Aclaraciones:

Las palabras en cursivas significan recuerdos.

...

Estaba arrepentido.

Después de todo, ¿Cómo no habría de estarlo?

Sólo fue egoísta.

Mientras tú estabas con él cada que podías por el gran cariño que le guardabas, él trataba de ignorarte ya que simplemente, para aquellos momentos, no sabía lo que su corazón anhelaba.

Pero ahora sí lo sabía.

Por eso ahora se encontraba corriendo hacia tu casa.

Después de todo, la llegada de aquella impactante noticia fue lo único que logró hacer que viera la realidad y descifrar lo que verdaderamente sentía su corazón.

"______, se va. La llamaron de (País) para una misión de gran importancia y la necesitan. Me dijo que quiere quedarse allá, ya sabes, volver con su familia."

Recordó las palabras de Midoriya al llegar a la puerta de su casa junto a Uraraka.

Te ibas, y probablemente no regresarías.

A penas su amigo soltó aquello, salió de su casa directo hacia la tuya para aclarar las cosas.

"Me gustas. Sólo quería que lo supieras. Y si por casualidad, te gustaría tener algo, aquí estaré.

Porque te quiero, Shōto."

Aquella confesión de parte tuya le estaba rondando en la cabeza desde una semana.

Él no te había rechazado en cierta parte, sólo quería un tiempo para pensar las cosas.
Estaba demasiado confundido con respecto a esas sensaciones que experimentaba siempre que estaba a tu lado.

Era nuevo para él.

Y justo ahora, no podía perderte.

Todoroki logró divisar la casa de dos plantas al llegar por la acera, deteniéndose en la puerta recuperando el aire.

Tocó varias veces.

Nada.

Lo intentó otra vez.

Sin resultados.

Ya era tarde.

Se sentó en las escaleras que daban a la puerta, totalmente derrotado.

Tomó su cabello con frustración, reprochándose por perder la oportunidad de estar con la persona que quería.

Idiota.

—¿Todoroki?

Volteó rápidamente al escuchar tú voz detrás de él y verte cerrar la puerta de tu hogar, rápidamente se colocó de pie mirándote a los ojos incrédulo.

—¿Qué haces aquí?—le preguntaste comenzando a bajar la escaleras con maletas en mano y un bolso colgando de tu brazo derecho, ignorándolo totalmente.

—Pensé que te habías ido...

—Estoy esperando al taxi.

—______... Necesito decirte algo.

—Será mejor que lo hagas rápido, ya falta poco para que me vaya.—le respondiste mirando la hora en tu celular y sacando tus audífonos para distraerte por el camino.

Se encaminó hacia a ti con el orgullo arrastrándose por el suelo y con una preocupación enorme al no saber cómo reaccionarias.

—Yo... Necesito hablarte sobre lo que sucedió.

—Ajá—respondiste indiferente.

—Quería darte una respuesta respecto a eso—no sabía qué estaba haciendo, por alguno razón le estaba dando muchas vueltas al tema.

—Mira, si vas a decir que no, está bien, ¿De acuerdo?—le miró descolocando al bicolor por la mirada vacía del chica—. No voy a obligarte a hacer algo que no quieres.

Negó rápidamente e iba a hablar otra vez hasta que lo interrumpiste.

—Oh, ahí viene el taxi.

Volteó la mirada alarmado para ver al auto frenar de a poco deteniéndose frente a ambos.

Tomaste tus cosas y te dirigiste a la parte trasera de al auto para abrir la maleta y empezar a guardar tus cosas en él.

Por otro lado, el chico miraba tus acciones desesperados. ¿Por qué simplemente no podía detenerte y hablarte?

Al acabar, te acercaste a la puerta abriéndola pero en vez de entrar, te diste la vuelta.

—¿Algo más para agregar?

Era suficiente.

Tomó tú muñeca, te acercó hacia él dándote un abrazo y presionándote contra su pecho.

—No quiero que te vayas...—te susurró cerca del oído haciendo que tu máscara de indiferencia se debilitara.

—Tengo que hacerlo, me necesitan—le respondiste separándote lentamente.

—Pero yo te necesito aquí, conmigo—te miró desesperado, la verdad es que te dolía verlo así.

—¿Por qué?—preguntaste esperanzada.

Más no respondió.

Ya cansada y dolida, te separaste finalmente sintiendo un vacío luego de hacerlo.

Perderías el vuelo si seguías perdiendo el tiempo así.

La verdad pensabas que al fin daría respuesta positiva hacia tu proposición de ser pareja, pero por lo que lograbas ver, no era así.

—Lo siento, tengo que irme—ésta vez te diste vuelta dispuesta a entrar en el auto para dejar todo atrás y empezar una nueva vida, más un tacto en tu muñeca te detuvo nuevamente.

Tomó aire.

Tenía que hacerlo.

—Sé que es egoísta de mí parte, pero en serio estaba demasiado confundido y sé que te estaba haciendo daño. Y el hecho de que has estado evitándome desde hace días, me duele. _______, no quiero seguir jugando a que sean los demás quienes decidan qué hago—se detuvo un momento tomando una gran bocanada de aire y levantando la mirada mientras fruncías el ceño confundida—. La verdad me estoy ahogando, al tragarme las palabras y no decir que te extraño... Y no decir que... Te amo.

Bajó la cabeza un momento en señal de disculpa, para luego levantarla y así enfrentar tú reacción, sin embargo, se derrumbó a ver tus ojos ______ cristalizados.

—¿______?—se acercó para cerciorarse de que te encontrabas bien.

—¡Idiota! ¡Todoroki idiota!—le gritaste reteniendo las lágrimas y golpeando a la vez su pecho—¿¡Justo ahora me dirás eso!? ¿¡Cuando me voy y no regresaré!?

Y tenía razón.

Era un idiota.

—______... Lo siento—su pecho dolía, su corazón se sentía pequeño al ver tu rostro afligido y sobre todo, al saber que todo era su culpa.

Que ambos estaban sufriendo por su culpa.

—Señorita, ¿Subirá o no?—te preguntó el señor canoso del auto ya visiblemente fastidiado.

—Sí. Enseguida voy—volteó hacia el bicolor y soltó un suspiro—¿Ahora qué?

—Yo... No lo sé.

—Me quedaré allá, Todoroki. Por siempre, y no pienso volver. Pero espero que tú sí vayas a buscarme.

Levantó la mirada esperanzado sólo para verte subir al auto y cerrar la puerta dándole una leve sonrisa como despedida a través de la ventana antes de que el señor pisara el acelerador y desapareciera en la calle.

Por supuesto que iba a buscarte.

Fin.

Hi!

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PD: La confesión de Todoroki la hice inspirada en una canción llamada: "La estrategia".

¡Nos leemos pronto!💗