Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 90

FINAL - PARTE 1

(...)

____'S P.O.V

La idea de ser un rehén nunca me encantó, quiero decir, por eso más que nada era por el cual evitaba ir a misiones con Ray y Henry, además del secreto que tenía que guardarse a diario y el verme con ellos, después de mi experiencia con Stu el Mago y casi ser aniquilada por la ex esposa de Schwoz... me di cuenta que no quería morir. 

Sin embargo, también me di cuenta que era demasiado feliz haciendo lo que hago y que debía dejar de importante, ignorar el hecho de esos pensamientos por unos segundos; el caso ahora fue diferente, seguí a tres niños hasta un lugar donde creyeron que podían pelear contra el peor villano de todos los tiempos. 

Lo que me llevó a estar atada con cuatro niños y a Schwoz a lado de mí. 

Cosa que era buena, porque ver una cara conocida siendo rehén hacía la experiencia más amena. 

—No me imaginé que iba a morir de esta manera— dije a Schwoz. 

—Meh, no creo que vayamos a morir— respondió éste con cierta indiferencia —. Envié una señal a Charlotte antes de que atara aquí—. 

Alcé mis cejas —Así que por eso estabas coqueteando con la recepcionista—. 

—Tengo que usar mis encantos, ____— guiñó un ojo. 

—Bastante inteligente— admití. 

—Lo sé— dijo con la poca modestia que tenía —. En fin, esa señal llegó a la Capi Cueva y, si mis planes no me fallan, y si sigo sincronizado con Charlotte...—. 

Lo miré extrañada —¿Estás sincronizado con Charlotte?—. 

—Uhh... noooooo...— titubeó —... quiero decir... no lo sé—. 

—¿Sabes qué?— moví mi cabeza de un lado a otro indicando que ya no importaba —No quiero saber más de eso, no quiero involucrarme, ¿Decías?—. 

—¡Ah, sí! Si los planes no me fallan, estoy seguro que los chicos van a llegar en 3... 2...—. 

No hubo necesidad de que Schwoz terminara de contar, pues justo en el momento en el que terminaba de decir el "2", una caja gigante de madera comenzó a bajar desde el techo abierto del aeropuerto, junto con el sonido de un helicóptero que lo bajaba, y sobre la caja, los dos héroes de Swellview mostrándose lo más heroicos posible. 

Sentí la tranquilidad y la paz llegar a mi cuerpo en cuestión de segundos al momento en el que vi a Henry, y de repente el estar atada con otras más personas siendo rehenes dejó de ser importante. 

Mi chico estaba frente a mí. 

Cruzamos miradas y una sonrisa apareció en sus labios en cuanto me vio, supongo que también sintió esa paz al verme; eso era lo que reflejaba. 

—¡Lamentamos caer de esta forma!— gritó Ray. 

—Pero de hecho no lo lamentamos, para nada— dijo Henry cuando la caja tocó el piso. 

—¡Historia sarcástica!—. 

—¡Disculpa sarcástica!— Henry pasó su atención a mí durante varios segundos, sin borrar la sonrisa de su cara —¡ESTAS VIVA!—. 

Asentí resignada —¡Sorpresivamente sí!— le respondí —¿¡TE SORPRENDE?!—. 

—¡Me alivia!... ¡Por un momento pensé que...!—. 

—¡No lo digas!— hablé antes de que pudiera decir algo más, con una sonrisa ahora falsa. 

—¡TE AMO!—. 

—¡Yo a ti!—. 

Henry iba a abrir un poco la boca para poder contestar a nuestro pequeño reencuentro, pero... 

—¡HEY! ¿¡Quién está volando el Capi Helicóptero?!— Schwoz lo interrumpió. 

—¡Mi hermana!—. 

—¡Pero ése es mi trabajo!— se quejó él tipo a lado de mí (Schwoz). 

>>¡Yo tengo una licencia de helicópteros!<< escuché gritar a Piper desde arriba. 

"Establecido" contestaron Ray y Henry al mismo tiempo. 

Fruncí el ceño confundida —¿Lo está?—. 

>>¡Lo está ahora!<< gritó Piper de nuevo >>¡BYEEEEEEEEEEE!<<. 

Pronto, aquel sonido retumbante del helicóptero (N/A: RETUMBAR, no puedo evitar no pensar en Eren Jeager, lo siento) , dejó de escucharse en todo Planes-A-Plenty, indicando que Piper se alejaba de nosotros, pero con todo el concierne de lo que podía pasar ahora que Henry y Ray estaban aquí. 

—Entonces...— decía Drex a Ray —... Capitán Man, yo no sé como...—. 

—Dame un segundo— lo paró antes de que dijera algo más. Ray caminó a nosotros con un dedo alzado, como si estuviera a punto de regañarnos —. Creí que les dije a ustedes niños que se fueran a casa—. 

Ladeé mi cabeza —Estamos bien, muchas gracias por preguntar—. 

—No necesito tu sarcasmo ahora, ____, porque gracias a que te perdiste, Kid Danger casi pierde razón de la misión—. 

—Primero que nada— chasqueé mi lengua —: qué buena rima. Segundo, no es mi culpa que estos niños decidieran venir a poner sus vidas en peligro—. 

—¡Estamos ayudando!— se excusó Mika. 

—¡Fue su idea, fue su idea!— Miles señaló a su hermana. 

—¡Yo soy un rehén!— terminó Bose. 

Ray rodó los ojos y negó en desaprobación —Pues, estoy enojado, con todos, y más contigo— hizo énfasis volteándome a ver —¿Por qué no simplemente respondiste tu teléfono cuando Piper te llamó?—.

—Tal vez porque no podía hacerlo— dije con ironía. 

Bufó —¡Claro que puedes!... ¡Usa tus dedos! Lo llevas a tu oreja, presionas el botón verde y dices: "hola", ¡No desapareces y vuelves loco a tu novio!—. 

Desde la caja de madera, Henry levantó el brazo y alzó su pulgar, seguido de que gritara: 

—¡No se preocupen por mí! ¡Ahora estoy bien!—. 

—¡Pues perdón por no dejar que estos niños murieran!— me defendí —¡Era eso o dejar el nombre de ambos manchado por eso!—. 

—¡Y estamos ayudando!— soltó Mika, de la nada. 

Ray la volteó a ver —No quita que esté enojado...—. 

—Lo siento—. 

—... pero también estoy contento...—. 

—¡Yay!—. 

—Porque sea lo que sea por lo que están aquí ahora... después de desaparecerse...— volvió a hacer énfasis y voltearme a ver —... Están todos aquí reunidos para vernos destruir a Drex—. 

Ray se giró hacia donde estaba Drex esperándolo, listo para recibir una de las peores palizas de su vida... o al menos eso quería pensar que era el plan de Ray, si no era así, definitivamente estábamos perdidos en todos los sentidos, si es que no podía ponerse peor... y ya debo dejar de decir eso. 

Saqué esos malos pensamientos de mi cabeza, y me dispuse a poner atención a la pelea. 

—¿Cómo se supone que hagas eso?— le preguntó él tipo de la diadema ridícula a Ray —Yo también soy indestructible, ¿lo recuerdas?— se señaló a sí mismo. 

Ray encogió los hombros —Bueno, iba a empezar distrayéndote—. 

—¿Distrayéndome?— Drex soltó una risa burlona —¿De qué?—. 

—¡DE ESTO!—. 

Estaba tan concentrada en la pelea que el grito de Henry me hizo voltear enseguida a verlo, causando que mi boca se abriera tan grande, casi haciendo caer mi quijada al suelo, más por lo que tenía él en las manos y que hizo que la esperanza volviera a mí. 

Di un pequeño grito ahogado y parpadeé varias veces asegurándome de que no fuera una ilusión, pero estaba segura de que no lo era, Charlotte lo hizo de nuevo. 

"¡OH, POR, DIOOOOOOS!" exclamamos Schwoz y yo incrédulos al mismo tiempo. 

Tan impotente como se miraba en los planos, con sus luces y más grande de lo que recordaba; Henry apuntaba el Arma Omega directamente a Drex, listo para disparar y quitarle la indestructibilidad. 

—¡Exacto!—dijo Ray —¡Ahora, Kid!—. 

Cuando Henry se preparó para disparar, de la nada, un cavernícola apareció a su lado tacleándolo por completo. Por segunda vez di un grito ahogado, justo al instante en el que Henry cayó al suelo y varios de los tubos que conectaban el arma se zafaron. 

