Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

💛Capítulo 29

Yoongi y Taehyung estaban en la puerta que daba a la sala,  Kai aún no se despedía de Jimin por eso no se habían podido ir pero el pequeño parecía que estaba tan cómodo en presencia del peli-rosa que no quería irse. 

Ya había pedido 5 minutos más por tercera vez consecutiva  hacia como media hora.

     —Hyung creo que el pequeño presiente que está con alguien especial por eso no se quiere ir.

Yoongi miró en dirección de aquel par que jugaban a las carreras en la consola sentados en la alfombra.

Sonrió, no quería separarlos no aún, no cuando Jimin a penas estaba teniendo acercamiento con su hijo perdido.

     —Creo que deberíamos irnos nosotros Tae.

El pelirrojo asintió y entonces Yoongi se encaminó hacia la sala, las suaves risas de Kai se combinaban con las de Jimin y Yoongi tuvo un Deja vu.

Esa sonrisa era la que solía regalarle a él cuando en su habitación pasaban horas abrazados mientras trataban se resolver algún problema de matemáticas y Yoongi no paraba de hacerle cosquillas y al final la tarea terminaba olvidada.

De inmediato el deseo de volver a aquella época le envolvió. Pasar las tardes tirados en el piso de su habitación, fugarse del instituto para ir al centro comercial a jugar en los salones de video juegos, regresar caminando y pasarse por el parque que estaba cerca de la casa de Jimin, a veces iba a dejarlo hasta su casa y a veces Jimin se quedaba con él en la Mansión porque sabía que su padre tenía turno en la noches en la estación.

Suspiró con nostalgia ya que esas bellas sonrisas no le serían dedicadas a él,  ni todos esos momentos iban a volver, ya no más.

De repente algo le hizo clic en su cabeza, un pequeño detalle que habían pasado por alto, al menos él lo había pasado por alto ahora que ya sabía toda la verdad de boca de Jimin.  Y tenía algo que hacer al respecto. 

     —Kai campeón ahora si es momento de irnos.

La voz del pelinegro les hizo voltear a ver.

     —Papito shinco minutos más pol favol. ¡Dosita y yo estamos jugando!

     —Cariño creo que tu amigo Rosita también ya va ir a dormir. 

El pequeño hizo un puchero que derritió el corazón de los dos mayores y acto seguido hizo algo que paralizó a Jimin sujetándose a su cintura.

Jimin extendió una mano para acariciarle los cabello al pequeñin.

     —Papito Yoonie...

Yoongi lo intento pero al parecer llevaba las de perder así que suspiró derrotado.

     —¿Te parece bien que venga por ti mañana? No creo que a tu amigo Rosita le moleste. —Sus ojos viajaron hasta el peli-rosa.

Jimin asintió mientras se ponía de pie.

     —Por supuesto que no me molesta.

     —Pero papito ¿tu no te vas a quedar con nosotlos? ¡Quedate pol favol shi!

El nombrado soltó un largo suspiro y negó colocándose de rodillas para alcanzar los hombros de su pequeño.

     —No cariño yo...tengo cosas que hacer.

El niño asintió cabizbajo, estaba feliz de poder jugar más con su nuevo amigo pero él quería que su papito Yoonie se quedara con ellos también y eso le ponía triste porque quería estar con los dos.

     —Quédate Yoongi.

Yoongi se sorprendió al escuchar al peli-rosa decirle aquello, en estas circunstancias jamas pensó que le pediría algo como eso.

     —No quiero molestar, no creo que deba o sea buena idea.

     —¡Pol favol papito Yoonie!

Su pequeño se aferró a él con fuerza para impedir que su padre se pusiera de pie. Deseaba con todo el corazón que estuvieran los tres juntos.

     —Está bien, iré a decirle a Tío Taehyung que me voy a quedar.

Yoongi se alejó de nuevo para ir a donde Tae quien distraído  revisaba su teléfono celular. 

     —Tae, voy a quedarme aquí con Kai y...

El mayor ya no pudo terminar porque Tae ya esbozaba una gran sonrisa y elevaba sus cejas sugestivamente.

     —No te hagas ideas Kim, sabes que Kitty Gang me odia con todo su ser. —Suspiró. —No se que más hacer para que me perdone.

El menor negó y posó una de sus grandes manos sobre el hombro derecho de Yoongi.

