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💛Capítulo 64

El alba estaba llegando paulatinamente llenando la habitación de suave luz que parecía adornar de manera cálida el lugar.

Después de haber ido a la casa de los Kim en aquel barrio pobre Jimin había caído agotado y  un poco sensible pero tenía la mejor compañía que podía tener a su lado.

Yoongi lo abrazaba delicadamente por la cintura de un lado y Kai estaba metido debajo de su brazo del otro lado. Kai mantenía un lindo puchero en sus labios mientras dormía y su rubio cabello como el que originalmente tenía Yoongi antes de cambiar de color le caía sobre su frente.

No podía sentirse más dichoso y feliz, había logrado recuperar a su familia y ahora disfrutaba de ellos en todo momento y en todo sentido.

Ahora se sentía pleno.

La noche anterior después de aquella visita Yoongi lo vio tan decaído que su mejor idea fue ir por Kai a la Mansión Kim y llevarlos a pasear a ambos en un recorrido nocturno por la feria.

Jimin volvió a sonreír pero sin duda quien mejor disfrutó el paseo fue Yoonmin Kai quien no paró de reír en ningún momento de la mano de sus dos papis mientras comía algodón de azúcar "Dosita" como el cabello de su papi.

El chico peli-rosa olvidó por aquella noche aquello que lo tenía mal. Además de  que  ya había hecho lo que estaba en sus manos por ayudar a aquella humilde familia.

Esa mañana en particular se levantó mucho mejor que la noche anterior, tenía mucho por hacer para planear una boda, no quería lujos ni extravagancias pero si quería que fuera linda e inolvidable. 

Se quitó con mucho cuidado el agarre de Yoongi y después dejó a Kai para levantarse lentamente e ir por un baño.

Los observó por una última vez y sonrió enternecido, ambos dormían en la misma posición y aunque Kai se parecía mucho físicamente a Jimin habían ciertos rasgos de Yoongi que no perdía, como arrugar la nariz si estaba molesto o formar una línea recta con sus labios si estaba inconforme.

La sonrisa de goma y la mirada de goma si la había heredado de ambos.

Tomó su celular y tomó una fotografía capturando a sus dos tesoros y luego  lo revisó de camino al baño y Gruñó por lo bajo cuando vio que tenia llamadas perdidas de su padre Mino.

Hacía tan solo  tres días que habían vuelto de Rusia y Jimin lo había estado evitando por completo pero Mino insistía en hablar con él.

Jimin tenía un poco de recelo sobre lo que su padre quería hablar además no quería que lo reprendiera por todas sus acciones y menos que le tuviese lástima después de haberle confesado todo en aquella carta.

Pero si Jimin era honesto consigo mismo tenía un poco de temor de oír las palabras de su padre, de que se culpaba de lo sucedido y Jimin no quería eso. No quería escuchar a su padre lamentarse por su ausencia y por su sufrimiento.  Eso sería como abrir viejas heridas que ya estaban sanando completamente. No quería oír como su Padre se culpaba de todo porque no lo podría soportar.

Se metió a la ducha y tomó un ligero baño antes de bajar.

Ya la cocina olía muy bien, las cocineras encargadas ya estaban preparando el desayuno. 

     —El periódico joven Kim. —Llevó una de las muchachas haciendo una leve reverencia y entregando el objeto.

Jimin lo tomó y se dirigió a la sala donde ya estab su padre Nam leyendo unos papeles que tenía en la mano.

     —Hola padre Nam buenos días. —Saludó.

Namjoon sonrió al verlo llegar.

     —Buenos días hijo ¿Cómo has dormido? Por esa sonrisa ya me imagino la respuesta.

Jimin efectivamente cargaba una pequeña y bella sonrisa en sus belfos rosados, se dejó caer al lado de Namjoon y abrió el periódico.

     —Dormir al lado de ellos dos es como tomar una dosis grande de energía padre, me reconforta mucho.

     —Hacía tiempo que no tenías ese semblante tan relajado hijo.

     —Es que hacía tiempo que no me sentía en paz conmigo mismo.

Namjoon pareció analizar las palabras de Jimin. 

     —Tenías una misión inconclusa por eso  vivías con  esa sensación constante de intranquilidad. Ahora que has cumplido con ello creo que en tu interior no hay más inquietud ni incertidumbre ¿O me equivoco?

