💛Capítulo 62
Era sábado y ese día inusualmente ese prostíbulo disfrazado de club estaba más lleno que de costumbre. El peli-rosa Debía hacer un número a las diez de la noche.
Era Alexey quien decidía el atuendo y la música que se usaría y había exigido a Jimin que ahora debía bailar en el tubo.
Él lo había hecho ya antes pero ahora seria más importante ya que los funcionarios del gobierno Ruso eran los que serían espectadores.
Aunque Alexey había estado muy insistente con Jimin éste no había dejando que le pusiera un solo dedo encima, se le enfrentaba sin miedo.
Alexey estaba ya exasperado por el comportamiento rebelde de Jimin.
Ahora le había dado un short blanco casi transparente a juego con un crotop rosa y unas botas altas también rosa y sus infaltables mayas negras y orejas de gatito.
Aunque Jimin odiaba esos atuendos se le veían muy bien.
Justo ahora dejaba su lugar en la caja del lugar ya que se turnaban los puestos y le tocaba salir a dejar bebidas a los clientes.
El lugar estaba tan lleno ese día de muchos caballeros con sus máscaras o antifaces que pedían bebidas o servicio con alguna de las chicas o algún chico.
A Jimin lo habían pedido ya varias veces pero extrañamente Dimitry lo había negado las cinco veces que lo habían pedido para llevarlo a los privados.
Aunque para él era mejor así sentía que no era algo bueno. Seguramente Alexey estaba planeando algo.
—Jiminie por favor lleva esto a la mesa 10.
El peli-rosa asintió tomando lo que Lisa le entregaba ahora.
En el camino se topó con Taemin a quien le sonrió amablemente como siempre.
No olvidaba como Taemin también había puesto en peligro su vida frente a Alexey por ayudarlo a escapar.
La mesa diez estaba ubicada en la parte dos del prostíbulo.
Debía subir por unas escaleras para acceder a ella.
Subió despacio y llegó hasta la mesa, al pasar al lado de la mesa 8 uno de ellos le dio una firme nalgada que resonó duro.
Jimin hizo un gesto de fastidio y volteó a enfrentarse.
—No vale la pena bombón derramarás nuestras bebidas por darle el placer de la atención a ese idiota.
El hombre de la mesa 10 le sonrió y aunque Jimin no podía ver bajo aquella máscara blanca pudo apostar que el caballero tenía una sonrisa en sus labios.
Asintió y dejó las bebidas sobre la mesa.
—Gracias bombón. —Agradeció el desconocido.
Jimin le miró una vez más ahora a los ojos a través de los orificios y sonrió amablemente haciendo una reverencia.
Se alejó hasta llegar de nuevo a la barra.
Era su hora de bailar.
Se quitó las botas y las dejo atrás del escenario para salir por detrás del telón.
Las luces se apagaron y luego brillaron de color rosa cuando él subió al escenario y fue directamente al tubo de pole.
La música comenzó a sonar, tan sensual como sus movimientos y él daba vueltas en el tubo con una gran destreza y los presentes aplaudían, silbaban y arrojaban dinero.
Cerró sus ojos enfocándose en el baile y olvidando lo humillado que se sentía cada vez que debía bailar de esa manera obligada, siendo víctima de halagos perversos y sucios.
...
Min solamente observaba como su novio era aplaudido por todos esos degenerados.
La sangre le hervía pero debía mantener la calma.
Jimin bailaba muy hermoso casi hechizaba todos sus sentidos, jamás lo había visto bailar de esa forma pero en ese momento él solo quería matar a todos los que le veían y a todos los que le aplaudían.
Por sabía muy bien que estaba ahí arriba por obligación y no porque quisera.
La sed por arrancar ojos esa noche creció mucho más de lo normal.
Hacía solo un momento que habían llegado al lugar y el mismo Jimin les había llevado las bebidas.
Claro que bajo esas máscaras nadie los había reconocido, ni si quiera él.
Casi estuvo a punto de revelarse y que los descubrieran cuando ese hombre le había palmeado a Jimin justo frente a sus ojos.
Pero se contuvo con todas sus fuerzas.
Debía esperar el momento indicado.
De lejos vio como Jimin terminaba su baile y aplaudió con el resto de presentes ahí.
Hoseok a su lado hablaba con Taehyung mientras le acariciaba una mano y Jungkook le acariciaba la espalda y le sonreía dulcemente.
Puso los ojos en blanco, jamás iba entender la relación poliamorosa de esos tres. Él no sería capaz de compartir el amor ni la atención de Jimin ni si quiera si fueran sus hermanos.
Pero Tae era Tae y si él estaba feliz así estaba bien, además eran los Kim.
Si había alguien digno de tener el amor de su amigo casi hermano seria un Kim.
Cualquiera de los dos.
Volvió la vista hacia el escenario para ver justo a tiempo como Jimin bajaba en el momento en que el tipo de barba lo tomaba del brazo para llevarlo consigo.
Debía actuar ya.
Con una mirada a los demás dio la orden de atacar el lugar.
Una espesa niebla se esparció por el lugar mientras que ellos le daban vuelta a las mesas para usarlas como escudo.
La mayoría de funcionarios llevaba A sus guardaespaldas así que aquello se volvió una batalla campal.
El único objetivo de Yoongi era 8r por Jimin y largarse del lugar.
...
Jimin fue llevado a la oficina de Alexey porque éste lo había enviado a llamar.
No puso resistencia como siempre y cuando entró el Ruso le sonrió más amablemente de lo normal.
—¿Qué necesitas? —Preguntó Jimin cruzando sus brazos y plantandose justamente frente a él.
El joven peli-rosa había perdido todo el miedo que le tenía a ese hombre que lo violó infinidad de veces, tenía el valor de pararse en frente de él como si nada.
—Mi dulce Jay.
Jimin sintió una punzada desagradable como siempre que lo llamaba así.
El seudónimo que le había puesto Solar, lo odiaba con furia.
—Ve al grano, hay muchos clientes.
Alexey le sonrió después de llevar su cigarrillo a la boca.
—¿Ahora estás tan interesado en atender clientes cuando has estado huyendo de tu responsabilidad aquí? Te has estado negando a prestar el servicio a los clientes y te lo he dejado pasar incluso pedí a Dimitry estrictamente que no te envíen con ningún cliente hoy.
—¿Ah si? Que consideración, muchas gracias eh...
Alexey se levantó de su silla y Dimitry se echó hacia atrás para darle espacio a su jefe.
—Lo hago por ti cariño, todo lo hago por ti y puedes seguir así pero no es gratis aquí nada es gratis.
—Con que ya salió el pelo en la sopa.
Alexey comenzó a reír mientras rodeaba a Jimin por la cintura.
—Eres muy astuto e inteligente, así que decidí que tú serás solo para mi ¿Qué te parece cariño?
Alexey dejó un beso sobre su cuello que le provocó a Jimin más que ganas de asesinarlo.
Jimin se soltó fácilmente del agarre de Alexey y se apartó un poco pero con Dimitry atrás de él no podía hacer mucho.
—Me parece que estás demente, jamás estaré contigo de nuevo ¿Entiendes? Puedes matarme ahora mismo si quieres pero no lograrás tenerme de nuevo. Ni tú no nadie.
Tanto la mirada como el semblante de Alexey cambiaron ante la respuesta tan escueta de Jimin.
—Vete. —Habló Alexey diriguiendose a Dimitry.
El hombre asintió y obedeció inmediatamente dejándolos sólos.
Acto seguido Alexey se acercó a Jimin y lo tomó por los brazos para dejarlo ir contra su escritorio.
—Ya estoy cansado de tu altanería maldita rata, si no vas a cooperar por las buenas entonces atente a las consecuencias. No voy a ser suave contigo.
Jimin estiró a tiempo ambas manos antes de darse de bruces contra el escritorio de madera de Alexey.
Esta vez era diferente, esta vez tenía oportunidad de pelear y defenderse. Esta vez no era un niño inocente indefenso y asustado.
Antes de que Alexey volviera a tomarlo por detrás él le dio una patada directamente en el estómago que hizo al hombre retroceder y doblarse por la mitad.
—¡Ma-maldita rata! —Se quejó tratando de recuperar el aliento que el golpe de Jimin le había cortado.
—Ponme un dedo más encima y no seré suave contigo.
Fue una advertencia directa con toda la intención porque se defendería con uñas y dientes si era necesario.
—Me gustan los gatitos ariscos así como tú. —Se burló Alexey recuperándose. —Vamos no te hagas el difícil y ábreme esas ricas piernas.
El hombre Ruso volvió a acercarse a Jimin esta vez teniendo el cuidado de golpear su rostro con la palma de su mano, el rostro de Jimin viró bruscamente por el golpe y su cuerpo calló de rodillas por la fuerza impuesta en el golpe recibido.
La herida que tenía anteriormente en la comisura de su boca volvió a abrirse y de ella brotó la sangre, pasó la punta de su lengua sintiendo el sabor metálico del líquido rojo.
No tuvo tiempo de poder incorporarse porque Alexey lo tomó del cabello y lo levantó con total brusquedad.
—Suéltame estúpido. —Pidió alargando sus manos hacia el rostro del hombre, logró enterrar duramente sus uñas en las mejillas del hombre.
Sintió como la piel del Ruso se quedaba en sus uñas y comenzaba a sangrar.
Alexey lo soltó dando un grito de dolor y se llevó una mano para limpiar sus mejillas dañadas.
Eso lo aprovechó Jimin para darle un par de golpes más con su codo en el pecho que lo hicieron retroceder.
Esta vez no iba a dejarse golpear. Jimin era muy diestro en el Hand to hand, Namjoon lo había entrenado mucho en judo, kárate y aikido. Las artes marciales eran su fuerte.
Ni si quiera Jungkook y Hope lo habían derribando jamás en ninguno de sus entrenamientos.
El Ruso lo tomó por el cuello de nuevo para tratar de cortarle el aire y así poder dominarlo.
Lo tomó con fuerza y lo estrelló contra la pared de madera de su oficina traspasandola completamente.
Jimin voló por el aire y fue a parar cerca de un mueble de madera. Tomó la lámpara que había cerca de una mesa y la quebró quedándose con el mango y un extremo de esta con puntas donde estaba el bombillo.
—¿Qué pasa? ¿No puedes dominar a este gatito? —Se burló haciendo una seña con su mano para que se acercara a atacarlo.
—No aún pero lo haré ya verás, maldita puta.
Alexey se fue en contra de él de nuevo y Jimin logró golpearlo en el rostro y en el hombro con la lámpara con ello creando una ventaja para poder lanzarle otro golpe ahora en las piernas haciéndolo caer de rodillas y acto seguido le dio con una rodilla debajo de la barbilla.
Con ello lo hizo caer.
—¿Te creíste más listo que yo no? Pues verás, sólo una vez cae el gato la segunda vez es más astuto.
Rodeó el cuello de Alexey con sus piernas e hizo una llave tan fuerte que escuchó como el cuello del hombre crujía ante su agarre.
El Ruso enfocó sus ojos en Jimin antes de que éste hiciera una última fuerza y lo noqueara por completo.
El peli-rosa se levantó y miró el cuerpo de Alexey desmayado y rápidamente buscó algo para atarlo.
Lo dejó justo en medio de la habitación atado de manos y pies y se arregló el cabello antes de salir de la oficina.
Pero la puerta se abrió bruscamente y unas manos más grandes que las de Alexey le rodearon el cuello y le apretaron fuerte.
Le estaba costando respirar, Dimitry era mucho más grande que Alexey.
Su cuerpo fue levantado con furia y estrellado de espalda al piso frío de madera cortándole el aire por un momento.
—Ahora si voy a tener el placer de matarte maldita rata callejera.
Sus manos se fueron directamente al cuello del peli-rosita y comenzó a asfixisrlo.
Los ojos de Jimin se llenaron de lágrimas y sus pulmones no recibían más aire.
—No sabes lo que me excita ver como la vida se escapa de tus hermosos ojos miel, bonito. —Le Susurró muy cerca.
Jimin no podría resistir más estaba casi a punto de perder el conocimiento cuando por fin, lo vio.
Detrás de Dimitry apuntando con su Arma y con sus ojos bien oscuros por la furia y y rostro tan serio y ensombrecido por la sed de sangre.
Agust D.
—Voltea hijo de perra.
Dimitry se sobresaltó al oír la voz tan profunda y rasposa de alguien detrás de él pero no tuvo tiempo de reaccionar.
El pelinegro le dio una fuerte patada en el rostro que lo hizo volar lejos y cuando estuvo lo suficientemente lejos de Jimin su arma se descargó completa sobre el Ruso.
Jimin sonrió al ver ahí a su amado novio quien le ayudó a ponerse de pie.
—Veniste. —Susurró a penas recuperando en aire de sus pulmones.
Agust sonrió solamente lo besó tan profundo y tan intenso.
—No iba a dejarte solo una vez más mi amor. —Respondió pegando su frente a la contraria.
—Sabía que vendrías.
—Tenía que rescatar a mi Kitty Gang. Ahora vamos amor salgamos de este maldito lugar.
Agust solamente quería sacar de ahí a Jimin cuanto antes porque no quería estar en un lugar como en el que su chico y su bebé estuvieron condenados.
Pero cuando lo tomó de la mano y lo jaló hacia afuera Jimin no se movió.
—¿Ya nos vamos? —Yoongi asintió. —No, no puedo aun Agust, debí sacar a los demás, a Lisa y a Jisso, a Taemin y a los demás.
El pelinegro no quería pero iba a respetar la decisión de Kitty.
—Entonces vamos amor hay mucho por hacer. Esto es tuyo bebé.
Agust le dio otro apasionado beso y le entregó su arma.
Su adorada arma color rosa.
Ahora si, el momento había llegado. Había ansiado esto desde el momento en que había salido de ahi hace años.
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