     —Hyung,  tú ya has hecho mucho,  ahora es cosa de él intentar acercarse  a ti, deja de suplicarle,   deja  que él venga hacia ti.

Yoongi elevó una ceja incrédulo.

     —¿Y si viene con un hacha? ¿O con una guillotina?

Taehyung comenzó a reír y Yoongi también llamado la atención de Jimin, dando una rápida mirada a los dos pero la apartó de inmediato.

     —Bien Hyung yo no tengo más que hacer aquí, nos vemos mañana en la empresa, jefe.

Yoongi asintió y después de despedirse de Taehyung volvió al lado de Jimin y de Kai quien ya volvía a estar tirado panza abajo sobre la alfombra y jugaba con la consola.

     —Pediré que preparen la habitación de huéspedes. ¿O prefieres el calabozo Agustin?

Yoongi apretó sus labios, ahora resulta que estar a solas con él le ponía incómodo.  Irónico.

     —Dormiré donde sea. —Murmuró acercándose a Kai y sentándose a su lado.

Jimin suspiró y se alejó de ellos para ir a llamar al personal para tener lista la habitación para Kai y Yoongi.

Los dos invitados se quedaron un momento a solas mientras Kai le entregaba el otro control para que  jugara con él.

Se pasaron unos minutos así entretenidos los dos.

     —¿Te gusta Dosita papi? —Preguntó de pronto Kai  sin dejar de ver a la pantalla y tomando totalmente por sorpresa a su padre.

Yoongi sintió que sus ojeras se ponian coloradas porque su hijo le preguntase eso, quizá era demasiado obvio. Quería decirle que Rosita era su padre, que era Jimin,  ese Jimin del que tanto le hablaba desde que el pequeño tuvo uso de razón. Pero esa decisión de decirle la verdad no era suya.

     —¿Por qué preguntas eso campeón? —Dijo evadiendo la pregunta  

El pequeño puso en pausa el juego y se volteó para poder ver a su padre a los ojos.

     —Losh vi cuando se besaban. —Respondió bajando la voz hasta convertirla en un Susurro y jugaba con sus deditos como si estuviese diciendo algo muy malo mientras que  sus mejillas se pintaban de rojo.

Yoongi no pudo evitar soltar una risita divertida recordando el suceso en el pasillo de arriba.

     —Si campeón Rosita es muy lindo ¿No lo crees?

El pequeño asintió inmediatamente dibujando una sonrisa en sus labios.

     —Shon novios. —Afirmó Kai aplaudiendo.

     —No, no es así pequeño ¿por que lo dices?

     —Mi amigo Kyung Soo dice que los novios se beshan. Que su mami y su papi son novios.

Yoongi acaricio los cabellos de su pequeño,  enternecido por las preguntas que le hacía, pero decidió no asentir porque Kai era un pequeño que aún no entendía ni entendería nada sobre relaciones ni noviazgos, ni decepciones amorosas ni nada. ¿Cómo le iba a decir que él y Rosita se amaban hace tiempo y por ello nació él y que ahora todo era diferente?

Sintió un piquete intenso en su pecho.

     —Mmm los papis de Kyung Soo tienen mucha suerte. Quizá un día a  Rosita le pida que sea mi novio.

Kai sonrió dejando ver sus encías como Yoongi, iluminando todo su pequeño rostro.  A él le haría feliz ver a su padre con Rosita y no con Irene. Irene era mala.

     —Le diré que diga que si.

El pequeño aplaudió fugazmente mientras sonreía.

Jimin había escuchado toda la conversación de padre e hijo así que había optado por intervenir antes de que la platica se volviera más sería.

     —Listo Agustín, tu habitación y la de Kai está lista. La cena estaba casi servida. ¿Vamos?

     —¡Dosita! —Kai extendió sus bracitos para que el peli-rosa lo sostuviera en sus brazos.

Jimin aceptó de inmediato alzándolo y envolviendolo en un gran abrazo.

     —Kai estas grande puedes caminar. —Observó Yoongi pero no era un regaño.

El pequeño hizo oídos sordos a su padre y dejó que Jimin lo llevase cargado hasta el comedor y luego lo colocó en su asiento.

     —Bien, como no se que te gusta comer en realidad pedí que prepararan un poco de todo. Tienes carne a la plancha, huevos, fideos, verduras, Ramyeon, fruta, pastel de postre... puedes comer lo que desees pequeño. Hay de tres sabores, de chocolate, fresa y crema y de manzana. —Jimin dirigió una mirada a Yoongi quien seguía parado detrás de ellos.  —Toma asiento Agustín ¿O esperas volverte árbol?

Yoongi bufo rodeando la enorme mesa y finalmente tomando asiento al lado de Kai. Los demás  Kim solamente los observaban desde sus asientos con una extraña mirada en sus rostros.

Yoongi se sentia extraño en esa situación porque sabía que no era bien visto antes los ojos de ningún Kim pero eso no le hacía agachar la cabeza porque nadie sabía nada de él así que no podían juzgarlo.

Esa noche Jimin supo que a Kai no le gustaba el brocoli igual que  a él y que amaba comer carne y Ramen  y que las mandarinas eran sus favoritas como Yoongi. Que  debían cortarle en trozos pequeños su carne, y vio como Yoongi lo hacía con cuidado y parsimonia. También supo que su postre favorito era la ensalada   de melocotón con arándanos y cerezas con yogurt y su pastel favorito era el de fresas con crema. 

Supo que antes de acostarse bebía un vaso con agua azucarada y que su papito Yoonie aún le lavaba los dientes.

     —¿Dosita me cuentas una historia? —Preguntó el pequeño metido ya en las sábanas.

Jimin miró primero a Yoongi y luego asintió no muy convencido porque no sabia como contar historias es más ni si quiera sabía un puto cuento, a penas se acordaba los que su difunto  padre le contaba cuando estaba pequeño.

     —Claro si quieres cariño. 

     —¿Te metes conmigo aquí?

Kai le estaba haciendo un espacio en la gran cama para que el peli-rosa pudiera acostarse.

     —Mmm no creo que sea buena idea bebé.

     —¡Pol favol! —El pequeño había juntado sus manitas.

Yoongi tomó suavemente del brazo al peli-rosa y lo alejó un poco, Jimin se dejó arrastrarar pero de inmediato se quitó el agarre de Yoongi.

     —Quédate con él en la cama si deseas no me molesta.

     —¿No estoy invadiendo de pronto todo su espacio personal? —Preguntó evitando la mirada penetrante de Yoongi. —Además  no esperes que voy a dormir de pronto contigo.

     —¿Estás loco? Lo acabas de recuperar hoy, estás estás todo tu derecho además... tengo algo que hacer. Puedes quedarte con él esta noche.

Jimin arrugó en entrecejo queriendo evitar sentirse curioso pero definitivamente no pudo evitar hablar.

     —¿Saldras con alguien y me dejaras como su niñera? Claro lo debí suponer. —Sonrió tratando de sonar casual.

Aunque en verdad por dentro tenía curiosidad de saber a donde iría el pelinegro.  Eran casi las nueve ¿A donde iría a esas horas?

     —Algo así.

     —¿Cómo iras a donde sea que vayas? Tu auto no lo traes contigo. 

Yoongi se encogió de hombros restandole importancia a ese pequeño detalle.

     —Taxi supongo o a pie da igual. Vendré por Kai temprano para llevarlo al Kinder.

Se alejó unos pasos para ir a donde su pequeño pero ahora era la mano de Jimin la que sostenía su brazo.

     —No te voy a hacer nada Agustín, si es por eso que no te quieres quedar.

Yoongi soltó una risita nasal antes de negar.

     —Hay algo importante que debo resolver esta noche.

Jimin terminó por encogerse de  hombros y entonces Yoongi se acercó a Kai a dejarle un beso en la frente.

     —¿A donde vash papito? ¿No te quedarás con nosotros?

     —Claro bebé.  —Susurró Yoongi metiéndose entre las sábanas y abrazando el pequeño cuerpo de su hijo quien complacido se acomodó.

Jimin estaba parado frente a la cama totalmente indeciso sobre lo que tenía que hacer ahora. Yoongi ya había comenzado a contarle una historia a Kai así que armandose de valor también se acomodó del otro lado de la cama y rápidamente los bracitos de Kai lo rodearon.

