Conociendo El Secreto - Flashback 4
Pasaron los dos horas más, tres horas, cuatro horas, cinco horas, seis horas, hasta que oscureció, eran más de las 9PM, A.J y yo aún no salíamos de nuestro escondite, ya que mientras él y yo creíamos que todo estaba más tranquilo fuera de aquí, es decir, en toda la casa, era todo lo contrario.
Varias veces se escuchaban ruidos fuera de la habitación y palabras extrañas tratando de amenazarnos en salir y sobre lo que nos pasaría, lo cual lo hacía no una opción. Salir, era lo que más deseábamos ahora, el obstáculo, mis tres idiotas hermanos.
Me sorprendía en serio la forma en la que se dejaban influenciar todos por Max, con excepción de A.J claro, hablo Jack e Ian, ninguno de los dos eran chicos rebeldes, les gustaba comportarse, no meterse en problemas, la escuela era de sus más grandes prioridades, sin embargo, Max era lo contrario a ellos; y así como A.J tenía el poder de hacernos aceptar las cosas o decir la verdad, Max era un manipulador, convencía a las personas de hacer cosas que ellas no quisieran, de una buena manera obviamente.
En fin, las horas siguieron pasando, de esa forma amaneció, A.J tuvo que dormir en mi habitación y mi estómago no dejaba de rugir por el hambre que tenía, habíamos comido sólo un paquete de Frittles que encontré en mi mochila, sobre el agua, agradezco que tuviéramos botellas aquí, y el baño... esa es otra historia.
Por un momento pensamos salir por la ventana, pero cuando lo intentamos Max nos lanzó un doblo lleno de pintura que logramos esquivar y se estrelló en mi ventana. Fue una noche dura, bastante dura, en ningún momento llegaron mis abuelos, la cuarentena seguía, y no había sido levantada al parecer, Drex seguía suelto, y Capitán Man o Kid Danger lo habían atrapado.
Oh, Kid Danger.
No puedo ni imaginar como se debe estar sintiendo ese chico ahora mismo, con el video viral de Drex golpeándolo en el trasero, él siendo una burla para la ciudad, no lo digo yo, lo dicen las tendencias de Twittflash, no quisiera ser Kid Danger en estos momentos.
–¿En qué piensas?–.
Agité mi cabeza de un lado a otro saliendo de mis pensamientos sobre Kid Danger, por la llamada repentina de mi hermano que iba despertando.
–¿Acaso tienes el afán de meterte en mis cosas?–.
–Eres mi hermana menor, es mi deber– contestó –ya en serio, dime ¿es sobre Henry, Henry Hart?–.
Rodeé los ojos divertida –¿por qué siempre asumes que es sobre un chico?–.
–Porque te conozco, conozco tu cerebro adolescente, a los 15 años sólo hay chicos–.
–¿Así cómo en el tuyo sólo había chicas?–.
–Ahora lo comienzas a comprender– sonrió pícaro –pero hablo en serio, además últimamente lo único que haces es pensar, perder tu mirada en la nada, sonreír, eso significa que piensas en un chico–.
A veces, sólo a veces, de vez en cuando, no muchas veces, deseaba ser hija única, mis hermanos me conocían mejor que nadie, así cómo yo los conocía a ellos, algo que debo admitir estaba bastante a mi favor, con la desventaja de que ocurría lo mismo de ellos hacia a mí. Y tenía sentido, vivir 15 años con una persona, sin despegarnos, conocíamos los secretos de cada uno sin necesidad que lo dijera, es por eso que a veces evitaba pasar tiempo con ellos.
Menos con A.J, él era mi hermano favorito, podía decirle todo, así como él a mí; sinceramente no se que haré cuando se vaya a la universidad, tendré que aprender a vivir sin él, pero no por ahora, ahora lo tenía, conmigo, en Swellview.
–Entonces...–.
–Kid Danger– solté sin dejarlo terminar –estoy pensando en Kid Danger–.
Hizo una expresión confundida –¿te gusta Kid Danger?–.
–Oh, no, no, no, no, no– exclamé –no–.
–Es verdad, te gusta Henry–.
–Atrae–.
–Es lo mismo–.
–No lo es pero no te discutiré eso– sentencié –hablo de que, el video de Kid Danger ahora es viral, por casi todo el país, no me puedo imaginar lo que él pobre chico detrás de la máscara debe sentir–.
–Hablas de lo que humillaron por completo, si, eso fue divertido– lo miré mal –pero divertidamente mal, terrible, no quisiera ser ese tipo–.
–Yo creo que nadie, A.J–.
–Va a necesitar terapia–.
–Lo entendimos–.
–Por varios años, quiero decir, será algo difícil de olvidar–.
–Lo sé–.
–El trauma que tiene ahora...–.
–Cállate A.J–.
–No, no, es que no lo entiendes ____, su dignidad ahora... le costará trabajo volver como...–.
–¡Okay, entendido!–.
Mi grito hizo que A.J se callara al instante y me mirara asustado. Estaba rebajando la valentía del pobre adolescente, no tenía derecho de hacerlo, y para ser él un chico sin ningún poder estaba haciéndolo todo muy bien, si, lo estaba defendiendo, no tenía nada de malo, defender al superhéroe de mi ciudad.
–Jeez– dijo A.J extrañado –parece que estás enamorada de ese chico–.
–No lo estoy– contesté –nada más que no me parece justa tu forma de lidiar con él–.
–Hablas cómo si lo conocieras–.
Ladeé mi cabeza –pues no tengo ni la menor idea de quien puede ser, pero me imagino como se siente–.
Después de mi comentario constructivo acerca de la situación sobre Kid Danger, A.J no dijo nada al respecto de eso, simplemente se quedó callado, sentado en mi cama, con nada más y nada menos que comentarios de cualquier cosa menos de la situación de Kid Danger.
Al menos me hacía sentir bien haber hecho mi punto, no era justo para él, él no tuvo la culpa de nada.
Tomé mi teléfono para revisar los mensajes, notificaciones, noticias que ocurrieron durante la noche, para encontrarme varios de Jasper, Charlotte y extrañamente una solicitud de amistad en Envygram por parte de Piper Hart, la hermana menor de Henry, que estaba segura no le agradaba, sin embargo, eso no era lo más importante o extraño, si no que, todos los días tenía por lo menos algún mensaje de Henry deseándome los buenos días, y hoy no tenía nada, desde ayer que nos despedimos en el parque. Me pregunto si se encuentra bien.
...
Henry's P.O.V
"Y ahora el video del que todos están hablando...".
"Spanky, spanky, spank your butt, doo-dah, doo-dah, spanky, spanky, spank your butt, all dio-dah-day".
–Noticias estúpidas–.
"JAAAAA, JAAA, JA, JAAAA, ESTÁN GOLPEANDO EL TRASERO DE KID DANGER, JAAAAA, JA, JA".
–Estúpidas reacciones a las noticias– metí otra papa a mi boca, molesto.
Había pasado todo el día, encerrado en mi casa, sin tomar mi teléfono, no contestando las llamadas, ignorando a toda mi familia, no me sentía bien para hacer nada, tenía el sentimiento de ser un fracaso, un fracaso total, para la ciudad, mis amigos, Ray, ____, mi renuncia a Kid Danger había sido la decisión más difícil que pude haber tomado, sin embargo, sabía que no me merecía el puesto.
No soy lo suficiente para ser Kid Danger, soy una decepción, soy un chico que fingía ser el compañero de un superhéroe, fingía ser valiente, pero realmente soy simplemente una molestia para Ray, un obstáculo.
Ahora me encontraba acostado en mi sofá, comiendo mi peso en papas fritas, viendo videos de mi fracaso de ayer, sintiéndome miserable.
"Okay, Stephanie, ahora muéstrales a todos tu impresión de Kid Danger".
"¡Okay!" Stephanie comenzó a golpear su trasero con una almohada "¡ow, ow! ¡Soy Kid Danger! Por favor dejen de golpearme ¡owwie, owwie! Soy Kid Danger, no soy competente".
Presioné pausa al video –Stephanie... idiota–.
Estaba a punto de meter otra papa en mi boca con intenciones de no importarme, cuando de la nada, el timbre de mi puerta resonó por toda la casa poniéndome aún más de mal humor, no quería ver a nadie, ni siquiera a ____ que me alegraba el día todos los días, aunque nadie conociera mi secreto, no era el buen momento.
–¡No entren!– grité.
Parece que hubiera dicho lo contrario, pues en cuanto terminé la frase, la puerta principal de mi casa se abrió de par en par.
"¡Hey, Henry!" "¿Qué hay?".
Charlotte y Schwoz aparecieron en mi casa, uno con el atuendo más ridículo que pude haber visto en mi vida, pues vestía con rompa holgada dolorida, zapatos del mismo tono, y un sombrero alto con un cordón colgando, bastante extraño.
–¿Qué fue lo que dije?– pregunté.
–Tienes que regresar con nosotros a la Capi Cueva– respondió Charlotte ignorando mi pregunta.
–No– cerré mi computadora –no pienso regresar, nunca, no importa lo que me digan–.
Schwoz encogió los hombros –entonces no diremos nada–.
–Hey...–.
Sin decir ni una cosa más, el sombrero de Schwoz comenzó a irradiar un láser color verde dándome directamente en la frente, que por alguna razón, éste empezó a marearme de una manera impresionante, que de un momento a otro hizo que todo se volviera negro, y después de eso... bueno... no recuerdo nada más.
...
P.O.V____
Mis hermanos se rindieron, por fin, se habían rendido, después de horas de estarnos acechando fuera de la puerta de mi habitación, por fin se habían rendido... huh... si con rendido me refiero a que mis abuelos habían regresado a la casa porque la cuarentena se había levantado, encontrado toda la casa en un completo desastre y preguntándose donde estábamos, si, entonces si se habían rendido.
Lo que los llevó a un mes y medio de castigo, todo por dejarnos de prisioneros en mi habitación, palabras de mi abuelo, no mías, lo que nos resultó a nuestro favor, pues en cuanto se abrió la puerta, A.J y yo salimos disparados a la cocina, comimos todo lo que se presentó a nuestro paso, burlándonos de como obligaban a Jack, Max e Ian limpiar todo su desastre, bien merecido si quieren mi opinión.
Anyway, al final de todo, todo terminó bien para nosotros, así que sin nada más que hacer en la casa, estar casi un día encerrada en ese lugar, decidí salir a las calles de Swellview a buscar a mis amigos, de los que no había escuchado en horas, más que los mensajes de texto de Charlotte o Jasper, que decía que estaría en Junk N' Stuff por si quería ir y después hacer algo más, a lo que iría con ese plan.
Caminé durante varios minutos por las calles de Swellview, viendo como la gente actuaba con toda la tranquilidad del mundo aún habiendo un criminal suelto, admirable e impresionante, hasta que por fin llegué a la tienda de la que nunca salían los tres amigos.
–¡____!– gritó Jasper en cuanto me vio entrar por la puerta, para después dejar lo que sea que estuviera haciendo en el mostrador y corrió hasta mí –¿¡qué haces aquí?! ¿No deberías estar en tu casa? Es peligroso que estés afuera ¿qué lindo se ve el clima no? ¿no quieres salir? Es mejor que salgamos, no tengo idea de donde puedan estar los otros dos, si, es buena idea salgamos–.
Lo miré confundida por el bombardeo de preguntas y frases que Jasper me había mandado, y no moví ni un pie por más que él intentaba moverme.
–¿Estás bien?– pregunté confundida.
–Pffff ¿de qué hablas?– respondió nervioso –yo estoy bien, no tengo nada diferente, salgamos de aquí–.
Fruncí el ceño –me escribiste para decirme que te vea aquí, y ¿ahora no quieres estar aquí? ¿qué no tienes trabajo?–.
Movió su cabeza de un lado a otro –las personas cambian ¿sabes? Y ahora cambié, entonces no quiero estar aquí–.
–Pero tú dijiste...–.
–¡Las personas cambian, ____!–.
–¿Dónde están Henry y Charlotte?– volví a preguntar –¿tienes alguna idea si Henry está bien? No se nada de él desde ayer, y me preocupa porque...–.
–¿Por qué te gusta? Si todo mundo lo sabe?–.
–¿Qué?–.
–¡Fue una broma!– corrigió aún empujándome por los hombros hacia la puerta –¡ahora vámonos!–.
Me mantenía intrigada la prisa en la que a Jasper le urgía irse de la tienda lo más rápido posible, pues por más que ponía resistencia o trataba de hablar, sólo me ignoraba e intentaba sacarme de aquí, cómo si su vida dependiera de ello, así que no tuve más opción que dejarme ir, y así lo hubiera hecho, esa era mi idea, si no hubiera sido por el sonido del vidrio de la puerta romperse que nos hizo sobresaltar del susto.
Y justo como se había visto en la televisión ahí estaba, con el cabello rubio, su mirada de villano que causó que un escalofrío recorriera toda mi espalda, los músculos que te podrían romper el cuello y matarte en tan solo cuestión de segundos, la razón por la que habían levantando una cuarentena en Swellview, Drex estaba aquí, en Junk N' Stuff, mirándonos como si quisiera matarnos.
–¡Hey!– le gritó Jasper –¡se supone que debes abrir la puerta antes de entrar!–.
–¿¡Dónde está él?!–.
Tragué en seco –Jasper...–.
–¡Eres Drex!– me interrumpió mi amigo.
–¿¡Dónde está Capitán Man?!– Drex bajó los escalones de la tienda.
–¿Capitán quién?– preguntó Jasper confundido.
Antes de que pudiera responder a algo más, él tipo en serio enojado rompió una de las mesas y varios de los artículos de la tienda con sólo su puño, y al parecer no le había dolido ni tan si quiera un poco, pues parecía que simplemente lo hizo enojar más de lo que ya estaba.
Lo que no lograba comprender era la razón por la cual había preguntado por Capitán Man, en una tienda de basura, quiero decir, aquí no había nada más que basura... y más.
Drex se acercó al mostrador en dirección a Jasper que había regresado ahí, ignorando mi presencia, agradezco por completo, poniendo nervioso a mi amigo.
–¡Hey! ¿Cómo estás? ¡Gusto en verte!– decía nervioso –¿te puedo ayudar a encontrar algo?–.
–¡Escucha!– gritó Drex desesperado mientras tomaba a Jasper de la camisa –¡sé que Ray Manchester es dueño de este lugar! ¡¿Dónde está Capitán Man?!–.
Crucé los brazos –¿Capitán Man?–.
–¿¡Dónde está la Capi Cueva?!–.
Fruncí el ceño –¿Capi Cueva?–.
–¡Yo te diré donde está!– exclamó Jasper.
Sin pensarlo dos veces, levantó su puño en el aire y golpeó la cara de Drex con todas sus fuerzas, sin embargo, este en lugar de doblegarse o algo por el estilo, lo único que hizo fue voltear la cara y regresarla enojado, más, hacia Jasper, al que ya se le podía ver la expresión de miedo a kilómetros.
–¿Estás buscando la Capi Cueva?–.
–¿¡Dónde está la Capi Cueva?!–.
¡¿Y qué rayos era una Capi Cueva?! Tenía entendido que era el lugar en el que llegaban todas las llamadas a Capitán Man de emergencia, era secreta, nadie sabía de su paradero, no obstante, la forma en la que estaba actuando Jasper con respecto al tema me hacía sacar conclusiones de las que no quería hablar ahora, ni siquiera era el momento para hacerlo.
–Uh... está... está... ¡en el parque de Swellview!– contestó Jasper nervioso.
–¿¡Dónde en el parque de Swellview?!–.
–Uh-uh... en el... ¿área de juegos?– seguía hablando –debajo del... ¡Twirly-Whirly!–.
–¡Okay! ¡Vienes conmigo!– Drex jaló a Jasper de la camisa fuera del mostrador.
–¿A dónde?– preguntó mi amigo asustado.
–Al torbellino giratorio–.
Mientras que Drex jalaba a Jasper del brazo, yo me quedaba ahí petrificada analizando la situación sin ganas de saber que era lo que escondía este amigo, cuando de repente, él criminal se detuvo en seco, giró su mirada hasta a mí, y me recorrió de pies a cabeza con la mirada.
–¿Qué?– pregunté.
–Tu vienes conmigo... niña–.
–¿¡Por qué?!–.
–¡No hagas preguntas!–.
–¡Ni siquiera sé de que hablas!–.
En ese momento, Drex me cargó sobre sus hombros como si fuera un costal de papas sin ningún problema, a la vez que arrastraba a Jasper fuera de la tienda, pero no tenía tiempo para pensar sobre esa situación, Jasper escondía algo, algo sobre Capitán Man, y tenía el presentimiento de que tenía que ver con Henry y Charlotte también.
...
–¡¿Dónde está?!–.
–¡Esta justo ahí!–.
–¡No entiendo por qué tuve que venir!–.
–¡ME MOSTRARÁN LA CAPI CUEVA!–.
Rodeé los ojos fastidiada –¡ni siquiera sé de que estás hablando!–.
Por los últimos 10 minutos, desde Junk N' Stuff hasta el Parque de Swellview, la había pasado en el hombro de Drex, sin poder bajarme y haciendo esfuerzos sin ningún propósito, ya que era demasiado fuerte y ni en un millón de años podría zafarme de su agarre, al igual que con Jasper, sólo que Drex lo traía del brazo.
Habíamos llegado al área de juegos del parque, donde por obvias razones se encontraba lleno de personas, niños con sus padres, un grupo de niños bastante asustados, todos con la mirada puesta sobre nosotros ya que llamábamos la atención, lo entendía, él hombre más buscado por el FBI con dos adolescentes, tenía sentido.
–¡La Capi Cueva!– gritó Drex –¡muéstramela!–.
–¡Aquí está!– respondió Jasper señalando a un juego –de...debajo del Twirly-Whirly, como a un kilómetro y medio debajo– hizo una pausa y asintió –bye–.
Con todas las intenciones de irse, Jasper me tomó del brazo para poder comenzar a caminar lejos de la situación, sin embargo, el grito que dio Drex, logró que nos volteáramos de nuevo hacia él.
–¡Hey!– justo como ese –¿cómo entro?–.
–Um... uh...–.
Jasper me miró tratando de buscar alguna excusa o respuesta a la pregunta de Drex, pero mi cerebro no procesaba la información como debía hacerlo, estaba demasiado confundida por lo que pasaba, que no tenía alguna forma de ayudar a mi amigo por más que lo intentaba, además, no tenía ningún contexto de nada, era difícil.
Lo que tenía en claro era de que no había alguna cosa como la "Capi Cueva" aquí debajo... o ¿si?
–Tienes... tienes que... que... girarlo– respondió Jasper –como una combinación–.
–Okay...– Drex asintió –¡ábrelo!–.
–Uh... okay... primero...– mi amigo tomó uno de los tubos del juego –primero lo giras a este lado... 25 veces– ¿qué? –1... 2...3...–.
–¿¡QUÉ ESTÁN MIRANDO?!–.
"¡AAAAAAHHHHHH!".
Drex, asustando a un grupo de niños, supongo que era algo de su rutina diaria, quiero decir, no me sorprendería, en lo absoluto si eso en verdad fuera.
Crucé los brazos y miré la situación tan desesperada, aburrida y extrañada, Jasper seguía girando el Twirly-Whirly de una forma bastante lenta, supongo que haciendo tiempo si no me equivocaba, Drez lo miraba de una forma amenazante, el grupo de niños pequeños los miraban aterrados, y yo sólo me encontraba ahí, sin necesidad de mi presencia, pudiéndome ir en cualquier momento.
Así lo haría, tratando de mantener un paso lento y disimulado hacia atrás, me fui alejando lentamente del área de juegos, cuando en menos de dos segundos, Drex dirigió su mirada enojada a mí.
Paré mi paso y sonreí inocentemente –hola–.
–¿A dónde crees que vas?–.
–Lejos de aquí– contesté.
–¡No te puedes ir!– gritó mientras caminaba hasta donde yo estaba, me tomaba del brazo y me jalaba a un costado de Jasper –¡ustedes dos son mis rehenes!–.
Sin tener alguna otra opción, me quedé esperando junto con mi amigo, aún con los brazos cruzados, esperando a que éste terminara de contar para poder irme y hacerle demostrar un punto a Drex, que era que la dichosa Capi Cueva, no estuviera aquí debajo, a menos de que si lo estuviera, ya que hace algunos años Jasper me contó que tuvo la oportunidad de haber ido, sin embargo, era fan de Capitán Man, si sabía de su paradero no lo traicionaría de esa forma. Espero.
–...23... 24...– Jasper seguía contando, girando el Twirly-Whirly –y... 24...–.
–¡Hey, esas ya son 25!– exclamó Drex.
–Uh, uh, uh ¿Estás seguro de eso?– respondió Jasper nervioso –tal vez necesite volver a empezar... 1...–.
–¡No me agradas!– Drex jaló a Jasper de la camisa levantándolo en el aire. Apunto de golpearlo.
–¡Pero es tan amigable!– le grité.
–¡No creo que la Capi Cueva está en algún lado cerca de aquí! ¡Creo que me has estado mintiendo!–.
Y de la nada, como si hubiera llegado en el momento ideal, porque lo era, detrás de Drex y mi amigo Jasper, una soga color negro comenzó a caer desde el cielo, acompañado por él chico que me había quitado el sueño la noche anterior, todo por preocuparme por él y su dignidad, Kid Danger.
Por la forma en la que le seguía gritando a Jasper, sabía que Drex no se había dado cuenta de la remota presencia del niño superhéroe.
Sonreí aliviada y por alguna razón realmente contenta por lo que mis ojos estaban observando, él chico rubio con máscara roja que cubría una parte de sus ojos, se veía mejor que el día de ayer en el video, pareciendo que hubiera revivido; tanta fue mi felicidad que sentí un ligero pellizco en el corazón, como si tuviera una corazonada, él estaba bien, estaba aquí.
–¡No! ¡No te está mintiendo!– traté de meterme en la conversación para que Drex no golpeara a Jasper.
–¡Ella tiene razón!– siguió mi amigo –¡amo la verdad! ¡soy una persona que ama la verdad, considero a la verdad mi novia! ¡y somos exclusivos!–.
–¿¡Crees que eres gracioso!?–.
Hice una mueca –la verdad cuando dice bromas casi nadie se ríe–.
–¡____!–.
Alcé los brazos en son de paz –¡lo siento!–.
–¡Sólo mi abuela se ríe! ¡Pero ya ni siquiera ella sabe ya quien es!–.
Drex levantó su puño amenazante –¡después de que aplaste tu cerebro con esto, no te vas a acordar ni siquiera de quien eres tú!–.
Kid Danger comenzó a acercarse lentamente hasta donde estaba Drex tomando a Jasper con toda la intención de golpearlo, pero antes de que pudiera hacer algo al respecto y salvar al joven ciudadano, volteó a verme para dirigirme una sonrisa. Alcé mis cejas sorprendida e impactada por lo que me dio él superhéroe; había visto esa sonrisa sólo en un lugar, en una boca, en una persona, en alguien que juraba, pero estoy segura que me estaba confundiendo, era casi imposible.
Así que después de ofrecerme uno de los mejores gestos de la raza humana, caminó firme a Drex, y agarró su brazo para evitar que golpeara a Jasper.
–Peek a Boo–.
Drex se giró a él asustado, y sin decir nada más, le dio un golpe tan, pero tan fuerte en el rostro, que lo hizo caerse al suelo.
–¡Wow, Kid Danger!– exclamé sorprendida.
–¡Acabas de noquear a Drex!–.
–Uhuh...– respondió Kid Danger.
Arrugué mi nariz –y ahora se está levantando–.
–Si posiblemente quieran correr–.
–Buena idea–.
Jasper y yo no lo pensamos ni dos veces, para que nos fuéramos corriendo de ahí al área alejada de los golpes e insultos que Drex y Kid Danger se estaban mandando, tales como: "¿Dónde está tu hermano mayor, Capitán Man?", "Probablemente con tu hermana mayor". Divertido, gracioso, que le quitaba la seriedad al momento.
–¡Vean! ¡Es Kid Danger y ese tipo malo otra vez!– gritó una chica que estaba a un costado de nosotros.
–¡Alguien llame a la policía!–.
Pero todas las personas en lugar de llamar a la policía como Jasper lo pidió, se encargaron de comenzar a grabar.
–¡Voy a trapear el pasto contigo!–.
–¡No trapeas el pasto!– contestó Kid Danger como mucho estilo –estúpido–.
–¡Suficiente!–.
Diez por segunda vez alzó su puño con intenciones de golpear a Kid Danger, pero justo en el momento en el que realizó un jab con toda su fuerza, él chico esquivó el golpe en simplemente moviéndose más rápido que cualquier se humano en la Tierra, logrando que todos los presentes diéramos un grito ahogado por la sorpresa.
–Ni siquiera estuviste cerca–.
Un golpe, dos golpes, tres golpes, un uppercut, y ninguno le dio a Kid Danger.
–¡No me puedes tocar!–.
Me tomé la libertad de llamar a la policía, ya que ninguna otra persona lo había hecho, así que en cuanto llegaron, Jasper anunció su llegado, sin embargo, al ver a Drex, lo único que hicieron fue gritar y correr en la dirección opuesta. Que valentía, nótese el sarcasmo.
La pelea de Drex y Kid Danger había comenzado, por varios minutos estuvieron con la misma rutina, Drex tratando de golpear a Kid Danger, él esquivándolo, dándole varios golpes que lo hacían vulnerable. Fue eso que siguió y siguió, con Kid Danger ganando todo el tiempo, a la vez que Drex seguía confundido por los repentinos nuevos movimientos del chico, incluso se subieron al área de juegos, bajaron, lo golpeó más, todo con la simple intención de cansarlo.
Hasta que por último, cuando se veía que Drex no podía más, Kid Danger lo golpeó en la cara, dejándolo sin nada de fuerza. Para después, tomar a éste del brazo, llevarlo a una banca del mismo parque y acostarlo sobre sus piernas.
–Wow, sólo espero que nadie tome video de esto y lo mande a las noticias– dijo Kid Danger con obviedad en su tono.
Rápidamente, saqué mi teléfono, abrí la aplicación de cámara y comencé a grabar.
"¡SPANKY SPANKY SPANK YOUR BUTT, DOO-DAH, DOO-DAH, SPANKY SPANKY SPANK YOUR BUTT, ALL DOO-DAH-DAY!" de esa manera Kid Danger cobró lo que él le había robado.
–¡OTRA VEZ!– gritó Jasper.
–¡Claro! Uh...–.
"¡SPANKY SPANKY SPANK YOUR BUTT, DOO-DAH, DOO-DAH, SPANKY SPANKY SPANK YOUR BUTT, ALL DOO-DAH-DAY!".
Después de haber cantado, golpeado traseros, todo lo de un día normal en Swellview, los policías llegaron, para aclarar lo que estaba sucediendo y estar de acuerdo de que Kid Danger se llevara a Drex a su famosa "Capi Cueva", porque ya sabíamos que si estaba en la cárcel no estaría tan seguro como dentro, al menos eso escuché.
Como sea, entre el bullicio del parque y todo el drama que se armó aquí, Jasper y yo seguíamos aquí respondiendo preguntas sobre como había sido ser rehenes de Drez, al parecer te podía hacer famoso eso, y claro que lo tenía entendido, sólo espero que nada que tenga que ver con un villano vuelva a mi vida, no creo que podría controlarlo ahora.
–Fue un divertido ¿no lo crees?– preguntó Jasper.
–Si con divertido te refieres a ser rehén y no tener nada que ver con Capitán Man, supongo que si– contesté divertida.
–Oh vamos, ____, esto fue mejor que salir a algún otro lado–.
Asentí –admito que lo fue, hey, ummm ¿no sabes nada de Henry?– hice una mueca con mi boca –no contesta los mensajes, desde ayer nada, creo que intentaré llamarle–.
–¡No puedes hacer eso!– gritó Jasper.
Lo miré extrañada –¿por qué?–.
–Porque... uh...–.
Sin decir nada más, Jasper tomó mi teléfono y lo lanzó lejos de donde estaba, detrás de unos arbustos, logrando confusión en mí por su forma de actuar nerviosa.
–¡Jasper!– le reclamé.
–¡Lo siento! ¡No puedes llamar a Henry!–.
Rodeé los ojos y solté un suspiro desesperado, para después comenzar a hacer mi camino hacia los arbustos donde Jasper había lanzado mi teléfono par recogerlo, estaban un poco alejados de todo el bullicio, así que tuve que agacharme y gatear un poco hasta llegar a donde estaba.
No veía nada, más que hojas, pasto y algunas ramas, hasta que a lo lejos lo divisé, ahí sobre el pasto. Gateé un poco para poder alcanzarlo, y cuando lo tomé, alcé mi vista para así poder levantarme, y cuando lo hice de la nada, una luz verde cegó mis ojos, la máscara de Kid Danger estaba frente a mí, todo su traje se desvanecía y detrás de todo lo que lo hacha ser un superhéroe, apareció un chico, un chico rubio.
El aire me faltaba, la cabeza comenzaba a darme vueltas, sentía que la quijada la tenía arrastrando por los suelos, no podía creer lo que estaba viendo, no podía creer que una parte de mis sospechas eran verdad.
Henry Hart estaba frente a mí, con ropa normal, tras haber cambiado su aspecto en esa luz radiante color verde. Mi amigo, él que había conocido hace sólo pocos meses, era Kid Danger.
...
FIN DE FLASHBACK
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