Especial 3/3.

Día en familia.

Idea por: Kharlamidoriya

¡Espero te guste!  ♥ 

Midoriya Izuku: 

Escuchando las risas de su progenitora en compañía de los de su novia, intentó de alguna forma esconder el potente rubor que estaba tomando dominio en su rostro. 

—¿Estás bien?—preguntó la chica.

—S-sí.

—No te creo—dijo colocando el último de los platos en la mesa.

—En serio—sonrió débilmente cuando ella volteó levemente para mirarlo, cosa que no duró mucho tiempo.

Ambos se encontraban arreglando la mesa para servir la cena en la casa de la chica, quien respetuosamente había invitado a la madre del chico a pasar la tarde en su hogar junto a sus padres, quienes ya desde hace un tiempo querían conocer al pecoso.

—D-de acuerdo, me rindo—expresó ante la mirada intensa de su novia.

—¿Qué sucede?

—De verdad no entiendo como puedes estar tan relajada.—cuestionó, torciendo los labios—¿No te sientes incómoda de que tus padres estén hablando del día en el que te desarrollaste?

—De hecho sí—respondió vagamente—. Pero te acostumbras luego de un tiempo.

 —¡Pero es muy incómodo!—exclamó, manteniendo un tono de voz bajo para que no llegase a oídos de los que se encontraban en la sala.

—Oh vamos—reclamó con un notorio tono de fastidio—. Yo no dije nada cuando tu mamá habló sobre tu operación de circuncisión. 

Aguantando las ganas de soltar una sonora risa, se limitó a observar divertida la cara estupefacta de su novio, quien a la vez tenía una gran sonrojo apoderándose en sus mejillas pecosas. 

El chico iba a agregar algo, sin embargo, la voz de la madre de su pareja le interrumpió:

—¡Iré a traer el albúm de _______!

Adiós dignidad.

Todoroki Shōto: 

Muy en el fondo, agradecía la ausencia del padre del bicolor, pues pese a que sabía que las cosas se habían ablandado entre ellos, sinceramente, no quería  lidear con el héroe. Amablemente, la hermana del chico, le invitó a cenar en su casa, por lo que justo ahora se encontraba en la mesa de aquella casa clásica japonesa, en espera de que la cena estuviera lista.

 —¿Y de dónde eres?—cuestionó la más adulta, con un notorio voz de emoción.

Ella, por otro lado, sonriendo levemente, miró primero a la mujer, para luego mirar a Shōto, aún sin borrar su sonrisa.

—Es de Latino américa.—le respondió su hermano.

—A-ah, entiendo—habló, sin entender el por qué su hermano respondía a todas sus preguntas. 

Arrugando un poco el ceño, observó como la novia de su hermano le hacía leves señas mientras él asentía levemente. 

—¿Shōto?

—________ tiene problemas para hablar—le respondió ante el llamado—. Sufre de afonía. Hace algunos años, le hicieron una operación de laringe debido a sus problemas respiratorios, pero sus cuerdas vocales se volvieron débiles luego de eso.

Intentando asimilar la información, captó a la peli-______ compartir algunos movimientos con su hermano, mientras que él, en forma de respuesta, daba leves asentimientos. Todo esto sin borrar su sonrisa. 

Esbozando una pequeña sonrisa, siguió observando a los adolescentes comunicarse sin ningún problema. Sintiendo su corazón ablandarse ante aquella escena.

Era bastante obvio que era la indicada.

Aunque su pensamiento se vio interrumpido al recordar algo:

—¡La comida!

Bakugō Katsuki:

No es misterio el enorme orgullo que normalmente suele caracterizar al rubio, sin embargo, para ese momento, trataba desde lo más profundo de su ser mantener la calma y no gritarle a su madre, quien parloteaba y halagaba a su novia, la cual simplemente se limitaba a sonreír junto a ella ante los comentarios.

Después de todo, ella siempre había insistido en conocer a su madre, aunque él siempre buscara una excusa para aquello no sucediera.

—Oh Katsuki. En serio te has buscado un buen partido—habló la madre, quien estaba más que encantada con la joven.

La peli-______ por otro lado, estaba intentando retener una carcajada ante la cara entre enojo y verguenza del chico. Adoraba fastidiarlo, tanto así, que ya lo consideraba un hábito.

Los padres de la fémina no habían podido asistir a aquel pequeño encuentro en la casa del chico debido a que estaban viajando por trabajo, no obstante, apenas llegaran, ella misma se encargaría de realizar otra reunión.

—Mamá, ya basta—gruñó luego de que el color rojo que estaba en sus mejillas se disipara.

—Dime, cariño, ¿Es igual de brusco cuando está contigo o cambia aunque sea un poco?—cuestionó mirándola fijamente, ignorando a su descendiente.

—No hay ninguna diferencia—contestó sonriente, aunque sus ganas de burlarse de él no se iban.

—Katsuki, al menos deberías tratarla como se debe—le reprochó.

—¿Ah?—le miró incrédulo—¡Eso no debería importarte!

—¿Lo ve?—agregó ______.—Ningún cambio.

—¿¡Piensas apoyarla!?—le gritó ésta vez a ella.

Mirándole burlona, la chica decidió ignorarle.

—¿Tienes hambre?—le preguntó la mujer—Iré a preparar la cena. Katsuki, tú me ayudarás.

—¿¡Por qué yo!?—vociferó intentando liberarse del agarre de su madre.

—¡No me lleves la contraria!—le gritó de vuelta, dándole un sonoro golpe en la cabeza antes de perderse en la cocina.

Soltando el aire acumulado, se limitó a observar la sala en la que estaba. Llevándose el susto de su vida al ver al padre de Katsuki sentando en uno de los sillones.

¿Desde cuándo estaba ahí?

—Dime que no lo vas a dejar—habló él, con una mirada preocupada.

Soltando un leve risa, miró al hombre con amabilidad, y de forma sincera respondió:

—No pienso hacerlo.

Iida Tenya:

Sinceramente, no podía describir aquella situación.

Su familia era tan tranquila y armoniosa con ella que realmente no tenía de qué quejarse o comentar algo. Pasando una tarde relativamente divertida y pacífica, sus padres, junto con la madre y el hermano de Iida, definitivamente eran una buena mezcla, sin embargo, de entre todos los juegos de mesa divertidos que podían haber, tenían que jugar ese.

—¡Bingo!—exclamó sonriente su madre.

Volvía a recalcar, no tenía de qué quejarse, pero aún así, aquel juego no era su favorito.

Escuchándose uno que otro sonido de fastidio debido a que casi estaban apunto de ganar, la madre de la chica tomó con mucho orgullo el premio.

Al menos jugaban apostando dinero.

—La próxima es la mía—comentó el padre, el cual no había ganado absolutamente nada.

—Lo que digas cariño—dijo divertida su esposa.

Ésta vez, la peli-_____ sonrió levemente ante la escena, observando divertida como la familia coloca dinero en la mesa mientras reían y se retaban en broma.

—¿Estás divertiéndote?—preguntó el de lentes, mirando a su pareja con un poco de preocupación.

—Como nunca.

Shinsō Hitoshi:

—¿Te gustan mucho los gatos?—preguntó la madre de _____, quien miraba divertida como el único gato de su hogar se encontraba siendo acariciado por el chico.

Recibiendo un asentimiento como respuesta, siguió observando al joven. Recordando el momento en el que se presentó, totalmente serio e indiferente, aunque de sus padres no podía diferenciar mucho, ya que estos eran bastante agradables pero con el mismo aura de tranquilidad. Así mismo, él no era de muchas palabras

Por otro lado, su esposo y los padres del chico se encontraban en la cocina hablando de quién sabe qué, pero ella, decidió quedarse para charlar un rato con ellos, quienes se encontraban bastante relajados.

—¿Vamos a tener gatos cuando nos casemos, no?—preguntó él, sin dejar de mimar al animal.

—Podemos tener una granja si lo deseas—le respondió ella, sonriendo,

La madre, ante aquello, miraba entre confusa y asombrada el momento. Realmente no le encontraba nada negativo al chico, era demasiado tranquilo, responsable, directo y de igual forma, por lo que le había comentando anteriormente su hija, era alguien objetivo y que en el pasado había pasado por un problema bastante complicado, pero supo salir adelante.

Definitivamente no podía quejarse.

Kaminari Denki:

Le parecía bastante curioso el lugar en el que se encontraban cenando. El olor a frituras se colaba entre sus fosas nasales.

Habían pasado una divertida y entretenida tarde en el centro comercial en compañía de los padres de su novio, quienes eran bastante agradables y divertidos. Sus padres junto con los del rubio supieron cómo congeniar, pues no había ningún tipo de queja. No obstante, cuando llegó el momento de decidir a dónde irían a cenar, Kaminari entró en un momento de estupidez más grande de lo normal, pues había insistido como niño pequeño ir a un lugar donde sirvieran hamburguesas. Y ahí se encontraba ahora, en una hamburguesería.

Realmente no podía quejarse, después de todo, amaba aquella comida.

—¿Estás segura de que no te causa problemas?—preguntó nuevamente el padre del chico, quien le había hecho esa misma pregunta unas tres veces.

—Totalmente segura—le respondió.

Observando al rubio hablar animadamente con el chico de la caja para pedir otra hamburguesa, se limitó a sonreír. En serio le quería.

—De ser así, ya le hubiese roto la cara—habló con sinceridad el padre de ella.

—¡Papá!

Kirishima Eijirō:

El olor entre carne y pollo asado mezclado entre un exquisito aroma de condimentos, era el que predominaba en el aire en aquel pequeño pero cómodo patio.

Como manera de pasar el día y conocerse, la familia del pelirrojo tuvo la idea de hacer una parrillada, por lo que la chica decidió que la reunión se llevara a cabo en su hogar.

—¡Huele delicioso!—expresó emocionado el chico, al tiempo que observaba a sus padres y a los de su novia hablar animadamente mientras cocinaban.—¿______?

Buscando a la chica en el patio, su campo de visión logró captarla sentada debajo de un árbol, hablando tranquilamente con su hermana menor, quien le respondía mientras sostenía unas muñecas en sus pequeñas manos.

Animadamente, se acercó a donde se encontraban, sentándose al lado de su pareja.

—¿Qué están jugando?—preguntó sonriente, mirando a la pequeña, sin embargo, su sonrisa no duró mucho.

La menor, miró desconfiada al chico de dientes afilados, cosa que le confundió bastante. Y aún más cuando se acercó a su hermana mayor, escondiéndose tras su espalda.

—A-ah, lo siento. No es muy sociable—se disculpó la peli-_____.

—Ya veo—habló mientras se inclinaba un poco, sonriendo al ver a la menor esconderse más detrás de su hermana—. No hay de qué temer.

La menor miró a su hermana, en espera de una respuesta.

—No te preocupes—le sonrió—. Ya él te lo ha dicho.

Saliendo de su escondite, la pequeña se sentó al lado de su hermana, aún con su muñeca en mano.

—Kirishima Eijirō—se presentó sonriendo—, un placer.

Un poco más confiada, la pequeña le devolvió la sonrisa mientras observaba con curiosidad sus dientes.

Sería una gran tarde.

Fin.

¡Ahora sí!

Ya acabó el especial.

De verdad estoy muy agradecida con todos los votos y comentarios positivos que le brindan a la historia. De igual forma agradezco a aquellas lindas y preciadas personitas que siempre apoyan en cada actualización. Ustedes me ayudan a seguir con esto. ¡Muchas gracias otra vez!

Realmente no sé cómo quedó ésto debido a que cuando me dieron esta idea, no me especificaron si era con la familia de los personajes con la protagonista o, la familia de los personajes con la familia de la protagonista. Aún así espero que haya sido de su agrado.

Tengo muchísimas ideas en mente, así como también varios pedidos, por lo que sólo toca esperar para cuando publique. Así mismo, pido la paciencia de aquellas personas que hicieron sus pedidos, ya que los estoy haciendo de forma meticulosa para que queden lo mejor posible. 

Es como una manera de agradecer lo feliz que me hacen.

¡Nos leemos pronto! ♥