Capítulo 92 - FINAL
FINAL - PARTE 3
(...)
HENRY'S P.O.V
Pasé mis manos por el enorme agujero que Drex había dejado en el dirigible, tratando de sellarlo, pero era imposible, había sido tan profundo que nada podía hacerlo, absolutamente nada. Además, no podíamos irnos así nada más, ésta cosa iba dirigida al hospital de bebés... no podíamos dejar que los bebés mueran.
—¡Hey, Kid!— me levanté del suelo cuando Ray volvió —No puedo dirigir esta cosa a un lugar seguro, Drex destruyó el panel de control y el sistema. Debió de hacerlo antes de que llegáramos aquí—.
—¡Rayos!—.
—Encontré estos paracaídas— lanzó uno de ellos al suelo —, hay que saltar—.
Lo miré mal —No podemos "saltar"—.
—"Saltar significa irse, Henry—.
—Sí, pero hace como 10 años— dije obvio —. Y no podemos irnos, este dirigible va directo a un hospital lleno de bebés—.
Ray titubeó un poco y luego negó rápidamente ignorando lo obvio.
—Bueno— comenzó —, esos bebés tuvieron una buena vida—.
Abrí mi boca indignado —¡Viejo, son bebés!—.
—¿¡Bueno, qué se supone que hagamos?! ¡Si tienes una idea para controlar esta cosa soy todo oídos!—.
Solté un suspiro —De hecho, hay una cosa—.
—¿Qué estás haciendo?—.
Agarré la lanza que el cavernícola de Miles había dejado aquí, y con cuidado, perforé la otra parte del dirigible para que el aire saliera a un nivel nivelado y no solamente por uno. Así sería más fácil dirigirlo, contando que el impacto no sería tan fuerte.
—¿Lo ves?— dije feliz por mi idea —Uno de nosotros tiene que usar esto para dirigir este dirigible al Monte Swellview. Es la única forma para asegurarnos de que no va a estrellarse con la ciudad y una manzana entera en llamas—.
—Pero... quien sea que se quede en el dirigible va a incendiarse en una bola de fuego—.
Encogí mis hombros y alcé un poco mis brazos, señalando la respuesta, a que había aceptado esto, y si alguien tenía que hacerlo, debía de ser yo.
Al principio no entendió a lo que me refería, no fue segundos después, cuando sus pupilas se dilataron y él se dio cuenta de la situación.
—¡Dame la lanza!—.
—No— la moví del alcance de Ray.
—¡Vamos, deja de jugar!— trató de alcanzarla de nuevo.
Chasqueé los dedos señalándolo —¡Ya no eres indestructible!—.
—Tú nunca lo fuiste!—.
Bufé —¡Lo fui!... Como por dos días, hace un par de años—.
—¡No!— exclamó Ray, enojado —¡Yo soy el superhéroe y tú eres el compañero!—.
—¡Renuncié! ¿Recuerdas?—.
—¡Dame la lanza, Henry!— Ray logró tener la lanza, y ahora ambos forrajeábamos con ella —¡Dame la lanza!—.
—¡No, Swellview te necesita!— pude quitársela de las manos —¿¡Okay?! ¡Swellview necesita a Capitán Man!—.
—¡Ponte ese paracaídas y vete de aquí, ahora! ¿Qué se supone que le diga a ____ cuando...? ¿Cómo voy a explicarle que?... Cuando se entere... ¡Ella te necesita, Henry!—.
Esa presión en mi pecho y esa sensación que tenía cuando Drex me alzaba por lo aires volvió a aparecer, pensar en ____, en qué haría sin ella, sin embargo, por segunda ve entendí que este debía ser mi destino, y todo lo que pasó por mi mente este momento regresó, solo que sería diferente, yo estaba decidiendo esto.
Lo haría, y... era lo mejor para todos, ____, estaba seguro que lo entendería. Y yo estaba seguro que ella estaría bien, con Charlotte, Jasper, Ray, Schwoz, Piper y sus hermanos, la dejaba en buenas manos.
Podía sonar un poco egoísta irme sin decirle adiós, darle un último beso, pero yo acepté esto, desde los 13 años lo había aceptado.
—¡Y por eso la vas a cuidar tú cuando ya no esté!— dije, tratando de tragarme el nudo en mi garganta.
—¡No!— contestó —¡Ponte el paracaídas, ya!—.
Negué —¡No!—.
—¡Henry!—.
—¡NO!—.
—¡Tu tenías razón! ¿¡Okay?!... Tenías solo 13 años cuando tomaste esa promesa, y no sabías en lo que te metías. ¡No te registraste para esto!... ¡YO LO HICE!—.
Hubo un silencio en el que lo único que reinó fue la voz de Ray quebrarse, creyendo que iba a hacerme cambiar de opinión.
—¡VETE DE AQUÍ, AHORA!— me ordenó —Déjame salvar mi ciudad—.
Otro silencio se apoderó de nosotros, donde lo único que se escuchaba eran las respiraciones agitadas por habernos gritado y por el simple hecho de que estuviéramos al borde de la muerte, cualquiera de los dos si no tomábamos cartas en el asunto pronto, y yo seguía con la lanza todavía en mi mano.
Ray y yo nos quedamos viéndonos durante un largo tiempo, directamente a los ojos, era de esos momentos en los que son la mirada me pedía que me fuera, y yo trataba de evitar que el leyera lo que yo quería decir.
Tragué un poco de saliva, relamí mis labios, solté un poco de aire, y asentí lentamente.
—Okay— dije rompiendo el silencio —, me voy a ir... pero... una cosa más...—.
—¿Qué?—.
Sonreí ligeramente —Te amo, amigo—.
Recibí una mirada de confusión por parte de Ray, para después tomar uno de los cordones que había en su paracaídas. Tiré de él con fuerza así logrando abrirlo, acto seguido, Ray dio un grito tan grande mientras salía volando del dirigible.
—Okay, eso fue tonto— me dije a mí mismo —. Okay, okay, okay—.
Rápidamente, tomé las cuerdas del dirigible para así comenzar a guiarlo, era una tarea tan sencilla como difícil, pero tenía que ser rápido si no quería que esos bebés murieran a causa nuestra.
—¡¿Henry?!— escuché la voz de Charlotte venir del audífono en mi oído —¿¡Vas a explotar con el dirigible?!—.
—Uh... sí, eso creo...—.
—¿¡Qué va a hacer qué?!—.
La voz de novia apareció al igual como la de Charlotte hace unos segundos, lo que me hizo sentir un pequeño cosquilleo en el pecho, y entre sosteniendo las cuerdas del dirigible y tratar de controlarlo, una pequeña sonrisa apareció en mi rostro al momento de escucharla.
—¡Henry, no puedes hacer eso!—.
—¡Creo que estoy a punto de hacerlo!— respondí —¿¡Cómo va todo en la Capi Cueva?!—.
—Mal— dijo _____ —, Charlotte y yo no podemos detener la reacción en serie—.
—¡Salgan de ahí entonces!— les grité.
"Okay, acabo de dejar a Drex en la prisión de Swellview," Jasper apareció en la conversación "¿Cómo va el dirigible?"
—¡Va a estrellarse en el Monte Swellview! ... ¡Con Henry en él!—.
—¿¡QUÉ?!—.
Me removí entre las cuerdas cuando sentí que estaba a punto de perder el control, sin embargo, logré sacar todas mis fuerzas para seguir sosteniéndolas, y al mismo tiempo hablar con mis amigos para que salieran de ahí de una vez; desde acá podía escuchar la alarma y todas las cosas explotando.
Si entre ____ y yo teníamos que morir, debía ser yo.
—¡____, si no pueden salvar la Capi Cueva, salgan de ahí, ahora!—.
—No, no, no, puede que logre usar la Capi Computadora para poder entrar al sistema del dirigible y...—.
—¡No!— interrumpí a Charlotte —¡Drex destruyó el sistema de control!, ¿okay? No hay nada que puedan hacer, ¡Salgan de ahí!—.
—¡No te voy a dejar!—.
—¡Tienes que irte, ____! ¿¡Okay?! ¡Tienes que irte tienes que salvarte!—.
