CAPÍTULO 5 - Dia de Asia
Datos para los capítulos:
Hablando: ¡¡HOLA POLLOS!!
Pensando: "Sospeshoto"
Acción: -Nigerundayo-
Tartamudeando: T.t.e.ggo m.mi.e.edo
Comentarios míos: (OWO)
Comencemos:
La mañana había llegado desde la noche en que Izuku trajo a Asia a la UA, y aprovechando el hecho de que era sábado, Izuku decidió mostrarle la ciudad a Asia, mientras trataba de pensar cómo podría ayudarla a salir de las garras de los Ángeles Caídos.
Aun así, no pudo evitar sorprenderse por el enorme asombro infantil de Asia mientras contemplaba las vistas a su alrededor. Tal vez debido a su posición en la iglesia, o que vivía en un pueblo muy alejado de la modernidad, nunca llegó a explorar mucho más allá de su ciudad natal...si es que lo hizo.
Su primera parada fue un McDonald's, donde tanto Izuku como Asia pidieron una Big Mac y una bebida. Mientras Izuku desenvolvía su hamburguesa, se dio cuenta de que Asia miraba la suya de forma extraña.
¿Pasa algo, Argento? -preguntó el peliverde mientras revisaba si la hamburguesa tenía pepinillos-
YO: ¿A ustedes le gustan los pepinillos en la hamburguesa? Respondan en los comentarios.
Estoy confundida. ¿Dónde están los tenedores y cuchillos? -preguntó Asia-
Oh, realmente no necesitamos utensilios para comer una hamburguesa -explicó Izuku con una sonrisa-
¿En serio? ¿Estás seguro? -preguntó Asia, casi como si fuera una noticia que cambiaría el mundo-
Sí, confía en mí. Así es como se supone que debes comer una hamburguesa -Izuku tomó su hamburguesa en sus manos y le dio un mordisco, llevándose un trozo a la boca antes de masticar bien para saborear el sabor-
Bueno, si así es como se supone que debes hacerlo, ¡aquí va! -Asia desenvolvió su propia Big Mac y, después de mirar una vez más a Izuku, le dio un pequeño mordisco- ¡Dios mío! ¡Es tan delicioso!
Bien. Sabía que lo disfrutarías -dijo Izuku con una sonrisa- Oye, después de esto, ¿por qué no vamos a algún lugar divertido?
¡Sí, claro! -exclamo Asia con estrellas en sus ojos-
La siguiente parada del dúo fue una sala de juegos. Desde todas las luces neón hasta los juegos de aspectos actuales y retros, como juegos de carreras, consolas de lucha 1 contra 1, plataformas de baile, estaciones de tiro, etc, fue una fuente inagotable de asombro para Asia.
El primer juego que probó Asia fue un juego de carreras. Lo hizo bastante bien durante la mayor parte de la carrera, pero se estrelló durante la última vuelta.
Luego probaron otros juegos, como un juego de héroes 1v1, donde Asia usando a Edgeshot logró vencer a Izuku el cual usaba a Crust, una cabina de fotos donde Izuku y Asia se tomaron una foto juntos, y muchos más. En una máquina de garras, Asia quedó fascinada con los lindos peluches que había dentro, en particular un peluche de Rowlet que Izuku logró ganarlo para ella.
Gracias por haberme dado este pequeño! ¡qué bendición ha sido conocerte! -exclamo Asia, abrazando fuertemente al Rowlet-
V-vamos -dijo Izuku levemente sonrojado- h-hay muchas cosas por ver todavía -para tratar pasar de página-
Después de salir de la sala de juegos, Izuku se detuvo en una máquina expendedora cercana para comprar bebidas para él y Asia mientras pensaba cuál debería ser su próximo destino.
¿Sabes qué? ¡No recuerdo la última vez que me divertí tanto! -declaro Asia mientras recibía una bebida de Izuku-
Bien, me alegro por ello -dijo Izuku con una sonrisa- yo también lo pasé bastante bien -dijo Izuku mientras abría su lata y tomaba un sorbo-
Pronto, Izuku y Asia continuaron su recorrido por la ciudad, con esta ruta particular llevándolos cerca del Parque Municipal de Playa Takoba.
Mientras caminaban, Izuku decidió compartir parte de su propia historia de vida con Asia, comenzando por cómo siempre quiso ser un héroe desde que era un niño, solo para encontrarse con la dura realidad cuando le diagnosticaron que no tenía un don. Pero a pesar de los intentos de casi todos de decirle que renunciara a su sueño, él se negó obstinadamente a darse por vencido y para su fortuna alguien vio su valía y decidió entrenarlo. Luego de eso conto su encuentro con el ángel caído Raynare y como este casi lo mato para ser salvado por Rias, quien lo convirtió en un demonio.
La mención de Raynare hizo que Asia se sintiera incómoda, aunque el peliverde no se dio cuenta.
Al escuchar la historia de vida de Izuku, Asia lloró, tanto por lo difícil que había sido su vida como por su determinación.
No importa cuánto haya intentado la vida derribarte, nunca te rendiste y sigues trabajando para lograr tu sueño. Creo... ¡NO! ¡Sé que serás un héroe increíble! De hecho, ya te considero un héroe. Me salvaste cuando el padre Freed intentó hacerme cosas horribles.
...
Gracias, Argento -dijo Izuku mientras unas pequeñas lagrimas comenzaron a salir de sus ojos-
Ya era un poco tarde y ambos en estos momentos caminaban por un parque donde solo se encontraban pocas personas que se dirigían a su trabajo nocturno o volvían de la pega/trabajo/chamba para amanecer a trabajar el próximo dia.
El ambiente entre Izuku y Asia era muy agradable pero este desapareció cuando unas plumas negras comenzaron a caer desde el cielo.
Vaya -dijo un asalariado para tomar una de las plumas del suelo- ¿esto es una pluma de cuervo? -se preguntó asimismo ya que era bastante grande-
Y así lentamente las personas alrededor comenzaron a ver y tomar las plumas como si fuese una maravilla sin embargo Izuku y Asia inmediatamente se dieron cuenta de que no era una pluma de cuervo y se preocuparon.
No es imposible... -dijo Asia con miedo mirando a todos lados-
...
¡Escúchenme todos en este instante váyanse lo más rápido de aquí! -exclamo el peliverde alertando a los transeúntes- ¡No miren atrás y corran! -grito con determinación, pero también miedo-
¿Eh? ¿Chico de que hablas? -pregunto una mujer mayor con confusión-
Sin embargo, antes de que la mujer pudiera preguntar más, una gran explosión de luz estalló detrás de ella. La onda expansiva la hizo estrellarse contra un árbol, dejándola al borde la muerte.
"Mierda" -pensó Izuku con un sudor frio recorriendo su frente-
¿¡Qué está pasando!? -exclamo otro ciudadano para tener el mismo destino que la mujer-
Así las personas alrededor comenzaron a gritar por el temor y cada una de ellas no tuvo suerte al tratar de huir ya que tuvieron el mismo destino que la mujer y el hombre.
Dejando solo a Asia e Izuku en lugar.
Por fin te encontré, pequeña. Me dejaste buscando por todas partes -dijo una voz que Asia conocía muy bien-
Los dos adolescentes levantaron la vista y vieron a un hombre de mediana edad que llevaba una gabardina gris claro sobre una camisa blanca con un pañuelo a juego, pantalones y zapatos negros, un par de guantes negros y un sombrero de fieltro negro, descendiendo del cielo. En su espalda había un par de alas negras con plumas, las señales que marcaban a un ángel caído.
Señor...Dohnaseek... -susurró Asia-
Espero que hayas disfrutado de un lindo día de libertad, Asia. Porque es hora de que regreses -dijo Dohnaseek- ni siquiera intentes correr o huir al final -arreglándose el sombrero- no te servirá de nada.
Vete -Asia frunció el ceño- no quiero ser parte del mal que tú y los otros ángeles están tramando. Están matando gente, todo porque hicieron pactos con demonios -declaro Asia- ¡Sé a ciencia cierta que Dios no permitiría que eso suceda! ¡No puedo confiar en ustedes!
No creo que lo entiendas -dijo el ángel caído con una irritación notable en su voz- ¡Eso no fue una petición, fue una orden!
¡Ella ya dijo que no quiere estar contigo! -grito Izuku con sus ojos brillantes, parándose frente a Asia de manera protectora-
Así que tú debes ser el novato Gremory del que he oído hablar -dijo Dohnaseek- No tengo nada que ver contigo. ¡Entrégame a Asia y podemos fingir que no pasó nada entre nosotros, así de simple!
Está bien, no sé quién crees que eres, pero si crees que dejare que Argento-san se vaya contigo estas muy equivocado -declaro Izuku con confianza en su voz-
Ustedes, los reencarnados, deberían aprender a ocuparse de sus propios asuntos -susurró Dohnaseek mientras formaba una lanza de luz azul en sus manos- ella nos pertenece y la recuperaré, por la fuerza si es necesario.
Te lo he dicho antes, no vas a llevártela -Izuku invocó su Sacred Gear sorprendiendo a Dohnaseek- ¡No te preocupes, Argento! No dejaré que... -Sin embargo, un dolor punzante detuvo las palabras del peliverde-
Izuku escupió sangre, una lanza de luz atravesó su torso e hizo que se desplomara sobre sus rodillas.
¡Izuku! -Asia exclamo ayudando al peliverde para mantenerse de pie-
Qué débil. Eso fue tan fácil, que decepcionante -dijo una voz femenina-
Ignorando el dolor Izuku miro hacia arriba junto a Asia. El origen de aquella voz era una mujer alta de figura voluptuosa con cabello largo de color azul marino y ojos marrones. Su atuendo consistía en una parte superior violeta, similar a una gabardina con un cuello ancho, una minifalda a juego y zapatos de tacón negros. La parte superior de la gabardina estaba abierta en sus pechos, lo que les permitía a todos ver bien su escote. Alrededor de su cuello había un collar dorado. Al igual que Dohnaseek, ella también tenía un par de alas negras, que la identificaban como un ángel caído.
Aunque pensándolo bien ¿qué esperaba de un simple demonio de clase baja? -pregunto con voz burlona y una sonrisa sádica-
Ah, momento perfecto, Kalawarner -dijo Dohnaseek-
¡Resiste Izuku! -Asia comenzó a curar la herida de Izuku, y ambos Ángeles Caídos observaron con interés aquella habilidad-
Así que eso es Twilight Healing... -dijo Kalawarner, viendo que la herida que le había infligido a Izuku se curaba como si nunca hubiera existido-
Sí, ya entiendo por qué Lady Raynare quiere tanto ese poder. El poder de curar a cualquier ser, incluso a los demonios, es una habilidad muy rara, en verdad... -señaló Dohnaseek- está bien, escucha, Asia. Puedes ser una buena chica y venir con nosotros por voluntad propia, o te arrastraremos de regreso a la fuerza después de asesinar a tu amigo -dijo para crear una lanza de luz-
...
Una vez que Asia terminó de curar a Izuku, se levantó.
¿A-argento-san? -pregunto Izuku por la acción de la chica-
Está bien...Iré con ustedes -respondió Asia para caminar lentamente a ellos-
...
¿Q-que? -pregunto Izuku apenas recuperándose de la respuesta de Asia-
Izuku... -Asia sonrió- me divertí mucho hoy. Gracias...por ser mi amigo -dijo para girar su cabeza con una sonrisa sincera y unas lágrimas saliendo de sus ojos-
¡E-Espera, Argento! -gritó Izuku mientras Asia caminaba hacia Dohnaseek y Kalawarner-
Buena chica -dijo Kalawarner con una mueca de desprecio- No hay necesidad de preocuparse. Después del gran ritual de esta noche, todas tus preocupaciones y problemas de esta noche se habrán ido para siempre.
"¿R-ritual...? ¿Qué están planeando...?" -penso Izuku con preocupación- ¡Argento, espera! -exclamo el peliverde para laventarse y correr contra los dos ángeles para salvar a la rubia-
Dos círculos mágicos plateados aparecieron debajo de los Ángeles Caídos mientras ambos desaparecían en el interior.
Adiós, Izuku te extrañare -Asia sonrió con tristeza mientras desaparecía en el portal-
¡ALTO, ASIA! -gritó Izuku mientras corría hacia el portal que se desvanecía. Pero era demasiado tarde. Los portales desaparecieron antes de que pudiera alcanzarlos, dejando atrás al Rowlet que Izuku había ganado para Asia antes.
...
Un aura de muerte comenzó a rodear a Izuku mientras este comenzaba a temblar lentamente.
¡Mierda! -grito Izuku dándole un fuerte golpe al suelo que lo agrieto- ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! -cada grito de ira era acompañado por un golpe que agrietaba el suelo-
Izuku siguió y siguió golpeando hasta el cansancio.
La respiración de Izuku era agitada aun manteniendo esos ojos llenos de rencor. Cuando este se recuperó y antes de comenzar otra sesión de golpes unas lagrimas comenzaron a filtrarse de sus ojos.
M-mierda -dijo Izuku para que las lágrimas aumentasen- no...pude salvarla... ¿por qué no pude salvarla? -sosteniendo su cabeza con dolor- ¿Cómo puedo ser un héroe...si no puedo proteger a mis amigos? ¡Maldita sea! -exclamo con odio, pero no por los ángeles caídos...sino por su propia debilidad-
[...]
Tan rápido como sus piernas lo permitieron, Izuku corrió con dirección a la UA. Los Ángeles Caídos estaban planeando algo con Asia; solo podía suponer que no era nada bueno, y el tiempo corría, acepto ya había perdido bastante tiempo en su arranque de ira, cada segundo era vital. Necesitaba ayuda. La policía y los Héroes probablemente no le creerían, lo que solo significaba...
"Déjame repetirlo una vez más: si te digo que no, ¡no lo hagas! Ya te he dicho que no podemos ayudar a Asia más de lo que lo hemos hecho hasta ahora" -esas palabras Izuku imaginaba que saldrían de la boca de Rias-
Ya tenía la idea de que ella iba a decir algo así, pero bueno, valía la pena intentarlo. Sin embargo, no había nadie más a quien pudiera pedir ayuda. Necesitaba hacer algo si quería salvar a Asia, y necesitaba hacerlo ahora. Lamentablemente, obtener ayuda parecía resultar más difícil de lo que esperaba.
[...]
Rias, por favor. Los Ángeles Caídos también mencionaron algo sobre un ritual -menciono Izuku llamando la atención de Rias por este dato-
¿Ritual? ...puede ser un ritual para robar Twilight Healing de Asia. Si eso sucediera, entonces Asia no sobreviviría -dijo Rias. Los ojos de Izuku se abrieron, dándose cuenta de que la vida de Asia estaba en juego- Aun así, no puedo permitir que vayas tras ellos. Si te mata un ángel caído o incluso un sacerdote, significa el fin de tu existencia. No hay forma de que puedas regresar de eso. Fin del juego -dijo seriamente pero también preocupándose por la seguridad de Izuku-
Izuku por esto apretó sus puños por la impotencia que sentía en todo su ser.
Entonces, Akeno se acercó a Rias y le susurró algo al oído. Por la forma en que levantó lentamente la mirada, parecía que era algo urgente.
Ha surgido algo. Akeno y yo tenemos que salir un momento -dijo Rias-
¡Pero no hemos terminado! -exclamo Izuku-
Rias lo silenció rápidamente presionando su dedo sobre sus labios.
¿Recuerdas cuando te dije que mis Evil Piece tienen los mismos atributos que sus personajes de ajedrez? -preguntó Rias-
S-sí -dijo Izuku algo nervioso al sentir el tacto de Rias- ¿el Peón tiene algunos poderes especiales?
En este juego de ajedrez, bastante -respondió Rias- tienes una habilidad que todas las demás piezas no tienen: Promoción.
¿Promoción? ¿Qué significa eso? -preguntó Izuku, sin estar familiarizado con el término de ajedrez-
Si un peón avanza lo suficientemente profundo en el territorio enemigo, puede ser promovido a cualquier otra pieza además del Rey -explicó Rias mientras Izuku lo imaginaba-
Entonces, ¿eso significa que eventualmente podré tener los mismos poderes que todos los demás? -preguntó Izuku viendo a Yumi y Koneko las cuales estaban sentadas en los sillones del club-
Sí, pero solo si el maestro declara el lugar como territorio enemigo. Digamos, por ejemplo, la iglesia de los Caídos -dijo Rias, e Izuku se dio cuenta de que había dado un ejemplo bastante específico de territorio enemigo- Otra cosa que debo informarte sobre la Reina, ya que combina las habilidades de las tres: Torre, Caballo y Alfil, puede ser muy exigente para aquellos que no han desarrollado suficiente resistencia, lo que la convierte en un arma de doble filo, ¿comprendes? -pregunto Rias para alejarse de Izuku y ponerse al lado de Akeno-
Sí... -Izuku asintió viendo a la chica-
Solo recuerda que la mayor fuerza de un demonio depende de su deseo -Rias y Akeno pisaron el círculo mágico de la habitación, haciendo que se iluminara con una luz roja- Yumi, tú estás a cargo mientras yo estoy fuera.
Entendido -asintió Yumi mientras las dos estudiantes de primer año de la UA se teletransportaban fuera de la habitación-
Mirando hacia su lado, se giró para ver a Izuku mientras salía de la habitación.
¿Vas a ir? -preguntó Yumi- esos ángeles caídos no estarán solos. Podrías estar cayendo en una trampa.
No me importa -dijo Izuku estirando sus brazos- una chica inocente va a morir. No soy el tipo de persona que se queda de brazos cruzados cuando alguien está en peligro. Lo siento, pero no tiene sentido que intentes detenerme -dijo Izuku con severidad, volviéndose para mirarla-
¿Quién dijo que iba a detenerte? -Yumi pregunto con una sonrisa mientras agarraba su espada- Voy contigo.
Espera, ¿qué? -jadeó Izuku-
¿No estabas escuchando? -pregunto Yumi con una sonrisa- En palabras simples Buchou dijo que, si entras a esa iglesia, te ascenderán -explicó Yumi- Además, ahora eres mi amigo y, si no te estuviera dando una mano, no estaría dando un buen ejemplo.
Buen -dijo Izuku recuperándose de la ayuda de Yumi- seguramente estarán en esa iglesia a las afueras de la ciudad -haciendo memoria del lugar donde dejo a Asia- ¿De verdad quieres venir? ¿Está segura?
Ambas lo iremos ¿verdad Koneko? -pregunto viendo a la peliblanca que se terminaba un pastel-
Claro -dijo Koneko con su típico tono frio-
Entonces será mejor que nos vayamos -una pequeña sonrisa se formó en sus labios- No podemos perder más tiempo -dijo Izuku con una sonrisa decidía mientras sus ojos brillaban con ambición-
FIN
BUENO QUE OS PARECIÓ ESTE CAPÍTULO SI LES GUSTO DEJEN SU ESTRELLA, PERO SINO IGUAL DÉJENLA Y SIN MÁS ME DESPIDO ADIÓS...
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