💛Capítulo 34
Yoongi no había dormido nada durante la noche y ahora creía que no dormiría nada por un periodo de días al rememorar en su mente la platica que tuvo con su padre o debería decir "¿tío?" Seokjin.
No se esperaba todo aquello aunque ya lo venía sospechando aún así enterarse de todo fue como haber recibido un valde de agua fría sobre su piel desnuda. Le dolió el pecho y no iba a negarlo pues la que creyó siempre su familia al final no lo era realmente ¿O estaba siendo egoísta?
Porque Seokjin fue un gran ejemplo para él, siempre lo cuidó y lo crió mejor de lo que lo hubiera criado Solar, ella tan indiferente y fría y él tan cariñoso y blando con él siempre. De Seokjin aprendió la bondad y ser generoso, de él aprendió a valorar a sus seres amados y a ser fuerte a pelear por sus ideales. Yoongi jamás se dejó influenciar por Solar por su iniquidad y su maldad y eso fue porque Seokjin siempre estuvo presente con él en sus días de niñez y en su adolescencia.
Seokjin lo amaba tanto que erróneamente creyó que al irse lejos de Solar estaba haciendo bien pero no tenía idea de todo lo que ella planeaba por detrás y de eso no tenía la culpa él así que Yoongi tampoco podía culparlo de su desgracia.
Entonces, en conclusión Seokjin era el único padre que él conocía y respetaba. Quien quiera que fuera su padre por consanguinidad —Lo cual realmente no le importaba— podía irse mucho al carajo. Solar podía irse mucho a la mierda ahora que sabía la verdad.
Y ahora estando ahí frente a la lápida de su verdadera progenitora decidió que Seokjin seguiría siendo un padre para él y punto y final.
"En memoria de Min Ha Neul, amada madre y hermana"
"Has dejado un vacío que nadie puede llenar. No son muchas en el mundo como tú y hoy la tierra está de luto por la pérdida de un ángel. Que descanse en paz hermanita.
Dejó las flores blancas que llevaba en la mano y se despidió de su madre, la real, la que según su padre peleó por tenerlo con vida hasta el último día y eso solo lo llevaba a pensar dos cosas: Su madre mereció vivir más tiempo y dos, Jimin era el vivo reflejo de Ha Neul. Porque también peleó hasta el último día por Kai, como un guerrero sin espada ni escudo, solo su coraje y su valentía de niño inmaduro y nada más. Eso le llevó a sentir un dolor inmenso en su pecho a la vez que sentía tanto orgullo por él, por su Jimin.
Y costára lo que costára iba a traerlo de vuelta, a casa. A su Park Jimin de antaño al amor de su juventud aquel que no fue corrompido jamás, aquel ángel bonito y sonriente lleno de alegría. Pelearia por él como no lo hizo antes, su jimin aquel que pedía a gritos en sus pesadillas que lo liberase, lo iba a liberar de aquellas sombras de su pasado que lo mantenían atado, lo haría cerrando cada una de sus heridas, iba a cicatrizar cada una poco poco hasta que todo ese rencor y odio que el joven retenía en su interior como parte de si mismo ya no estuviera más.
—Es una promesa doble mamá, salvando a Jimim de alguna manera estaré salvándote a ti.
Seokjin a su lado también dejo las flores rojas que él le llevaba y se sintió tan orgulloso del hijo que había criado.
—Sabes que me alegra de todo esto. —Habló finalmente cuando emprendieron el viaje de regreso a casa.
—¿Qué cosa hijo?
—Que aún conservo con orgullo el apellido de los Min. —Dijo altivo y soberbio haciendo reír a Jin.
—Me alegra que lo hayas tomado mejor de lo que creí Yoongi. Me dolería el corazón si te alejaras de mi, eres lo único que conservo de mi adorada Han.
Yoongi veía por la ventanilla del auto de su padre las pradera verde a punto de ser bañada con el sol matutino. Jamás podía alejarse de lo único que él conocía como familia.
—No sabes el peso que me has quitado de encima porque ¿A caso odiar a tu propia madre era una posibilidad? Sentía culpa por hacerlo, pero ya no más. Creo que has llegado con la verdad en el mejor momento.
Seokjin asintió.
Debía hacerlo era su deber porque tampoco iba a soportar que Yoongi cargara con un peso muerto, algo que no le correspondía a él.
—¿Vamos por Kai?
Yoongi asintió. A las nueve entraba al jardín infantil y debía de ir por él a la Mansión Kim.
—Jimin, él es un buen muchacho. Solo debes tener paciencia.
Yoongi le miró brevemente, entendía a la perfección a lo que se refería Jin. Debía tener mucha paciencia y constancia para traerlo de vuelta.
—Lo sé.
Al llegar a la Mansión Kim el portón electrónico les dejó pasar tras identificarse debidamente.
Cuando Jin estacionó en uno de los espacios vacíos en el porche de la gran casa se bajaron para poder ir por Kai.
