La oscuridad profunda envolvía aquel cuerpo pequeño y frágil totalmente, se movió un poco mientras parpadeaba tratando de acostumbrar sus párpados pesados a la espesura de la habitación en penumbra. 

     —Aauch, ¿en donde... —Su voz salió lastimada, por alguna razón le dolía la garganta.

Su  cabeza también le dolió en cuanto se movió para sentarse sobre esa cama, ahí fue que se dio cuenta que conocía bastante bien aquella cama, era la suya y esa era su habitación. 

Trató de acomodarse mejor mientras miraba a su alrededor cuando una mano lo volvió a empujar hacia abajo.

Se asustó por lo repentino del movimiento en su cuerpo. 

     —Shhh cariño debes descansar.

Esa voz la conocía también pero no entendía que hacía en su habitación, en su casa.

Se llevó las manos a la cabeza para tratar de recordar hasta que lo logró y su corazón saltó del miedo repentino que lo invadió.

     —P-papá... ¡Mi papá! ¿D-DONDE ESTÁ MI PAPÁ! —Gritó.

El dolor en su garganta finalmente supo a que se debía, el grito desgarrador que había soltado al ver a su padre desangrarse.

     —¿Qué hago aquí? ¿Dónde está mi papá? —Volvió a preguntar.

     —Ya cielo, cálmate yo se que esto es algo fuerte para ti y que probablemente te estés culpando de la muerte de tu padre...

     —¿M-muerto? ¿MI PAPÁ ESTÁ MUERTO? —Gritó Jimin de nuevo volviéndose a incorporar en la cama.

Ella asintió volviendo a empujarlo.

     —Fue algo fatídico e inevitable pequeño pero no es culpa tuya el quiso defenderte, grabatelo, quiza sientas que es culpa tuya pero no lo es...

De alguna manera aquello que la mujer le hablaba al joven Jimin se le iba quedando grabado en la memoria.  Comenzó a llorar sin parar recordando todo, para empezar su padre no debía haber ido ahí si él no le hubiese contado nada. Si, ella tenía razón era su culpa. ¡Todo era su culpa!

     —P-papá, lo lamento tanto,  es m-mi culpa. —Lloró.

Min Solar sonrió satisfecha, no había mejor manera de manipular a alguien dolido de forma  tan sencilla.

     —¿Dónde está él?—Preguntó limpiando sus lágrimas con la manga de su suéter. 

Luego pasó sus manos hasta su vientre acariciando ahí suavemente y Min Solar no perdió detalle en ello. Si ese niño era de verdad su nieto algo debía hacer al respecto. 

     —Se han llevado su cuerpo al crematorio, veras cariño no queremos que esto lo sepa la policía o podrían acusarte del causante de todo. —Explicó ella fingiendo la preocupación, bien sabia ella que eso era estúpidamente imposible que pasara. Nadie podía acusar al menor del causante de algo como eso. —Tú debes de irte lejos, huye si no quieres tener a ese bebé en prisión.

El miedo le invadió por completo acaparando cada poro de su piel, ¿En prisión? ¿Con su bebé en prisión? Eso no podía ser.

     —P-pero mi papá... yo no tengo tengo donde ir. —Soltó ya con sus ojos bastante hinchados de llorar y su garganta seca.

     —Yo te ayudaré, te iras con Yoongi cariño.

Jimin de inmediato levantó la vista, ¿Podía ser eso posible?

     —Pero... ¿No iba a casarse?

     —Si le dices lo que ha pasado creo que él se dará cuenta que es contigo con quien debera estar. Así que prepara una maleta, pequeña ya que no mecesitaras mucho, estando allá él te compará lo necesario yo misma le diré. Anda date prisa,  esperaremos afuera para que te lleven en el Yet de la familia. 

La mujer se levantó para irse, Jimin sólo podía ver su silueta debido a la oscuridad de su habitación.

     —Gracias señora Min.  —Balbuceó levantándose.

La mujer sonrió saliendo por fin dejandolo sólo, ni si quiera se le permitió llorar en tranquilidad la muerte fatídica de su padre pues ahora debía huir del país, lo único bueno era que iría con Yoongi. 

Lloró en silencio lágrimas agridulces por su padre y por qué pronto estaría él y su futuro bebé con el amor de su vida. Hizo la maleta que la mujer le pidió hacer, con tan solo una mudada de ropa, y algunos pocos objetos y una fotografía de él junto a su padre donde los dos posaban para la cámara.

Luego salió de su habitación y fue a la de su padre, aspirando el aroma de Park Song MinHo por última vez, tocó las mantas en su cama. ¿Cómo pasó eso? ¿Por qué mierda no se pudo callar o al menos mentirle sobre quien era era padre de su bebé?

¡Su culpa!

¡Todo era su culpa!

Volvió a llorar mientras se abrazaba a la almohada que su padre solía usar, luego busco en el armario una de las chaquetas de su padre y se cubrió con ella, para él era como sentir un abrazo de su padre.

Salió de la habitación recorriendo por última vez su casa, humilde y bonita donde había crecido 15 años con aquel hombre que lo sacrificó todo por él.

Al salir a la calle efectivamente afuera estaba la camioneta negra que solía usar Min Solar para transportarse junto a sus guardaespaldas. 

Le abrieron la puerta y él entró sin dejar de ver su  casita, volvió a llorar en silencio mientras se alejaban de ahí.

Lo llevaron hasta el aeropuerto donde lo estaba esperando el Yet privado.

     —Ten estos papeles, son falsos con ellos podrás pasar sin problema porque aun eres menor de edad.

Jimin tomó los papeles que ella le daba leyendo de prisa su nueva identidad. Kim Jeihyun de 18 años.

     —Al llegar allá te estarán esperando para llevarte con Yoongi.

Jimin asintió y dejó que lo guiaran a donde debía ir. Lejos de donde era feliz, lejos de su padre.

Todo lo demás fue rápido,  abordó aquel yet y cuando sintió ya iba en el aire al encuentro de su nueva vida y de su amor, su Yoongi.  O eso creía él.

Se quedó dormido y cuando despertó tardó en reconocer donde estaba. Solo un guardaespaldas iba con él y en toda la trayectoria no le habló ni nada.

Ni siquiera sabía a qué país se dirigía, el vuelo le pareció demasiado largo porque volvió a dormirse, acariciando siempre su vientre donde también descansaba su pequeño futuro bebé.

Era increíble pero ya lo amaba con toda su alma, su pequeño pedacito de él y de Yoongi. 

Tiempo después supo que habían llegado ya era otro día por supuesto así que no se asombro al ver que era de noche aún donde estaba llegando. 

     —Ven por aquí.  —Le indicó el guardaespaldas finalmente. 

El Jovencito lo siguió por todo el camino hasta bajar por una rampa, ya había otra camioneta esperándolo. El guardaespaldas cruzó unas palabras en Ruso con el conductor y luego volvió a abordar el yet.

Jimin esperó alguna otra indicación y el chofer le hizo la seña de entrar al automóvil lo cual hizo rápidamente.

Iba feliz y aún triste por los últimos acontecimientos, pero sentía que todo iba a estar bien de ahora en adelante al lado de Yoongi.

El viaje en carretera no fue demasiado largo, cuando vio frente a él una Mansión bastante grande y bonita, las rejas se abrieron para dejarle paso al auto.

Estacionaron y el chofer le indicó que debía bajar.

Afuera había un  hombre esperándolo y cuando Jimin se acercó éste le sonrió.

     —Tú eres Kim Jeihyun. —Dijo el hombre en un coreano bastante malo.

Jimin asintió temeroso un poco.

     —Ah que bonito eres, no mintieron cuando dijeron que vendría uno bonito. Adentro, adentro que debes instalarte.

Jimin no se movió, él quería saber donde estaba Yoongi.

     —¿Dónde está Min Yoongi señor? —Preguntó con la voz temblorosa.

El hombre lo ignoró tomándolo del brazo para llevarlo adentro. 

Jimin vio que adentro la Mansión era bastante amplia,  había una puerta a un costado que estaba custodiada por dos hombres bastante altos y armados, tembló del miedo. 

El hombre lo condujo hasta arriba cruzando por las escaleras y le abrió una habitación. 

     —Por ahora te quedaras en esta habitación de lujo y depende de como te portes será tuya siempre si no obedeces iras con el resto a las mazmorras.  —Habló con voz fuerte y dicho eso cerró la puerta.

     —¡Espere señor... —Ya no lo escuchó,  trató de abrir la puerta pero esta tenía pasador por afuera.

Se abrazó asi mismo mirando la habitación,  era de lujo pero él sentía tanto miedo y soledad ahí, quería ver a Yoongi ¿Dónde estaba?

Dejó su pequeña maleta sobre la cama y se acurrucó ahí esperando a que alguien llegase a hablarle para darle indicaciones de como hacer para poder ver a Yoongi. 

Pasaron varias horas hasta que la puerta se abrió de nuevo y el mismo hombre entró.

Jimin se levantó de inmediato y el hombre le sonrío entregándole una bolsa con ropa.

     —Ve a la ducha y luego ponte esto. El Señor te quiere conocer.

     —¿Señor? —Titubeó.

     —Cállate y apresúrate.

Jimin tomó la bolsa y fue al baño que le indicó el hombre, luego de darse una ducha rápida miró en la bolsa, era una ropa bastante extraña, un short bastante corto y una  camiseta, una chaqueta de cuero y botas también de cuero.

Le pareció bastante extraño pero aun así se vistió por temor a enfadar a ese hombre de afuera o al que llamaban "Señor"

Tembló de frío cuando salió de ahí.

     —Ah eres muy bonito Kim Jeihyun... al Señor le vas a gustar mucho. 

Jimin se estremeció por completo.

     —¿Dónde está Min Yoongi? —Volvió a preguntar. 

     —¿Hablas del hijo de la Señora? Él no está aquí.  —Se burló.