Jimin negó, Namjoon tenía razón totalmente.  Después de haver ejecutado su mayor venganza se sentía bien consigo mismo. 

     —Debía pagar, todos ellos debían pagar padre no solo por mí si no por los tantos otros jóvenes secuestrados y separados de sus familias.

     —Te entiendo,  por cierto la familia que has enviado a vigilar ya se ha mudado para la casa nueva que has comprado y el padre ha sido ingresado en un hospital en donde comenzará a recibir el tratamiento. Creo que se le indicó a la mujer que su hijo Kai ya había dejado pagado el tratamiento completo o lo que el señor dure dentro y no se le cobrará más nada.

Jimin asintió conforme.

Todos los recibos de la cuenta del hospital le llegarían a él sin que la pobre mujer se entere nunca.

Así el dinero que le había entregado sería para ellos, esperaba que lo usaran bien. Aunque como ya los conocía y supo que eran humildes y buenas personas supo que ese dinero no sería desperdiciado.

     —Me alegro padre ¿Suho cuando comienza a estudiar?

Si, Jimin también se había encargado de pagar el instituto para aquel muchacho porque también supo que había abandonado los estudios por ayudar a su madre y que trabajaba en una recolectora de deshechos plásticos donde ganaba una miseria junto a su madre para poder costear aunque sea la comida con ello.

     —El lunes siguiente,  ya tiene au uniforme y todos sus artículos.

Jimin volvió a asentir.

     —Bien.

     —Pero no entiendo...

Jimin levantó la vista del periódico para ver a su padre.

     —¿Qué cosa padre?

     —¿Por qué has pagado un instituto medio y no el mejor de Seúl para ese niño? Si es por dinero sabes que no hay ningún problema.

Había una sola razón y Jimin lo había pensado muy bien antes de adquirir la matricula de estudiante del Joven Suho.

     —Es de bajos recursos padre si lo meto a un colegio de alto nivel sufrirá,  los jóvenes ricos son muy crueles con los chicos de bajos recursos yo aun recuerdo las palizas que me daban  Chanyeol y Hyunjin y todo  su séquito en el instituto antes de que Yoongi apareciera en mi vida creo que si sigo vivo es porque él me salvó en múltiples oportunidades de ser una víctima mortal de Jin y  Chan, ya sea por sus golpes o porque quizá yo mismo me habría desvivido por tanto bullying.

Namjoon abrió sus ojos expresivamente ante las palabras de Jimin.

     —Bueno creo que has decidido bien entonces. Ahora que vive en una casa real, porque lo de antes no se podía llamar casa, nadie sabrá que era pobre y no lo van a molestar.

Jimin asintió.

     —Así es, y espero que  la señora Kim sepa administrar bien esa suma de dinero que le dejé.

     —Quizá lo haga, los hombres que la vigilan han dicho que ha estado yendo a ver equipo en una tienda de repostería.

     —¿Pasteles de arroz? —Jimin Alzó una ceja.

     —Pasteles de arroz. —Respondió Namjoon  —¿A quien no les gustan?

Jimin sonrió y volvió a pegar la vista en su periódico.  Hacía eso cada mañana desde que volvió de Rusia.

En las noticias de Corea sólo se había hecho una pequeña mención de lo sucedido en un club en aquel país donde habían descubierto a más de 50 hombres torturados y pruebas de que ese lugar mantenía retenidos a jóvenes menores de edad para prostituirlos y habían atribuido toda la masacre a un grupo de rebelión de Ucrania. 

Nada más.

Ni una sola huella de que Kitty Gang estuvo ahí esa noche. 

     —¿Cómo van los preparativos de la boda hijo?

Jimin volvió a levantar la vista.

     —Hoy mismo reanudaré los preparativos. Ya falta poco y Kim Taehyung ha estado ayudando mucho.

     —Es un buen muchacho,  ese Kim Taehyung.  —Añadio Namjoon.

Jimin asintió sin ánimo, se podría decir que era como el único "amigo" que tenía.

Una de las sirvientas entró rápido a la sala.

     —Buenos días Señor Kim, joven Jimin, el desayuno está listo.

     —Gracias Lin.

     —Y emm hay un Señor afuera que dice que es el padre del  Joven Kim.

Los ojos de Jimin se abrieron por completo pero su reacción fue muy tarde porque ya entraba Mino hasta donde estaba él.

Primero fulminó con la mirada a Namjoon y después a Jimin.

     —¿Cómo es posible que para ver a mi propio hijo debo anunciarme y esperar a que se le de la regalada ganade atender?

     —Papá...

     —Hola Mino un gusto verte otra vez. —Saludó Namjoon.

Mino mantuvo su gesto firme pero finalmente ablandó sus facciones.

Aun recordaba el día en que conoció  a Namjoon,  el día en que se habían llevado a Jimin.

Namjoon se había portado a la altura con él y Mino entendió el cariño que Jimin le tenia a ese Kim. Aunque no le gustaba que le dijese "padre" su único padre era él.

     —Buen día Kim ¿Podría hablar con hijo un momento por favor?

Namjoon sonrió y se levantó, cuando pasó al lado de Jimin dejó unos golpecitos en su hombro. 

     —Te veo en el desayuno hijo.

     —Si padre Nam.

Mino rodó los ojos con sus brazos cruzados lo que provocó la risita de Jimin.

     —Ya papá no seas celoso.

Mino se acercó a Jimin con la comisura de sus labios levemente alzada.

     —¿Celos? Deja eso Park Jimin, tres días, TRES MALDITOS DIAS desde que has vuelto y no te has dignado en ir a verme.

     —Papá...

     —Jimin soy tu padre y he estado preocupado por ti, he querido hablar contigo ya sabes sobre qué.

Y eso era precisamente lo que Jimin quería evitar.

Se preparó mentalmente para no llorar ni quebrarse pero contrario a lo que pensó solamente sintió a su padre rodearlo para apretarlo en un fuerte abrazo.

Jimin jadeo ante la sorpresa.

     —P-papá.

     —Shhhno digas nada Jimin, solo déjame abrazarte mi pequeño. 

Jimin lentamente aflojó su cuerpo y después levantó sus brazos para corresponder.

Un abrazo tan necesitado y reconfortante que le llenaba de vida, no sabía que lo necesitaba tanto hasta que lo sintió.

Cuando finalmente se separaron Mino tenía sus ojos llorosos.

     —No te haré preguntas hijo porque no quiero que revivas cada cosa pero solo déjame decirte que te amo y que Papá siempre va a estar aquí para ti,  si antes fue imposible por cosas que pasaron ahora todo estará bien.

Jimin asintió también con sus ojos llorosos. Ahí estaba otra vez ese picor en sus ojos y esa opresión en su pecho,  pero no iba a  llorar. No más.

     —Gracias papá, lo siento por no haber ido al volver de Rusia es que... temía lo que fueras a decirme después de enterarte de todo eso y de que soy un Gangster...

     —Bueno, no me siento orgulloso porque joder Park Jimin ¡Soy un policía! Y mi hijo un Gangster pero si así te tengo con vida a mi lado renuncio a mi cargo para estar contigo. Pero si me siento orgulloso de que mi chico listo se haya sabido defender sólo,  tan orgulloso campeón.

Jimin  negó repetidamente, jamás aceptaría que su padre dejase el trabajo de toda su vida.

     —No papá...

     —No Jimin,  no pasaré mi vida persiguiendo a mi propio hijo. Zico y Yo nos vamos a retirar y cuidaremos de ti y de Kai y también de ese...

     —Se llama Yoongi papa.

     —Si, ese y viviremos felices como siempre hemos merecido.

Jimin sonrió y volvió a abrazar a su padre.

     —¿Así que aquí vivías los días que no ibas a casa? Ahora todo tiene sentido, el príncipe necesita su  palacio.

Jimin soltó una carcajada negando con la cabeza.

     —No papá es que aquí es prácticamente mi lugar de trabajo ¿Vamos a desayunar con padre Nam?

Mino asintió y juntos comenzaron a caminar hasta el comedor mientras seguian hablando.

     —¿Y qué tal la vida de Mafioso eh?

     —Ah lo normal, negocios ilícitos por aquí, muertes de enemigos por allá, cosas así. ¿Dónde está Zico?

     —Ah en la estación presentando las cartas de renuncia de ambos.

     —Oh ¿Es necesario?

     —Mucho ¿Y donde esta Kai?

     —Con Yoongi...

     —Ah, ok

...



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     —¿Es necesario esto Kim?

     —Mucho, imprescindibles para la luna de Miel con Hyung.