La puerta se abrió de inmediato y una ama de llaves los reverenció para guiarlos hasta adentro.
—El joven amo Kai desayuna con la familia. Pasen adelante.
—¿Joven amo? —Susurró Seokjin a Yoongi quien solamente encogió sus hombros y siguieron adelante.
Al llegar al comedor principal pudo ver a su hijo sentado comiendo unos Wafles con frutos rojos encima y fruta picada con miel. Levantó la vista al verle llegar.
—¡Papito Yoonie! ¡Jinjin!
El menor se bajó de su silla y salió su encuentro tirándose a los brazos de su padre que lo recibió calurosamente.
Yoongi dio una rápida mirada Jimin estaba sentado mirándolo fijamente sin ninguna expresión en su fino rostro, a su lado Jungkook lo fulminaba con la mirada y Hoseok analizaba la escena.
—Buenos días y buen provecho. —Habló Jin haciendo una reverencia.
El único que respondió fue Hoseok.
—Ven a comer con nosotros papi. Dosita me dejo escoger el desayuno hoy.
Yoongi sonrió incómodo, pues no parecía ser bienvenido ni invitado a desayunar.
—No campeón, esperaré en la sala ve a comer.
Kai se bajó de sus brazos algo cabizbajo y se volvió a su sitio a terminar de comer.
Yoongi guió a Jin a la sala de estar y se sentaron a esperar a que su hijo terminase de comer.
Pronto el bullicio y ruido de sillas arrastrándose le hizo saber que ya habían acabado. Y así fue, el pequeño corrió hasta ellos y se sentó en el regazo de Jin.
—Jinjin te estañé, pero dormí bien aquí. —Dijo bajito con sus mejillas abultadas.
—Oh pequeño bribón, me alegro que lo hayas pasado bien.
Jimin llegó hasta ellos y se plantó frente a Yoongi entregando las cosas del pequeño, su ropa anterior ya que le había enviado a comprar una muda de ropa nueva para dormir y ahora el pequeño estaba listo para ir al jardín infantil.
Yoongi tomó la bolsa con ropa ya no sería necesaria la que él le llevaba.
—¿Cómo estás? —Preguntó un poco nervioso al peli-rosa.
Lo analizó con cautela ya que no sabía de que humor se encontraba.
—Bien gracias por preguntar. —Respondió con simpleza.
Yoongi asintió acercándose un poco solo lo suficiente para poder decirle algo que solo él pudiera escuchar.
—¿Estarás libre esta noche?
El peli-rosa elevó una de su cejas dibujando una sonrisa ladeada sin dejar de mirar al pelinegro.
—¿Me estas invitando a una cita después de dejarme de niñera?
Yoongi resopló negando también soltó una suave risita.
—¿Lo estarás si o no?
—Para ti siempre estoy ocupado Agustín no te molestes. —Soltó acomodando su cabello hacia atrás recargando su cuerpo sobre la pared.
—OK perfecto, si estarás en Le Fleur iré por ti.
Jimin rodó los ojos luego desviando la mirada hacia arriba donde su padre Nam se asomaba por las escaleras.
¿Cuándo llegó? Ni lo había notado.
—¿Padre?
—¿Papá que haces aquí? No avisaste que vendrías.
Era Hoseok quien se acercaba hasta el pie de la escalera al ver a su progenitor bajar lentamente la escalinata de madera fina.
—Ah perdón fue un viaje de último momento así que no pude avisarle a nadie. ¿Cómo están ustedes?
Bajo y recorrió con la mirada a todos los presentes y sus ojos se detuvieron en el pequeño que jugaba en el regazo de Seokjin.
—¿Y este bebé tan guapo de donde vino?
Kai dejó de jugar y se abrazó a Jin escondiendo su rostro algo asustado.
—Kai cariño saluda. —Pidió Jin tomando al pequeño por los hombros.
—No déjalo Jin, es normal que no me tenga confianza jamás me había visto. Creerá que soy un tipo malo.
—Lo eres. —Respondió Jin.
Namjoon sonrió con gracia y a Seokjin se le tiñeron sus mejillas de rojo.
—¿Un momento? ¿Lo conoces? —Preguntó Yoongi mirando a su padre.
—¿Se conocen papá? —Está vez había sido Jungkook quien preguntó con su entrecejo fruncido por la duda y curiosidad.
Nam le dedicó una mirada a Seokjin y ambos asintieron.
—Digamos que Yoongi pudo haber sido mi hijo también. —Respondió ganándose la mirada asombrada de todos. —Pero no quiso.
—Basta Nam por favor. —Pidió Jin con su rostro más rojo que antes.
—¿O sea que...
Yoongi estaba en Shock, no sabía que su padre tuviera preferencias distintas, a este punto no sabía nada de nada. Quizá lo que vivía ahora mismo tan sólo era producto de alguna esquizofrenia suya.
