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💛Capítulo 12

El olor a cigarrillo era lo primero que se podía percibir al entrar a la oscura y pequeña estancia. Una ventana reducida y sucia era la única entrada de poca luz.

El humo danzaba por todo el ambiente mientras aquel individuo fumaba y fumaba sin parar mientra era apuntado a la cabeza por Kitty quien mantenía una gran sonrisa en sus labios.

     —Vamos Apresúrate que ya me aburrí. —Musitó moviendo el arma y dando suaves golpecitos con el cañón en la sien del hombre que temeroso fumaba sin parar. —OK basta, dámelo.

Kitty le Arrebató el cigarrillo ya un poco consumido de los labios del temeroso hombre y lo analizó le faltaba poco para consumirse por completo. 

     —¿Entonces? —Preguntó volviendo la vista al hombre, con una ceja alzada. —¿Dónde demonios están esos documentos?

El hombre negó con temblor recorriendo su cuerpo por completo  cuando el joven de cabello rosa acercó el cigarrillo,  era el décimo cigarrillo que Kitty apagaba sobre su rostro.

Los gritos de dolor no sesaron hasta que el cigarrillo se apagó por completo. 

     —¡Fuma! —Volvió a gritar mientras extendia otro cigarrillo y el hombre dudaba y negaba.

Kitty elevó la mano que sostenía el arma y le dio un golpe en el rostro abriéndole el labio inferior y sacandole sangre. El hombre tomó el cigarrillo y lo encendió para fumar, tenía ya su rostro bastante quemado por las veces que el Joven le había apagado los cigarrillos.

Le miró mientras fumaba con miedo era solo un chico no parecía ser mayor de 20 y ya le infundía miedo absoluto. 

La puerta fue abierta y por ella entró Hoseok analizando la escena y negando cuando vio a su hermano divertirse como niño mientras torturaba al hombre que habían cogido hacia poco.

     —Baby, no hablará este hombre no dirá nada ya déjalo debemos irnos al Le Fleur que hoy hay personas importantes ahí. Una estúpida despedida de soltero de hombres importantes del gobierno. Nos conviene.

Jimin asintió mientras arrebataba el cigarrillo al hombre. 

     —Claro que hablará Hobi dame menos de cinco minutos. —Ahora se dirigió al hombre. —Este irá directo al ojo... auch será doloroso pero necesario.  —Hizo un puchero mientras movía el cigarrillo de lado a lado frente al hombre quien se estremeció.

     —¡No por favor! —Rogó.

Kitty acercó el cigarrillo cerca de sus ojos lo movía de uno al otro decidiendo en cual ponerlo.

     —Tú decides... ¿Quién tiene esos documentos?

El hombre negó, no podía hablar o le iría peor con su jefe.

     —OK tu ganas. —El calor del cigarrillo y el humo se sintió bastante cerca en el ojo del hombre cuando comenzó a gritar.

     —¡Noo noo, yo so-solo se que los robaron... se los robaron a mi jefe!

Kitty detuvo sus movimientos interesado ante la revelación.  Su padre Namjoon finalmente le había dejado ir a Corea para realizar aquel trabajo, debía robar esos documentos importantes que contenían información de millones. Información que muchos querían y pocos sabían que existía.

     —¿Robaron? ¿Quién se llevó mis documentos? —Preguntó agarrándole del cabello y tirando de el.

     —No lo se... tenía un nombre... —Kitty volvió a apagar el cigarrillo cerca del ojo. —Noo para para ya... D... A-agust D.

     —¿Agust D? —Arrugó la frente pensando. Jamás había escuchado de ese tal Agust.

Ahora debía localizarlo y conseguir esos documentos de vuelta, ese ladrón no se iba a salir salir la suya. Le robaría de vuelta esos documentos, porque ladrón que roba  a ladrón...

     —Bien, vete y dile a tu jefe que te baje el sueldo, eres un incompetente y un traidor. —Sonrió el pelirosa soltando una risita divertida. 

Hoseok miraba su reloj y sonrió.