—¡Estás loco si crees que te voy a dejar morir!—.
Cerré mis ojos para no llorar —¡Escúchame, ____, escúchame! ¡Si uno de los dos va a sobrevivir, serás tú! ¡Yo tengo que salvar esta ciudad!—.
—¿¡Y qué se supone que haga sin ti?!— no respondí nada, pero el dolor en mi pecho aumentó —¡Henry, contéstame! ¿¡Qué se supone que haga sin ti?! ¡NO PUEDO ESTAR SIN TI!... ¡NO VAS A MORIR HOY!—.
Palabras que me llegaron, y que hicieron soltar las lágrimas así nada más. Volví a cerrar los ojos para recordar todo eso lindo de ____, todos esos momentos que me hacían feliz, iba a morir pensando en ella, no podía aceptar que fuera de otra forma.
Me dolía demasiado escucharla así y más por el sonido de su voz, estaba llorando, la conocía tan bien.
—____— pude decir con trabajo —, te amo, más de lo que he logrado amar a alguien, y más de lo que alguna vez logré amar... siempre fuiste tú, siempre serás tú... te amo...—.
—Henry... no...—.
—____, te amo—.
—... también te amo, Henry—.
Del otro lado se volvió a escuchar una explosión y varios gritos porvenir de las chicas junto cosas cayendo y más que no pude descifrar.
—¡Jasper, sácalas de ahí!—.
—¡Pero, Henry- !—.
—¡AHORA!—.
La comunicación con la Capi Cueva se cortó al instante en el que la otra explosión se escuchó, lo único que logré entender al final, fue la voz de ____ gritando a lo lejos: "¡HENRY!", después de eso, saqué el audífono para evitar la sordera antes de mi muerte, sin contar que el Monte Swellview estaba cada vez más cerca.
Hice una mueca en mis labios al mismo tiempo que cerraba los ojos y apretaba con todas mis fuerzas las sogas del dirigible.
—¡Esto no se va a sentir bieeeeeen!—.
(...)
Narrador Omnisciente
Varios días después...
—"I need a hero... I'm holding out for a hero 'til the morning light... He's gotta be sure, and it's gotta be soon... And he's gotta be larger than life... I need a hero... I'm holding out for a hero 'til the end of the night... Ooooooohhhhhhh-oooooooooohhhhhhh-ooooooohhhhhhhh..."—.
Ciudadanos, conocidos, villanos, familiares, el superhéroe y más personas, todos estaban ahí reunidos escuchando a Capitán Man cantar en el evento menos esperado, el evento que nadie creía que algún día llegaría, un evento que sobresaltó a todos los ciudadanos de Swellview por su nombre y que acababa lágrimas por simplemente existir.
El funeral de Kid Danger.
En la cima del Monte Swellview, en un día soleado de la ciudad, las personas se encontraban ahí reunidas para celebrar la memoria de Kid Danger, un superhéroe que cambió su vida por salvar pequeños bebés y que murió en una bola de fuego y una explosión; siendo recordado por siempre, en nuestros corazones.
—Yo tenía un héroe— habló Capitán Man terminando de cantar —, su nombre era Kid Danger, y yo... yo...— hizo una pausa para contener sus lágrimas —... yo... yo no puedo hacer esto... ¡Yo no puedo hacer esto!—.
Capitán Man salió del escenario estallando en lágrimas, fingiendo irse del lugar, mientras que el Vice Alcalde se levantaba de su silla para tomar cartas en el asunto y presentar a Jeff, para que diera algunas palabras.
Sin embargo, no pasaron más de dos segundos cuando Capitán Man volvió al funeral, sólo que esta vez usaba ropa elegante y normal, siendo Ray Manchester, y no parecía haber sacado ni una lágrima de sus ojos, incluso ahora estaba sonriendo.
—¿Cómo lo hice?— susurró Ray.
—¿Honestamente?... Creo que fue demasiado—.
Henry Hart respondió girándose hacia él y dándole la espalda al escenario, con una sonrisa un tanto divertida. Vestía ropa elegante, su cabello estaba un poco despeinado y de la mano, traía a nada más y nada menos que la misma chica que le robó el corazón hace solo 4 años, ____ Martin.
