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Especial +65k

↪️Tamaki Amajiki x lectora.

↪️AU Hybrid.

↪️Idea de: ellaal_habla

...

Tamaki dio por terminado la limpieza ese día, suspirando en el proceso. Dirigió su mirada al reloj de pared y su cola decayó debido a que faltaba bastante tiempo para que _________ llegara a casa. Con plumero en mano, dispuesto a guardar todos los utensilios de limpieza y esperar a la chica, el estante que anteriormente limpiaba, la fotografía donde ambos salían en el parque, le trajo montones de recuerdos. Tomó dicha foto, acariciando el marco con preocupación para no hacerle daño con sus garras y recordó que ese día, curiosamente una chica se encontraba tomando fotos en el parque y ________ no perdió tiempo en pedirle que le tomara una foto a ellos. El rostro de _________ mostraba auténtica felicidad, mientras que él había hecho el esfuerzo de sonreír, cosa que le resultó difícil porque habían muchas personas en ese lugar.

Sus orejas se levantaron y su cola quedó a medio camino cuando escuchó el tintineo de unas llaves, para luego relajarse al ver la figura de _______ abrir la puerta.

-Bienvenida...-susurró apenas, un poco confuso por la repentina llegada.

Como respuesta, ________ sonrío al verlo, opacando a los prominentes ojeras que se encontraban debajo de sus ojos. Se quitó los zapatos para dejarlo no muy lejos para luego hacer lo mismo con su bolso y chaqueta.

-Yo también estoy feliz de verte-volvió sonreír, refiriéndose a la cola levantada del híbrido.

Tamaki iba a decir algo, pero calló sabiendo que no podía mentirle, pues, __________ dentro de sus pensamientos orgullosos, sabía que la extrañaba. Además, una vez le confesó que cuando comenzaron a vivir juntos, buscó en internet el lenguaje corporal de un gato por la poca confianza que había en un principio.

-¿Qué tienes ahí?-preguntó, para luego ver la foto de hace unos dos años.

-Yo... estaba limpiándola-se apresuró a decir.

-Ya veo-se limitó a responder para luego caminar hacia la cocina.

El híbrido suspiró aliviado, colocó la foto donde estaba y se dirigió al pequeño lugar donde guardó lo que utilizó en la limpieza para luego volver a la sala donde pensó iba a estar ________.

-¡Por cierto!-la escuchó desde la cocina-. Lamento no haber dejado comida hoy, me llamaron urgente del hospital y apenas tuve tiempo para cambiarme-explicó, y Tamaki recordó la pequeña nota con letra casi ilegible en la nevera.

-No te preocupes-dijo mientras entraba en la cocina y la veía lavar sus manos.

-¿Quieres algo en específico?-cuestionó mientras secaba sus manos.

-No tengo hambre-aclaró.

-Vas a comer quieras o no-regañó, frunciendo el ceño-. Estás delgado.

-No lo estoy-se defendió.

-Si lo estás.

-No lo estoy.

-¿Ah sí?-se apoyó en la orilla de la cocina-. Entonces, si te levanto la camisa justo ahora, ¿habrá un cuerpo de fisicoculturista debajo?

________ rió cuando las manos de su híbrido apretaron con fuerza la orilla de su camisa y notó su cola erizarse levemente.

-Es broma-canturreó-. La guardaré de todas maneras.

Tamaki dejó el tema y tomó asiento en el mesón para dedicarse a mirar atento los movimientos de la chica quien ahora tenía su atención en la cocina. Rasguñó levemente la porcelana blanca con sus garras un poco largas, produciendo un sonido que a él de alguna manera le relajaba y distraía.

-¿Sucedió algo grave?-preguntó, ganando como respuesta un suspiro por parte de _________-. Lo siento, no debí preguntar.

-No, no es eso. Hoy fue un día un poco... ajetreado. Un transporte público tuvo un accidente y muchas personas resultaron gravemente heridas, por eso me llamaron pese a que no comenzaba a esa hora-explicó-. Por eso también me dejaron irme temprano.

Tamaki a pesar de que ________ no lo viera asintió levemente, decidiendo no preguntar más. Observó como __________ cortaba algunos tomates y de igual forma vio unas cebollas, por lo que supuso que haría un guisado.

Más allá del silencio, Tamaki comprendía la causa de éste. __________ se levantaba todas las mañanas a la misma hora, se preparaba, hacía el desayuno para ambos y se disponía a ir directamente al hospital donde trabajaba de enfermera. A veces, se sentía mal porque desde un pensamiento pesimista de su parte, creía que la vida _________ sería menos complicada si él no estuviese ahí y, aún así, Tamaki se sentía inmensamente agradecido.

Por aquella razón, el joven híbrido buscaba la manera de estorbar lo menos posible, así como de ayudarla en todo lo que podía. Era su manera de demostrar la gratitud que le tenía por sacarlo del mundo donde su mentalidad lo limitaba y su baja autoestima le hacía sentir poco capaz, hundiéndose poco a poco por la ausencia de alguna figura.

Una punzada invadió su pecho y recuerdos llegaron disparados a su mente. La vida callejera de por sí era de difícil, pero era aún más difícil estar escondiéndose constantemente de las aquellas personas que capturaban híbridos abandonados y llevárselos a un lugar del que él nunca quiso saber cuál era. Incluso él se sorprendía de que pudo vivir durante muchísimo tiempo sin ser visto por alguna de esas personas, hasta ese día.

Se recordó a sí mismo apoyado en una pared, el ardor en sus brazos desnudos apenas cubiertos por una camisa desgatada, la sangre escurrirse con libertad, las lágrimas tibias resbalar en sus mejillas adoloridas y su oreja derecha palpitando de dolor al tiempo que su cabello se manchaba del mismo líquido carmesí de sus brazos. Una pelea en la que nunca quiso involucrarse le llevó a esconderse en un callejón oscuro al ser el primer escondite que vio, y todo porque quería algo de comer.

Él estaba confiado en que a esa hora, a pesar de que no era tan tarde, nadie pasaría por aquella calle. Tal parece que sus quejas por el fuerte dolor fueron sonoras, sumándole a eso que no estaba al final del estrecho callejón y por esa razón terminaron por ser audibles para ella. Una joven, quizá de la misma edad que él, detuvo sus pasos para dirigir su atención hacia su deplorable presencia.

En un tonto intento por alejarse, apoyó su brazo en el piso, pero terminó por caerse y aumentar el dolor en dicho brazo por el repentino y brusco movimiento. Las luces de la calle apenas llegaban a iluminar los oscuros rincones del callejón, no obstante, el híbrido gracias a sus capacidades de ver en la oscuridad, alcanzó a ver un rostro notoriamente preocupado desde abajo.

Sus súplicas para que se alejara desaparecieron en el aire cuando ya cerca de él, la chica habló por lo bajo y, aunque pareciera poco común, su mirada llegó a tranquilizarlo. Su mano suave a su parecer, examinó su rostro y brazos, atenta a cualquier herida grave. Tan indefenso y débil, él sólo dejó que lo observara.

Más tarde, él ya estaba repleto de vendas y gasas, aún en el mismo lugar. La joven cuyo nombre no llegó a saber, en su bolso llevaba algunas medicinas y materiales de primeros auxilios. Para esos momentos, Tamaki estaba confundido, principalmente porque no llegó a pensar que alguien podría ser tan atento y cuidadoso con él, y sobre todo, porque nunca había sentido aquella calidez cuando ella lo calmó con algunas palabras y suaves caricias.

Desde ese día, él pasaba con frecuencia por ese mismo lugar, caminando con sigilo por la misma calle, guiado por la extraña sensación de volverla a ver y agradecerle por su ayuda. Sus visitas frecuentes dieron resultados, pues, volvió a verla pasar cerca del callejón donde lo ayudó, cerca de las siete de la noche. Ella lo reconoció y le saludó con una sonrisa, como si se conocieran de toda la vida, feliz de saber que estaba mejor. Y justo como él tenía pensando, agradeció su ayuda esa noche y, más que eso, terminó por saber también su nombre.

Finalmente, Tamaki salió de sus recuerdos, continuando con su tarea de analizar a ___________, sin embargo, no pasó por alto a su mente que también rememoró la vez que le preguntó si quería vivir con ella luego de varios meses de conocerse, el montón de trámites y papeleos que pasaron para que pudieran irse a vivir juntos y el gran apoyo que le brindó durante todo ese tiempo, así como el montón de cosas que hizo por él.

-Pensándolo bien... Tal vez sí tenga hambre.

_________ dejó de condimentar para voltearse a verlo y luego mirarlo enternecida y feliz, mientras que Tamaki bajó la mirada cuando _________ sonrío justo como ella solía hacer, provocándole una grata sensación, hasta que recordó otra cosa, algo que le inquietaba.

Tamaki anhelaba algo, y ese algo parecía imposible, un sueño de niño sustentado por inocencia. Aún estaba confundido, inseguro de lo que estaba comenzando a florecer en su pecho, sin embargo, ese deseo que pensaba que nunca sería cumplido no quería disiparse. Anhelaba que ________ siguiera fortaleciéndolo día tras día, sonriendo únicamente para él, y con relación a eso, quería algo muy distinto...

Quería que sonriera por él.

...

Cuando entró, se encontró con la habitación de _________ y a ella dormida en su escritorio. Suspiró y dejó la tasa con el líquido humeante de lado que le había pedido, entiendo su cansancio. Se preguntó si estaba bien levantarla, pero la extraña posición en la que cayó dormida le pareció dolorosa e incómoda, por lo que terminó por dar respuesta positiva. Se acercó para llevarla a su cama que no estaba tan lejos, sin embargo, se detuvo ante la cercanía y la tranquila respiración que chocaba de lleno en su rostro. La lámpara del escritorio iluminaba únicamente el montón de hojas pero le daba una perfecta visión de su rostro, de su piel tersa y su perfil. Alejó sus pensamientos y finalmente la tomó en sus brazos con sumo cuidado hasta llegar a su cama, donde la depositó con delicadeza.

Tamaki aún no la había soltado del todo, manteniendo una cercanía suficiente con una pierna apoyada en el colchón. Estaba lo suficientemente cerca como para que pudiera estampar sus labios contra los suyos, uno de los sueños que algunas vez tuvo. Su mano rodeaba su cintura, mientras que la otra ya no estaba en su cuello, sino que ahora sostenía todo su peso, procurando no hacer ningún movimiento que la despertara.

Con pesar, comenzó a separarse lentamente, hasta que sintió a _________ removerse debajo de su cuerpo y optó por detenerse. La vio abrir poco a poco sus ojos, acostumbrándose a la casi oscuridad de la habitación, hasta que sus ojos ________ se detuvieron en él.

-¿Tamaki...?

-L-lo siento, te quedaste dormida y te traje y yo...-se trabó de los nervios-. Ya me iba.

Tamaki detuvo su cometido al sentir la mano fría de _________ acunar su mejilla e inmediatamente le miró apenado. _________ no habló, sólo analizó el rostro del híbrido, desde sus finas cejas hasta su quijada pincelada, su expresión insegura por su acción y sus pálidas mejillas levemente espolvoreadas de rojo por la vergüenza.

-¿Aún dudas...?-preguntó, pasando su mano a su oreja.

El híbrido sintió sus músculos tensarse por el tacto en su oreja rasgada, pero luego su mirada le tranquilizó, aquella misma mirada comprensible y protectora que le dedicó cuando lo encontró.

-No... nunca-aseguró.

Un poco confiado se acomodó y posicionó su cuerpo encima de _________, quien siguió con la tarea de mimar al híbrido. Su mano recorría todo su rostro, mientras que Tamaki sólo disfrutaba de la sensación agradable que le provocaba las caricias de ________. El híbrido cabeceó varias veces y apoyó su frente entre el espacio del cuello y hombro de la chica, víctima del momento y terminando por quedar en una posición comprometedora. _________ desvió sus manos al cuello de Tamaki, recorriendo un lento camino hasta su cabello, acariciando de igual formar detrás de sus orejas, inquieta por la sensación de Tamaki respirando cerca de su clavícula, hasta que un sonido bastante conocido aceleró su corazón al igual que sucedía hace unos meses.

Un ronroneo tímido rasgó la garganta de Tamaki, y ________ sostuvo su respiración al sentir su corazón aún más acelerado cuando el híbrido comenzó a restregar su mejilla contra la suya, en busca de más contacto, aumentando los ronroneos y volviéndolos más audibles. En una especie de motivación, _________ continuó con las caricias.

La joven miraba atenta la larga y suave cola en movimientos de su híbrido, distrayéndose paseando su mirada por la habitación iluminada tenuemente por la lámpara, junto con los constantes ronroneos que escuchaba muy bien por la cercanía. Inquieta por las sensaciones que sentía, pero sin querer alejar a Tamaki, se sorprendió a sí misma cuando tomó el rostro de Tamaki y lo acercó peligrosamente al suyo, tirando su suerte y la culpa que la abrumaba lo suficientemente lejos para no interrumpir su cometido.

Ambas respiraciones chocaron, mezclándose entre sí, mientras que _________ intentaba transmitir con su lento acercamiento un permiso, que fue aceptado cuando Tamaki también acortó la distancia y unió sus labios en un simple beso, pero que para ambos era especial. Fue entonces que Tamaki se dio cuenta del montón de cosas que __________ despertaba en él, de la manera cariñosa y optimista que hizo que saliera adelante y produjera aquellos sentimientos.

Él movió torpemente sus labios, con el corazón queriendo salir de su pecho por tener a __________ tan cerca, de poder estar besándola y disfrutar del grato momento. Tamaki estaba tan avergonzado que en el momento que se separaron desvió su mirada para no tener que sentirse mal, pero el volver a sentir sus labios con los suyos cuando __________ tomó su cuello y mover sus bocas en movimientos igual de lentos y gentiles, le hicieron olvidar de nueva cuenta su alrededor.

Confundidos y guiados por sus sentimientos en proceso de ser aclarados, sólo se dedicaron a seguir lo que creyeron que estaba bien, inclusive __________ no dejó de avanzar sin importarle que Tamaki apenas podía mantener el ritmo, sin embargo, sin tener el consentimiento de la chica, sus manos que antes sostenían su peso, viajaron a acunar ambas mejillas de ___________, profundizando el movimiento de sus bocas, pero la fémina buscaba más.

Montó sus piernas en las caderas del híbrido, sorprendiéndolo en proceso y aprovechando de introducir su lengua, tomando como consecuencia que el joven híbrido se pusiera más nervioso de lo que alguna vez llegó a estar, pero para esos momentos ya estaba seguro de que no había vuelta atrás. Más tarde, las manos de ___________ jugaron con los bordes de la camisa de Tamaki, levantándola poco a poco y dándole final al beso cuando la sacó completamente.

-¿Me vas a decir que no mire, cierto?-preguntó por la mirada esquiva de su híbrido al estar analizando su torso no tan marcado-. Me temo que eso no será posible...

Besó con suavidad esta vez al híbrido, tratando de transmitir seguridad, pero Tamaki pasó a ponerse tenso por las manos de __________ que empezaron a pasearse por toda su espalda, sintiendo su piel arder tras su paso. La joven se percató de esto, por lo que lentamente intercambió la posición, pasando a estar encima de él. Temeroso, Tamaki dejó de corresponder el beso al sentir el cuerpo de __________ extremadamente cerca, específicamente sus pechos al recostarse en su torso desnudo.

-¿Qué pasa?-atinó a preguntar vagamente por el repentino cambio.

Tamaki pasó saliva, incapaz de responder algo concreto, aunque tampoco quería decirle que estaba demasiado nervioso, pero aún así se las arregló para responder algo:

-E-es que... no sé si lo estoy haciendo bien.

__________ sintió su corazón encogerse de ternura, cosa que de alguna manera le provocó otra extraña pero ya conocida sensación.

-Yo tampoco sé si lo estoy haciendo bien... ni siquiera sé qué estoy haciendo-masculló sin gracia-. Pero lo que sí sé es que quiero seguir.

Y justo como dijo, sus labios volvieron a encontrarse en otro fogoso beso, y en este caso disfrutó de pasear sus manos por su torso, pero en algo en ella quería que él hiciera lo mismo con ella y, a pesar de que creía que pedía demasiado, recorrió un lento camino desde sus hombros hasta sus manos, colocándolas en su cintura, de manera que entendiera su señal.

Ambos cuerpos unidos acompañados del movimiento lento y profundo del beso, cumplieron cada una de las fantasías que llegaron a tener.

Porque sí, fueron más allá de lo que alguna vez pudieron imaginar.

Fin.

Mientras escribía esto me di cuenta de dos cosas: la primera es que soy pésima escribiendo escenas subidas de tono, y la segunda es que el mundo necesita más personas como Tamaki Amajiki. Es mi primera vez escribiendo algo sobre él y la verdad es que, realmente es un amor y espero haber plasmado bien su personalidad, seguramente vengan más OS sobre él desde mi parte.

Otra cosa que quiero informar es que ya entré a clases y me gustaría que comprendan si desaparezco por unos días. Actualmente estoy cursando mi último año de bachillerato antes de entrar a la universidad y las cosas serán más rudas, no obstante, cubriré todo ese tiempo con los pedidos, los cuales vienen con ideas bastante buenas.

Disculpen cualquier error ortográfico y/o algo fuera de contexto.

¡Nos leemos pronto! ❤️

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