💛Capitulo 6
Otra noche más, otra oportunidad para que su mente despejada hiciera de las suyas con él. Cuando acababa la jornada de trabajo sólo quería dormir para no pensar en Kai pero su subconsciente no se lo permitía. Le castigaba de miles de formas cuando estaba relajado por eso odiaba irse a dormir aunque estuviese muy agotado del día, aunque su estado en cinta le exigiera dormir más horas de las normales él se mentalizaba que no debía hacerlo y por consiguiente no lo hacía. Pasaba madrugadas enteras en vela y al amanecer estaba tan cansado que sus movimientos eran muy lentos. Aún así no permitía que nadie lo notara pero sus ojeras decían mucho así que debía ocultarlas con maquillaje para que ni Lisa ni Jisoo ni Tae se dieran cuenta de lo mal que lo estaba pasando. Pero no podía evitar eso que lo consumía, era la culpa que lo carcomía por dentro como un hongo que iba infectadolo por debajo de la piel y pudriendolo por dentro poco a poco. Así era exactamente como se sentía después de haber dejado que Kai se sacrificara por él. "No lo merecía" Kai no merecía morir así, iban a ser libres iban a escapar juntos y Kai iba a volver con su madre y todo se había esfumado como una bruma con la brisa. Todo se había acabado en ese instante y las ganas de vivir se le fueron apagando poco a poco como si su interruptor dejase de funcionar.
Ya no quería sufrir más ¿Qué había hecho de malo para merecer esto? Ah si... enamorarse. El amor era malo, el amor sólo traía desgracias y malos momentos, muertes, traiciones, engaños. El amor era la cosa más peligrosa del mundo. Y él lo había vivido en carne propia al enamorarse del chico equivocado. Lo había usado, engañado y abandonado con un bebé en su vientre. Y ahora quien sabe donde estaba ese tipo al que ya ni llamaba por su nombre pues le producía un dolor insoportable como si fuera sal sobre su herida.
Él estaría en otro país viviendo feliz con su otra pareja a punto de tener otro bebé, uno que si deseó y al que si le daría su amor paternal, su cariño y su apellido. "Min" lo odiaba, odiaba con fuerza ese apellido que de realeza solo tenia el moño de adorno pues los Min eran las personas más malvadas y crueles que podían existir. Abandonado por uno y luego vendido por la otra. Los odiaba con todo su ser que sólo esperaba que pagaran con creces lo que él sufría. Si a Jimin le dolía una vez que a ellos le doliera seis veces más.
Ya no tenía ni fuerzas para odiar y aun así lo hacia, aún así se permitía gozar del último sentimiento que su alma hueca y vacía podía percibir, el odio pero entonces ¿por que seguía ahí? ¿Por qué mierda aquello que una vez sintió hacia él aún permanecía ahí? Muy en el fondo, muy oculto tras las paredes frias y duras de su corazón aún ahí existía aquello que una vez llamó "amor por él" si... aún lo amaba pero ese amor era como un trozo de carbón encendido que de a poco se apagaba pero que se negaba a dejar de arder por completo, siempre había una ráfaga que hacia avivar el fuego y que por más que trataba de apagar seguía ahí.
Quizá algún día se apague por completo y ese día sería libre de sus fantasmas emocionales.
Se vistió de nuevo con aquella ropa que le hacía ver mayor y fue directo a la barra.
Dimitry en cuanto lo vio se dirigió a él.
—Hay un cliente esperando, no se te ocurra hacer alguna de tus groserías es alguien importante. —Susurró por lo bajo.
Jimin tembló, hacia tiempo que se había librado de estar con algún cliente, siempre Lisa y Jisoo lo sacaban del apuro pues su embarazo cada vez era más avanzado.
Miró al rededor y no vio a Jisoo solo a Dominique, Lisa estaba con otro cliente. ¿Qué iba a hacer?
—¿Qué esperas estúpido?
Tomó aire y se animó a seguir a Dimitry hasta una de las habitaciones VIP del lugar. Al pasar por el pasillo se podrá escuchar a la perfección los sonidos del sexo y la lujuria dentro de las habitaciones.
Llegó a la que estaba hasta el final y Dimitry le dejó pasar. La habitación estaba iluminada tenuemente con una luz roja, una cama matrimonial con dosel y sábanas rojas y blancas estaba en medio de la habitación y un sofá frente a la cama, un aparato de TV donde los que deseaban podían ver pornografía y espejo arriba en el techo.
Un hombre joven estaba parado de espalda a él frente a un curioso cuadro con una pintura de un tigre de bengala solitario en una pradera. Era de hombros anchos, un poco más alto que él y de cabello negro algo largo y complexión delgada, iba vestido en un elegante traje gris.
—¿Es curioso no? —Habló bajito.
Jimin se dio cuenta que por su tono de voz era bastante joven.
—¿Qué? —Preguntó. Jamás uno de los clientes había dirigido palabras más que para pedirle que hiciera esto o aquello.
—El tigre, curioso que él mismo buscó su soledad porque así se sentía bien a sabiendas de que con eso estaba condenandose a un final solitario y con ello su extinción.
Jimin miró la pintura en la pared y no pudo evitar verse reflejado en ese animal majestuoso y hermoso pero solitario.
El joven se volteó y Jimin no pudo evitar abrir su boca con asombro. Era muy apuesto de facciones finas y ligeras. Nunca antes lo había visto ahí.
Se acercó a Jimin y a pesar de verle tan jovial su mirada era tan dura y penetrante, casi casi como si estuviera juzgandolo sin conocerlo. Sin perder tiempo tomó a Jimin de la cintura y comenzó a besarlo por el cuello, cuando iba a llevar sus manos al borde de su camisa éste se apartó abruptamente arrepintiendose en el acto ya que eso significaría un castigo para él.
—¿Qué pasa?
Jimin no contestó, tenía miedo.
El hombre Joven volvió a acercarse y con fuerza logró subir la ropa de Jimin hasta arrancarla abriendo sus ojos en una expresión de sorpresa.
—¿Cuántos años tienes? —Preguntó.
—T-tengo 15. —Respondió con miedo Jimin.
El hombre lo examinó de arriba abajo y después se sentó en la cama.
Jimin se sorprendió de aquella acción, creyó que recibiría un golpe, un grito, humillación y que saldría de ahí llamando a Dimitry para exigirle un buen servicio pero el joven simplemente se había sentado en la cama.
—¿Es de alguien de aquí o uno de los clientes? —Preguntó.
Jimin negó aún temeroso de cualquier movimiento del joven ahí frente a él.
—Ya veo. ¿Cómo te llamas?
—Jei... Park Jimin.
¿Por qué había dicho su verdadero nombre? No lo sabía ni entendía pero había salido de su boca así con ligereza.
El joven asintió y sacó su billetera de donde tomó un manojo de billetes y los dejó sobre la cama.
—Vistete y acuéstate a mi lado. —Le pidió.
Jimin dudoso tomó su ropa con el entrecejo fruncido, no entendía por qué le pedía aquello.
—Sólo quiero compañía y además si te dejo ir solo así van a sospechar que aquí no ha pasado nada y estarás en problemas seguramente.
—¿No me va a hacer nada? —Preguntó Jimin acomodándose a su lado.
—No pienso acostarme con un doncel en cinta.
Jimin suspiró de alivio, creyó que estaría en problemas si él iba con él chisme abajo a Dimitry o a Alexey.
—¿El dueño de aquí... lo conoces?
—¿Alexey? Si, lo conozco.
El sujeto se quedó en silencio mientras observaba para el techo. —Alexey. —Murmuró para sí, cosa que a Jimin le pareció curioso.
—¿Te gustaría salir de aquí? Supongo que no estás aquí por voluntad. —Afirmó el joven.
Jimin abrió sus ojos con una pizca de ilusión en ellos. Asintió sin dudar.
—Quizá te pueda ayudar... sólo un par de semanas tal vez.
Después de eso se quedaron en silencio por bastante tiempo hasta que luego el Joven se levantó y se acomodó su ropa y le sonrió.
—Adiós Jimin. Te veré otra vez.
—Adiós señor...
El joven se paró antes de abrir la puerta y negó sonriendo.
—No soy tan viejo, tengo 19 llámame Hoseok.
Luego se fue dejando a un Jimin bastante confundido e inquieto, le había dicho que podía sacarlo de ahí en sólo un par de semanas.
Se levantó y tomó el dinero sorprendiéndose cuando vio que era más del triple de lo que usualmente pagaban por él.
Se metió parte del dinero en un bolsillo, desordenó su cabello y su ropa y se echó agua al rostro y cuando salió ya Dimitry esperaba afuera como siempre. Le entregó el dinero sin detenerse.
—Vaya, parece que algo hiciste bien con ese tipo. —Sonrió el guardia con incredulidad.
Jimin no dijo nada ya faltaba poco para acabar la jornada y el sueño lo mataba pero no podía dormirse. No quería tener pesadillas o algo por el estilo.
Cuando todo acabó entró en su habitación que antes compartía con Kai y suspiró lleno de nostalgia, Kai su lindo amigo y compañero.
Soltó un sollozo y se fue directo al baño para ducharse, cuando estuvo ahí con él agua relajando su cuerpo y destensandose se percató de que su vientre estaba duro. Tocó suavemente y de inmediato un dolor se instaló ahí y en su espalda baja. Estaba tan cansado y agotado que no había notado que estaba dilatando para dar a luz.
Se alarmó por completo sin saber que hacer, un tapón de sangre se deslizó por sus piernas desde su entrada y agua con líquidos salió de ahí. Era la fuente, aunque él no sabía eso supuso que era la señal de que su bebé iba a nacer ya. Aún faltaban dos meses.
Se sujetó de la pared mientras reprimia los sollozos y los pequeños espasmos que lo hacían querer jadear.
Salió del baño se secó y se colocó ropa cómoda como pudo y se envolvió en una manta. Lisa estaría ya en su habitación necesitaba ir con ella.
Salió despacio y se acercó a su puerta y tocó suavemente para no despertar a nadie más. De inmediato la puerta de abrió y Lisa le miró con intriga al verle así mojado y vestido con ropa de calle.
Jimin no dudó en entrar y cerró la puerta detrás de él.
—¿Qué sucede Jei? —Preguntó ella alarmada.
—El bebé va a nacer.
Ella se llevó las manos a la boca y tomó a Jimin del brazo, debía sacarlo de ahí, el plan no estaba terminado aun pero ya no podía esperar más.
—Espera aquí iré por Taemin.
Jimin asintió mordiendo su labio y se apoyó en una pared mientras Lisa se perdía en busca de Taemin y Jisso.
—¿Entonces era verdad y todo este tiempo estuviste ocultandolo?
Su cuerpo tembló de pies a cabeza cuando Dimitry se colocó justo a su lado para descubrir el vientre que ahora no llevaba envuelto en vendas para ocultarlo. Quiso alejarse pero Dimitry se adelantó y lo tomó del brazo arrastrándolo hacia la oficina Alexey. Ya no tenía escapatoria.
•┈┈·┈•••┈┈┈••✦ ✿
—¡Hyung! —Chillaba Taehyung alarmado.
Hacia una hora que Yoongi se había enfracascado en una pelea con varios tipos afuera del bar donde estaban y ellos le molian a golpes.
—¡Deténgase Hyung!
Y es que era precisamente el mismo Yoongi quien se arrojaba contra ellos para provocarlos y que le golpearan. Solía hacer eso cada noche cuando salía a beber hasta perder la conciencia. En esta ocasión Taehyung había decidido acompañarlo pues veía lo golpeado y lastimado que Yoongi amanecía y quería ver por qué.
Ahora se daba cuenta y se arrepentía pues no podía hacer nada para detenerlo y menos para hacerlo entrar en razón, era como si él espíritu de alguien más lo poseyera porque a pesar de que los hombres lo golpeaban hasta casi dejarlo sin sentido él volvía a levantarse y a irse en contra de ellos.
Yoongi era lo que quería, era la manera en que no podía sentir dolor emocional cuando el físico le invadía por completo, sólo así podía no sentir el dolor en su corazón del no tener a su chico consigo. Y todas las noches eran iguales, ya llevaba varias costillas rotas por lo mismo.
Pero era lo único que lo calmaba, lo que mantenía su ansiedad a raya. Salía en la noche en busca depelea provocaba y peleaba con toda la furia que sentía, a veces se defendía a veces no pero no importaba. No tenía su penicilina diaria que Jimin le inyectaba así que buscó una manera de autoayudarse aunque la misma significara su autodestrucción.
Cuando por fin los tipos dejaron de golpearle el yacía en el suelo echó algo menos que un estropajo sucio. Taehyung se acercó tembloroso a él y con sus ojos llorosos le dio la vuelta temiendo que tuviera un hueso roto.
—Hyung ya basta no lo haga más, lo van a matar. —Chilló Taehyung a su lado.
Yoongi iba a hablar pero en lugar de eso comenzó a toser sangre.
—Le han lacerado el estómago de tanto golpe Hyung deje de lastimarse de esta manera. Puede morir incluso.
Yoongi solo tosía y cuando se recuperó pudo hablar.
—M-morir, eso seria poco para pagar por haberme venido sin él ¿Por qué? ¿P-por que no tuve el valor y me quedé allá a su lado? Le amo Taehyung le amo tanto que me duele, me quema el tenerlo lejos. Quiero estar con él, se que me necesita. He tratado de volver pero por algún motivo nunca puedo es como si alguien me tuviera atrapado aquí sin querer que vuelva por él... Lo hecho de menos, quiero a Jimin a mi lado ¿que no lo entiendes? —Tomó a Taehyung de la bufanda que llevaba puesta y lo zarandeó con las pocas fuerzas que tenía ya. —Él me necesita, esta noche más que nunca, lo siento aquí, ¡Aquí en mi pecho duele! —Gritó llorando con su garganta lastimada. —Tengo que estar con él yo lo sé lo siento aquí.
Era una angustia alarmante la que Yoongi sentía en su pecho, otras veces lo había sentido pero jamás con intensidad como ahora. Era como si Jimin lo llamara en la oscuridad, como si pudiera a gritos su presencia. ¿Qué estará pasando? ¿Qué cosas estará sufriendo su pequeño? ¿Por qué cada vez que estaba a punto de cojer el avión a Corea algo pasaba? ¿Quién le impedía volver?
—¡Ahhhh mierda, mierda, mierda MIERDA JIMIN TE NECESITO CONMIGO...MI AMOR! —Gritó desgarradoramente al aire.
Taehyung no podía más que llorar en silencio porque veía ese dolor que su Hyung estaba sintiendo que hasta le traspasaba los huesos. No podía ayudarlo.
Yoongi se sentó en el frío suelo, su mano se cerraba fuertemente, cada noche era lo mismo, no dormía, no comía, era un simple cuerpo vacío que caminaba por sí solo sin voluntad propia. Era un muerto en vida sin Jimin. El amor que le tenía era tan grande que el no tenerlo a su lado lo destruía día con día.
—Y si no le tengo...mejor no quiero nada. —Susurró.
Taehyung abrió sus ojos pero no pudo interceder a tiempo cuando vio la sangre brotar de las muñecas de su Hyung.
—¡No, no nooo ¿Hyung? ¿HYUNG! NO ¡NOOO YOONGI HYUNG!
Todo para Yoongi se volvió negro aunque ya no importaba, ya no podía más con ese dolor. La depresión lo había consumido por completo finalmente.
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