War of Gods (7/8)
Continuando con el capítulo anterior...
El ejército se puso en marcha al ver que el Portal ya estaba abierto, cuando cruzan el portal corren muy rápido por el mar, en dirección hacia la ciudad de Tokio.
Pablo: "Cierto... Las tropas" *Dice sorprendido, pero en ese momento vuela lo más rápido hacia el ejército de Ares*
El ejército de Ares se estaba acercando a la ciudad. Pero uno de los soldados divisa a Pablo, que se estaba acercando muy rápido desde el aire. Así que el soldado este ruge dando la advertencia.
Entonces un grupo de los soldados son arqueros y disparan flechas de fuego contra Pablo, pero el joven esquivaba las flechas mientras volaba y al mismo tiempo disparaba esferas de fuego logrando acabar con algunos de los soldados de Ares. Luego precede a cambiar de estrategia y usando ambas manos dispara una potente ráfaga de fuego logrando quemar a múltiples soldados.
Pero como él estaba solo contra un ejercicio de soldados de Ares, varios lograron pasar y se acercaban a la ciudad de Tokio. La gente en la costa veía muy sorprendida y confundida como los soldados de Ares se acercaban a la costa.
Tan solo pasaron unos segundos y un escuadrón de soldados de Ares, llegan a la costa y comenzaron a hacer la masacre. La gente gritaba y corrían del pánico, mientras los soldados que ya habían llegado a la ciudad comenzaron a destrozar todo y destruir todo a su paso. Cada segundo que pasaba los soldados de Ares, eran muchos más.
La gente de la ciudad gritaba y escapaba de los soldados de Ares, también los soldados lanzaban los vehículos para hacerlos explotar.
Hasta el momento la gente se escondía dentro de centros comerciales, pero otras no tenían tanta suerte ya eran asesinados por los soldados de Ares.
Mientras tanto en la Might Tower...
Astra recientemente llego al techo de la torre para ver toda la invasión a mejor vista. La semidiosa mientras sostenía su mazo y veía la invasión. Se sentía muy satisfecha por todo el caos que se estaba generando.
Pero en ese momento llega Kayro desde el cielo, aterrizando cerca de la máquina.
Kayro: "¡¡ASTRA!! ¡Desactiva la caja de pandora o yo la destruiré!" *Exclama en un tono serio, mientras empuña su espada con su mano derecha*
Astra se da la media vuelta para ver a su primo. "No puedes, nada lo desactivara. Solo nos queda... ¡LA GUERRA!" *Responde en un tono amenazador*
Kayro: "Tú lo pediste" *Dice muy molesto, entonces Astra se lanza al ataque*
La semidiosa utiliza su mazo, para atacar. Pero Kayro esquiva con facilidad los ataques de su prima. A parte también cuando Kayro que usaba su espada para luchar. Astra usaba el mazo para defenderse de los ataques de su primo. Luego de varios intentos, ambos atacan al mismo tiempo. Cuando el filo de la espada colisiona con el hierro del mazo. Ocasiona una fuerte onda de expansión que destruyo la mayoría de los vidrios de las ventanas de la Might Tower.
Mientras tanto en las calles de la ciudad...
Hiro, Momo, Bakugo, Mia, Tania y Javiera transformada en mujer lobo, aparecen mágicamente en plano caos, los presentes habían llegado de esa forma, debido que utilizaron una pequeña maquina que los teletransportaba de una zona a otra.
Los jóvenes héroes quedaron sorprendidos y atónicos por todo el caos que se estaba desatando en las calles de Tokio.
En ese momento desde el cielo una bandada de Arpías, que tenían apariencia de una mujer, pero el cuerpo de un ave, también llegaron por el portal, Las Arpías volaban rodeando a los jóvenes héroes. Pero Pablo llega volando y dispara una potente ráfaga de fuego contra las Arpías, desintegrando a la mayoría.
Pablo: "¡Por fin llegaron! ¡¿Qué antes pasaron por Hamburguesas?! Ocúpense de los que están en tierra, yo me encargare de los voladores" *Grita mientras se alejaba volando y otra bandada de Arpías, comenzaron a seguirlo*
Hiro: "Ya escucharon chicos" *Dice muy directo, pero justo en ese momento un escuadrón de soldados de Ares, divisaron a los jóvenes héroes y fueron corriendo para atacarlos*
Javiera, en su forma de mujer lobo, rugió con un bramido que resonó como un trueno en el campo de batalla. Sus ojos, encendidos de furia, brillaban con un fulgor intimidante mientras sus garras se tensaban, listas para la acción. Sin dudar, se lanzó hacia adelante, corriendo a toda velocidad en cuatro patas, como un depredador implacable.
El ejército de Ares no tuvo tiempo de reaccionar. Javiera irrumpió entre las filas enemigas con una fuerza devastadora, desgarrando a los soldados con movimientos precisos y brutales. Cada golpe de sus garras y colmillos dejaba un rastro de destrucción, y los gritos de sus víctimas se mezclaban con el caos de la batalla.
Sus movimientos eran rápidos, casi imposibles de seguir, como un vendaval imparable que diezmaba a los enemigos uno tras otro. La rabia en su interior parecía alimentarla, haciéndola aún más feroz y letal con cada instante.
Entonces Tania cuando divisa al escuadrón, esta se coloca los mismos lentes de siempre y de su bolsillo saca un cubo pequeño que tenia un botón. Cuando ella lo oprime el pequeño cubo se transforma en una Minigun.
"Coman plomo" *Dice Tania, empezando a disparar la Minigun. Las balas impactan contra los soldados de Ares, matándolos al instante. La chica no fallaba ningún disparo*
Bakugo: "¡¡VAMOS A MATARLOS A TODOS!!" *Grita muy enojado, al instante se impulsa como una bala con ayuda de sus explosiones. Llegando hacia donde estaban unos soldados de Ares, el rubio comenzó a atacar a los soldados con múltiples explosiones*
Momo crea cañones que se disparan automáticamente, cuando localizan al blanco, mientras que ella creaba las balas de cañón.
Volviendo al combate entre Astra y Kayro...
El semidios atacaba sin parar a Astra, pero la semidiosa esquivaba rápidamente sus ataques. Hasta que ella logra agarrar el cabello de su primo y con mucha fuerza lo arroja contra el piso.
Kayro se molesta mas de lo que ya estaba, entonces el estando en el suelo. Golpea con fuerza las piernas de Astra, logrando que ella caiga también al suelo.
Kayro aprovecho la oportunidad que ella estuviera tirada en el suelo, este se monta encima de ella y la comienza a golpear varias veces en el rostro.
Volviendo con Hiro y los demás...
Ellos combatían contra el ejercito de Astra, pero en plena pelea de la nada se escucha un fuerte rugido que provenía del otro lado del portal.
En el sitio donde estaba el portal, mientras seguían saliendo mas soldados de Astra y Arpías. En ese momento se comienza a apreciar una gigantesca silueta que se acercaba al portal desde el otro lado, y cuando lo atraviesa se aprecia que es una mujer de un tamaño de casi sesenta y dos metros de altura, que en vez de tener cabello tiene serpientes.
La gigante con tan solo dar tres pasos largos llega a la ciudad y lo primero que hace es comenzar a destruir todo a su paso. Hiro y los demás estaban paralizados por el pánico*
Momo: "Si esto es un sueño... Ya quiero despertar" *Dice muy sorprendida, pero hace una expresión de pánico*
Por el lado de Pablo, este seguía volando y divisa a la gigante. "¿Qué diablos es eso? Esto se esta poniendo peor de lo que pensé... Lo mejor será no perderla de vista" *Dice mientras volaba, comenzando a perseguir a la gigante que destruye todo a su paso*
Mientras tanto con Kayro y Astra...
El semidios luego de golpear varias veces a su prima, este se relaja y utiliza su espada para amenazar a Astra con la intención de acabarla de una vez. "¡¡NO LO ENTIENDES!! ¡¡MIRA TU ALREDEDOR!! ¡¡¡¿CREES QUE TU PADRE TE DARA EL TRONO, AUNQUE CONQUISTES ESTA TIERRA?!!!" *Grita muy enojado*
Astra mira con mucha preocupación todo el caos en la ciudad. "¡Es muy tarde! Ya nada lo detendrá primo" *Dice en un tono de preocupación*
Kayro: "No... Nosotros si... ¡Juntos!" *Responde en un tono mas relajado, incluso Astra parecía estar más tranquila*
Pero todo fue una trampa de ella, ya que sin previo aviso ella apuñala el abdomen de Kayro con una daga. El semidios al recibir la apuñalada, este se queja y retrocede un poco.
Astra: "Sentimental" *Dice en un tono burlesco*
Entonces Kayro perdió la paciencia, lo primero que hace fue darle una fuerte patada directo al abdomen de Astra, consiguiendo que ella caiga nuevamente al suelo. A continuación, este la carga levantándola en el aire y sin pensarlo dos veces, la arroja directo al vacío.
La semidiosa estaba cayendo de una altura de casi doscientos metros. Pero mientras caía una Arpía la logra salvar de la caída. En ese momento Astra monta a la Arpía, que volaba rápidamente alejándose de la Might Tower.
Kayro se retira la daga que tenia enterrada en su abdomen, para luego tirarla al suelo. Este estaba muy enojado viendo toda la destrucción y el caos en la ciudad de Tokio.
Mientras tanto con Hiro y los demás...
Estaban escondidos planeando una estrategia de combate.
Tania: "Son muchos civiles que están en peligro" *Dice muy seria*
Hiro en ese momento ve algo que le llamo la atención, este ve a Astra montada en una Arpía que lideraba una bandada de Arpías.
Astra liderando un batallón de Arpías, comenzaron a destruir todo a su paso. La semidiosa usaba la magia de su mazo para ocasionar que los vehículos explotaran. La zona al instante se volvió una zona de múltiples bombarderos debido a los autos que estallaban. Mientras que las Arpías atacaban a las personas que corrían del pánico.
Todo eso era visto por Hiro y los demás, "Tenemos que evacuar a los civiles" *Dice Hiro, muy serio*
En ese momento un escuadrón de soldados de Ares, encontraron a los jóvenes héroes y los comenzaron a rodear de su escondite. Los jóvenes se percatan del escuadrón.
Mia: "Déjanos a estos, ayuda a los civiles" *Dice y al instante saca dos pistolas*
Hiro: "¿Creen que puedan con ellos?" *Pregunta un poco preocupado*
Tania: "Hiro" *Dice y al instante recarga una pistola* "Para mi será todo un placer" *Dice en un tono de satisfacción, entonces ella rápidamente sale de su escondite y dispara. La bala impacta en la cabeza de uno de los soldados de Ares, además la bala era especial ya que al momento de impactar estalla, matando al soldado de Ares*
Luego Mia sale y comienza a disparar usando dos pistolas, Momo usa una varilla de hierro para golpear a los soldados de Ares, Bakugo ataca a los soldados usando explosiones.
Hiro comienza a correr escapando de la zona, pero unos soldados de Ares, que estaban enfrente lo esperaban para atacar al mencionado. Pero Hiro no se detuvo y ataca a los soldados con solo utilizar sus puños, derrotándolos muy fácilmente. Después de derrotarlos, este siguió corriendo para seguir con su misión de rescatar a los civiles.
Mientras tanto en la batalla...
Mia y Tania seguían disparando a los soldados de Ares, mientras que Momo ayudaba a unos civiles que estaban encerrados dentro de un autobús. Por el lado de Bakugo, este solo atacaba a los soldados con múltiples explosiones.
Las dos hermanas no fallaban ningún disparo, todas las balas daban en el blanco. "Igual que en Changi, hace algunos años" *Dice Mia, mientras continuaba disparando a los soldados de Ares*
Tania: "Nuestra memoria de Changi, es muy diferente" *Responde, mientras seguía disparando a los soldados de Ares*
Mientras tanto Hiro, estaba rescatando a civiles que estaban en medio de las explosiones y también combatía contra los soldados de Ares, que se topaba en el camino.
En un sector cercano de la ciudad, el héroe Ingenium luchaba incansablemente junto con su equipo contra las fuerzas del ejército de Ares. La batalla era intensa, y aunque habían derrotado a varios soldados, las filas enemigas parecían interminables.
Bigshot, uno de los héroes del equipo, acababa de derribar a varios soldados con su enorme fuerza. Con el rostro sudoroso y lleno de tensión, corrió hacia Ingenium, quien continuaba combatiendo con patadas impulsadas por los turbos de los tubos de escape en sus piernas.
Bigshot: "¡Son demasiados!" *Gritó con frustración, su voz resonando por encima del caos*
Ingenium, sin detener sus movimientos, lanzó otra patada que derribó a dos soldados antes de girarse brevemente hacia su compañero.
Ingenium: "¡Tenemos que resistir! Los héroes profesionales no tardarán en llegar." *Respondió con firmeza mientras volvía a la carga*
De repente, Hiro apareció en escena, avanzando entre los escombros con determinación. Su presencia llamó la atención de Ingenium y Bigshot, quienes lo observaron con curiosidad y algo de escepticismo.
Hiro: "¡Vayan a los edificios! Hay civiles atrapados dentro, y si salen a las calles, estarán en la línea de fuego. Evacúenlos por los sótanos o el subterráneo, pero manténganlos fuera del alcance de los soldados. Extiendan un perímetro y aseguren la evacuación de la ciudad." *Dijo, con un tono claro y autoritario*
Bigshot: "¡¿Por qué deberíamos seguir tus órdenes?!" *Preguntó, molesto, con el ceño fruncido y los puños apretados*
Antes de que Hiro pudiera responder, un estruendo interrumpió la conversación. Desde el cielo, un grupo de soldados de Ares descendió con fuerza, aterrizando justo detrás de Hiro. En un instante, los soldados se lanzaron al ataque.
Hiro reaccionó con rapidez. Giró sobre sus talones, esquivando los golpes con movimientos precisos y fluidos. Luego, contraatacó con una serie de golpes certeros, derribando a los soldados con facilidad y eficiencia. En cuestión de segundos, los enemigos yacían derrotados a sus pies.
Ingenium y Bigshot se quedaron atónitos al presenciar la destreza de Hiro. Tras un breve momento de silencio, Ingenium tomó la iniciativa, entendiendo la urgencia de la situación.
Ingenium: "Bigshot, da la orden al equipo. Hagan lo que Hiro ha indicado. ¡Es nuestra mejor opción para proteger a los civiles!"
Bigshot dudó por un momento, pero finalmente asintió, aceptando las instrucciones. Sin perder tiempo, se dirigió a los otros miembros del equipo para transmitir la estrategia.
Por otro lado, Pablo seguía volando. El mencionado tomo otro camino consiguiendo quedar frente a frente de la gigante, que estaba destruyendo un edificio.
El mencionado dispara varias esferas de fuego, que impactan en el rostro de la gigante. Ella ruge por la molestia y al instante ve al joven que estaba flotando. En ese momento la giganta de cabello de serpientes dejo de destruir el edificio ya que ahora su objetivo era Pablo.
Pablo: "Bueno... Ya tengo su atención. ¿Ahora cual es el paso dos?" *Se pregunta, mientras se aleja volando. Pero la Giganta lo comenzó a perseguirlo sin importarle lo que destruye a su paso*
Volviendo a la batalla de los jóvenes héroes...
Momo usando su varilla de hierro, golpeaba a los soldados de Ares, Mia estaba montada encima de uno de los soldados, ya que le estaba enterrando una navaja en el cuello del soldado.
Al instante uno de los soldados se abalanza contra Tania, que estaba disparando a otros soldados de Ares. Pero ella saca una navaja y se la entierra en la frente al soldado, logrando matarlo.
Luego Mia utiliza un fierro para luchar contra otros soldados de Ares, al mismo tiempo mas soldados de Ares, llegan a la pelea. Entonces Tania recarga las dos pistolas que tenía y se desliza en el piso para disparar sin fallar ningún blanco.
Uno de los soldados de Ares logró asestar un golpe a la joven de cabello azabache. Sin embargo, ella no se dejó intimidar. Con un movimiento rápido, levantó su varilla de hierro y contraatacó, derribándolo con un impacto contundente que resonó en el aire.
Bakugo llegó al lugar poco después, su entrada marcada por una serie de explosiones que iluminaban la zona. Con precisión y ferocidad, utilizó sus poderes para acabar con varios soldados enemigos, lanzándolos por los aires con cada detonación.
En ese momento, Javiera, aún en su forma de mujer lobo, aterrizó justo frente al grupo. Su imponente figura y su rugido llenaron el ambiente de tensión. Sin dudarlo, se lanzó contra los soldados de Ares, rasgando y atacando con una ferocidad implacable, reduciendo sus filas rápidamente.
Hiro también se unió a la pelea, llegando con la misma determinación que lo caracterizaba. Usando únicamente sus puños, arremetió contra los soldados con golpes precisos y letales, derribándolos uno tras otro con una facilidad asombrosa. Sus movimientos eran rápidos y certeros, demostrando su habilidad en el combate cuerpo a cuerpo.
El grupo trabajaba en una sinfonía caótica de ataques, cada uno aportando su propia fuerza y estilo para detener el avance del ejército de Ares.
A pesar de los esfuerzos del grupo, aún quedaban algunos soldados de Ares que seguían avanzando con determinación. Sin embargo, de repente, un rayo de fuego descendió desde el cielo con una potencia abrumadora, carbonizando a los soldados al instante. El resplandor fue cegador, y el aire quedó impregnado de un calor sofocante.
Los jóvenes héroes levantaron la vista, sorprendidos por el inesperado ataque. En cuestión de segundos, una figura descendió desde las alturas, aterrizando con fuerza frente a ellos. El impacto levantó una nube de polvo, pero incluso antes de que se disipara, era evidente quién había llegado.
Kayro se alzó con imponencia, su aura ardiente aun brillando alrededor de él, como si estuviera envuelto en llamas vivas. Sus ojos reflejaban una mezcla de resolución y poder mientras observaba a los jóvenes héroes con una expresión seria.
Hiro: "¿Qué está pasando allá arriba?" *Pregunta muy curioso, acercándose a Kayro*
Kayro: "El poder que rodea la caja de Pandora es impenetrable" *Dice muy molesto*
Mia: "¿Tiene alguna idea?" *Pregunta muy seria*
Hiro: "Luchar en equipo" *Responde serio*
Kayro: "Tengo un asunto pendiente con Astra" *Dice molesto*
Tania: "Si... No eres el único" *Dice mientras recargaba su arma*
Hiro: "Olvídenlo, necesitamos enfocar la atención de Astra, en nosotros. Sin él estas cosas se dispersarían. Pablo esta arriba tenemos que..." *En ese momento este deja de hablar, ya que se distrae debido que Harold, llega por arte de magia. Debido que uso el mismo aparato que usaron Hiro y los demás para llegar a Tokio*
Los presentes se acercan a Harold, mientras que este estaba molesto, aun por la muerte de Sara.
Harold: "Valla... La situación se ve terrible" *Dice en sarcasmo, mientras veía todo a su alrededor*
Mia: "¿Te sientes mejor?" *Pregunta un poco preocupada*
Harold: "¿Crees que estoy bien?" *Pregunta molesto*
Mia: "Lo siento... Todos estamos igual en estos momentos"
Hiro: "Qué bueno que llegaste Harold, necesitamos tu ayuda"
Al mismo tiempo a unas cuadras más delante. Pablo aparece entre unos edificios mientras volaba, pero la gigante lo seguía persiguiendo sin importarle que estuviera destruyendo los edificios a su paso.
Hiro y los demás fijan sus miradas hacia adelante, viendo como Pablo se acercaba volando, mientras la giganta lo perseguía.
Mia: "No entiendo por qué Pablo, siempre trae problemas"
Pablo estaba acercando aun mas al grupo mientras seguía volando, pero aparte la gigante lo seguía persiguiendo con la intención de atacarlo.
Entonces Harold se molesta mas de lo que estaba y cuando nota que la Medusa gigante se estaba acercando, este comienza a caminar tranquilamente hacia la Medusa que se acercaba rápidamente.
Hiro: "¡Harold! Sera mejor que utilices esa ira en este momento" *Dice muy directo*
Harold: "Me gusta que tengas siempre la razón Hiro, ya que eso es lo que siento en este momento" *Dice muy molesto*
En ese momento Harold flexiona sus piernas y se impulsa dando un salto largo, acercándose rápidamente al enorme rostro de la Medusa gigante. Y cuando estaba muy cerca, este le propina un fuerte puñetazo en la mejilla de la giganta. Consiguiendo derribarla.
Pablo: "¡Aléjense!" *Gritó con voz firme y poderosa, su tono impregnado de urgencia y determinación*
Sin dudarlo, levantó ambas manos, y de sus palmas brotó una ardiente ráfaga de fuego. La energía incandescente se concentró en un único y devastador ataque que atravesó el aire como un meteoro, impactando de lleno en el pecho de la giganta que yacía en el suelo. El golpe resonó con un estruendo ensordecedor, iluminando el lugar con un resplandor cegador.
Hiro y los demás, reconociendo el peligro inminente, se cubrieron rápidamente para protegerse de la explosión que siguió. El calor de la detonación era abrumador, y una onda expansiva barrió la zona, levantando polvo y escombros a su paso.
Cuando el resplandor finalmente se desvaneció, el lugar quedó envuelto en un inquietante silencio. La gigantesca Medusa había sido completamente pulverizada, reducida a polvo que flotaba en el aire antes de disiparse con el viento.
Los soldados de Ares, que presenciaron eso. Se molestaron que hasta gritaron y algunos grujieron. También alzaban sus armas. En señal de que la guerra había comenzado.
Pero nuestros jóvenes héroes, no retroceden y demuestran su valentía heroica. Jóvenes con dones, sin dones y semidios unidos en una batalla, para salvar al mundo.
Astra seguía montada en la misma Arpía, la semidiosa veía muy molesta como los jóvenes héroes estaban unidos nuevamente. "Envíen a los demás" *Dice Astra, muy molesta*
Al mismo tiempo cruzan por el portal, más soldados de Ares, Mas Arpías y dos Medusas gigantes.
Los jóvenes héroes, veían a la distancia como más soldados del ejército de Ares, cruzaban el portal.
Mia: "Chicos..." *Dice mientras sostenía una pistola*
Pablo: "¡Ordena Hiro!"
Hiro: "¡Bien, escúchenme! ¡Hasta no tener cerrado ese portal, tenemos que procurar que ninguno de estos monstruos salga! ¡Tania y Momo en el techo! ¡Manténganse en alerta, busquen patrones y ataques sueltos! ¡Pablo defiende el perímetro! ¡Si algo se aleja más de tres cuadras, lo devuelves o lo haces cenizas!"
Tania: "¿Puedes llevarnos?" *Pregunta a Pablo*
Pablo: "¡Claro! ¡Sujétense bien chicas!" *Dice acercándose a Tania y Momo, Luego el joven comienza a volar llevándose a las dos chicas mencionadas*
Hiro: "Kayro intenten obstruir el portal. No dejen que el ejercito avance"
El semidiós acató la orden de Hiro con un asentimiento decidido, alzando el vuelo con increíble velocidad en dirección al portal. Mientras se alejaba, solo quedaban junto a Hiro los jóvenes Bakugo, Mia, Harold y Javiera, aún en su forma de mujer lobo.
Hiro: "Bakugo, Mia, ustedes se quedarán conmigo. Combatiremos aquí..." *Dijo con tono firme mientras giraba para mirar a los otros dos*
Hiro: "...Y ustedes dos." *Sus ojos se posaron en Harold y Javiera, quienes lo observaron con atención*
Hiro: "Aplasten."
Harold sonrió con una expresión retadora, aceptando la orden sin dudar. Javiera, con un rugido gutural que resonó en el aire, mostró sus afilados colmillos antes de lanzarse a la acción junto a Harold.
Harold fue el primero en moverse, flexionando las piernas para tomar impulso y saltando con una fuerza descomunal, alejándose de la zona. Aterrizó con un estruendo sobre uno de los soldados de Ares, aplastándolo con tal fuerza que lo enterró en el suelo. Sin perder tiempo, levantó un poste de luz caído y lo utilizó como si fuera un bate, golpeando a varios soldados de Ares con poderosos movimientos.
Mientras tanto, Javiera corría a cuatro patas, moviéndose con agilidad y furia por el campo de batalla. Se abalanzó sobre un grupo de soldados que se aproximaban a Harold, desgarrando sus armaduras y destruyéndolos con sus garras afiladas. Sus ataques eran brutales y precisos, dejando un rastro de enemigos caídos a su paso.
Detrás de Harold, un grupo de soldados de Ares trató de atacarlo con espadas, pero sus filos no lograron penetrar su piel resistente. Harold, al notar su presencia, giró rápidamente, golpeándolos con un movimiento que los lanzó volando por los aires. En ese momento, Javiera saltó hacia uno de los soldados que había quedado rezagado, derribándolo con un solo movimiento antes de lanzarle una feroz mordida que lo dejó fuera de combate.
Harold entonces agarró del cuello a uno de los soldados restantes, lanzándolo con tanta fuerza que desapareció en la distancia. Con otro salto impresionante, alcanzó la altura donde volaban las arpías, golpeando a una con tal poder que la derrotó al instante. Javiera, no queriendo quedarse atrás, escaló con agilidad una estructura cercana y saltó hacia otra arpía, atrapándola con sus garras y lanzándola al suelo, donde terminó con ella de un único zarpazo.
Juntos, Harold y Javiera desataron el caos en las filas enemigas, una combinación de fuerza descomunal y ferocidad animal que dejaba a los soldados de Ares sin oportunidad de contraataque.
Mientras tanto Kayro había llegado al vasto océano, donde el portal seguía vomitando soldados de Ares en un flujo aparentemente interminable. Su mirada se endureció al observar el caos que se desplegaba ante él, pero su atención pronto se desvió hacia el cielo.
Con determinación, alzó su espada hacia lo alto. En respuesta, el firmamento comenzó a oscurecerse, y gruesas nubes de tormenta se arremolinaron sobre él. Un instante después, un rayo descendió con furia, impactando directamente en la hoja de su espada.
El semidiós absorbió la energía del rayo, y su cuerpo entero se sobrecargó con un poder descomunal. El aire a su alrededor chisporroteaba con electricidad pura mientras sus ojos destellaban con un brillo intenso. Sin perder tiempo, Kayro dirigió su mirada hacia el portal y extendió su mano derecha.
De su palma emergió un rayo devastador que atravesó el espacio con una potencia abrumadora, pulverizando a decenas de soldados de Ares y derribando a las arpías que intentaban proteger el portal. Incluso las dos gigantescas Medusas que estaban a punto de cruzar quedaron reducidas a polvo bajo la furia eléctrica de Kayro.
El océano se iluminó con el resplandor del ataque, y por un momento, el rugido del trueno se impuso al estruendo de la batalla.
Mientras tanto en la base militar...
En la sala de control, el director Taika observaba con expresión tensa las múltiples pantallas que transmitían en vivo la invasión desatada en Tokio. Las imágenes mostraban el caos y la destrucción mientras las fuerzas enemigas avanzaban implacablemente.
Soldado: "¡director! ¡La presidenta!" *Exclamó con un tono firme y apremiante*
Sin perder un segundo, Taika se levantó de su silla con un movimiento decidido. Sus ojos reflejaban preocupación, pero su postura seguía siendo la de un líder imperturbable. Sin decir una palabra, comenzó a seguir al soldado fuera de la sala.
Volviendo a la invasión de Tokio...
Tania y Momo estaban en el techo de uno de los tantos edificios que estaban en la ciudad. Momo había creado dos cañones que disparan automáticamente, mientras que ella creaba las balas de cañón. Pero Tania solo utilizaba una pistola que le había agregado un láser.
Tania: "Yaoyorozu... ¿Comiste lo suficiente antes de venir?" *Pregunta mientras disparaba a las Arpías, sin fallar ningún blanco*
Momo: "No tenia tiempo para comer" *Dice creando más balas de cañón, aparte los cañones se disparaban automáticamente*
Tania: "Se que, si te excedes mucho, te desmayaras" *Dice mientras dispara a otro sitio y sin mirar su blanco, pero la bala igualmente impacta en una Arpía* "No te excedas mucho" *Dice muy directa*
Momo: "¡Entiendo!" *En ese momento ella deja de crear balas de cañón y se pone de pie para solo recargar los cañones, que disparaba automáticamente. Las balas de cañón impactaban contra algunas Arpías*
En ese momento Tania recarga su pistola y utiliza balas especiales, cuando la recarga se concentra y apunta a su blanco. Entonces dispara y la bala impacta en una de las alas de una de las tantas Arpías, que volaban. Pero al momento de que la bala impactara, comienza a parpadear una pequeña luz roja. Luego la bala explota como una bomba, pulverizando a la Arpía y a otras más que volaban cerca.
De la gigantesca bola de fuego debido a la explosión de la bala, sale Pablo que seguía volando muy rápido mientras disparaba bola de fuego a las Arpías que volaban cerca de su posición. Incluso una bandada de Arpías lo perseguía, pero Pablo escapaba volando muy veloz.
Pablo: "Tch... Por qué..." *Dice muy molesto, debido a la bandada de Arpías que lo seguían*
Entonces este rápidamente voltea, pero seguía volando y usando ambas manos dispara una potente ráfaga de fuego, logrando calcinar a varias Arpías que lo seguían.
Pablo: "En este momento, no me vendría mal un semidios con poderes mágicos" *Dice mientras seguía disparando la ráfaga de fuego, contra las Arpías*
Mientras tanto, en otro sector de la ciudad...
Una de las Medusas gigantes se acercaba peligrosamente a un edificio. Dentro, los civiles entraron en pánico al ver a la criatura avanzar con una amenaza palpable en cada paso.
Pero Javiera, en su forma de mujer lobo, ya estaba en camino. Con un rugido feroz que resonó por las calles, corría a cuatro patas a una velocidad impresionante. Al acercarse a la Giganta, dio un salto colosal, alcanzando la altura de su cabeza.
En pleno aire, Javiera lanzó un golpe devastador con sus garras, impactando directamente en el rostro de la criatura y logrando derribarla con un estruendo ensordecedor.
La Medusa gigante, ya en el suelo, intentó incorporarse, pero Javiera no le dio oportunidad. Agarró con fuerza una de las serpientes que formaban su cabellera, mostrando su fuerza sobrehumana. Con un rugido ensordecedor, levantó a la Giganta en el aire y la estrelló contra el suelo con una violencia arrolladora.
Mientras tanto, con Mia...
Un soldado de Ares lanzó a Mia contra el capó de un auto con una fuerza brutal. La chica gimió de dolor, pero no perdió tiempo. Sacó sus dos pistolas y disparó con precisión a las piernas del soldado. Este rugió de agonía, cayendo de rodillas. Sin dudar, Mia se incorporó, avanzó hacia él y le rodeó el cuello con sus brazos, apretando con tal fuerza que le quebró la tráquea en un chasquido aterrador.
El instinto asesino de Mia había despertado, impulsado por el caos del combate. Con sangre fría y una mirada acerada, volvió a empuñar sus pistolas, eliminando sin piedad a varios soldados de Ares que se acercaban a su posición.
De repente, giró sobre sus talones, pistola en mano, y casi dispara. Pero al instante reconoció a Hiro, quien se acercaba lentamente. Mia respiró hondo, relajando los hombros, y se dejó caer sobre el capó del auto, claramente exhausta. Un hilo de sangre corría por su frente, pero no parecía importarle.
Mia: "Hiro, esto jamás funcionará si no cerramos el portal." *Dijo con un tono molesto, limpiándose la frente con el dorso de la mano*
Hiro: "Las mejores armas no lo tocan." *Respondió, serio y meditabundo*
Mia: "Tal vez no sean la respuesta." *Comentó, más tranquila, mientras sus ojos se posaban en un punto distante*
Hiro entendió de inmediato a qué se refería, pero su atención fue capturada por un destello en la distancia. Bakugo, completamente solo, luchaba contra un batallón de soldados de Ares, desatando explosiones en cada dirección.
Hiro: "Necesitas transporte para llegar a la cima."
Mia: "Ya tengo uno." *Respondió con firmeza, mientras guardaba sus pistolas y miraba con determinación a su objetivo* "Ayúdame a alcanzarlo." *Ordenó antes de caminar hacia él*
Hiro flexionó las rodillas, preparándose. "¿Estás segura de que lo vas a hacer?" *Preguntó, serio, mirándola con incredulidad*
Mia: "Sí... será divertido." *Respondió con una sonrisa desafiante*
Mia corrió hacia Hiro, usando el capó del auto como un trampolín para impulsarse. Saltó con agilidad, aterrizando en las manos extendidas de Hiro. Este, con toda su fuerza, la lanzó al aire con un potente movimiento.
Mia ascendió a gran velocidad, alcanzando a una Arpía que sobrevolaba la zona. Se aferró a una de sus patas, provocando que la criatura se agitara violentamente, intentando librarse de su carga. Mia no se dio por vencida. Con su mano derecha se sujetó con fuerza a la espalda de la Arpía, mientras con la izquierda sacaba una navaja de su bolsillo. Con precisión, la hundió en la carne de la criatura, arrancándole un rugido de dolor.
Sin perder tiempo, Mia utilizó una segunda navaja, clavándola también en la espalda del ave monstruosa. Usando ambas armas como palancas, empezó a dirigir los movimientos de la criatura.
Mia: "¡Ahora gira! ¡¡Gira!! ¡¡¡Gira!!!" *Gritó, mientras la Arpía obedecía a regañadientes, desviándose hacia la derecha*
Sin embargo, Mia no se dio cuenta de que una bandada de Arpías la seguía de cerca, preparándose para atacarla. Justo entonces apareció Pablo, volando velozmente. Con ambas manos, disparó ráfagas de fuego, calcinando a las criaturas que perseguían a Mia.
El joven continuó su vuelo, eliminando a más Arpías que obstaculizaban su camino, hasta llegar a donde estaban Hiro y Bakugo. Pablo aterrizó con fuerza frente a ellos, uniéndose al combate.
Los tres comenzaron a luchar contra múltiples soldados de Ares. Bakugo desataba explosiones poderosas, derribando a sus enemigos en un espectáculo de chispas y humo. Hiro, por su parte, utilizaba su fuerza bruta para derribar a los soldados con un solo golpe. Pablo, recién llegado, lanzó una intensa ráfaga de fuego con ambas manos, calcinaron a decenas de soldados en segundos.
Tras un momento de respiro, Pablo alzó el vuelo nuevamente, dejando a Bakugo e Hiro para continuar combatiendo en tierra. Mientras ascendía, siguió atacando a las Arpías que sobrevolaban Tokio, asegurándose de que ninguna escapara de su furia.
Mientras tanto, con Tania y Momo...
Ellas continuaban en el techo del edificio, resistiendo el ataque constante de las Arpías. La azabache, con su varilla de hierro en mano, desató una serie de golpes precisos que impactaban con fuerza sobre las criaturas aladas que se acercaban desde el aire. A su alrededor, los cañones automáticos que había desplegado continuaban disparando sin tregua, derribando a varias Arpías antes de que pudieran alcanzar su objetivo.
Tania, con la misma pistola que había utilizado desde el inicio del combate, mantenía la puntería firme. En un movimiento ágil, disparó una bala que atravesó a varias Arpías en fila, haciéndolas caer en picada hacia el suelo.
En otro lado de la ciudad, una de las tantas Medusas gigantes avanzaba por las calles, arrasando con todo a su paso. Pero lo que no sabía era que en su cabellera de serpientes estaban Javiera, transformada en mujer lobo, y Kayro, combatiendo ferozmente contra las Arpías que los acechaban.
Javiera, con sus garras afiladas y una fuerza descomunal, despedazaba a las Arpías con un solo zarpazo, mientras que Kayro utilizaba su espada para partirlas en dos con movimientos precisos y letales.
De pronto, Javiera, visiblemente molesta, golpeó con toda su fuerza el suelo que era la enorme cabeza de la Medusa gigante. El impacto resonó con un estruendo, y la gigante rugió de dolor. Aprovechando la oportunidad, Kayro levantó su puño al cielo y convocó un poderoso rayo que bajó desde las nubes tormentosas, cargando su brazo con energía divina. Sin dudar, Kayro descargó el rayo directamente sobre la cabeza de la Medusa, que quedó paralizada por la descarga antes de desplomarse al suelo, derrotada de inmediato.
La caída de la criatura destruyó varios edificios a su alrededor. Javiera y Kayro permanecían de pie sobre la enorme cabeza de la Medusa, que yacía inmóvil. Por un instante, ambos contemplaron en silencio la devastación a su alrededor, hasta que Javiera, sin previo aviso, giró hacia Kayro y le propinó un fuerte zarpazo en el pecho, enviándolo a volar varios metros lejos de la cabeza de la Medusa.
Kayro, sorprendido pero ileso gracias a su resistencia divina, aterrizó de pie, con una mezcla de confusión y resignación en el rostro. Javiera simplemente se encogió de hombros, gruñendo levemente, antes de girarse y saltar hacia otro sector de la ciudad, lista para continuar el combate.
Mientras tanto, en la Might Tower...
Toshinori despertó luego de estar varios minutos inconsciente. Aún seguía en el techo de la torre junto a la máquina. El símbolo de la paz, en su forma esquelética, aún se encontraba algo desorientado, pero había recuperado el conocimiento. Al ver la ciudad de Tokio, que estaba siendo invadida por monstruos con trajes espartanos, Arpías que volaban por la ciudad y Medusas gigantes que destruían los edificios, Toshinori se sorprendió y se quedó sentado en el suelo.
Toshinori: "¿Qué fue lo que hice...? ¿Cómo yo, el símbolo de la paz... me dejé hipnotizar por una tirana?" *Se preguntó, muy decepcionado de sí mismo*
Volviendo a la batalla con Hiro...
Un soldado de Ares estuvo a centímetros de apuñalar a Hiro con su espada. Pero el joven fue más rápido en su defensa. Le quitó la espada al soldado, la arrojó al piso y lo derribó con un golpe fuerte.
En ese momento, una figura apareció ante él.
Elyra: "Jajajaja... Vaya, vaya Hiro... Nunca te había visto pelear así." *Elyra, con una armadura plateada de color azul marino y una lanza mágica en lugar de las katanas, apareció de la nada, usando magia*
Hiro: "Elyra... ¿Viniste a acabar conmigo, tal como lo hiciste con Sara?" *Dijo con voz cargada de rabia*
Elyra: "Eso dependerá de si logras sobrevivir. Te invito a que vayas a la Torre de Tokio. En este momento, la ministra Yui está a punto de dar la orden para ejecutar a millones de civiles. Te estaré esperando." *Dijo con un tono burlón y desapareció mágicamente, dejando a Hiro solo*
Hiro estaba molesto, y sin pensarlo dos veces. Comenzó a correr en dirección hacia la torre de Tokio.
Pero justo cuando Hiro iba a dar el siguiente paso, una mano lo detuvo bruscamente.
Harold: "¡Espera!"
Hiro: Mirando con urgencia "¡Harold, suéltame! Tengo que ir tras ella."
Harold: Con un tono firme y una mirada llena de determinación "Esto es algo que yo debo hacer... No vas a ser tú quien se encargue de ella."
Hiro: "¡Harold, no entiendes lo que dices! Si la matas, no habrá vuelta atrás. Piensa en las consecuencias. Esto no es solo venganza, es algo mucho más grande."
Harold: Sonríe con desprecio, sin titubear. "¿Consecuencias? No me importa lo que pase después... Todo lo que sé es que, si no me encargo de esto, nunca lo haré. Ella ya ha arruinado demasiadas vidas, y la mía también lo está. Así que no me hagas perder más tiempo." Con un tono frío, Harold comenzó a alejarse rápidamente.
Hiro: "¡Harold, no hagas esto!" Hiro intentó detenerlo, pero la mirada decidida de Harold no dejaba espacio para dudas.
Harold: "Déjame hacer lo que debo hacer, Hiro. Si no lo entiendes, no importa. Yo haré lo que sea necesario." Con esas palabras, Harold se alejó, sin mirar atrás, mientras Hiro permaneció allí, con una sensación de impotencia y preocupación.
Mientras tanto, en la Torre de Tokio...
Varios civiles estaban arrodillados ante la presencia de la ministra Yui. También estaba Elyra, observando la escena desde un rincón oscuro.
Yui: "¡Ciudadanos de Tokio! ¡Como no son leales a la gran diosa Astra! ¡¡Serán ejecutados!!" Gritó con seriedad, causando pánico entre las personas. "¡Mátenlos!" *Ordenó con un tono frío, mientras los soldados de Ares se acercaban a los civiles para comenzar la ejecución*
Pero en ese preciso instante, un proyectil voló hacia la ministra, impactando en su cabeza y dejándola inconsciente al instante. Harold había llegado justo a tiempo para interrumpir la ejecución.
Elyra con expresión seria, mirando a los soldados de Ares "¡Atáquenlo!" *Ordenó con firmeza, viendo cómo los soldados se apresuraban a enfrentar a Harold*
Harold con furia desbordada, derribaba a los soldados uno tras otro con golpes brutales "¡Rápido! ¡Salgan todos de aquí!" *Gritó con voz autoritaria, al mismo tiempo que derribaba a otro soldado*
Una vez que Harold derrotó a los soldados, solo quedaba Elyra, su enemiga y la asesina de Sara, su amada. El odio en sus ojos era palpable, y su deseo de venganza lo cegaba por completo.
Harold mirando a Elyra con una mezcla de ira y dolor "¡Te voy a matar por lo que le hiciste a Sara!" *Exclamó, su voz cargada de rabia*
Elyra sonriendo con malicia "¡Qué valiente, Harold! Pero tu odio no te salvará de lo que te espera." *Respondió con un tono burlón y desafiante*
Harold grita muy furioso, lanzó un feroz ataque hacia Elyra, sin importarle las consecuencias de su descontrolada venganza.
Los golpes de Harold eran rápidos y fuertes, pero Elyra, con su agilidad y habilidades mágicas, los esquivaba con facilidad. En un momento, él intentó golpearla en la cara, pero ella usó su magia para detener su puño en el aire.
Elyra con una sonrisa cruel "¿Así que piensas que la rabia puede ser la clave para vencerme?" *Pregunta, mientras con un solo movimiento de su mano, lo arrojaba contra una pared de concreto con su telequinesis*
Harold aterrizó contra la pared con un golpe sordo, pero no se dejó vencer. A pesar de la frustración y el dolor, se levantó rápidamente, sus ojos llenos de venganza.
Harold con voz ronca "¡No me detendrás, Elyra! ¡Vas a pagar por todo!"
Harold avanzó hacia Elyra, pero sus golpes eran cada vez más erráticos y descontrolados. La rabia lo nublaba, dejándole poco espacio para pensar con claridad. Elyra aprovechó esto para contraatacar con una serie de golpes rápidos y precisos que dejaron a Harold debilitado. Ella comenzó a dominar el combate, usándole como un simple juguete para liberar su poder.
Elyra con tono victorioso "Nunca ganarás. La venganza te ha cegado, Harold. Y te costará más de lo que piensas." *Dijo mientras lo golpeaba con su lanza, dejándolo sin aliento*
Harold caía una y otra vez, luchando por levantarse, pero Elyra no le daba tregua. A cada golpe, sentía cómo su cuerpo se iba debilitando, pero su deseo de venganza seguía ardiendo en su pecho.
Elyra con tono burlón "Qué patético, ¿realmente creíste que podrías derrotarme por el simple hecho de ser un héroe lleno de ira? Eres solo un juguete roto." *Dijo mientras lo arrojaba con fuerza a una de las patas de la torre*
Harold cayó de espaldas, con la respiración entrecortada. La pelea lo estaba desgastando, pero el peso de la venganza aún lo mantenía en pie. Elyra, al ver su sufrimiento, comenzó a jugar con él, usando su magia para lanzarlo de un lado a otro con facilidad.
Elyra, mirándolo con desdén: "Es gracioso... Pensé que eras más fuerte. Pero solo eres un hombre que se deja consumir por su dolor." *Usó su telequinesis para atraer una granada flotante hacia ella, preparándola para lanzarla*
Harold, aún con sus fuerzas al límite, trató de levantarse, aunque su cuerpo temblaba y su mente comenzaba a nublarse.
Elyra, con una sonrisa siniestra: "Espero que este sea tu final, Harold." *Dijo mientras activaba la granada y la lanzaba directamente hacia él*
En el último momento, Harold reaccionó. Con una rapidez impresionante, giró hacia su costado y, con los últimos restos de su energía, arrancó un trozo de escombros del suelo. Con una precisión mortal, lo lanzó hacia la granada, desviándola hacia un costado antes de que explotara. La explosión fue masiva, pero el fragmento de escombro evitó que la onda expansiva lo alcanzara por completo.
La onda expansiva lanzó a Harold por los aires, pero logró caer sobre el techo de un auto estacionado, inmovilizado pero vivo. Harold, con respiración pesada y dolor en cada rincón de su cuerpo, miró hacia donde estaba Elyra, pero ya no la vio. Ella había desaparecido.
Los civiles que Harold había salvado se encontraban al borde de la acera, observando con asombro y gratitud. En ese momento, la policía y el equipo del héroe Ingenium llegaron para evacuar a todos y comenzar a atender a los heridos.
Harold, sintiendo el agotamiento y el dolor en su cuerpo, bajó del auto y se sentó en el capó, observando cómo la policía organizaba el rescate. Aunque había perdido la batalla personal, había salvado a los civiles de la ejecución. Finalmente, permitió que el cansancio lo consumiera un poco más mientras observaba la ciudad.
Continuara...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro