Kim Namjoon siempre había sido un hombre bastante analítico, sabía leer a las personas sólo con verlas, gran parte de su éxito como Líder mafioso se debía a eso y a la facilidad de palabras sin usar la fuerza bruta, "se ganan más personas con miel que con hiel" y su elocuencia era una herramienta mortal que sabía utilizar muy bien, su palabra y su poder de convicción eran admirables, nunca fallaba.

Nunca excepto cuando se trataba de Kim Jimin su pequeño.

Jimin era muy listo y bastante astuto, pero  muy volátil, algo veleidoso y bastante caprichoso, frívolo y variable, cambiante y también inconstante, inestable a veces y también versátil, tenía muchas cualidades negativas, su carácter era explosivo y cambiaba de opinión, gusto o estado de ánimo rápidamente ya que  no dictaminaba una posición fija sobre un asunto o algo en particular, por tanto cambiaba de parecer constantemente y se le dificultaba  mantener una postura fija ante algo.

Cabía  destacar que voluble y bipolar eran  dos términos diferentes con los cuales calificarlo  y que no se debían  confundir.  Jimin no era bipolar, eso para nada. Sólo que no sabía controlar sus emociones y por supuesto su carácter.

De hecho, en ocasiones podía resultar gracioso el hecho de que fuera un chico  tan variable, incluso, esta inconstancia le generaba  diversas anécdotas que luego con sus hermanos recorbada divertido. No obstante,  el que Jimin fuese así  no era sinónimo de que estaba bien, por el contrario, Namjoon sabía perfectamente que era el reflejo de que su pequeño tenía  un  trastorno emocional, era inseguro y carecía de paz mental, y eso no le gustaba para nada  sin embargo, trataba de ayudarle a sobrellevar toda esa gran carga que los jóvenes hombros de su pequeño cargaban.

Realmente era muy difícil tratar con él, Jimin no solía ser objetivo y era bastante fácil de manejar o influenciar sus pensamientos si de su pasado se hablaba, a veces muy inestable o demasiado firme en sus opiniones o desacuerdos, por tanto o defendía sus ideales o  no defendía  sus posturas ni discutía con sus hermanos   los desacuerdos que podian tener ante algo relacionado con el trabajo, simplemente hacia lo que pensaba en el momento cosa que le traía bastantes problemas después.

Asimismo, Namjoon sabía que mantener una relación estrecha  con su hijo adoptivo era  muy complejo, porque en ocasiones era  difícil sobrellevar su inestabilidad emocional, su falta de decisión y objetividad, así como, tampoco  tenía la certeza de cuándo Jimin se sentía  realmente bien o mal porque  el chico sabía fingir muy bien más que bien, a veces era difícil saber que le gustaba  o que le desagrada, poseía varias máscaras.

Por otra parte, también tenía  dificultad para enfrentar diversos tipos de problemas o dificultades y no lograba  separar los conflictos familiares de lo laborales y viceversa ya que cuando se disponía a hacer algo lo hacía sin importar las consecuencias.  Pero eso sí, jamás dañaba a sus hermanos o a alguien en la familia porque Jimin tenía un lema y ese era "Lealtad al que lealtad merece" y así era.

Y aunque Jimin tuviera muchas cosas negativas las positivas le ganaban por mucho, Jimin poseía varias cualidades que hasta cierto punto eran envidiables como  una capacidad cognitiva optima, podía  ser rápido mentalmente, intuitivo, sagaz, astuto,  práctico y perspicaz a veces  sutil y  atento  a todo  lo que sucedía a su alrededor y buen  canalizador de información, a pesar de ser muy joven afrontaba con gran rapidez situaciones diarias en el negocio familiar puesto que sabía  aprovechar sus conocimientos y los  aplicaba  día con  día, resultándole mucho más fácil que al resto del equipo.  Era asombrosa su capacidad  de aprendizaje rapido, cuando  una situación nueva se presentaba  trataba de extraerle el máximo provecho,  también solía invertir sus esfuerzos en obtener buenos  resultados en lo que hacía, era inteligente y muy  bueno con situaciones nuevas y de gran dificultad lo que que veces causaba la envidia en los demás así como supuso que había pasado con Shan porque Jimin solía ser eficiente en situaciones que ya conocía porque las estudiaba.

Si se daba  algún tipo de  imprevisto, como ya tenía  mucha experiencia en ello, sabia cómo responder y lidiar con lo que fuera, todo ello siempre y cuando su carácter no se interpusiera en su camino o si no todo eso se iba por el caño y comenzaba a matar a diestra y siniestra sin importar nada.