—De hecho, fue demasiado— habló ella.
—Perfecto— dijo Ray —, eso era lo que quería causar, ¿Y cómo se siente estar en tu propio funeral?—.
—Es algo raro— respondió Henry.
—¡ROCA DE PRUEBA!—.
Jasper apareció detrás de los chicos lanzando una roca directamente a Henry, la cuál él evito que chocara con su cuerpo, gracias a que activó su nuevo y mejorado poder. Mientras que ____ apuntaba a la roca con su mano e hizo que esta saliera volando sin siquiera tocarla.
—¡Es tan cool que el Arma Omega les haya dado poderes!— exclamó Jasper emocionado —Tú con tu campo de fuerza, ____ con su telequinesis... ¡Tan cool!—.
____ asintió sonriendo —¡La verdad, sí es muy cool!—.
—¿Verdad que sí?— siguió Henry.
—Hey, hey, hey, es suficiente— dijo Ray en voz baja.
—¿Qué tiene de malo?— le preguntó Jasper —Sólo estoy emocionado que ahora todos ya tengamos superpoderes—.
—Tú no tienes un super poder, Jasper—.
Jasper miró a Ray indignado —Uh, peleo mientras duermo y también hablo inglés, esos son "two" súper poderes—.
Ray rodó los ojos —No puede ser, este chico—.
—Oye hablando de eso— habló ____ —¿Cómo va tu indestructibilidad?—.
—Schwoz dijo que iba a regresar en una semana o dos—.
—Cool, cool—.
—¡ROCA DE PRUEBA!—.
—¡No, no!—.
Charlotte detuvo la mano de Jasper antes de que él pudiera volver a lanzarles una roca a los chicos. Llegando con el resto del grupo, ella apareció junto con Piper y Schwoz, que también estaban en el funeral, y eran de los pocos que sabían que Henry seguía vivo... es decir... Kid Danger seguía "vivo".
—Creo que han sido suficientes rocas de prueba— dijo la chica.
—Bastante justo— aceptó Jasper —, además, debería guardar las mías para Dystopia—.
—Es cierto, ¡Dystopia!— ____ y él chocaron los cinco.
Ray los miró extrañado —¿Qué no se supone que iban a ir a NYU y Harberrd?—.
—Vamos a ir los dos a Dystopia— contestó ____.
Jasper asintió —Y alguien tiene que cuidar de Charlotte mientras estamos allá—.
Charlotte soltó una risa sarcástica —Sigue hablando así, y te voy a dejar aquí—.
"No", "No" dijeron Jasper y Ray al unísono.
____ río por lo bajo junto con Henry, quien pasó su brazo alrededor de los hombros de la chica, atrayéndola más hacia él, mientras que ella se recargaba en su pecho, sintiendo toda esa paz, amor y cercanía que creyó haber perdido.
—Hablando de irnos...— insinuó Schwoz a Piper.
—Oh, sí, tenemos que irnos— respondió la hermana menos de Henry, sin despegar la vista de su teléfono.
—¿Tú también vas a Dystopia?— le preguntó Ray.
Piper bufó —Uh, no, voy a dejar a estos cuatro idiotas en el aeropuerto y luego Schwoz me va llevar en el helicóptero hasta Florida, ¡Huracán Piper va a estar a punto de llegar!... Paz, y no voy a hacer esto más largo... ¡Bobos!—.
La forma en la que Piper hizo caer sus lentes de la cabeza a sus ojos, dejó a todos en shock, además por lo bien que se veía. La hermana menor de Henry desapareció de su vista, dejando atrás una enorme ola de nostalgia por tremenda despedida que hizo, con todo el estilo que siempre cargaba.
Piper despidiéndose, siendo Piper.
—Tal vez debí hacerla a ella mi compañera— dijo Ray.
—Ella nunca hubiera tomado el trabajo— siguió Henry.
—No, claro que lo hubiera tomado— ____.
—Ella quería ese trabajo— Charlotte.
—Hubiera sido cool— Schwoz.
—Ella ya era dueña del trabajo— terminó Jasper.
____ suspiró —Entonces, ¿les vas a decir o te vas a ir así nada más?— se dirigió a su chico.
—Uh...— Henry arrugó su nariz —, denme un segundo—.
____, Jasper, Charlotte y Schwoz asintieron al mismo tiempo, lo que dio a entender que estaban listos para dejar a Ray y Henry un momento a solas, cosa que así hicieron; pero antes de irse, Henry le dio un pequeño beso a ____ en la frente, y apretó su mano con fuerza.
Pronto, los únicos que quedaban del equipo eran ellos dos, sometidos en un silencio cómodo, pero a punto de tener una plática que estaban seguros los haría llorar, por más fuertes que quisieran verse.
—Entonces...— Henry tomó uno de los programas del funeral de una mesa —, estuve pensando—.
—También yo— dijo Ray, suspiró —. Es hora de que te vayas de Swellview—.
Él rubio alzó las cejas sorprendido —¿En serio?—.
—Ya no eres un compañero. Eres un héroe—.
Las mejillas de Henry se llenaron un poco de calor, tanto que se avergonzó y bajó la mirada, sin molestarse en disimular esa pequeña sonrisa que apareció por lo que Ray le había dicho; aunque no lo admitiera, todo este tiempo siendo Kid Danger era lo único que esperaba escuchar de su parte.
—Bueno— lo volteó a ver —, aprendí del mejor... mi héroe... ¡Dwayne Johnson, La Roca!—.
Ray asintió riendo —Ese tipo suda diesel—.
Los dos compañeros sonrieron y rieron un poco, para después volver a quedarse en ese silencio triste pero a la vez feliz.
—¿Vas a estar bien sin mí?— le preguntó Henry.
Ray parpadeó varias veces tratando de consumir las lágrimas que estaban a punto de salir, encogió los hombros y relamió sus labios, mordiendo de estos un poco.
—¿Vas a estar bien en Dystopia?— tragó el nudo de su garganta —Ese lugar es rudo...—.
Henry suspiró —Alguien tiene que cuidar a Jasper—.
—Sí—.
—Y tú tienes que cuidarlos a ellos— señaló él chico a unos arbustos.
De los arbustos atrás de Ray y Henry, aparecieron tres cabezas, las tres con cabellos diferentes, pero lo suficiente para saber de quiénes se trataban. Tres niños que llegaron a su vida de la forma menos inesperada, pero que ahora estaban atrapados con él hasta que el tiempo decidiera.
—¡Hey, hey, Ray!— lo llamó Mika susurrando.
—¿Qué?— contestó él desesperado.
—Ya tenemos un nombre— dijo Bose.
—Okay...—.
—También, Chapa no deja de soltar chispas, Bose trata de levantar todo lo que ve, y no hemos visto a Miles en días—.
—¡Y nos dimos un nombre!—.
Y de la nada, hablando del rey de Roma, Miles apareció justo detrás de ellos con ropa tan ridícula diferentes países y desconcertado por estar ahí. Era obvio que todavía no sabía usar sus poderes.
—¡Hello! ¡Aloha! Y la palabra en ruso para "hola"— saludó él agachándose con sus amigos.
—¡¿Dónde rayos has estado?!—.
—¿Ya le dijeron a Ray nuestro nombre?— preguntó, mientras ignoraba por completo a su hermana.
—No todavía...— respondió Chapa.
Bose sonrió —Nos vamos a llamar...—.
"¡Danger Force!" soltaron los cuatro al mismo tiempo.
Para luego desaparecer, ya que Miles los había abrazado a todos.
Henry miró a Ray con una cara de: "¿en qué te has metido?", a la vez que él otro trataba de fingir que no estaba preocupado, y hacía constantes ademanes para pretender su tranquilidad. La cual, era más falsa que cuando ____ decía que no gustaba de Henry.
—Estarán bien— dijo Ray —. Oye, mira, uh... antes de que te vayas... hay algo que siempre quise decirte... y... no es fácil de decir, así que sólo voy a decirlo y ya porque... ¡Ooohhhh! !Están a punto de revelar nuestras estatuas!—.
—¿Qué?— preguntó Henry desconcertado —¿Qué es lo que ibas a decir?—.
Ray sonrió —Mi estatua se va a ver mucho mejor que la tuya—.
—Wow—.
Ambos chicos en la parte del fondo del público, presenciaban el evento por el que ambos también vinieron aquí, y por lo que Ray había esperado desde hace mucho tiempo. El Vice Alcalde se levantó al frente, con la mirada de todos en él, y tomó una parte de la manta que cubría las estatuas.
—... entonces es mi placer...— decía el Vice Alcalde —, presentarles hoy, ¡La estatua de Kid Danger y...! —jaló de la manta que cubría las estatuas, para dejar a la luz la peor pesadilla de Ray —¡La otra estatua de Kid Danger!—.
El público aplaudió, tomó fotos, Henry miraba en shock las dos estatuas que habían hecho en su nombre, mientras que él pobre de Ray borraba la sonrisa de emoción.
—¡Sí! Íbamos a tener una de Capitán Man también, pero cambiamos de idea— terminó el Vice Alcalde.
Henry reía nervioso —Yo... yo... yo no lo sabía...—.
—Vete ya— le dijo Ray entre dientes, sin siquiera mirarlo.
—No, en serio, viejo... yo no... yo no lo sabía... en serio... yo no sabía que iban a hacer esto...—.
—Vete. Ya—.
Conociendo a su mejor amigo, Henry asintió y se alejó de Ray listo para irse, no sin antes asegurarse de un pequeño detalle.
—¿Te veo en Día de Gracias?—.
Ray viró los ojos divertido —Obvio—.
Sin más que decir, Henry salió corriendo del funeral para reunirse con sus amigos y su novia, que ya lo esperaban listos para emprender una nueva aventura fuera de lo que estaban acostumbrados. Los cuatro juntos como alguna vez imaginaron, recibiendo la vida adulta fuera de Swellview de la mejor manera posible.
(...)
DOS MESES DESPUÉS
____'S P.O.V
La vida en Dystopia me había tratado bien, ¡Qué va! Mejor que bien, aprendí a controlar mis poderes más rápido de lo que imaginé, gracias a Henry entendí como luchar sin nada más dar golpes en el estómago, Charlotte tiñó mi cabello con varias mechas de un color rosa brillante, y Jasper me enseñaba a pelear mientras dormía.
Habían sido los mejores dos meses de mi vida, con Henry, mis amigos, que el pensar que en solo un mes estaría de vuelta en Estados Unidos para irme a la universidad me molestaba mucho. Sin embargo, tampoco podía quedarme en Dystopia, por más que quisiera hacerlo.
Henryway, estábamos una tarde en uno de los restaurantes a los que acostumbrábamos ir, comiendo fideos y tomando un té que solamente inventaban aquí, cada uno perdido en sus pensamientos y en su mente, cuando de repente, el sonido de un carro estrellándose y varios gritos llamaron nuestra atención, ayudándonos a salir del trance.
Los cautro nos volteamos a ver con esa mirada de complicidad que habíamos generado en estos dos meses, y rápidamente metimos todos los fideos a nuestra boca para terminar.
—Dos sospechosos, armados— dijo Charlotte mientras veía su antebrazos modificado —. Pero los policías de Dystopia son sucios también—.
Henry suspiró dejando su vaso de lado —Esto va a doler—.
—Ni lo dudes— metí una goma de transformación a mi boca, que contenía el traje que usaba para esta clase de cosas.
—Charlotte, ¿vas a regresar a la base?—.
—Tú regresa a la base— presionó la parte de su frente que activaba las mejores que se había hecho, pronto sus ojos se tornaron grises y alzó las cejas —. Yo voy a pelear contra el crimen—.
No haciendo más, Charlotte se levantó de la silla donde estaba segura de sí misma, y caminó directo a la salida, dejándonos ese raro sabor de boca y esa sensación que nos daba desde que llegamos aquí.
—Súper Charlotte me da miedo— habló Jasper.
—Sí, a mi también— siguió Henry.
—Debería darte más que miedo—.
—La verdad, ¿Están listos?— preguntó mi chico.
Jasper asintió —Tengo mi goma de transformación, mi goma para dormir... estoy listo—.
—Hay que soplar e irnos— dije a lo dos.
Jasper, Henry y yo chocamos los puños, listos para irnos y poner a esos tontos en su lugar como lo habíamos hecho con cada criminal que aparecía por aquí. Jasper se levantó primero y se fue, mientras que Henry y yo nos quedábamos en el restaurante guardando nuestras cosas, pero a punto de salir.
Me levanté de mi asiento para irme, con la adrenalina de patear traseros, cosa que hubiera sido así, si no hubiera sido por Henry, que agarró mi muñeca deteniéndome.
—¿Qué estás haciendo?— le pregunté —Hay crimen allá afuera—.
—Lo sé, pero tienen a Charlotte y Jasper, y con Charlotte tienen más que suficiente— se acercó a mí, sin soltar mi mano y sin despegar sus ojos de los míos.
Alcé una ceja —¿Qué tramas, Henry?—.
—¿Tengo que tramar algo para querer estar así contigo?— asentí —¡No estoy tramando nada! Es sólo que...—.
Sin dejarlo terminar, lo tomé por las mejillas y le di un beso en los labios sin previo aviso. Él me abrazó por la cintura atrayéndome a él, profundizando más nuestro beso, uno necesario y bastante justo pues aquí casi no podíamos tener afecto en público; la gente nos miraba raro.
—Okay, me atrapaste, tramo algo— admitió, cuando nos separamos del beso.
—Lo sabía, siempre lo sé—.
—Eres más inteligente de lo que recuerdo—.
—La gente evoluciona, Henry—.
—Establecido— chasqueó los dedos —, en realidad, ya olvidé lo que iba a decirte, creo que sólo quería estar un momento así contigo—.
Sonreí —Qué gran momento de hecho—.
Le volví a dar otro beso corto en los labios, pero lo suficientemente duradero para que recorriera mi espalda con sus manos y hiciera de estos besos uno de los mejores en la relación... huh... como si cada uno de ellos no lo fuera ya.
Nos separamos un poco después de recibir gritos de las otras personas que dejáramos de besarnos, lo único que causó fue que lo dos riéramos y tomados de la mano saliéramos corriendo del restaurante, dirigiéndonos a donde era la persecución a la que íbamos a ir antes de nuestros besos.
—No entiendo porqué la gente aquí no acepta los afectos de amor en público—.
—Tal vez porque no sienten amor—.
—Bastante justo—.
Paramos nuestro paso durante unos segundos, para resguardarnos de la lluvia debajo del techo de un local unos segundos.
Nuestros ojos se volvieron a encontrar, así como todas las veces que lo hacían, sacando ese sentimiento que sentí la primera vez que lo vi, y no pude evitar sonreír por eso. Henry me hacía tan feliz, de una manera impresionante que hasta a mí me asustaba, era simplemente increíble y único.
—¿Vamos?— me preguntó sonriendo, tomando mi mano.
—Vamos— le respondí.
Y de esa manera, nos alejamos corriendo por las calles lluviosas de Dystopia, con nuestras manos entrelazadas, listos para hacer algo que jamás creímos hacer juntos, pero que casualmente ambos disfrutábamos hacer.
Quién iba a pensar que 4 años después estaría aquí, tomada de la mano de un chico que conocí en mi primer día de escuela, en la ciudad en la que no quería estar, pero terminé amando y llamando mi hogar. Ahora en una ciudad llena de crimen, con tres personas que se volvieron tan importantes para mí como yo para ellas.
Mi yo de 14 años estaría completamente en shock por mi vida ahora, pero ¿saben qué? No la cambiaría por nada.
¿Quién lo diría? Yo, ____ Martin, terminé enamorada de mi mejor amigo y convirtiéndome en lo que ahora él dice: "Mi Chica" (MY GIRL).
Difícil de creer, tal vez un poco, pero confirmo mi teoría, los mejores giros de la vida me tocaron a mí. Todo gracias a Henry Hart, mi novio, mi mejor amigo, mi chico, mi Kid Danger, mi Henry Danger, mi todo...
FIN
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