
Volvió a pujar con más fuerza estando en el suelo con sus lágrimas combinándose con la lluvia, no esperaba que su bebé naciera así, bajo la lluvia sin ayuda de nadie. Se dejó caer, pero aún así siguió arrastrándose en la calle, no podía parar. Pujó una vez más, su grito se confundió con los truenos de la tormenta, y sintió como el bebé salía por completo de su interior. Como pudo lo saco de su pantalón y lo envolvió en la sábana que llevaba sobre él, pero algo estaba mal el bebé no lloraba ¿eso era normal? ¿Por qué no lloraba? Tampoco se movía.
Sentía nauceas y un mareo intenso, la presión se le había bajado peligrosamente. Con la navaja que llevaba aún en su bolsillo corto el cordón y le hizo un nudo al extremo del bebé. No podía más, trató de levantarse pero solamente dio tres pasos antes de volver a caer con su bebé en brazos.
Estaba perdiendo el conocimiento e iba a morir desangrado.
Unos brazos arrebataron al bebé de su lado, y a penas pudo reaccionar.
—Vaya la suerte que tienes rata, este bebé está muerto.
La voz era de Alexey, quien tenía una fea marca en su lado derecho de su rostro sobre la mejilla.
—N-no p-por favor deme a mi bebé... a mi K-kai. —Lloró a punto de desmayarse.
La risa de Alexey no se hizo esperar.
—Que tierno le pusiste Kai.. lastima que también este muerto ¿no crees?
Otros pasos sonaron por el callejón, Dimitry llevaba a una golpeada Lisa quien se arrodillo al lado de Jimin.
—La atrape y Taemin atrapó a Jisoo. ¿Qué hacemos con él?
—Moriría al parecer tiene una hemorragia y yo no pienso gastar en hospital, déjalo a la orilla del camino. Y tú. —Dijo refiriéndose a Lisa. —Este bebé está muerto llévalo y muéstralo a todos los demás para que vean de qué soy capaz si me mienten y se pasan de listos.
Lisa miro a Jimin quien a penas respiraba.
—Lo siento Jei... lo siento mucho. —Lloró.
Jimin solo asintió, no había más dolor finalmente su pesadilla había acabado aunque no como él esperaba, pero al menos no había más dolor. Estaba agonisando cuando Dimitry lo levantó y lo tiró a la orilla del camino.
—Yoongi... Mi bebé.
•┈┈·┈•••┈┈┈••✦ ✿
—¡Jimin!
Los sonidos de las máquinas del hospital sonaban a lo lejos, cuando Yoongi abrió sus ojos sobresaltado, creyó haber escuchado claramente su nombre, pero vio que estaba en el hospital, tenía sus muñecas vendadas.
Parpadeó para acostumbrarse a la luz de la sala donde estaba.
Taehyung estaba dormido a su lado y se sobresaltó cuando Yoongi se quitó las vías intravenosas y se puso de pie.
—¡Hyung! ¿Qué hace? —Preguntó poniendose de pie también.
—Iré de nuevo al aeropuerto. Jimin me necesita, él me está llamando por ayuda.
Yoongi se quitó la bata y se colocó su ropa acto seguido salio de ahí rápido.
—Pero Hyung, ha ido tantas veces y no lo dejan salir del país le ponen cada excusa, la otra vez destruyó la oficina de atención al cliente y paso en prisión un mes. Por alguna razón alguien no le deja viajar.
—No me importa, destruiré el edificio completo si es posible pero debo volver a Corea.
Taehyung corrió a su lado sin poder comprender muy bien todo.
—¿Hyung como sabe eso...? ¿Cómo sabe que él lo necesita?
Yoongi se detuvo un momento y volteó hacia Tae.
—Por lo siento aquí. —Respondió llevándose una mano al pecho, no quería entrar en detalles diciendo que también lo había soñado llorando y cubierto de sangre. Temia por Jimin y él buscaba desesperadamente por viajar.
Aun no había pasado dos meses desde la última vez que se metió al hangar donde estaba el helicóptero de su madre y casi se muere estrellándose pues no sabia manejar. Estuvo en prisión otros 3 meses por eso, por intromisión ilegal y robo del helicóptero.
Aun así no se iba a rendir si era necesario se robaba otro avión pero debía volver con Jimin. Si no podía por aire lo haría por otro medio.
Cuando llegaron a la casa que era de su madre, tomó su arma, la había conseguido por medio de un tipo que conoció una de esas veces que estuvo en prisión. Con ella había amenazado en la cabeza a la señorita que le impidió el paso al avión la última vez y por ello había estado 1 mes más en prisión.
Se la guardó en la guantera del automóvil y encendió el motor para marcharse.
—¿Y ahora que va a hacer Hyung? —Preguntó preocupado Taehyung.
—Iré a Corea aunque me lleve semanas manejando. —Respondió.
Taehyung se subio a su lado y Yoongi le miró con el entrecejo fruncido.
—¿Qué haces mocoso?
—Ir con usted ¿No es obvio?
Yoongi iba a refutar pero sinceramente no tenia tiempo si quiera para eso. Así que comenzó a manejar a toda prisa por toda la ciudad para llegar a la aduana de Estados Unidos eran 3 horas en vehículo de ahí vería como se iba de polizón en algún barco mercante o lo que se le ocurriera. Pero de llegar a Corea tenía.
En tres horas exactas había llegado a la aduana como había previsto.
—¡Mierda! —Golpeó el volante con sus puños.
Adelante unos kilómetros antes de llegar a la garita de aduana había un reten policial. Yoongi no tenía sus papeles y pasaporte pues por alguna razón se la habían quitado en el departamento de inmigración y se lo tenían retenido. Se iba a pasar de ilegal eso era obvio pero no tenía más opciones ya había intentado de todo pero siempre fracazaba, algo le impedía lograr su cometido. Su madre le decía que dejara de hacer tonterías mientras que su padre le ayudaba enviándole dinero.
—Sujetate Taehyung.
El chico asintió y se colocó bien su cinturón de seguridad, entonces Yoongi aceleró sin importar nada.
Rápidamente las patrullas de la policía comenzaron a seguirlos pero Yoongi no se detuvo hasta pasar llevándose la barrera se seguridad de la aduana.
—¡Hyung, nos van a atrapar!
Yoongi Negó, no podían, estaba tan cerca. Pero otra patrulla le cerró el paso y tuvo que maniobrar peligrosamente estrellándose en una barda de contención.
Afortunadamente llevaban los cinturones de seguridad y las bolsas de aire funcionaban bien.
Sacudió su cabeza después del golpe y se volteó para revisar a Taehyung.
—¿Estas bien?
El castaño asintió sacándose el cinturón de seguridad, de pronto varios policías los tenían rodeados. No sacó su arma e iba a apuntar al primer policía cuando Taehyung le sostuvo la mano.
—¡Soy su rehén Hyung! No quiero que sea un asesino.
Yoongi pasó saliva y entonces asintió para luego salir del auto con el arma en la cabeza a Taehyung.
—Ah, eres tú otra vez "Agust D" ¿Cuantas veces debemos arrestarte maldito muchacho desorientado? —Se burló uno de los policías.
Yoongi sonrió ladino, no importaba cuantas veces iba a prisión ni haber manchado sus antecedentes ni su historial, no le importaba infringir mil veces la ley si con eso conseguía llegar a donde Jimin estaba. En la prisión estatal ya lo conocían bastante bien, tanto que otros criminales le habían dado ese apodo de "Agust D"
—Suelta el arma muchacho y deja ir a tu cómplice.
Taehyung agachó la cabeza, su madre lo iba a matar por ser cómplice de un criminal, pero es que era Yoongi Hyung su único amigo de verdad e iría a donde él fuera. Para Taehyung no era ningún criminal.
Yoongi bajó el arma y los policías Rápidamente los colocaron contra el auto y los esposaron por atrás.
—Lo siento mocoso.
Taehyung y Yoongi se miraron y luego ambos sonrieron.
Taehyung sabía que al salir de prisión volverían a intentarlo.
Y así, fue.
Un año después de tanto intentar, de haber robado varios autos, un trailler de productos que iba hacia Asia, abordar un barco sin permiso y secuestrar dos aviones comerciales, se encontraba encendiendo los motores de una avioneta que se acababa de robar, como por doceava vez.
—¿Listo Taehyung?
—Listo Agust Hyung. —Respondió.
Y así fue como finalmente Yoongi pudo salir de Estados Unidos aunque ya haya pasado un año desde que inició con su odisea y había aprendido a pilotear de tantas veces que se robó los aviones.
—¿Les disparamos ya señor? —Preguntó un oficial.
El oficial negó.
—Nunca había visto al alguien tan perseverante como ese chico. Tan joven y decidido. Agust D... no te olvidare así de fácil. Fuiste un gran dolor de cabeza.
Los policías que estaban cerca de la pista de depegue comenzaron a reír. En realidad no era un mal muchacho, ya se habían enterado hacia tiempo que todo lo que hacia era "En nombre del amor" según los demás criminales de la prisión estatal. Nunca habían conocido nadie que hiciera de todo ese tipo de locuras por amor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro