Shinsō Hitoshi
Shinsō:
¿Cuándo llegamos a esto?
Simplemente, me planteo esa interrogante, y aunque me cueste, no encuentro respuesta.
Parece como si hubiese sido ayer que ambos pasábamos cada momento libre juntos. Me cuesta asimilar que ya no estás a mí lado, sonriéndome, tomando mí mano o recordándome lo bueno que soy y el grandioso héroe que seré.
O tal vez sólo son paranoias mías, pero por alguna razón, lo siento de esa manera.
Me duele y me cuesta aceptar que te estás yendo de mí lado.
Las cosas han pasado tan lentamente, como si estuviesen dándome una visión de lo que iba pasar, dándome indicios de que si no hacía algo rápido, saldríamos perdiendo, y sin embargo, no hice nada.
Pero aún no es tarde. O al menos eso intento creer.
Aún puedo tenerte a mí lado, para que me des ánimos para encontrarle sentido a las cosas y que todo vuelva a ser como antes. Tal vez sea egoísta, pero siento que si no estás conmigo, nada será lo mismo.
Yo no seré el mismo.
¿Cómo hiciste para tenerme así?
De eso sí tengo respuesta. Muchas respuestas.
Tal vez haya sido el hecho de que tú atención siempre estaba puesta en mí, ignorando todo aquello que estaba a tú alrededor, sólo para pasar tiempo conmigo. Tal vez haya sido tu amabilidad lo que hizo que tú presencia se volviera importante en los descansos o en los tiempos libres.
Y aunque me cueste aceptarlo, me volví dependiente de ti.
Y ese fue un grave error. Porque no sabía si en algún momento te irías de mí lado por distintas razones, y simplemente yo quedaría contigo en mis recuerdos y anhelandote con un ardor en mí pecho, preguntándome qué hicimos mal.
Y no me equivoqué.
El hecho de que poco a poco las cosas iban cambiando frente a mis ojos y que yo no hiciera nada al respecto, hace que todo mi ser sea una carga de ira y decepción. Aún me cuestiono de igual manera, quién es el culpable de todo este lío. No sé si fuiste tú, por el hecho de que me habías prometido que siempre estarías a mi lado para apoyarme y me fallaras, más sin embargo, sé que no es así, porque te conozco, y me cuesta creer que harías algo como eso. Tampoco sé si fue ese famoso chico bicolor de la clase 1-A que empezó a tener una enorme curiosidad y atracción hacia ti, llevándote cada vez que podía y muy frecuentemente, llevándote siempre que estabas conmigo.
¿Son celos quizá?
No lo sé, pero de lo que sí estoy seguro, era de que esa sí es una razón concreta del por qué ambos comenzamos a distanciarnos, teniendo como consecuencia, este revoltijo de sentimientos que tengo ahora.
Y por último, estoy yo. Si me centro como el culpable de todo esto, definitivamente, me tomo como el culpable.
¿Por qué?
La respuesta es simple, yo sabía de tus sentimientos hacia mi persona. Lo sé, no porque alguien me lo dijo, ni mucho menos porque tú me lo dijiste, sino simplemente porque ya lo sabía desde hace mucho, pero ese no es el caso, lo complicado era que yo también siento lo mismo.
Pero no hicimos nada.
Y ahí estaba nuestro error. Tardamos demasiado en tomar iniciativa y volver lo nuestro en algo duradero, solo porque estábamos inseguros.
Yo tenía miedo.
Luego apareció el famoso Todoroki Shōto, llamando tu atención y haciéndome sentir fatal, alejándote de mi lado.
Y entonces, sentí que mi amor fue arrebatado.
Pero entonces pienso en el comienzo, y una chispa hace eco, recordándome la magia y la electricidad. Miro a mi corazón, hay una luz en la oscuridad, y con ello, un parpadeo de esperanza que me diste.
Y es algo que quiero guardar.
Pero por favor, no te vayas.
...
-¡Shinsō!-volteé rápidamente al escuchar que me llamaban y grande ha sido mi sorpresa al ver quien lo hacía-¡Espera un momento!-_____ corría a paso rápido hacia mi dirección con la cabeza gacha, por otro lado, estaba confundido, hace como un mes que no hablábamos a causa de que Todoroki solía pasársela más tiempo con ella.
-¿Sucede algo?-le miré expectante al momento en el que ella llegó deteniéndose frente a mi, aún sin levantar la mirada retomando el aire.-¿_____?-le llamé al ver que ella no respondía y seguía sin levantar la mirada. Di vuelta sobre mis talones para continuar mi camino a casa luego de un tiempo de silencio incómodo, no obstante no pude continuar al sentir un jalón en la manga de mi camiseta, para luego darme la vuelta, agrandando mi mirada a ver unos ojos ______ cristalizados apunto de desbordar lágrimas y una enorme sonrisa dibujada en sus labios.
-Te extrañé, Shinsō-seguido de eso sentí sus brazos rodearme el torso apoyando su cabeza en mi pecho. Un abrazo. Hace mucho que no sentía ese sentimiento reconfortante de tenerla conmigo, con su presencia que transmite felicidad y tranquilidad, escuchar su voz haciéndome olvidar todos los problemas que me rodeaban y perderme en el color de sus ojos siempre que me miraba.-Lo siento. Te fallé, me alejé de ti cuando te dije que no lo haría. Yo... pensé que estabas cansado de mi por cómo actuabas, creo que por eso empecé a alejarme. Y estuvo mal, primero debí haber preguntado qué estaba pasando entre nosotros o qué estaba haciendo mal, en vez de arruinarlo. Y entiendo si quieres dejar todo hasta aquí, pero solo quería que supieras cuánto te extraño y lo mal que estoy por haberte hecho daño. Todo es mi culpa.
-Sí, es tu culpa-sentí que apretó la tela de mi camiseta luego que pronuncié esas palabras. Tomé aire. Hoy se debe arreglar todo.-Pero también es mía, ______. Yo de igual forma debí hablar contigo y explicarte las cosas. No debímos callar y hacer como si nunca hubiese pasado nada, actuando como unos totales desconocidos. Se supone que si nuestra amistad es verdadera, ¿Por qué nos alejamos y nos hacemos daño?
-Lo siento, lo siento, lo siento-se separó de mi bruscamente para mirarme quitando el rastro de las pequeñas lágrimas que se habían asomado por sus ojos ______. Sé que a ella no le gusta mostrarse herida, pero ella sí lo hizo muchas veces frente a mí.-Es por eso que te he buscado. Porque no puedo seguir con esto, Shinsō. Estoy cansada de estar pasando por tu lado y retener las ganas de ir, abrazarte y recordarte lo importante que eres para mí. Ya no puedo.
Luché por detener las ganas de abrazarla y decirle que ella es igual de importante para mí, que estaba igual de cansado y dolido de que las cosas hayan cambiado de forma tan drástica y ninguno hubiese hecho algo al respecto para saltarnos todo este dolor, malos sabores de boca y ardores en el pecho, más no pude aguantar las ganas.
Así que hice aquello que estaba añorando desde hace días.
Rodeé mis bazos alrededor de su cuerpo, buscando de forma desesperada su calor para poder sentirme tranquilo, buscar la forma de decirle que todo estaba atrás, que todo podía ser como antes, decirle aquello que estaba callando desde hace mucho y hacerle sentir bien, porque sé que ella estaba sufriendo igual que yo.
-Yo también lo siento.-susurré en tono de voz apenas audible, pero sé que ella lo escuchó, luego sentí sus brazos rodearme de igual manera, fundiéndonos en ese abrazo, aquel que tanto nos hacía falta.-Por favor, no te vayas-susurré una vez más, apegando su cuerpo al mío, sintiendo que ella en algún momento se iría otra vez.
-No pienso hacerlo-solté un suspiro al sentir sus manos jugar con los cabellos de mi nuca de forma suave y enredando sus dedos en el, recordándome una vez, lo relajante que estar con ella.-Me gustas mucho, Shinsō.
Sonreí levemente satisfecho. Estaba tan feliz de que al fin lo hubiese dicho, feliz de que avanzaríamos para volver a ser como antes y aún mejor.
-Tú también me gustas, ______.-le respondí separándome un poco para ver su rostro, estaba sonriendo levemente y con un leve rubor espolvoreado en sus mejillas, acerqué mí rostro al suyo, acortando la poca distancia que nos quedaba para unir nuestros labios en el tan esperado beso. Ese que, al igual que el abrazo, anhelábamos desde hace mucho tiempo.
Se sentía genial besar sus labios, que como había imaginado, eran suaves y esponjosos. Ambos moviendo nuestros labios de manera suave y especial, sin ningún tipo de apuro, disfrutando de aquella increíble sensación. Subí mis manos acunando su rostro en ellas, ladeando el rostro haciendo el beso aún más cómodo y especial de lo que ya era, y por otro lado sus manos jugaban con mi cabello colocándome nervioso. Podía hacer eso todo el tiempo y no cansarme nunca. Mi corazón estaba demasiado exaltado y sentía mis mejillas arder. ______ me hacía sentir cosas nuevas y grandiosas.
Pero como todo lo bueno siempre acaba, ese beso lo hizo de igual forma. Ambos nos vimos obligados a separarnos por la falta de aire. Abrí los ojos para luego juntar mi frente con la suya y verla sonreír ampliamente, sonreí levemente como respuesta.
Estaba tan feliz.
Fin.
¡Hola!
Si les gustó no olviden su estrella y comentar para darme ánimos de seguir, complacerlas e interactuar con ustedes.
Disculpen si hay algún error ortográfico, estoy actualizando desde el computador y es un poco incómodo. Irónico, lo sé. Pero cada quien tiene su comodidad. xd
Este One-shot lo hice inspirado en la canción Flickers de Niall Horan. La canción se encuentra en multimedia por si quieren escucharla.
¡Nos leemos pronto!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro