
💛Capítulo 57
El volumen de la música era bastante alto pero aun así agradable.
En la zona VIP que sólo era para Hoseok y compañía que ocupaban ellos, la mesa estaba invadida de botellas de licor y vasos de cristal que contenían los diferentes líquidos.
El ambiente era bastante alegre, fresco y divertido. En la pista de baile habían muchas parejas disfrutando de la noche, el show de las chicas que bailaban todos los días se presentaba sobre los escenarios flotantes que poseía el lugar y las luces de neón parpadeaban por doquier.
Jimin bebía y reía sentado en las piernas de Yoongi a pesar de tener suficiente espacio para sentarse a su lado. Espacio personal no era algo que estuviera ahora en su vocabulario.
Taehyung sonreía tímido mientras Jungkook le contaba algo al oído y Hobi no había subido aún porque estaba acabando el negocio.
-¿Lo estás pasando bien Yoongi? -Preguntó Jimin dejando el vaso vacío sobre la mesa.
-Si estás tú todo me parece perfecto. -Respondió con una sonrisa.
Jimin se echó el cabello para atrás al mismo tiempo que sonreía con coquetería y rodeaba el cuello de Yoongi con un brazo para plantarle un beso en los labios. Sus labios se movían lentos al compás de su deseo. En un momento Jimin mordió el labio de Yoongi y éste le dio una corta nalgada.
-No hagas eso Jiminie o tendras serios problemas.
-No me importaría tenerlos. -Ladeó el rostro y Alzó una ceja mientras analizaba las facciones de Yoongi.
Él solamente ladeo una sonrisa.
Jimin era precioso, su rostro angelical hacia un contraste místico y asombroso con su presencia y su personalidad. Enfundado en esos jeans de cuero negro que amaba usar tenía miles de esos en su armario y esa polera blanca que se le ajustaba bastante a su torso y que cada vez que subía un poco sus brazos dejaba ver ese delicioso ombligo que distraía totalmente la atención de Yoongi. También llevaba su amada chaqueta negra con bordado de cristales rojos pero esta yacía tirada sobre el lujoso sofá.
Yoongi aún se sorprendía ante tanta belleza y no podía despegar la mirada, su lindo niño al que conoció hacía años ya era todo un hombre hermoso, sensual y muy muy atractivo.
-¿Qué pasa Yoonie? ¿Por qué me miras así? -Preguntó el peli-rosa curioso porque su prometido no le despegaba la vista de encima.
-Mmm deberías estar totalmente prohibido Jimin, vestido así tan sensual y tan provocativo... debería ser un delito que salgas a la calle cariño.
Jimin soltó una risita llevándose una mano a la boca para taparse por la vergüenza de las palabras de Yoongi.
-¡No exageres Yoongi!
-No exagero Jiminie sólo digo lo que pienso, es que hoy estás como para comerte completo. -Susurró esto cerca de él. -Tu linda carita me hipnotiza pero tu cuerpo me trae loco. -Yoongi sujetó con fuerza el delicado cuerpo de Jimin pegandolo más a él.
-¿Es el alcohol? ¿Bebiste mucho? -Preguntó mirando las botellas vacías.
Yoongi negó, sus ojos tenían un brillo especial que nada tenía que ver con el licor. Más bien era el reflejo de lo que sus ojos estaban viendo.
-Ven aquí. -Yoongi con una mano detrás de la cabeza de Jimin lo acercó suavemente para volver a besarlo ahora más profundo, más rudo apretando su cintura, marcando sus dedos sobre la ropa.
Jimin era solo suyo, era una fortuna.
El ambiente se iba tornando algo más caluroso debido a los besos insanos y las caricias nada inocentes.
-Bebé, ¿Q-quieres bailar? -Preguntó Yoongi cortando el beso y tratando de controlar sus hormonas.
No quería acabar montando un show ahí, frente a Taehyung y Jungkook que a decir verdad estaban más que ocupados.
-Si, vamos.
Jimin no se negó a la petición y se levantó del regazo de Yoongi para luego tomarlo de la mano y jalarlo al espacio en la zona VIP para poder bailar. Era un balcón arriba de toda pista de baile desde donde se veía todo el club.
La música sonaba alegre y Yoongi colocó sus manos en la cintura del peli-rosa para mover sus cuerpos al compás y ritmo de la música.
Pero I'm a Slave 4 U no era precisamente la canción con la que sus hormonas iban a calmarse y menos porque Jimin se había dado vuelta sensualmente y ahora restregaba su protuberante trasero en la pelvis del pelinegro quien no tenía más remedio que apresar su labio inferior con sus dientes y ver como Jimin se doblaba por la mitad hacia adelante sin despegar su trasero de él.
Por un momento su mente le jugó sucio porque sus manos bajaron hasta tomar a Jimin de las caderas y pegarse más.
Miró nervioso todo a su alrededor, abajo todos estaban en su mundo bailando, ya las bailarinas se habían ido y parecían todos estar en su propio mundo incluso Taehyung y Jungkook quienes se habían comenzado a besar sin prestar atención a nadie.
Absolutamente nadie reparaba en ellos.
Tuvo que respirar profundamente para calmarse porque su corazón latía a mil debido a la subida de adrenalina que estaba experimentando.
Y es que Jimin no ayudaba.
Su cuerpo se movía cuan ondas suaves y delicadas frente a él rozando su cuerpo al ritmo de la canción que no tenía nada de decente en su letra, no cuando la canción gritaba alto que su protagonista follaba duro con algún chico desconocido en alguna parte del club...
¿Cómo?
Jimin lograba aturdirlo totalmente con esos movimientos para nada tímidos ni inocentes, meneava sus caderas de manera gracil invitando a Yoongi a imaginarse un sin fin de cosas, una infinidad de posiciones en su cabeza, perdiendolo por completo, llamándolo a pecar.
-Lo haces con toda la mala intención del mundo Jiminie. -Susurró en el oído al peli-rosa con su voz agitada.
Jimin solamente sonrió con lo cual confirmó lo que Yoongi había dicho.
-Para mí es con una buena intención. -Le guiñó un ojo.
Yoongi iba a responder y decirle que lo llevaría a alguna oficina vacía del Club para hacerlo pagar por su atrevimiento pero una figura alta que caminaba hacia ellos con una gran sonrisa en sus finos labios Interrumpió sus malas y nada sanas intenciones.
-Hola muchachos, veo que la pasan muy bien. ¿Les han traído sus bebidas? Kook, ¿Por qué no invitas un poquito?
Jungkook levantó la vista hacia su hermano y sentó a Taehyung de nuevo en el asiento a su lado. El pelirrojo estaba ligeramente despeinado y con sus mejillas rojas.
-¡H-hyung! -Se quejó Taehyung un poco más tímido y colorado que antes.
Jungkook sonrío ladino.
-¿Acabaste Hobi? -Preguntó Jimin dejando de bailar y acercándose a su hermano, eso sí, dejando a Yoongi con un serio problema.
El pelinegro Gruñó por lo bajo mirando como su Jiminie se alejaba.
-Oh si acabé y todo salio perfecto Baby, los Beretta Imperiale Montecarlo nos han hecho conseguir una fortuna esta noche.
Tanto como Jungkook como Jimin se acercaron más a él escuchando con interés lo que acababa de vender Hoseok, eran unos rifles pero no cualquiera. Eran los rifles más caros del mundo.
-¿Esos son los que habían traído de Europa hace dos días? -Preguntó Yoongi.
Ahora que casi pertenecía a la Mafia de los Kim cada vez se empapaba de conocimiento acerca de lo que traficaban y desde donde.
-Exactamente, los rifles que valen más de 100,000 dólares cada uno. El Comprador que las adquirió se dedica a la caza, tiene un club de cazadores y por su aniversario piensa obsequiar uno de esos rifles a los miembros de su club que son 20, veinte rifles de 100,000 dólares. -Hoseok guiñó un ojo.
-¿Por qué un arma puede costar tanto? -Preguntó Taehyung enfocando sus ojos en los oscuros de Hobi pero se arrepintió cuando él lo observó profundamente.
No pudo evitar volverse a sonrojar.
-Bueno lindo es que Beretta son armas de altísima calidad y son muy populares y ésta en especial, La lmperiale Montecarlo es de gama alta y posee un grabado artesanal increíble. Me encantaría ver como manejas una de esas. -Hobi volvió a Guiñarle un ojo.
Taehyung le sonrió tímidamente mirando a Jungkook de reojo pero este parecía no tener problema con ello porque sonreía a su hermano.
-¿Existe algún arma que sea más cara que esa? -Preguntó con curiosidad Yoongi sentándose al lado de Jimin y tomando un poco más de Whisky.
-Oh, pregúntale a Jimin.
El peli-rosa sonrió pero negó a la vez.
-¿Qué sabes de eso Jiminie? -Preguntó Yoongi intrigado.
-Está loco Yoon no le hagas caso. -Jimin bebió más de su Soju antes de besar en los labios a Yoongi.
Éste se dejó besar pero aun quería que le aclararan esa duda que había surgido en su mente.
-Por cierto Baby, los compradores han pedido un show especial... ya sabes, quieren ver al famoso Kitty Miau en el escenario.
Jimin se pasó la lengua por sus labios para humedecerlos y sus dedos escurridizos se echaron el cabello hacia atrás.
-Si eso nos afirma más negocios con ellos por supuesto, dame 5 minutos y dile al DiscJockey que me anuncie.
Hobi asintió y salió de la zona VIP y Jimin miró a Yoongi quien no despegaba sus ojos de él.
-¿Me acompañas Yoon? -Preguntó con una voz tan melosa que Yoongi sólo atino a asentir.
Definitivamente Jimin lo manejaba a su gusto y antojo.
Dejaron solos a Jungkook y Tae y ellos bajaron hasta el área de camerinos donde la mayoría de Bailarinas aún cambiaba su vestuario para volver a subir más tarde.
-Chia, ¿Me das un retoque linda? -Preguntó dirigiéndose a una de ellas.
La chica amablemente sonrió y le hizo una reverencia antes de comenzar a ponerle algo más de maquillaje.
-¿Qué dices Yoonie, me pongo el antifaz o no?
Jimin jugaba entre sus dedos un antifaz de las chicas mostrándoselo a Yoongi.
El pelinegro lo tomó y lo examinó y luego sonrió.
-Ahora que estoy aquí... que tonto fui al no darme cuenta de quien estaba bajo el antifaz cuando te conocí, esa vez aquí mismo en el club.
-No podrías haberlo adivinado así como así, mi cuerpo y mi rostro cambió. Aunque yo tambien me siento un tonto ahora que lo pienso, sentía celos de mi mismo.
Sus mejillas se tornaron carmesí brillante y Yoongi acercó un pulgar para acariciarlas.
-Y yo me enamoré dos veces de la misma persona, soy doblemente afortunado.
Cerró por completo el espacio que ahora los separaba y sellaron ese momento íntimo con un dulce beso.
No se dieron cuenta de que las chicas comenzaron a salir de ahí de puntillas para darles privacidad.
-Ve con antifaz bebé, te ves más misterioso de esa manera.
Jimin acepto y Yoongi le ayudó a colocar el antifaz negro sobre sus pómulos.
Minutos más tarde Yoongi salía y tomaba lugar en la primera fila para ver la actuación de su chico.
Las luces del escenario se atenuaron un poco y la voz grave del JD sonó por todo el lugar.
-¿Se la están pasando bien esta Noche en el club más prestigioso de Seúl? -Gritó el hombre.
De inmediato un "SIII" general fue la respuesta.
-Está noche es especial porque ¿Qué creen? Tenemos de invitado especial al famoso gatito proveniente de las montañas de Rusia...
Otro grito sonó en todo el lugar haciendo retumbar todo.
-¡Kitty Miau!
Las luces comenzaron a parpadear como locas estromboscopicas por todos lados.
Jimin apareció en el escenario y todo el lugar se transformó, el peli-rosa cantaba con su voz de terciopelo y se movía con elegancia y desbordaba sensualidad con cada paso.
Sucio, nene uh-huh
¿Ves estos grilletes?, cariño, soy tu esclavo uh-huh
Dejaré que me azotes si me porto mal uh-huh
Es solo que nadie me hace sentir así uh-huh Adelante, vete con eso
A Yoongi casi se le salía el alma del cuerpo porque Jimin cantaba y lo miraba seductor, pasando sus manos por su cuerpo, tocando sus piernas, moviendo las caderas.
Era bastante obvio que le estaba dedicando la canción a él.
A un par de personas más a su derecha también había un grupo de hombres que sonreían como bobos y desnudaban a Jimin con la mirada.
Tenía que controlar sus celos de macho dominante para no salir y partirles las caras.
Mira estas caderas
Adelante, vete con eso
Me haces sonreir
Adelante, vete con eso
Adelante, niño
Adelante, vete con eso
Ven aquí, chico
Ven a la parte de atrás del
VIP
Sucio nene
¿Ves estos grilletes?, nene
Soy tu esclavo
Te dejaré azotarme si me porto mal
Es sólo que nadie me hace sentir así
Ven aquí, chico...
Los ojos de Jimin chocaban sacando chispas con los de Yoongi.
En definitiva, al llegar a casa iba a castigar a ese gatito escurridizo por la manera tan descarada en que lo estaba provocando.
Al salir del bar, Jimin y Yoongi iban para la Mansión Min ya que Kai estaba con Mino, tenían la noche para ellos.
Yoongi abrió la puerta de su automóvil mientras Jimin le dejaba las llaves de su motocicleta a Jungkook.
Yoongi le sostuvo la puerta para que pudiera entrar pero en la misma la cerró de un solo golpe haciendo resonar el eco el estacionamiento. Sus manos en puño demostraban lo enfadado que estaba.
Más allá su chico estaba siendo acosado por uno de los tipos del bar que lo había visto con demasiado interés.
-¿Entonces zorrita? ¿Vienes o no? Somos seis los vas a pasar rico bebé.
No esperó demasiado, sus manos agarraron al tipo del cuello de la camisa y lo arrojaron lejos para después estrellar un puño en su nariz.
-¿Quién mierda eres? -Habló con la voz ahogada por la sangre que salía de su nariz.
-¿Quién mierda te crees para insinuarle cosas a mi chico? -Respondió él con voz trémula.
El hombre escupió la sangre y soltó una carcajada, luego haciendo chasquear sus dedos dos veces salieron del otro auto varios hombres más, que sacaron sus armas para asustar a Yoongi.
Jimin rodó los ojos y Yoongi también sonrió negando.
Al instante varios hombres de Hoseok que cuidaban el bar estaban rodeando a los demás a quienes no les quedó más remedio que bajar sus armas pues lo superaban en número.
-Larguense jauría de perros sucios, este lugar no es para ustedes. -Habló Jimin sacando también su arma.
-Ahh, lo sospeche... Eres al que llaman Kitty Gang, esa arma es única en su clase... sólo él la posee.
Jimin sonrió orgulloso de sí mismo.
-Por supuesto, soy yo... ¿Quieres probarla si tanto te gusta? Es tan magnífica que ni vas a sentir dolor, es mas no vas a notar la bala en tu frente. -Respondió haciendo rodar su arma en la mano.
Los hombres no esperaron ni un minuto más y desaparecieron de ahí como por arte de magia. Más valía correr que morir a manos de Kitty Gang.
Yoongi soltó una carcajada al ver como huían despavoridos del lugar gracias a Jimin pero luego su rostro se contrajo cuando del otro lado del estacionamiento alguien los veía con asombro.
Sin poder creer lo que acababa de ver y oír.
-Oh mierda. -Oyó Yoongi como Jimin susurraba.
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