     —¿N-no está? P-pero ella dijo que...

     —Haz silencio no tienes permitido hablar con nadie sin autorización. 

El hombre le tomó del brazo y bajaron de nuevo por la escalinata hasta aquella puerta donde  estaban los guardias que vio al principio, les hizo una seña y ellos se apartaron para abrir la puerta.

De inmediato la boca de Jimin cayó al piso era un túnel con luces de neón y al fondo había otra puerta custodiada. Al abrir se dio cuenta que estaba en uno de esos clubes nocturnos, había un escenario, un tubo se pole dance, música a alto volumen, luces parpadeantes y humo, y predominaba el aroma a cigarrillo y licor.

Habían varias chicas que parecían muy jóvenes quiza unos 20 años casi desnudas atendiendo mesas, y otras bailando en aquel tubo. 

El hombre que llevaba a Jimin del brazo lo empujó hacia otra puerta y cerró tras él.

En la habitación había una especie de oficina, una gran silla negra estaba frente a él ocupada por un hombre que daba miedo. Sonrió al verle de pies a cabeza. 

     —¿Con que tú eres la nueva adquisición? Eres toda una hermosura. ¿Cuantos años tienes? ¿18?

Jimin negó rápidamente. Quizá si decía que tenía menos lo dejarían ir sin hacerle daño.

     —T-tengo 15. —Dijo bajito.

El hombre soltó un silvido con sus labios y sonrió.

     —Eso lo hace más interesante. ¿Sabes bailar?

Jimin negó.

     —Bien no importa le diré a Lisa que te enseñe. Ahora  atrás, seré el primero en probar la mercancía.

Jimin se tensó, ¿Mercancía?

     —S-señor Yo sólo quiero ir con Y-yoongi por favor... me dijeron que iría con él.

El hombre soltó una carcajada que le hizo a Jimin erizar los vellos de su cuerpo. 

     —Tú eres mercancía Kim Jeihyun,  ¿Qué crees que es este lugar? ¿Un complejo vacacional? —Volvió a reír socarronamente. —Es un prostíbulo disfrazado de club nocturno,  pagarán muy bien por acostarse contigo. Así que vamos a ver, necesito inspeccionar lo que voy a vender.

Jimin comenzó a llorar sin mover un sólo músculo.

     —La señora Min Solar me dijo que vendría para reunirme con Yoongi. —Chilló de impotencia.

     —Min Solar.. Ah si.. mi socia. Ella misma te envió y muy bien recomendado pequeño.  Estarás bien aquí conmigo.

Jimin negó,  eso no podía ser verdad, ella no pudo venderlo así. ¡Estaba en cinta! Tendría un bebé de si único hijo. 

     —No... por favor...

     —Ya Cállate y vamos.

El hombre lo tomó a la fuerza y lo llevó atrás a un cuarto más escondido y ahí lo abusó varias veces a pesar de los lloriqueos y la insistencia de Jimin en que lo dejase en paz pero eso a penas era el comienzo para él.

La vida le estaba castigando por algo que ni si quiera habia cometido, por amar a alguien equivocado, Por ser tan inocente y bueno... la vida lo castigaba por ello. Acababa de perder a su padre y ahora se había convertido en un juguete sexual, en un prostituto y él solo temía por la vida de su bebé.

Mientras tanto en otra parte del mundo, Jin esperaba a que él portón electrónico se abriera para darle paso cuando un auto se estacionó frente a él y un hombre joven bajo para hablarle.

     —¿Disculpe? ¿Él señor Min?

Seokjin asintió con el entrecejo fruncido.

     —Señor, soy policía y estoy buscando a mi hijo... se llama Park Jimin y a mi pareja Park Song MinHo... están desaparecidos y el último lugar al que vinieron fue aquí, ¿Usted sabe algo de ellos?

Seokjin negó pero le intrigaba el hecho de que el amigo de  Yoongi estuviese desaparecido. Estaba tentado en llamar a su hijo para comentarle pero su mujer seguramente se enteraría.

Después de decirle que no sabia nada y entrar a casa se topó de frente con Solar.

     —Amor veniste temprano. 

Seokjin asintió dándole un beso a su esposa.

     —Si, acabé rápido, por cierto afuera había alguien preguntando por Jimin el amigo de Yoongi y su padre... ¿Sabes algo?

     —¿Alguien? —Preguntó ella con interés.

     —Si un policía. 

Min Solar suspiró ¿A cuantos más debía desaparecer ahora?

     —Oh no querido  no se sobre ellos.

Seokjin arrugó la frente pensativo.

     —Por cierto ¿Qué pasó con ese ladrón que quiso asaltarte y le dispararon? —Preguntó de manera inocente.

     —Ah, ese hombre está en el hospital pero parece que la bala le daño el cerebro y a perdido la memoria,  ¿Puedes creer que dice que es policía? Lo llevarán a un manicomio. 

     —Oh vaya que cosas. —Murmuró Seokjin.

La mujer sonrió satisfecha,  las cosas siempre le salían a pedir de boca.