—Quiere decir que casi somos hermanos todos ¿Qué loco no? Yoongi, Jimin , JK somos casi hermanos bien dicen que todo queda entre familia —se burló Hoseok.
—No le veo lo gracioso. —Murmuró el azabache.
Ahora estaba más lejos la posibilidad de sacarse de encima a Yoongi para poder intentar algo con Jimin.
—¡Hey hola Bro! —Comenzó a bromear Hoseok palmeando la espalda de Yoongi.
—No gracias, yo no le hago Al incesto. —Respondió mirando directamente hacia el peli-rosa.
Jimin simplemente le sacó el dedo medio aprovechando que Kai seguía escondido en el pecho de Jin.
—Ya quisieras. —Susurró a penas audible.
—Bien, que bonita reunión familiar pero Debemos llevar a Kai Al jardín.
Yoongi asintió en acuerdo con su padre y tomó las cosas del pequeño junto a su mochila.
—Aquí esta su comida. —Jimin entregó a Yoongi la lonchera del pequeño.
Jin y Yoongi se despidieron de todos y al salir Jimin se paró a la puerta donde Kai no quería despedirse del peli-rosa.
—Ve pequeño, debes ir con papá.
—Pero quiero a Dosita. —Lloriqueó.
Jin miraba la escena enternecido, jamás se imaginó que el padre de Kai era aquel chiquillo castaño risueño y alegre que pasaba todo el tiempo pegado a su hijo en la secundaria. Era increíble, pero no imposible. Él mismo había visto las miradas llenas de amor que los chicos se dedicaban cuando llegaban a casa. Amor que fue abruptamente interrumpido y se culpaba de no haber hecho nada.
—Si quieres ir con Yoongi puedes.
Yoongi volteó a ver a su padre y Jimin abrió sus ojos asombrado ante la proposición.
—Ve, me iré a casa.
—O puedes quedarte a beber café conmigo. —Propuso Namjoon.
Jin le miró y negó con una fina sonrisa en sus labios.
—Sólo uno. —afirmó y entregó a Kai a Jimin quien feliz lo recibió en sus brazos.
Yoongi comenzó a caminar hacia el auto de su padre y abrió la puerta para que Jimin y Kai entraran. Todo ello le parecía a Jimin tan irreal era casi como lo había soñado muchas veces.
Casi...
Porque en sus sueños él amaba a Yoongi y Yoongi lo amaba a él y todo era maravilloso sin odios ni rencores.
—Bien cariño ponte en cinturón. —Susurró Jimin al pequeño mientras le ayudaba.
Yoongi miraba todo aquello por el retrovisor en silencio, deseando que todo fuera diferente y que Jimin, Kai y él fueran una bonita familia.
El trayecto fue divertido porque kai pidió a su papá Yoonie que le pusiera música infantil en el reproductor del auto y Jimin comenzó a burlarse de él diciéndole que eso no iba con su perfil de Mafioso.
Al llegar a la institución, Jimin se encargó de bajar a Kai mientras Yoongi estacionaba y luego se unió a ellos.
—¿Te vele después Dosita? —Preguntó el niño mientras se aferraba al cuello del peli-rosa.
—Quizá cariño. Por ahora ve con tus amiguitos y diviértete mucho.
El pequeño asintió dejando un beso en la mejilla de Jimin el cual sintió su piel quemar ante tan bello y lindo gesto que sintió como una caricia a su lastimado corazón.
—Te quielo. —Dijo antes de estirar sus brazos hacia Yoongi.
Jimin le dejó al pequeño y se dio la vuelta rápidamente para ir al auto.
—También te quielo papi.
—Yo también a ti campeón. Anda divierte.
Kai asintió y entró corriendo directo hacia un pequeño que le tendía la mano.
Yoongi volvió enseguida al auto y vio que Jimin estaba recostado en la puerta con su rostro gacho.
—¿Estás Bien? —Preguntó acercándose lentamente.
Estiró una mano para tocar sus mechones rosas que caían sobre sus ojos, Jimin se apartó desviando la mirada hacia otro lado.
Estaba llorando cuando Yoongi llegó.
—Claro Agustín, estoy bien no te fijes en mi.
Yoongi se mordió la lengua para no insistir más. Podía hacerse una idea de lo que pasaba por la cabeza del menor en ese momento y de lo que estaba sintiendo.
Tantos años creyendo muerto a su hijo por el que había luchado tanto y ahora la realidad le caía encima con un peso que no podía sostener él sólo. Pero no quería ayuda y eso era lo que a Yoongi le preocupaba.
—Pasaré por ti en la noche. —Dijo cuando ambos ya estaban dentro del vehículo.
Jimin no asintió ni negó, no quería nada en ese momento, solo escapar de ahí, huir de todo ese torbellino de emociones que estaba sintiendo. No quería si quiera pensar en nada.
Todo era nuevo para él y tenía miedo y no quería admitirlo.
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