El peli-rosa sintió una calidez extraña  en su pecho  en cuando las pequeñas manos lo abrazaron, algo que hacía tiempo no podía sentir, un momento que quizo inmortalizar en su mente y en su corazón.  Aún no estaba listo para decirle la verdad a Kai pero en cuanto lo hiciera se aseguraría de tenerlo consigo siempre.

     —¿Dosita me coontaras una historia? —Preguntó.

Jimin se mordió el labio.

     —En realidad no soy bueno con las historias cariñito pero... ¿Te parece una canción? En eso si que soy bueno.

El pequeño asintió y entonces Jimin se acomodó y se aclaró la garganta y comenzó a cantar una suave melodía que su padre le cantaba a él. Kai de inmediato comenzó a caer rendido porque esa era la melodía que en sus sueños su papito Jimin le solía cantar porque inconscientemente dentro de su pancita la oía susurrarla.

Yoongi también por su parte tenía sus ojos cerrados y sus brazos bajo su nuca  escuchando la bella y melodiosa voz del peli-rosa con una bonita sonrisa instalada en sus labios.

     —Creo que ya se durmió. —Jimin hablo mirando al techo.

Yoongi abrió sus ojos saliendo de su ensoñación y soltando un largo suspiro.

     —Debo irme.

Se levantó despacio para no despertar a Kai bajo la atenta mirada de Jimin.

     —Pídele a Frank que te lleve al garaje y escoge el auto que desees, es tarde para que vayas a pie a donde sea que vayas. —Su voz salió despreocupada.

Aunque sentía aún la curiosidad por dentro no iba a preguntar directamente a donde iba a estas horas.

      —Gracias Jimin.  —Dijo Yoongi sin más, no queriendo invadir más el espacio del peli-rosa.

Tae tenía razón quizá estaba siendo muy precipitado y con esa actitud jamás iba a lograr llamar la atención nuevamente de Jimin.  Iba a esperar un tiempo a ver si el propio Jimin decidía perdonarle y darle una oportunidad.

Esperaba que si y que no fuera demás tarde después.

Salio de la habitación y recorrió los pasillos de la silenciosa Mansión.

Al bajar las escaleras se topó directamente con alguien que estaba recostado en una columna del corredor mirándole directamente con sus ojos oscuros y dilatados.

     —¿Kim... Jungkook?

     —¿Ya te vas Min? —Preguntó con un tono de voz que sonó duro.

     —Te importa mucho al parecer.

Jungkook soltó una risita y su lengua se presionó contra su mejilla con molestia.

     —Escucha Min, si le haces daño a Jimin te juro que voy a matarte con mis propias manos. ¿Entiendes? Un solo cabello que le toques y no vas a sentir cuando estés a punto de morir.

Yoongi se paralizó un momento antes la directa amenaza que estaba recibiendo pero luego su verdadero yo salió a flote. Su orgullo se levantó como una sombra oscura.

     —¿Porque tú lo dices Kim? No me hagas reír se que estas celoso. Se cómo lo miras, y como le hablas. Pero no voy a pelear contigo por Jimin porque claramente llevas las de perder.

     —Hablas con total seguridad Min. 

Jungkook finalmente se separó de la columna para caminar directamente hacia donde Yoongi estaba parado.

     —Porque estoy seguro de mis palabras, Jiminie está cerrado a la posibilidad de sentir algo por alguien pero sabes cual es la diferencia entre tú y yo?

Jungkook arqueo una ceja sin despegar sus labios.

     —Tenemos un pasado, quizá no sepa como sentir ahora pero sintió cosas por mi antes. Y sabes como dice el dicho ¿No? Donde hubo fuego... así que suerte, te faltará un poco.

No esperó a que Jungkook le contestase sólo siguió en busca de Frank pero al no encontrarlo prefirió irse a pie, lo que tenía que hacer era muy importante que no debía esperar.

La Mansión Min estaba fuertemente custodiada y cuando finalmente consiguió salir de ahí se encaminó a paso decidido hacia un lugar en específico. 

El lugar estaba en completa tranquilidad, solo el recepcionista y los murmullos de diferentes cubículos resonaban por el lugar.

     —¿Puedo ayudarle en algo? —Preguntó el recepcionista.

     —Busco al Ofcial Woo Ji-ho.




┈┈·┈•••┈┈┈••✦ ✿

Hola mandarinas, Yoongi Rockstar me trae loca les dejo las fotitos. Las amo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro