-Joven Min tiene visita. -La secretaria miraba desde la puerta a su jefe, hacia sólo un par de años que había tomado el mando de una de las empresas de la familia Min aún siendo tan joven, de hecho era el Gerente general más joven que alguna de las empresas de Min Seokjin y Min Solar había tenido pero claro, era el hijo de los dueños así que nadie podía opinar aún así, que sea el hijo de los dueños no le restaba el mérito ni mucho menos. Al contrario Min Yoongi había demostrado en dos años que estaba hecho para los negocios, para pensar proyectar y analizar la gerencia de Marketing. Así que por ello la empresa que su padre le dejó a cargo había superado con éxito la cifra anterior de su liquidez anual y eso tenía muy contentos a sus padres, era tan astuto pero a Seokjin le había costado mucho convencerlo de ser parte de eso.

Por un año completo Yoongi anduvo errante en la vida, sin saber que rumbo fijo tomar. Al principio quería irde de esa Mansion, llevarse a su hijo, rentar una casita pequeña para ellos dos y vivir así, de un trabajo de repartidor de pizza medio tiempo y mesero en un bar en la noche, y el resto invertirlo en su pequeño. Pero su madre lo había convencido de dejar esos trabajos porque que los primeros años del niño debía tener una estabilidad económica y él no la poseía aunque tuviera tres empleos porque ni si quiera había acabado los estudios.

Así que un año completo pasó viviendo con ellos, terminando los estudios y finalmente a Seokjin se le ocurrió que podía dirigir una de las empresas. Por ello ese día estaba ahí, resolviendo un par de asuntos mientras hablaba con Taehyung por teléfono.

-Dije que no quería interrupciones además no tengo cita con nadie. -Repuso sin levantar la vista su quiera.

Muy excelente jefe podía ser pero eso no cambia que fuera tan serio y hasta cerrado y hermético. No sonreía, no hablaba con ningún empleado, no bromeaba con nadie, solo se le veía llegar, entrar a la oficina, dirigir las reuniones, salir a tratar alguna cita de negocios, e ir a casa. Parecía un viejo excéntrico en el cuerpo de un joven.

-Bueno es que dijo que no necesitaba una cita.

Yoongi arrugó el ceño pensando en quién podía ser, Taehyung estaba de viaje así que no era él.

-¡papito Yoonie!

Los ojos de Yoongi se abrieron en grande cuando el pequeñín entró corriendo en su dirección e hizo que se levantara de inmediato a sostenerlo en sus brazos.

Los ojos de Yoongi viajaron de su pequeño hasta su secretaria quién los veía asombrada, ella no sabía que que su jefe tenía un hijo, es más no sé sabía de la vida privada de Yoongi. Su madre le había dicho que mantuviera a su hijo lo más en secreto posible para evitar daños posibles.

"Con las personas hoy en día no se sabe, podrían hacerle daño al niño" había dicho. Así que Yoongi jamás había tenido a su hijo en el edificio.

-Kai mi amor ¿Qué...

La pregunta que iba a formular se respondió sola cuando por la puerta se asomó Irene.

-Hola cariño, estábamos cerca y Kai no pudo evitar querer venir a verte.

Irene entro en la habitación sonriendo y se acercó a dejarle un beso en la mejilla.

-Con su permiso lo dejo con su esposa y su hijo. -La secretaria se retiró para dejarles privacidad.

Yoongi dejó un suave y casto beso sobre la frente de su pequeño y después fulminó con la mirada a Irene.

-¿Qué crees que haces aquí y con mi hijo? -Preguntó con la voz bastante demandante.

Irene elegantemente se dejó caer a uno de los sillones y cruzó una pierna, su estilizada figura Lucía bastante bonita sobre el sillón pero Yoongi no reparaba jamás esos detalles.

-No seas cruel conmigo cariño, sólo venimos a visitarte.

-Idene y yo fuimos a comer hambunguesa y a jugar con los jueguitos. -Habló el pequeño a medias palabras.

-Mamá Irene bebito. -Corrigió la mujer.

Yoongi asintió y le revolvió el cabello a su pequeño, estiró una mano y apretó un botón en el teléfono.

-Dahyun, podrías venir por favor.

La secretaria fue veloz tan pronto Yoongi había dado la orden.

-¿Si Joven Min?

-Podrías... lleva a mi hijo ahí contigo un momento. Gracias.

La secretaria asintió y estiró una mano pero Kai dudoso miró primero a su padre quien asintió, entonces tomó la mano de Dahyun y se fue con ella sonriendo. Cuando la puerta se cerró Yoongi enfocó su vista felina muy fría en Irene.

-¿Qué te he dicho de sacar a Kai de la casa sin consultarme Irene? Además ¿por qué insisten en decirle que te diga "Mamá"? Si tanto deseas que él te diga Mamá que lo haga él si así lo desea pero no se lo impongas.

Yoongi estaba furioso, por ello prefirió que se llevaran a Kai de la oficina.

-Tranquilo cariño solo fue una salida pequeña y cerca además tu madre estaba con nosotros, se quedó abajo resolviendo no se qué. -La mujer se levantó y de manera elegante se acercó a Yoongi para con un dedo apartarle un cabello detrás de su oreja, pero Yoongi se movió a un lado. -Cariño vamos a casarnos no tiene caso que te hagas el arisco conmigo además, seré su mamá. -Volvió a pasar el dedo pero Yoongi le sujetó una mano con un poco de fuerza.

-Irene, se que nos vamos a casar pero eso no implica que tengamos Acercamiento. Sólo fue un trato para que Kai tenga una figura materna a su lado, no estoy del todo convencido tampoco de que sea necesario él y yo estaríamos perfectamente bien solos. Esa locura tuya y de mi madre es hastiante.

-Todo es por Kai Yoongi, todo es por él. Además si el pequeño no ve interacciones de ambos pensará que no nos queremos.

-Pero yo no te quiero. -Repuso frío y cortante.

La mujer trató de tomar las manos de Yoongi pero éste le rehuia como un gato huraño.

Y es que no había una regla de la vida que te dijera que después de cierto tiempo debías superar a una persona ¿cierto? Y aunque hayan pasado tres años él nunca iba a superar la pérdida del amor de su vida, por eso jamas iba a volver a enamorarse ni a amar a alguien como lo amó a él. A su Pequeño Jimin.

Además, él estaba bien asi. Su corazón se había herido mucho cuando supo que lo había perdido para siempre y entonces una costra gruesa de amargura lo cubrió impidiéndole volver a sentir nada, más que amor puro e incondicional por su Kai y nadie más. Su pequeño era el único que le hacía sacar a flote sus verdaderos sentimientos.

-La boda será solo para el bienestar de Kai, yo estoy bien así, entonces mejor limítate a este tipo de cosas. Es un negocio ¿Lo olvidas? algo arreglado que no tiene como objetivo involucrar sentimientos.

Yoongi aun vivía un duelo silencioso, nadie tenía por qué saber que todavía sufría en secreto por Jimin, y es que culpaba a la vida tan injusta por arrebatarle al amor de su vida. Yoongi tenía muy claro que separarse y olvidarse de alguien a quien seguía amando iba contra su naturaleza sentimental. Eso ni si quiera era posible para él, era duro aceptar que no iba a volver compartir sus días junto a Jimin, aún lo necesitaba, aún lo llamaba y lo reclamaba como suyo pero a pesar de todo, aunque el amor seguía ahí, sabía que eso no era suficiente. Necesitaba verlo una vez más. Con una vez sería suficiente pero eso era posible solo en sus sueños.

Se había cerrado a la posibilidad de volver rehacer su vida sentimental pero él estaba bien con eso. Su única razón de vivir ahora era su pequeño hijo, regalo más bello que Jimin le había dejado.

-No Yoongi, yo te voy a demostrar que puede ser más que un negocio, te voy a demostrar que puedo darte mis sentimientos también y que tú puedes corresponder también a ellos, lo haré ya verás. Iré por Kai lo llevaré a casa.

-No, déjalo se irá conmigo.

Yoongi se adelantó y salió de la oficina para ir por Kai quien estaba sentado en la silla de Dahyun y comía un helado de fresa.

-Ah Joven Min yo le compré un helado ¿Estuvo bien?

-Estuvo bien Dahyun gracias. -Sonrió un poco sorprendiendo a la secretaria pues era la primera vez que veía ese gesto en él.

El niño era muy lindo, se parecía a Yoongi pero tenía sus labios gruesos que lo hacía ver más lindo y tierno aún.

-Es un niño muy lindo, tiene un lindo nombre también.

Kai sonrió y se llevó la manita al pecho donde tenía una cadena de oro con un dije de unas alas donde llevaba grabado su nombre. Siempre lo mostaba con orgullo sin saber realmente el significado.

Cuando Yoongi conoció al bebé tenía otro nombre que su madre le había puesto, pero Yoongi encontró la cadena, estaba en una maletita donde venía ropa de bebe también que su madre tenia en su habitación. Dijo que era la maletita que le habían dado en el hospital. Iba a arrojarlo a la basura pero Yoongi lo impidió y cuando revisó la maleta la encontró y supuso que ese era el nombre real del bebé.

Esa maleta en realidad la había comprado Lisa.

Flashback

-¿Tienes lo que pidió Alex?

La chica asintió mostrando a Jisoo y a Taemin una pequeña maletita de bebé amarilla con ositos cafés y una sabanita amarilla también y ropita celeste para el pequeñín.

-Es un milagro que esté vivo este pequeñín. -Susurró Jisoo mientras lo cambiaban.

-Así es por eso le mandamos a hacer esto. -Taemin sacó de su bolsillo una bolsita de papel.

Entre todos habían colaborado para mandar a hacer una pequeña cadena de oro con unas alitas y un grabado detrás de ellas donde decía su nombre.

-Jei querrá que su bebé se llame como él le llamaba cuando estaba en su pancita así que Yoonmin Kai será.

-Esas alas bebé significan que eres libre gracias a papi. -Murmuró Lisa besando su frente.

Terminó de colocar al bebé en la mantita.

-Pero también significan la libertad que tu papi perdió.

Las dos chicas que vestían al bebé comenzaron a sollozar mientras volvían a besar su frente pues ya en unos momentos llegaría alguien por él.

-Ponlo en la maleta Taemin, aún está muy pequeño para que lo use.

Taemin asintió y dejó la cadena de nuevo en la bolsita de papel y lo metió hasta el fondo. Esperaban que la persona que se llevara al bebé lo cuidarara muy bien y que le diera la cadena cuando cumpliera su primer añito, era el regalo de las tres únicas personas que habían querido y ayudado a Jimin en todo lo que pudieron.

Fin del Flashback

Yoongi sonrío y lo tomó en sus brazos, era un nombre precioso y estaba seguro que Jimin le había llamado así pues cuando estaban jóvenes se les habia ocurrido ese nombre para referirise a si mismos y a su amor y relación como pareja.

Cuando volvió adentro de la oficina Irene aún estaba ahí.

-Kai, vas a quedarte con papá hasta que acabe se trabaje luego iremos a cenar ¿Te parece mi amor?

-Tii papito. ¿Puelo ver la vaquita?

-Si mi pequeño. -Yoongi sacó su teléfono y le entregó A Kai él ya sabía dlnde buscar el video de la vaquita.

El pequeño se acomodó en el sofá al lado de Irene y se entretuvo ahí mientras Yoongi volvía a lo suyo.

-Será mejor que te vayas Irene, seremos solo Kai y yo como siempre.

La rubia se acomodó la melena y tomó su bolso.

-Como tu digas Yoongi cariño, nos vemos después Kai precioso.

-Alios Idene.

La mujer salió resonando sus tacones en el piso de madera de la oficina con elegancia y se fue.

Yoongi suspiró un poco más tranquilo y relajado, ella no le caía tan mal hasta que a su madre se le ocurrió la brillante idea de emparejarlos para que Kai tuviese una vida de familia normal ya que siempre preguntaba por qué no tenía un papá y una mamá o dos papás como otros niños en el jardín de niños. Yoongi le había dicho que su otro papá había tenido algo importante que hacer y se había tenido que ir al cielo convertido en un angelito y que desde ahí lo cuidaba.

Yoongi y Kai formaron un vínculo desde el primer día desde el primer momento que lo tuvo en sus brazos, eran inseparables y tenía casi todos sus gestos como el pasarse un dedo por la nariz y arrugarla cuando le decían cosas que lo ponían tímido, o dormir mucho. Yoongi lo amaba mucho era su razón de ser.

Le hubiera gustado formar una linda familia con Kai y Jimin, pero eso ya no era posible solo sería un deseo que se quedaría en su corazón para siempre.

...

-¡No! No irás...

-Padre Nam, sabes que ese trabajo es pan comido en mis manos déjame a mi robar esas armas, se que estaré bien.

-Pero Jimin hijo, es Corea.

El peli-rosa puso los ojos en blanco, no esperaba encontrarse con Yoongi pues se supone que vive en Estados Unidos con su esposa y su hijo pero si tenía ganas de ver cara a cara a otra persona... a la madre de Yoongi.

Sonrió para sí.

Tenía muchísimas ganas de saludarla.

...

En una habitación sencilla de un hospital yacía un hombre joven con sus ojos cerrados, no se movía ni nada solamente estaba ahí como perdido en el espacio.

-¿Cuándo vas a despertar Mino... mi cielo. -Repetía una y otra vez Zico a su lado. - Debemos encontrar a tu hijo, a nuestro hijo Jimin.