Jimin casi nunca se sonrojaba, era cosa de nada pero ahora sentía sus mejillas arder.

Taehyung tenía en las manos dos cosas,  un conjunto de lencería de encaje negro y rojo y uno color rosa.

     —Vamos Jimin Hyung escoge uno ¿O prefieres los dos?

     —¿Si elijo uno me dejaras en paz? —Preguntó fulminando a Taehyung.

     —Si, por ahora.

Jimin rodó sus ojos y tomó el rosado y lo examinó un poco. Era muy bonito y delicado pero cuando se imaginó en él para Yoongi sus mejillas volvieron a arder así que lo dejó rápidamente sobre la cama.

     —Sabía que elegirías ese. —Habló con orgullo Taehyung quién personalmente los había escogido. —A Yoongi le va a gustar mucho.

     —¿Por qué dices eso?

     —Ese va más con tu personalidad, combina perfectamente contigo Jimin Hyung.  Te se que te veras muy bien en él.

     —Ya deja de llamarme Hyung somos de la misma edad, solo soy un poco mayor por dos meses. —Interrumpió Jimin volviéndose a poner rojo de sus mejillas porque cada vez que veía la lencería su mente divagaba pensando en sí a Yoongi le iría a gustar  y no quería pensar en ello, o no al menos en presencia de Taehyung.

     —¿Puedo llamarte Jimin?

Jimin asintió acomodando su cabello recién tintado.

     —Quedó bien, antes lo hacía yo sólo pero si me costaba mucho.

    —Puedo hacerlo cuando gustes Jimin no me pesa ayudarte y tú puedes ponerme el mio aunque xeei que dejaré el rojo en paz por un tiempo.  ¿Que tal me vería de rubio cenizo? ¿Me vería bien?

Jimin asintió y agradeció a Taehyung que le haya arreglado su cabello un día antes de su boda.

No podía creerlo, ya casi se iba a casar con Yoongi. Cada vez que pensaba en ello su corazón daba mil vueltas en su interior y se llenaba de emoción. 

     —Bien, debemos ir por el traje de Kai.

Taehyung se levantó después de guardar la lencería que había comprado para Jimin,  era una caja llena y se pusieron en marcha. El traje para Kai había sido enviado a hacer porque no había a su medida donde Jimin compró el suyo.

Durante el trayecto al lugar no hablaron mucho a decir verdad Jimin nunca hablaba era más Taehyung quien sacaba conversación.

     —¿Voy por él y tú esperas aquí? —Preguntó Taehyung mirándo de reojo al peli-rosa.

     —Buena idea nos ahorramos tiempo y protocolos y esas cosas.

Taehyung asintió y tomó el recibo que Jimin le tendía y se bajó para ir por el traje de Kai.

Jimin soltó un suspiro largo recargando la cabeza en el respaldo del asiento del auto. Estaba agotado y eso que gran parte de los preparativos para su boda corrían por cuenta de Yoongi y él se encargaba de cosas mínimas junto a Taehyung.

Cerro sus ojos un instante pero luego los volvió a abrir cuando un golpeteo en la ventanilla del auto lo Interrumpió.

Bajó el vidrio con una expresión de fastidio en su rostro.

     —¿Y ahora que mierda quieres?

Jackson soltó una carcajada antes de apuntar su arma en la cabeza a Jimin.

     —Ah gatito escurridizo eres tan difícil de atraer pero ¿Sabes una cosa? Estoy cansado de ese estúpido juego del gato y el ratón. Tienes algo que me pertenece, que me has robado con engaños y lo quiero de regreso.  Me han prometido una cantidad muy, muy,  muy jugosa que no debo desaprovechar  así que ahora tú vienes conmigo y me entregas los estupidos documentos. Si no lo haces esta vez iré por ese pequeño rubiecito ¿Kai se llama?

El seguro del arma de Jackson fue quitado y Jimin no pudo más que bajar del auto y subirse a donde Jackson le indicaba.

     —Esos documentos son míos me pertenecen a mí, tú me los robaste a mí luego Agust D te los robó a ti y yo los robé a Agust porque son MIOS IDIOTA.

     —No importa si te pertenecen a mié están pagando una millonada si los entrego así así eso haré.

Jimin bufó con fastidio,  no le dio tiempo a sacar su arma  por eso no se defendió pero estaba seguro de que esto no se iba a quedar así.

Jackson no era rival para él.

    

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