     —Cuatro minutos, te has superado a ti mismo. —Sonrió poniendo un brazo en el hombro de Jimin y salieron juntos de la habitación dejado al hombre ahí sin saber que hacer.

     —Bien, vamos al Le Fleur y mañana buscaremos a ese Agustín o como se llame —Añadió.

El pelinegro azabache estaba esperando afuera mientras miraba su celular Sonrió al verlos salir por fin.

     —Baby, ¿Habló? —Fue lo primero que preguntó.

     —Después de diez cigarrillos claro que habló. Tengo información así que hay trabajo para hacer.

Jungkook asintió colocándose a su lado en la camioneta sin dejar de verle y luego le colocó una mano sobre el muslo.

     —Aleja tus manos Kookie o te cortaré los dedos. —Soltó exasperado.

     —Sólo quería saber si estabas bien, no hacia nada malo.

Jimin no respondió simplemente ignoró a su hermano. La verdad era que no soportaba las manos de nadie que no fuera él sobre su cuerpo, sentía que el tacto de cualquier persona sobre su piel le quemaba como mil cigarrillos y dejaban marcas  peores. Lo hacía sentirse adolorido, sucio, un objeto. 

     —Lo siento Jiminshi, sabes que no te haría daño, jamas te haría daño eres muy importante para mi. —Añadió Jungkook sonriendo. —Yo soló quiero cuidarte ¿Lo entiendes?

Jimin asintió sin verlo, pues sus ojos vagaban en la carretera afuera reconociendo cada lugar por donde pasaban, las viejas calles de la ciudad de Seúl.  No pensó que un día iba a volver, jamás pensó que lo que deseo por tres años se cumpliría finalmente.

Sabía los sentimientos de Jungkook hacia él, desde que se conocieron el mayor le había dejado en claro que le atraía y Jimin tampoco podía negar que su "hermano" era muy apuesto y también sintió un poco de atracción hacia él pero no había dado paso a nada más. En su corazón no existía espacio para sentimientos "estúpidos"

     —Así jamás encontrarás a tu príncipe azul Minnie. —Bromeó Hoseok.

Conocía bastante a su hermano adoptivo que sabía que un comentario así le pondría de mal humor. Aún recordaba como le había conocido en aquel prostíbulo de Rusia. Le había agradado desde el momento en que lo vio y al descubrir que estaba en cinta le dio mucho dolor en su corazón ¿Cómo un niño de 15 podía estar ahí estando en cinta? Ese día había llegado solo a inspeccionar el lugar, a vigilar y a conocer al dueño para ver como podían quitarlo del camino ya que era su  competencia porque Hoseok poseía varios clubes a diferencia de que él no los usaba como prostíbulos. Odiaba eso. Le había prometido sacarlo pero pasó todo aquello antes de poder volver al lugar.

     —¿Príncipe azul? Eso no existe Hobi. Son un mito.. ¿Has visto uno? Además el color azul es aburrido prefiero el negro.

     —Yo soy uno Jimin.  —Respondió Jungkook elevando sus  cejas con una gran sonrisa en sus labios.

Jimin rodó los ojos mientras negaba.

     —Entonces déjame corregir, con esa actitud fría no vas a encontrar a tu príncipe negro. —Bromeó.

Los tres comenzaron a reír mientras la camioneta estacionaba frente al club más famoso de Hobi en Seúl el Le Fleur que ya estaba a rebosar de personas.

     —Jiminie, llévate eso al sótano. —Jungkook le tendió el casco de su motocicleta que había estado estacionada afuera del  lugar  y le dio las llaves.

El pelirosa asintió poniéndose el casco y encendiendo la motocicleta.

     —Dije llévalo al estacionamiento no llévate mi motocicleta. 

     —Sólo una vuelta Kookie.  —Habló arrancando a toda velocidad. 

Hoseok y Jungkook negaron mientras entraban al club.

     —Es un bebé. —Dijo Jungkook.

     —Uno muy malvado y oscuro.  —Añadió Hobi.

Jimin mientras, conducía la motocicleta de su hermano a toda velocidad sin importar si la policía lo seguía para multarlo. Se metía en medio de los automóviles y aceleraba. Llegó al lugar, lo conocía muy bien, estacionó en frente y se dedicó a observar la gran Mansion Min. El lugar donde perdió a su padre.

El lugar donde asesinaron a su padre por su culpa, esa mujer iba a pagar pero no sería así de simple no...debía sufrir como  él sufrió. Vio como la puerta electrónica se abría y de ella salía un auto lujoso color  negro totalmente polarizado  no podía ver entonces al conductor. Seguro era el señor Min.

Encendió de nuevo la motocicleta para conducir de regreso al club de Hobi,debía estar ahí para ser testigo de como se realizaría una transacción grande de armas mientas se celebraba una despedida de soltero como fachada.

Sonrió, amaba el trabajo familiar, quería mucho a sus "hermanos" aunque Jungkook siempre le insinuara cosas y aunque Hoseok le molestara con estupideces como lo del príncipe azul...o negro. Un príncipe con armadura brillante no existía, ni existiría jamás y mucho menos un príncipe de armadura negra como su corazón.  Su corazón jamás volvería a latir ni a tener color.

Llegó al lugar y estaba por estacionar para entrar al sótano, se distrajo al ver que el auto que había salido de la Mansión Min estana ahí también, cuando un auto rojo se acercó demasiado y peligrosamente topó por atrás la motocicleta provocando que se tambaleara a punto de caer, pero no pasó nada porque una figura alta enfundada en un traje totalmente negro, con gafas oscuras de cabello largo y negro detuvo la motocicleta para que no cayera.

     —¿Te encuentras bien?

Y ahí estaba, el estúpido príncipe de armadura negra.

     —No creo en príncipe de armadura brillante o negra  —Murmuró

Jimin se bajó de la motocicleta para revisarla, Jungkook amaba su Harley Davidson así que más les valía no haberle hecho un solo rasguño,  rápido se acercó al auto rojo somatando el vidrio con fuerza. Quería quitarse el casco para golpear a sus ocupantes con el.

     —¿Qué te pasa imbécil? —Bramó.

Del auto bajó un chico rubio totalmente ebrio sonriendo.

     —Ca-calmate lindu-lindurra fue un accidente lo jjjuro. —A penas pudo decir mientras arrastraba las palabras por lo ebrio que estaba.

Del lado del copiloto también bajó otro en el mismo estado etílico que su compañero y Jimin Bufó,  lo que le faltaba un par de ebrios causando problemas. Debía deshacerse de ellos o causarían problemas adentro donde hoy sería importante que todo estuviese tranquilo.

     —Larguense de aquí maldita sea par de borrachos. Vayan a causar escandalos en otro lado.

El rubio sonrió tratando de alcanzar a Jimin pero el mismo tipo que le ayudó a no caer se interpuso. Había estado detrás de Jimin todo el tiempo oyendo la discusión.

     —Ya oyeron largo. —Dijo con una voz profunda y de un tono bastante bajo que helaba hasta el mismísimo desierto del Sáhara.

Esa voz...

Jimin sintio un revoltijo de sentimientos en su estómago al oír aquella voz bastante conocida para él ¿Estaba soñando? El tipo le daba la espalda, pero tenía hombros anchos, cabello largo de piel blanca como la leche. Por un momento sus piernas flaquearon pero no podía ser débil.

Los tipos del auto decidieron que la situación era bastante aburrida así que mejor se metiron al auto y se marcharon.

El chico de traje negro se volvió para ver a Jimin y hablarle pero éste ya estaba subido a la motocicleta y se metía dentro del parqueo del sótano.

     —¡Espera! —Gritó pero ya no le oyó. 

¡No podía ser! Ese sin duda era aquel fantasma del pasado que lo atormentó por mucho tiempo ¿Qué hacía ahí? ¿No vivía en Estados Unidos?

Su mente comenzó a trabajar a toda velocidad que podía sentir los engranajes dando vuelta en su cabeza. Min Yoongi... pensó que no lo vería nunca más y se aparecía así como si nada en el club de Hobi.  Seguramente no podía vivir sin respirar el mismo aire que su mami y corrió a esconderse debajo de su falda.

Sonrió con ironía mientras se quitaba el casco. Estaba tan apuesto o más debido a la madurez de los años, y su cabello rubio pasó a ser negro como la noche, aún tenía aquellos ojos impactantes.

La vida siempre gozaba de hacerle bromas bastante malas.

Pero...

Esa era su oportunidad para lo que tanto ansiaba ¿cierto? Su venganza en contra de esa asquerosa Familia que lo humilló y le arruinó la vida. Madre e hijo, los culpables de que ya no poseyera un alma inocente,de que no tuviera a su padre ni a su hijo, eran los  culpables de todo.

Sonrió, ya que si la vida le daba limones él se los exprimiría en los ojos. O era un castigo o un regalo de navidad adelantado... no importaba lo iba a tomar y abm usar a su favor.

Entró al club por la puerta exclusiva de los dueños y buscó con la mirada a sus Hermanos,  solo Jungkook estaba a la vista así que se acercó para entregarle las llaves de la motocicleta. 

     —¿Y Hoseok? —Preguntó. 

     —Adentro recibiendo el dinero del cargamento. —Susurró en su oído.

Jimin asintió observando ansioso a su alrededor.  En el escenario habían varias bailarinas con antifaz y poca ropa haciendo un número.

     —¿Subirás? —Preguntó Jungkook mirando al escenario.

Jimin relamió sus gruesos  labios y negó buscado con la mirada y justo lo vio. En primera fila con los ministros del gobierno mientras veía el show y a su lado un chico pelirrojo le hablaba cerca del oído y sonreía pero Yoongi no le sonrió de vuelta solo se limitó a hablar algo que Jimin no podía escuchar obviamente.  Un par de rubias voluptuosas se acercaron a bailarle, una de ellas se sentó en su regazo pero Yoongi ni se inmutó. 

"Ah,  sigue siendo Gay" Pensó Jimin.

     —O mejor si... ¿Esos son los de la despedida? —Preguntó. 

     —Yo creo.

     —Dile al Disc Jockey que me anuncie. —Pidió.

Sin decir más Jimin se fue atrás a los camerinos, habían varios atuendos pero él sólo necesitaba una cosa y lo encontró sobre el tocador: Un antifaz y se lo colocó para después despeinar su  cabello rosa y ponerse algo de labial.

Estaba listo para iniciar con un plan que no había planificado. No importaba igual el desenlace sería el mismo tanto si planificaba o no.

Se preguntaba que hacia en un lugar como ese, a Yoongi jamás le gustaron los clubes, ni cosas así ¿Su esposa sabía que estaba ahí? ¿Qué frecuentaba esos lugares?

Algo en su interior hirvio como lava pura pensando en Yoongi en su vida perfecta con su esposa y su hijo que solo deseaba destruir ese castillo como si de uno de cartas se tratase. Porque mientras Yoongi era feliz él vivía del odio que su ausencia le marcó.

     —Y esta noche de celebración estimados señores distinguidos, desde Rusia exclusivamente para ustedes ¡Kitty Miau!

Los aplausos no dejaron de sonar mientras las luces del escenario comenzaban a parpadear y a bailar.

Jimin subió al escenario con su micrófono en mano y la música invadió de nuevo el espacio captando la atención de todos incluso de aquel joven quien analizaba de pies a cabeza al cantante.

Comenzó a cantar mientras su cuerpo se movía lentamente al compás de la canción y las bailarinas atrás hacían su trabajo. Su voz era dulce tan dulce como la miel.

"Mami no sabe que papi se está calentando
En un prostíbulo
Haciendo algo profano
Él se sentó mientras ella le daba
Ella lo mueve
Sí, ella lo baja lentamente
Oh, eh, oh, eh, oh, él dejó a sus hijos en casa
Para que él pueda conseguir eso
Mami no sabe que papi se está calentando
En un prostíbulo
Haciendo algo profano"

     —¿No es increíble? Es Kitty el famoso cantante de los clubs de Rusia. —Murmuró Taehyung a su lado emocionado. —Es bastante sensual, muy bonito sus movimientos...

En los clubes de Corea era bastante mencionado pero jamás había estado ahí. Decían que era el cantante y bailarín de clubes más codiciado en los países bajos, Rusia y Siria.

     —No me interesa un cantante de clubes Taehyung.  —Soltó con exasperación. —Sólo vine porque el hijo del socio más importante se casa y me invitó.

     —¿No? Entonces por que no le apartas la vista Hyung... ni él a ti. —Añadió lo último al ver como el cantante bajaba los escalones lentamente sin apartar la mirada de su mejor amigo.

Yoongi Negó, pero estaba perdido, esos ojos, esas voz, esos labios de donde salia aquella atrayente e hipnótica melodía. ¿Quién era el que estaba bajo ese antifaz? Por el cuerpo y el porte se parecía mucho al chico de la motocicleta pero no podía decir a ciencia cierta si era él porque afuera llevaba el  caso,  ahí frente a él estaba con su cabello rosa brillante que lo hacía lucir seductor. Pero había algo en él que le parecía bastante atrayente y no podía dejar de verle. Sabía que le conocía de algún lado.

Sintió extraño cuando lo vio bajar y ponerse frente a él, y verle bailar de esa manera tan sensual.

Jimin bajó se paró frente a Yoongi quien no le apartaba los ojos de encima, acercó una mano sin dejar de cantar y le tomó del cabello no tan suave  pero Yoongi no le impidió nada  luego comenzó a bailar de manera bastante Sensual frente a él, pasando su mano libre por su cuerpo hasta su entrepierna y mordiendo sus labios. Se atrevió a más cuando los dilatados ojos gatunos de Yoongi le dejaron ver que le gustaba el espectáculo así que se acercó más hasta quedar sentado sobre él y cantarle cerca de oído.

"Y cuando lo quieras, cariño
Sé que te tengo cubierto
Y cuando lo necesites, cariño
Solo salta bajo mis sábanas

Mami no sabe que papi se está calentando
En un prostíbulo
Haciendo algo profano
Él se sentó mientras ella le daba
Ella lo mueve
Sí, ella lo baja lentamente
Oh, eh, oh, eh, oh, él dejó a sus hijos en casa
Para que él pueda conseguir eso
Mami no sabe que papi se está calentando
En un prostíbulo
Haciendo algo profano"

Por inercia Yoongi levantó sus manos y las colocó sobre su cintura apretando un poco rozando su nariz por su cuello. Eso se sentía extrañamente familiar.

Olía a rosas, ¡Exquisito!

Hoseok y Jungkook miraban aquello alertas listos para actuar cuando Kitty perdiera el control y golpeara al tipo que le osaba poner sus manos encima pero se sorprendieron cuando nada pasó.  Era extraño ver a Jimin sentado sobre las piernas de un hombre joven quien lo aferraba por la cintura y él solo sonreía y cantaba.

     —¡Oye Kitty precioso ven aquí! Aquí está el novio. 

El pelirosa dio una última mirada a Yoongi para luego levantarse y ponerse a bailar frente al que decían era el novio.

     —Ven aquí amor. —Dijo el hombre palmeando sus piernas y Jimin se acercó para sentarse también sobre él.

El hombre sonrió tomándolo por la cintura pero sus manos rápidamente fueron apartadas por Jimin. Aún así el novio sonrió y sacó un manojo de billetes, con eso le insinuaba todo.

Jimin los tomó y aquella acción enfureció a Yoongi quien miraba todo unas sillas más a la derecha del novio.  Se retiraría con el novio para que pasara su última noche de soltería. ¿Por qué mierda le importaba?

Pero de pronto soltó una sonrisa al ver que Jimin llevaba los billetes a sus labios y daba un beso a estos para después estrellarlos sobre el rostro del novio levantarse e irse justo cuando la canción terminaba.

Los aplausos de nuevo llenaron el club mientras Jimin soltaba un beso con su mano y desaparecía detrás del escenario.

Sonrió entrando de nuevo al camerino mientras se dejaba caer sobre uno de los sillones que había ahí. Se había deleitado provocado a su ex novio. Se divertiría sin duda arruinando a esa familia. 

Se llevó una mano al antifaz para quitarlo pero se detuvo cuando la puerta se abrió, se sorprendió un poco cuando vio a Yoongi ahí parado observándolo minuciosamente. Se levantó para acercarse un poco, aún no salía en su totalidad de su asombro por haberlo encontrado en tan solo su primera noche en Corea pero no podía ser débil ni mucho menos que le vieran vulnerable. 

     —¿Qué haces aquí? Está prohibido.  —Dijo sin más dando la vuelta para salir por la otra puerta. —¿Eres así? Vas detrás del primero o primera que te seduce. Típico. ¿Tienes un hijo y una esposa en casa mientras estás aquí?

No podía creer que Yoongi había cambiado tanto.

     —No. —Mintió Yoongi. En realidad era una mentira a medias pues no tenia esposa... aún y nadie sabía que tenía un hijo. Por su seguridad. —Te conozco, se que te he visto en otro lado.

Jimin se detuvo antes de poder abrir la puerta para voltear a verle a los ojos, quería irse para encima de él y agarrarlo a golpes, destrozarlo con sus manos, hacerle tanto daño que no quedara nada de él. Quería que sintiera al menos la mitad de todo aquello que él sentía.

     —Oh si por supuesto que me conoces, nos vimos afuera con los estúpidos ebrios del auto rojo.

     —Entonces eso era. —Trató de acercarse pero Jimin retrocedió. —Pensé que te conocía de otro lado.

     —Aléjate. —Pidió. —No me gusta que me toquen.

Yoongi le miraba con una expresión indescifrable en su rostro, a pesar de que le dijo que no se conocian de antes a él le parecía bastante conocido. Esos labios rojos carnosos  y aquella nariz recta y pequeña que sobresalían por debajo del antifaz le eran bastante familiar. Pero no lograba reconocer esa voz suave extrañamente familiar pero dura, demandante y sobre todo altanera e hiriente.

     —Afuera me permitiste tocarte. —Refutó negándose a permitir que se fuera.

     —Era parte del Show ¿No sabes que es un Show? Todo en un show, las luces, la música, el lugar, las circunstancias, la vida es un estúpido show sólo que a veces no sabes si te tocará vivir  drama,  acción o romance ¿No?

Yoongi escuchaba sin entender, las palabras del joven frente a él sabía que llevaban una contraparte oculta que él no podía entender.  Volvió a hacer el ademan de acercarse, quería ver quién era el que estaba debajo de ese antifaz. Jimin entonces sacó su arma y le apuntó a la cabeza.

     —Un paso más y te vuelo la cabeza.  —Tenía una mirada fría cargada de odio, dolor y algo más y que habría hecho orinarse a cualquiera sin embargo,  Yoongi no se inmutó ni si quiera al oír el seguro del arma ser quitado.

Por la puerta entraron Hoseok y Jungkook quienes al ver eso corrieron a su lado y  apartaron a Yoongi con un poco de fuerza.

     —¿Todo bien Ji...

     —Cállate Hoseok, está todo bien.  —Murmuró entre dientes dando una dura mirada a Hobi.  —Él ya se iba ¿Verdad?

Yoongi no asintió ni negó simplemente dejando una última mirada se fue del lugar. Ese ser, aquel personaje tenía algo que hacía que quiera volver pero parecía que no era buen momento. 

Jimin en cambio se arrancó con rabia el antifaz y guardo su arma.

     —¿Soltaste al tipo de los cigarrillos? —Preguntó.

     —No.

     —Oh lástima,  no quería matarlo pero ahora si.

Hoseok y Jungkook se miraron entre sí,  algo había pasado pues Jimin no solía actuar tan agresivo, excepto cuando le pasaba algo que le hacía sentir mal, débil o asustado. Algo había provocado  en Jimin ese tipo que acababa de irse.

    

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Hola, ¿que canción les recuerda a esta historia? ¿O cual creen que vaya con su contexto? Las leo. Besos mis mandarinas 😘 💕

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