"A veces siento que respiro en un cuerpo muerto... en la que mi alma... no puede liberarse.
A veces me pregunto cuándo... mi corazón dejará de latir para al fin estrenar las alas que fueron cortadas antes... que se destruyeran a manos de mi tiritera."

Narra Yukina
"Tú vives aquí y harás lo que yo diga y si no te gusta, puedes largarte de aquí"

Lo recuerdo, las palabras que son mi oscura espada abriendo mi pecho, una herida bastante irreparable desde aquel momento en que sucedió.

Contarle esta verdad a alguien es bastante inútil para mí, ella vendrá, me clavará nuevamente la espada y me culpara por decir su verdad.

De nada sirve exponer la verdad porque la expuesta terminaré siendo yo. De nada sirve fingir, las lágrimas siempre saldrán sin querer. De nada sirve responderle ni con vacío, ella me golpeará o me clavará nuevamente su espada.

Estoy harta, quiero desaparecer, sentir este vacío consumiéndome hasta dejar de existir. Este mundo ya es de lo peor, no existe diversión, no existe alegría, se pierde el amor y el sentir.

Sólo quiero saber...¿Cuál es la verdadera razón en la que vale la pena vivir?...

Despierto con un fuerte dolor en el pecho y puedo notar que el ambiente sigue oscuro, aún estoy en el campo de batalla y... ¿En mi habitación?

Ya ni tuve tiempo de pensar más cuando sentí de repente un abrazo pero ya no tengo esa emoción de sorpresa o alegría al sentirlo

Luke: Me alegra que despertaras

Ahora entiendo todo...

Yukina: Tú me curaste ¿Verdad?

Luke: Lo siento, tuve que usar parte de mi poder para sellar tu herida. Te dejaste llevar por la ilusión que terminaste apuñalándote

Yukina:No debiste hacerlo, realmente quería morir

Luke: ¡No puedes! Este mundo necesita de ti ¿Qué crees que dirán tus amistades cuando no estés?

Yukina: ¿Importa eso?

Siento un poco de dolor, bajo un poco mi playera y noto una enorme herida negra en el pecho

Yukina: No me curaste

Luke: Lo hice, pero ahora tu herida depende de tus emociones. Mi poder es de oscuridad; por mi culpa igual casi mueres pero lo que quedó de tu pureza te ayudó a asimilarlo y así cicatrizar, pero una parte tampoco logró purificarse y por eso quedó así, vinculándose a tus emociones.

Yukina: ¿Quieres decir que perdí más poder de lo que debía administrar y que si pienso negativo mi herida se abre?

Luke: Sí, lo siento

Yukina: No me importa, es más, debí morir por perder mi pureza

Luke: Ya te dije que no puedes morir ahora, muchos te necesitan

Yukina: Y dime quiénes, dame una sola razón para vivir y no me digas del estúpido amor porque eso no va conmigo.

Me miró sorprendido y un poco decepcionado

Luke: ¿Tanto deseas morir? ¿Realmente no sientes nada? ¡Te salvé la vida porque quiero que vivas!

Yukina: ¡Entonces deja de salvarme!Estoy harta que todo sea error y error, de nacer con una maldición que no puedes eliminar de tu ser (Asperger), que tu propia madre siempre sea la espada que siempre esté atravesando tu corazón y no vea la magnitud de ese gran error. Mi autoestima ya fue dañada hace varios años, ya sufrí bastante como para querer sufrir más ¿Crees que temo morir?

Ahora se vio mucho más decepcionado que antes y se da la vuelta

Luke: ¿Sabes? Creí que eras fuerte. Sólo eres una débil chica que teme a sus errores y todo lo que la rodea, ahora entiendo por qué no eres capaz de salir adelante.

De todas las negatividades que oí de mi persona, las de Luke me dolieron más, ya no era una espada, ahora era el filo de una enorme guadaña atravesarme.

Yukina: Entonces vete y déjame en paz, no necesito de otra persona que se convierta en algo peor que una espada que me atraviese y menos... que me haya traicionado.

Fue cuando finalmente sentí... el vacío, el perder lo que quedó de tus emociones y se convirtieran en una oscuridad bastante densa y profunda.

Narra Luke

Luke: Yo nunca te traicioné, sólo te dije la verdad

Volteé a verla y vi sus ojos...¿vacíos?. Me impacté tanto que me di cuenta de lo que acaba de hacer: herirla desde lo más profundo de su alma. Si estaba dañada, ahora está peor.

Yukina: Vete, vete, vete

No dije nada, sólo me dispuse a marcharme, teniendo como última vista un nuevo mar de lágrimas salir desde su rostro y gritar de enojo.

Pérdoname, sé que no debí decirlo pero no pude guardármelo tampoco, quería que razonaras y de esa forma hacerte más fuerte. En serio... pérdoname...

Narra ???
Estaba concentrado para neutralizar el estado de Yukina pero algo me saca del trance, su alma se estaba oscureciendo (ya más roja con tono negro), su expresión era de dolor mientras que el cuerpo artificial ahora adquiría una enorme herida negra en el pecho. ¿Pero qué está pasando?

Toco el Árbol para encontrar un poco de información y lo que recibo son emociones negativas asechándola como un mar infinito. Veo a la madre de ella provocando todas esas emociones y el momento en que ella clavó su propia espada en su pecho que era nada menos que las palabras de aquella mujer.

A este paso tardará mucho más en regresar a su mundo cuando todos los días seres de oscuridad están atacando sin parar, tanto que se tuvo que hacer turnos para apenas descansar y seguir luchando. Pero desde hace pocas horas esto paró, parece que algo los convenció de no seguirla atacando e investigo el por qué.

Por favor Yukina, aguanta hasta que tu poder se recupere por completo y puedas regresar, sólo resiste...

Narra Yukina
Lo sabía... él igual terminó siendo como los demás.

Creí que tenía a alguien en quien confiar mi tristeza pero sólo terminé creando otra mentira para mí misma.

Me odio. Odio respirar, odio vivir, odio seguir en esta ilusión materializada llamada realidad. ¿Por qué sigo aquí? ¡¿Por qué?!

Siento mucho más frío esta vez, ya no veo nada más que oscuridad cubriendo todo...

Al siguiente día... asistí a la escuela sin ganar de estar ahí.

Ahora estar entre la multiud me daba terror y hablar con mis amigas me generaba inseguridad. Como tuve esta dura enseñanza de ya no confiar en nadie, mejor no me les acerco pero...alguien se interpuso en mi camino

Kazuma: Hola Yukina ¿eh? ¿Qué tienes?

Yukina: Nada que te importe

Kazuma: Oye, tranquila. Dime lo que te pasó ¿Alguien te hizo daño?

Yukina: ¡Dije...¿Qué te importa?!

Mis gritos llamaron la atención de la poca gente que estaba a mi alrededor. Oía los susurros de qué estaba pasando y esas cosas

Yukina: ¡Aléjate de mí! ¡No quiero hablar contigo ni con nadie! ¡Todos son mentirosos y farsantes que destruyen mis sentimientos!

Kazuma: ¡¿Pero de qué estás hablando?! Siempre fui bueno contigo ¿Por qué me tratas así?

Yukina: Porque ya no confío en ti ni en nadie ¡Me oyes! ¡Aléjate de mí y no te acerques nunca!

Entre a mi salón y me siento en mi lugar entre lágrimas mientras que lo susurros seguían, creyendo algo como que Kazuma fue infiel y cosas así. De verdad la gente siempre malinterpreta las cosas.

Narra Mafer
No puede ser, volvieron a herir a Yukina, necesito hablar seriamente con Kazuma.

Kazuma: Ni así pude remediar las cosas con ella *susurro*

Mafer: Oye, quiero hablar contigo

May: ¿Pero qué pasó? Oí gritos de Yukina

Mafer: Le bajaron el ánimo, igual acompáñame.

Fuimos a la azotea para decirle una triste realidad que vivió Yukina desde su infancia, considerando que fui la única que vio eso. Luego de ello, alrededor del inicio de prepa ella conoció a May y no supo mucho de su pasado porque Yukina tenía miedo de contárselo.

Narra Yukina
Me odio, no lo soporto más, odio respirar, odio vivir sólo para destruir a los demás.

Todo habría sido mejor si no hubiera nacido. Perdí mi inocencia y pureza por culpa de la ahora dragona de oscuridad que es mi madre. Sus constantes presiones sobre mí sólo me fueron apagando una y otra vez ¿Por qué cree que al despertar me ve con los ojos hinchados? Sencillo, son lágrimas silenciosas de la noche. Lágrimas que nadie escuchará, que nadie verá y nunca presenciará.

Este dolor en el corazón es grande y no lo digo por esta herida que ya es irreparable, sino que me duele vivir.

Mejor acabo con mi vida y ya no daño a nadie más o... dejar que nazca una nueva yo...: Locura, este es mi sentimiento. Nacerá ahora una farsante sin emociones, alguien que usará su máscara y fingirá su alegría, penas e ira.

Eso seré hoy, el eterno vacío y locura que debí ser por todo lo que me hicieron desde mi niñez, ha nacido y se ha materializado mi oscuridad, lo que tanto deseaba mi otra yo: La Diosa de la oscuridad.

Narra Kazuma
Me encontraba escuchando la historia de Yukina y la verdad es que me sorprendí de lo tanto que soportó: Traiciones, presiones y el dolor de intentar amar a alguien, por eso me alejó de ese modo, para que ya no me metiera en sus caprichos e ira.

Seguí escuchando hasta que de repente el cielo se tornó rojo y la amiga de Yukina comenzaba a desaparecer y ella no se daba cuenta, oh no...

Mafer: ¿Qué sucede?

Kazuma: Ve a clases, iré por Yukina

Corrí por toda la escuela para hallarla, este cielo rojo no es nada normal y temo que el lugar empeore.

Busqué desde el piso de abajo hasta arriba hasta que finalmente la hallé en la azotea y lo que vi me impactó. Ella... ya no tenía ese brillo y luz que la mantenía viviendo... Su cabello ya no era azul, ahora es rosa con un degradado en rojo y sus ojos eran negros con pupilas rojas.

Ahora... se ha transformado en lo que más temía ver

Yukina: Hola Kazuma ¿Qué haces aquí? *sonríe falsamente*

Continuará....

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Este giro de trama no estaba planeado pero quería desahogarme con escribirlo.

Espero que les haya impactado y gustado.