Como era de esperarse, todo eso se dirigió a un caos. Se desató una pelea entre Drex y Ray, otra entre Henry y los cavernícolas, y una interna de nosotros mismos por tratar de liberarnos de esta cosa para poder salir y ayudar, sin embargo, era simplemente inútil, estaba tan apretado y se trataba de un material imposible de arrancar. 

—¡Okay, es momento de salir de aquí!— le dije a los niños —¡Ideas!—. 

Perdón, no soy tan lista como Charlotte. Y mi pánico no ayuda. 

—Tengo las herramientas perfectas para este trabajo— habló Bose —¡Mis dientes de adulto!—. 

Dejé de removerme en mi lugar —Y aquí vamos otra vez—. 

Así como pasó con el cavernícola, Bose bajó su cabeza y empezó a morder la parte de la cosa que nos amarraba, creyendo que en verdad iba a desatarnos con eso. 

—¡Más ideas!— pedí a los chicos. 

—¡Tú eres la mamá cool!— me espetó Chapa —¡Tú piensa en algo!—. 

—¡Resulta que a su padre y a mí no me...!— sacudí mi cabeza de un lado a otro dándome cuenta de lo que estaba a punto de decir —¡Resulta que a mí no me salen las ideas en modo peligro!—. 

—¡Yo tengo la solución!—. 

Volteé a Miles que acababa de sacar un láser de Kid Danger y Capitán Man de la bolsa de su chamarra, orgulloso de ello, lo alzó en el aire mientras asentía lentamente, como si estuviera disfrutando una canción. 

—¿De dónde sacaste eso?— inquirí —Sí sabes que un disparo de eso puede dejarte inconsciente de por vida si no está en el ajuste correcto, ¿Verdad?—. 

Él niño negó sin importancia —Mi destino me guió a el... y me lo guardé en el Monte Swellview, sentía que podía necesitarlo y ahora lo necesito—. 

No hubo necesidad de decirlo, ni siquiera mencionarlo, en un abrir y cerrar de ojos, Miles ya tenía el láser cortando a la mitad las cosas que nos amarraban, liberándonos por fin. Estiré un poco mis brazos recobrando mi movilidad, y en cuanto pude, esquivé con cuidado y temor el cavernícola al que Henry había pateado y corrí hasta el Arma Omega para tratar de restaurarla. 

Todos los tubos se habían zafado, cada uno de ellos, dejando al aire libre varios gases de colores diferentes, que no sabía si debía dejar que me tocaran o no, pero no importaba en realidad. 

—¡Hey!— llegó Henry a mi lado después de patear otro cavernícola —¡Estoy tan feliz de que estés bien!—. 

—Sí, ya lo dijiste— le sonreí —, estamos felices de que sigamos vivos, porque eso se hace en todos los trabajos después de la escuela... ¡Asegurarse de salir vivos!—. 

—Estás muy sarcástica, ¿Estás bien?—. 

—De maravilla— creo que sí lo estoy —. Ayúdame a levantar esta cosa, está pesada—. 

Con la fuerza de Henry y la ayuda de la mía, logramos levantar el Arma Omega que seguía desprendiendo esos gases de colores. Por un momento creí que íbamos a ser atacados por un cavernícola que se nos acercó, pero Schwoz fue más rápido y le dio en la cabeza con una placa de madera, pero ahora yacía debajo del cavernícola pues le cayó encima. 

—Tenemos que conectar los tubos— hablaba a mi chico tomando cada uno de ellos —, mientras tú la apuntas, yo voy a tratar de sostenerlos—. 

—Creí que no te salían buenos planes estando en pánico—. 

—¡Eso también creía yo!— reprendí —¡Vamos!—. 

—¿Necesitan ayuda?—. 

En ese momento, la voz de Mika apareció detrás de nosotros mientras que intentábamos conectar los tubos al Arma Omega, como siempre, ofreciendo así ayuda. 

—Um... de hecho...—. 

—No, en realidad...—. 

—¡VENGAN AQUÍ! ¡OCUPAN NUESTRA AYUDA!— gritó tan fuerte la niña como pudo. 

—Okay—. 

Los otros tres niños llegaron junto a nosotros, cada uno de ellos tomó un tubo y, debo admitir, fue de gran ayuda de hecho. Con cada uno de nosotros sosteniendo uno de los tubos para que funcionara y con Henry apuntando a Drex, nada podía salir mal. 