Kim Namjoon sabía como mantenerlo controlado, podía lidiar con él y sus humores cambiantes pero aún así se le hacía difícil poder acabar del todo con ese asunto que le hacía a Jimin  ser así... y eso se llamaba "Venganza"

El pecho de su pequeño guardaba bajo cofre y  llave esa arma letal que temia algún día fuera desatada, no quería ver cuando Jimin se levantara de entre las sombras como un Pandemonio listo para acabar con todo a su paso, y es que no era que él mismo no quisiera Venganza por todo el sufrimiento que su hijo adoptivo tuvo que pasar, no... si él se lo proponía haría valer su poder como mafioso y acabaría con todos ellos pero no lo hacía porque luego de eso ¿Qué iba a pasar con su pequeño? No quería que su poca humanidad se consumiera luego de efectuar su venganza porque Namjoon sabía que muy en el fondo aún había luz en su interior  sólo hania que darle un rayo de esperanza, algo que le hiciera saber que todo lo que pasó fue por algo que lo haría fuerte y por sobre cualquier cosa solo quería que su hijo por una vez en su vida fuera feliz.

Sólo por una vez en su vida.

Por eso había impedido muchas veces que volviera a Corea para no desenterrar viejos recuerdos que llegaran a consumirlo al punto de no encontrar un retorno.  No quería que su hijo se autodestruyera.

Pero  él sabía que tarde o temprano iba a pasar que Jimin tomara aquel valor y sacara la llave para abrir el cofre bien cerrado en su interior y sacar de ahí su arma letal y cuando eso pasara ya no podría detenerlo.

     —Jimin...

     —No agradezcas padre, hice un buen trabajo.

Namjoon sonrió, unos bellos hoyuelos se le asomaron en sus mejillas.

     —Gracias sabía que lo harías confíe en ti y siempre lo haré pero sabes perfectamente que no he venido a hablar sobre eso.

Jimin hizo un ruidito con su boca que significa molestia aún así Namjoon continuó.

       —Ya te fueron con el chisme mis hermanos.

     —Sabes que lo que dijo Shen...

     —¿No es verdad? ¿No soy un recogido Padre? ¿Un prostituto con un pasado trágico? —Bufó. —Shan no dijo nada que ya no sepa Padre no se por qué te preocupas. Yo estoy bien.

Namjoon se acercó hasta la cama de su hijo, aquella cama que hace más de tres años lo vio por primera vez malherido y moribundo. Estaba recostado con la vista en el techo y su ceño levemente fruncido.

     —Me preocupa por el mismo motivo por el que tú le pones importancia Jimin, deja eso ya. No eres ese chico con miedos, eres todo un Kim, no por nada le temen a Kitty Gang. Eres mi diamante y siempre lo he dicho, no eras un niño con pasado trágico eras un diamante en bruto que debía pulir y lo hice, te hice brillar como nadie, me haces estar orgulloso. —Namjoon hablaba con la verdad e infló su pecho con orgullo. 

     —Padre Nam, yo estoy muy agradecido de que me haya encontrado y me haya pulido pero... Las heridas cierran y  dejen cicatrices. Sabes que si se meten con mi pasado sacan lo peor de mi. No lo puedo evitar, me sale natural. —Sonrió.

Namjoon negó soltando también una sonrisa.

     —Canaliza todo eso como sabes hacer bien. ¿Sabes que te quiero verdad?

Jimin asintió pero no devolvió el gesto aunque a Namjoon no le molestaba, sabía cuan difícil era para Jimin abrir su corazón y expresar sus sentimientos.  Pero sabía que Jimin le quería.

Jimin si le quería, había sido su ángel Salvador esa madrugada lluviosa y eso jamas lo iba a olvidar, lo mantenía vivo como el recuerdo del por qué debía volver a Corea algún día no sin antes resolver pequeños asuntos en Rusia. 

      —Baja a cenar, te esperarémos y no tienes opción.

Namjoon se alejó no sin antes desordenar sus cabellos rosas y Jimin rodó sus ojos. Ese hombre... le recordaba constantemente a su padre. Por ello siempre le sería fiel, por ser como Park  Mino y porque lo había salvado de morir. Aún cada vez que había tormenta se asustaba y se volvía un ovillo tembloroso y su mente evocaba un torrente de recuerdos peligrosos y dolorosos.

Flashback

Sentía nauceas y un mareo intenso, la presión se le había bajado peligrosamente. Con la navaja que llevaba aún en su bolsillo corto el cordón y le hizo un nudo al extremo del bebé. No podía más, trató de levantarse pero solamente dio tres pasos antes de volver a caer con su bebé en brazos

     —Vaya la suerte que tienes rata, este bebé está muerto.

     —N-no p-por favor deme a mi bebé... a mi K-kai. —Lloró a punto de desmayarse.

     —Que tierno le pusiste Kai..  lastima que también este muerto ¿no crees?

Con la poca fuerza que le quedaba vio como Lisa se alejaba con aquel bultito entre sus brazos, su bebé muerto. Su pequeño Yoomin Kai por quien luchó hasta lo último y aún así lo se le permitió poder estar con él.

Sentía que no merecía nada.

Así que simplemente cerró sus ojos exhalando sus últimos suspiros bajo aquella lluvia torrencial, ni si quiera sintió cuando Dimitry lo levantó y caminó con  él hasta la entrada del  callejón y lo tiraba en una cuneta como basura. El agua se lo llevaría y borraría todo rastro de huellas del crimen por si la policía lo encontraba. 

Pero para suerte de Jimin en cuanto Dimitry dio la vuelta para volver un auto se detuvo frente a su inerte cuerpo. Namjoon que regresaba de viaje de Corea vio a lo lejos como ese hombre arrojaba el cuerpo.

     —¿Quién es? —Preguntó a su guardaespaldas. 

     —Es un niño Señor Kim, y creo que está muerto. 

El corazón de Namjoon se estrujó cuando bajó a verlo con sus propios ojos. No debía tener más de la edad de su hijo menor Kookie.

     —Levantalo.

     —Pero... ya está muerto...

     —Dije que lo levantes, si está muerto merece un funeral digno ¿No crees? No que lo boten como si fuera un pedazo de basura. Luego investiga a ese hombre que lo dejó aquí.

     —Si señor Kim. 

Cuando Jimin abrió los ojos estaba en una cama muy cómoda y caliente. Movió su mano y vio que tenía una sonda y ropa de hospital pero no estaba en un hospital, parecía una enorme habitación.

     —Al fin despiertas.

La voz logró sobresaltarlo.

Un hombre no muy mayor quizá unos 37 años le veía desde un lado de la cama, tenía el cabello castaño y peinado hacia atrás y un muy reluciente traje negro. Sonrió y unos hoyuelos aparecieron causando curiosidad en él.

El hombre se acercó y Jimin de inmediato se hizo una bolita en la cama tratando de protegerse. No confiaba en él, de hecho no confiaba en nadie.

     —No me temas pequeño no te haré nada. Sólo estaba cerciorandome de que estés bien,  llevas una semana inconsciente en esa cama pensé que no sobrevivirías.

Jimin no habló, no le miró y pasó mucho para que rompiera el silencio y tomara algo de confianza.  No fue hasta que lo vio a él que supo que quizá estaba en buenas manos.

     —Hola... pensé que moririas Park Jimin. 

Al levantar la vista sus ojos chocaron con él, ese joven que estuvo en el prostíbulo y vio que estaba en cinta y no le tocó un solo cabello.  Tenia una sonrisa muy bonita pero quien realmente le hizo sonrojar por un momento fue el otro, el más joven azabache con  piercing en la ceja quien le miraba curioso con sus enormes y brillantes ojos.

Fin del Flashback

A partir de ahí comenzó toda esa gran aventura que hasta la fecha disfruta. Cuando tuvo un arma por primera vez en sus manos y disparó  sintió un gran poder que creyó que jamás podía poseer. Algo dentro de  él despertó.

Sus hermanos le llamaban "Baby" por ser el más pequeño y bonito pero con el tiempo comenzaron a llamarle "Kitty" que en su idioma natal significaba Gato pequeño adorable... y es que que realidad Jimin eso parecía, un pequeño gato adorable que sacaba las uñas y arañaba sin piedad cuando estabas incauto. Con el tiempo le agregaron el "Gang" haciendo referencia a que era un "baby Gangster" y finalmente su apodo favorito quedó como Kitty Gang. 

Asi nació  Kitty Gang,  un Joven hermoso y astuto Gangster que robaba de todo lo que su padre le pedía robar pues era hábil en ello  incluso robaba los corazones los cuales rechazaba sin piedad. Lleno de sed de venganza que Kitty interpretaba como  "equilibrar la balanza" sin importar si ello tenía  como consecuencia  perder su humanidad como le decía su padre Namjoon.  No, él quería y ansiaba la venganza sabiendo que  perseguía un objetivo injurioso antes que reparador. Aún así no le importaba.