Hablando de Drex, la pelea con Ray se había subido un poco de tono, y es que de repente, los dos estaban haciendo fuerza para no dejar ir a ninguno de los dos. Ray tenía a Drex, Drex a Ray... 

—¡Dispáranos!— ordenó Ray a Henry. 

—¡No puedo hacerlo!— contestó mi novio —¡Te voy a disparar a ti!—. 

—¡Da igual!— oh no —¡SÓLO DISPARA!—. 

—¡NO!— grité, cerré mis ojos para mover un poco del gas en mi cara —¡No serás indestructible!—. 

—¡Tampoco lo será Drex! ¡Ahora dispáranos tú, gran desertor!—. 

Henry gruñó —¡Estás siendo demasiado dramático con eso!— apuntó a los dos tipos peleando entre ellos, no había vuelta atrás —¡SOSTÉNGANSE, CHICOS! ¡CUIDADO, ____!... ¡AHORA!—. 

Sabía lo que tenía que hacer. Presioné el botón rojo frente a mí sin quitar las manos del tubo que sostenía; pronto, todo el lugar se iluminó gracias al enorme destelló que salió del Arma Omega, dejándonos todos deslumbrados por unos momentos e incluso desubicados. 

Hablando por parte, recuerdo haber recibido un fuerte estruendo en todo mi cuerpo de energía diferente, seguido por un golpe en el costado de mi espalda por haber caído en el piso, y mis ojos cerrados sin saber con exactitud qué era lo que había pasado, si funcionó o no. 

Abrí con cuidado mis ojos recobrando la cordura, no fueron más de dos minutos los que permanecimos ahí en el suelo, pero lo suficiente para decir que algo dentro de mí no se sentía bien. Contando el hecho de que el Arma Omega no estaba por ningún lado, y sólo un gran destello negro impregnado en el suelo fue lo único que quedó. 

Explotó. 

—Estás... ¿Estás... bien?— me preguntó Henry ayudándome a parar. 

—Sí— agarré su mano —, creo que sí— tosí un poco —¿Tú?—. 

—Creo que sí—. 

Pero era mentira, todo mi cuerpo se sentía más extraño de lo normal. 

No era la primera vez que Ray y Henry hacían algo explotar, prácticamente de eso trataba nuestra vida en la Capi Cueva, sin embargo, esa sensación extraña que me causó la explosión de ahora no se sentía como las otras veces. Mi cuerpo se sentía diferente, demasiado, como si hubiera sido llenado de una energía que no debía estar ahí, pero que por alguna razón la recibía sin quejarme. 

—¡¿Qué pasó?!— escuché preguntar a Schwoz debajo del cavernícola —¡No puedo ver nada!—. 

De pronto, la mano que sostenía la de Henry apretó más de esta cuando vi lo que pasaba frente a mí; del temor por no saber si había funcionado o no. 

No sabía con exactitud que ocurría, nadie lo sabía, sólo recuerdo que Drex rasguñó a Ray con esa horrible mano que tenía mutada, y claramente éste gritó de dolor, dándonos a entender, que el Arma Omega haba funcionado. 

—¿¡Quién gritó!?— volvió a preguntar Schwoz —¿¡Funcionó el Arma Omega?! ¿¡Sigo calvo?!—. 

—Sí, funcionó— contestó Ray tocando su cara. 

—Entonces, ¿Ganamos?—. 

—No— suspiré —, no lo creo—. 

—¡Esta ciudad está a punto de tener un caso serio de Capitán Man-nesia!— gritaba Drex desde una soga que colgaba de un dirigible —¡Porque nadie va a acordarse de ti! ¡Porque voy a usar el borra memorias para...!—. 

"¡Sí, lo sabemos!" ,"¡Lo entendimos!", "¡Yá cállate!" hablamos todos al unísono. 

No obstante, aquel grito a Drex causó que todo mi mundo comenzara a dar vueltas, llevando mi mano libre a mi frente y tratando de recobrar el equilibrio. Sin contar todas esas horribles ganas que aparecieron de vomitar, y veía luces extrañas al cerrar los ojos. 

Algo no estaba bien, completamente, algo no estaba bien. 

(...) 

¿¡Qué será eso qué tiene mi querida rayis?! 

Leeremos el siguiente capítulo para descubrirlo...

O sea, ya

Lxs ama demasiado... 

-Andy

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro