Capítulo 88
____' P.O.V
—... literalmente los caballos son para más cosas pero, ¿Cuándo dirían que utilizan caballos para pelear contra el crimen?—.
—Uh... literalmente nunca— contestó Henry.
—Okay, okay, pero ¿Si tendrían que hacerlo?—.
Mi chico la miró raro —¿Te llamaríamos?—.
—¡Sí, por favor!— Mika saltó varias veces —¡Gracias, gracias, gracias!—.
Definitivamente no la llamaríamos, bueno, si es que llegaban a existir más misiones después de esta. No quería ser pesimista, pero a veces pensar en el peor escenario era lo que me consumía, y me consumía bastante, además, no sabíamos que pasaría con el destino de Ray y Henry después de hoy.
Podíamos ganar o perder o... ¡Argh! Me odio a mí misma por pensar en eso. Pero, estamos hablando de Henry y Ray, la suerte siempre ha estado de su lado... espero que ahora también lo esté.
—No volveré a llamarla para una misión— me susurró Henry.
Alcé mis cejas —Creo que eso ya estaba establecido—.
—Ahora lo está más que antes—.
En ese momento, varios quejidos de Miles detrás de nosotros nos hizo voltear a ver qué era lo que estaba pasando, o cuál era la razón por la que no dejaba de gruñir y respirar con la respiración entre cortada.
—Oh, por, Dios— se quejaba él —. No pienso seguir caminando en la montaña nunca más... mi camino termina ¡Aquí!— lanzó el costal que tenía lleno de armas al suelo.
—Bueno, qué bueno que tu camino terminó en el tronco de golpes de Rrrr... Capitán Man—.
Le di una mirada a Henry de "la salvaste", antes de que pudiera decir el nombre de la identidad de Capitán Man, aunque a esta altura, el borra memorias era la mejor solución al problema y este también.
—Okay— rasqué mi cabeza —... um... supongo que ahora sólo tenemos que ver aquí y buscar algo que se vea diferente—.
—¡Perfecto!— exclamó Mika —¿Diferente de qué?—.
Miles asintió —Sí, nunca hemos estado aquí—.
—Okay, buen punto, buen punto— habló Henry —, miren este video—.
Y como hace rato en la Capi Cueva, todos hicimos un círculo alrededor del teléfono de Henry para poder volver a ver el video donde Ray estaba abrazado con el tronco, más comprometedor que hace rato, pero igual de gracioso e incluso más.
>>Oh, tronco de golpes... a veces quisiera nada más... entrar dentro de ti... y vivir por cien mil millones de años<<.
Las risas de Henry y mías se escucharon en el video, haciendo que Henry lo pausara antes de que estos niños hicieran más preguntas, porque Ray amando su tronco no era lo importante, era lo que se miraba alrededor de este, más por la razón de que si se alteró el tiempo por Ray estar aquí, algo definitivamente tenía que ser diferente.
... pasó mucho tiempo con Charlotte...
—¿Escuchan eso?— preguntó Mika.
—Sí, soy yo riéndome— respondió Hen —, luego pondré la parte en la que le digo que lo bese—.
Miles, Henry y yo reímos divertidos por eso.
—No— siguió la niña —, él dijo que quería entrar y crecer dentro de ese tronco, por cien mil millones de años—.
—Sí, ¿y?—.
—Y... tal vez esté dentro del tronco de golpes— siguió Miles mientras caminaba a su hermana.
Henry bufó —No hay forma en la que alguien pueda estar dentro de ese tronco—.
—No, no, Henry, ellos tienen razón— saqué el láser de su cinturón.
—¿Quién es Henry?—.
Cerré mis ojos y apreté mis labios al igual que mis puños al darme cuenta de lo fuerte que lo había arruinado. Dije el nombre de Henry en lugar de Kid Danger; huh, ahora sí íbamos a necesitar el borra memorias.
—Nadie, importante— respondí —, pero es cierto, podría estar en ese tronco—.
—¡Cuidado!—.
Apunté con el láser directo al tronco, y comencé a disparar directo a al corteza para poder romperla con el calor del rayo que salía; después de un rato y de asegurarme de que aquel agujero fuera lo suficientemente grande para ver dentro de este, detuve láser y di un grito ahogado de sorpresa.
—¡No puede ser!— exclamé.
—¡Es él!— siguió Henry de la misma forma —¡Es él, está dentro del tronco!—.
Alrededor de una capa de ámbar, estaba Ray, con los ojos cerrados y aún en su traje de Capitán Man.
—¡Está ahí dentro! ¡Tenía razón!—.
—¡Yay!—.
Fruncí el ceño y crucé mis brazos —¿Tu dijiste que estaba ahí?—.
—¡Yo dije que estaba ahí!— defendió Miles.
—Okay, sí, sí, buen punto, buen punto. Hay que sacarlo de ahí, tomen todos un láser—.
Teniendo ahora idea de dónde Ray estaba, le entregué el láser que tenía en la mano a Henry, ya que ese era de él y fui a la bolsa para agarrar otro, con Miles y copiando mi acción. De la nada, ya todos estábamos disparando al tronco de golpes para poder sacar a Ray de ahí, sin embargo, con un asunto y otro, Henry decidió mostrar lo que restaba del video a Miles.
Lo que causó que Mika y yo nos quedáramos haciendo todo el trabajo, la peor parte, era que los dos chicos no dejaban de apuntar al pedazo de madera ni dejar de disparar su láser, así que para evitar un accidente, Mika y yo nos agachamos en el suelo, llenas de fastidio, y comenzamos a guiar los láseres de los chicos en el tronco.
Mientras ellos veían el video.
—¡No puede ser, en serio lo besó!—.
—¡Lo sé!—.
—¡Él y ese tronco no son solamente amigos!—.
—Sí... debería detener el video justo ahí—.
Y con buena razón, todavía tengo pesadillas de lo que vi antes de voltearme.
—Capitán Man debió saber que el ámbar dentro del tronco iba a preservarlo perfectamente por cien mil millones de años— dijo Mika.
Solté una risa burlona —Créeme, te puedo asegurar que él no sabía eso—.
—Pero, entonces, no pudo haber caído en la perfecta solución por accidente—.
Ladeé mi cabeza a un costado sabiendo la perfecta respuesta a eso.
—Deberías venir a más misiones con nosotros— contestó Henry.
—¡¿Puedo?!—.
"¡NOOOOOOOOOOOOOOO!".
Gracias a ese grito que nos desconcertó a todos, detuvimos el rayo de los láser; sin saber que estaba pasando exactamente, giré mi cabeza a la figura de una niña que llegó corriendo por donde nosotros habíamos llegado, y ésta fue directo al tronco de los golpes para abrazarlo como si fuera una cosa preciada.
—¡Están destruyendo mi tronco de patadas!—.
—¿Chapa?— cuestionó Henry.
Era la niña del teléfono perdido, y la que gracias a ella teníamos los planos para el Arma Omega.
—¿Hola?—.
—No puede ser dueña de un tronco— Miles alzó los brazos en el aire —¡La naturaleza es para todos!—.
Rodeé los ojos —Este es un tronco de golpes, no patadas—.
—No, este es mi tronco de patadas— respondió Chapa —, vengo aquí arriba, pienso en el tipo que robó mi teléfono ¡Y lo pateo!— pateó el tronco —Y grito: ¡¿POR QUÉ TENÍAS QUE ROBAR MI TELÉFONO!?—.
Chapa siguió pateando el tronco como si no hubiera un mañana, descargando toda su energía en un pedazo de madera de la naturaleza, mientras que nosotros veíamos la escena desde lejos y por lo menos de mi parte, asustada y con miedo a meterme en una situación mala con esa niña.
—¿No tienes teléfono?— le preguntó Mika con lástima.
Froté mi frente —Oh por Dios—.
—No tener teléfono es un gran problema en Swellview—.
—Sí, sí, haz tu parte, como sea— siguió Henry molesto —. Tenemos que seguir lasereando para poder sacar a Capitán Man de ese ámbar—.
—¡Esto está tomando mucho tiempo!— gritó Miles, con un enorme martillo que ayudé a Schwoz a desarrollar hace algunos ayeres.
Un golpe de esa cosa, y te dejaba inconsciente por meses, incluso años.
Abrí mis ojos exaltada —¡No! ¡Esa cosa es muy poderosa!—.
—¡Y yo tengo el poder!— respondió de regreso, al mismo tiempo que encendía el martillo —¡ES HORA DEL MARTILLO!—.
—¡No, no, no, no! ¡Ten cuidado con eso!—.
—¡No lo hagas!—.
—¡No, Miles no!—.
Era demasiado tarde, Miles corrió como si su vida dependiera de ello directo al tronco de los golpes, y con sólo un toque fuerte en la corteza, el martillo soltó un enorme destello color amarillo, haciendo que nos hiciéramos atrás por esa explosión, seguido del sonido del ámbar rompiéndose.
Segundos después, Ray se levantó del suelo tomando una gran cantidad de aire, sacudiendo su cabeza de un lado a otro y sin querer cayó al suelo, mirando sus músculos como era costumbre.
—Estoy libre— dijo en un tono heroico.
Henry y yo nos acercamos lentamente sin borrar la sonrisa de nuestro rostro.
—¿Cuánto tiempo estuve ahí dentro?—.
—Cien mil millones un de años ¡Y no puedo creer que sigas con vida!— contestó él rubio.
No lo dudé dos veces y me abalancé sobre Ray para abrazarlo, de nuevo, con las lágrimas sin razón saliendo de mis ojos, porque seguía llorando de repente. Afortunadamente, Ray me devolvió el abrazo, con poca fuerza ya que seguía en shock por lo que estaba pasando, pero con mucha fuerza de mi parte.
Podía ser el peor jefe del mundo, podía ser egoísta, pensar en él mismo todos los días, pero eso no quitaba que no lo quería. Quería demasiado a Ray y me alegraba saber que estaba bien.
Lo mejor, era que él y Jasper eran los únicos por los que Henry no sentáis celos cuando se trataba de mí... idiota.
—También te extrañé, ____— me dijo Ray golpeando mi espalda.
Me separé del abrazo —Es increíble que siguieras vivo—.
Ray suspiró —Lo es, de verdad, pero estoy de regreso— volteó a Henry —. Escucha, he tenido mucho tiempo para pensar en nuestra discusión—.
—No, sabes qué, viejo, se acabó, ¿okay?— ese era Henry siendo una persona madura —No te preocupes por eso—.
—No, no, sólo déjame decirte esto— decía Ray —... yo estaba... 100% en lo correcto—.
—No puede ser— pasé una mano por mi cara.
—Oh por Dios— le reprendió Henry.
—Y aceptaré tus disculpas en una carta escrita a mano o en una cita con tu mamá—.
—¡Detente!—.
La verdad, no sé porque no me sorprendía que a pesar de todos los años que pasaron para él, Ray seguía siendo él mismo, más con cuestión a la madre de Henry... ya era costumbre, pero para él, para nosotros seguía siendo raro.
—Woahhh— exclamó dejando el tema de lado y dirigiéndose a los niños —¿____ y tú tienen hijos ahora?—.
—¿¡Qué?!— pregunté confundida.
—Sí, ¿qué?— siguió Henry.
—Estos son tus hijos, ¿no? No quiero molestarte, pero ninguno se parece a ti o a ____—.
—No son nuestros hijos—.
—Aún— soltó Henry de repente —, pero no, ellos no son nuestros hijos—.
—Sólo para que sepan— habló Ray ignorándonos por completo —, su padre es un desertor y un cobarde—.
Henry lo miró mal —¡No! No soy un cobarde o desertor, no, estos tampoco son mis hijos...—.
—Y su madre— me señaló —, bueno, estoy seguro que es buena mamá como su abuela, aunque en ese caso yo tendría que ser su abuelo, pero con unos padres como ellos dos...—.
—¡No son nuestros hijos, Ray!— exclamé a punto de explotar —Ninguno de ellos, ellos son Mika y Miles, del cuarto de escape, ¿los recuerdas? Sabes que los conoces—.
Ray los vio extrañado —Oh, sí, sí, sí, sí, sí, sí... y tú debes ser Tammy, ¿cierto? ¿Encontraste ese hámster?—.
Había una cosa segura, no importa cuánto tiempo hubiera pasado, no importaba si hubiera salido mayor de ese tronco, Capitán Man, a.k.a Ray, jamás dejaría de ser el mismo, nunca, dejaría, de ser, el mismo.
—Es Chapa— respondió la niña molesta —¡Y sabes que he estado buscando mi teléfono! ¡Y...! ¿¡Sabes qué?! ¡Dame tu láser!—.
—¡Nope, nope nope!— Henry levantó el láser para que no pudiera alcanzarlo.
—¡Dámelo, dámelo, dámelo!—.
—¡No, no, no! ¡Tenemos problemas más grandes ahora!—.
Ray dio una risa burlona —¿Cómo qué?—.
Miré a mi alrededor —Um... Drex va a usar un avión y el borra memorias para borrar la memoria de toda la ciudad sobre ti—.
—Argh— gruñó él con asco —¿Eso sigue pasando?—.
Henry lo miró con una expresión nula en su cara tratando de descifrar si era una broma o no.
—¡Viejo, eso pasó hoy!— le gritó.
—Se siente como hace milenios— excusó Ray.
—No importa, no importa— Henry sacudió su cabeza de un lado a otro —, regresemos a la Capi Cueva—.
Asentí —Buena idea, puede que Charlotte necesite mi ayuda—.
—¿¡Vamos a ir a la Capi Cueva?!— Mika apareció en la conversación. Al parecer, emocionada.
Ray, Henry y yo nos volteamos a ver cuando nos dimos cuenta que no estábamos solos en este lugar, por lo menos de mi parte, había olvidado por completo que Mika, Miles y Chapa estaban aquí, y creo que pudieron haber escuchado más de lo que deberían... meh, qué más da, al final del día existía el borra memorias.
Cuando lo lográramos recuperar de Drex, claro.
—No, no, no, no, ustedes no van a ir a la Capi Cueva— dije deteniéndolos a los tres —; nosotros vamos a ir—.
—Okay, perfecto, entonces nos vemos en el aeropuerto de Swellview—.
—Drex probablemente está tratando de rentar algo de Planes-A-Plenty— habló su hermano.
Ray arrugó la nariz —Probablemente tengan razón—.
—¡Sí!—.
—¡Esperen!—.
—¡Vamos!—.
—¡No!— les grité.
Chapa me dio una mirada indignada —¿Cuál es tu problema?—.
—Es esposa del desertor— contestó Capitán Man.
Viré los ojos por segunda vez en el día, levanté mis manos en el aire frente a los niños, quiénes por alguna razón desconocida ya estaban demasiado listos para irse con nosotros a la Capi Cueva, cosa que no iba a suceder ni sobre mi cadáver, jamás de hecho. Y ahora que lo pienso, ese era mi instinto de madre hablando.
—Su problema, es que Capitán Man... esta chica hermosa y yo vamos a volver a la Capi Cueva— dijo Henry seguro de sus palabras —; vamos a ir por el Arma Omega para derrotar a Drex...—.
—¡Y ustedes tres van a ir a casa! ¡Directo a casa!— intervine en el mismo tono —Van a volver a casa y se van a quedar ahí, ¿Me escucharon?—.
Ray hizo un puchero falso —Mmm, discusión familiar, me voy de aquí—.
Sin más que decir, Ray empezó a caminar lejos de la situación para irse.
—¡No son nuestros hijos!— con Henry corriendo detrás de él.
"Discusión familiar", sí claro, nótese mi sarcasmo, lo único que hicimos fue decirle a esos niños que no hacer para que no se pusieran en peligro y que crecieran de la mejor manera, como si los padres hicieran eso.
—¿Vamos a ir a Planes-A-Plenty, verdad?— preguntó Miles cuando Ray y Henry se habían ido.
—¿El oso pertenece al género Ursus?— contestó Mika. Como era de esperarse, todos nos quedamos cuestionando la respuesta a esa pregunta —¡La respuesta es: sí!—.
—No pueden ir a Plane-A-Plenty— me paré frente a todos —, por más que quieran ayudar, pueden ponerse en peligro—.
—Sabes, ya puedes dejar de fingir de no ser la "mamá cool"— habló Chapa —, sé que nos dejarás ir a ese lugar—.
La miré de forma sarcástica —No van a ir a Plane-A-Plenty—.
—¡VAMOS A PLANE-A-PLENTY!— gritó Miles con un láser en la mano y levantando el brazo.
—¿¡Qué?! ¡NO!—.
—¡Vamos a PLANE-A-PLENTY!—.
—¡PLANE-A-PLENTY!—.
—¡PLANE-A-PLENTYYYYYYYYYY!—.
—¡Hey, regresen aquí!—.
Los tres niños salieron corriendo por el mismo lugar en el que Ray y Henry, sólo que sin dejar de gritar y correr, en dirección a nada más y nada menos que: Plane-A-Plenty.
Era obvio que no podía dejarlos irse solos, quiero decir, no sería responsable de mi parte dejar a tres niños solos irse a enfrentar a uno de los peores villanos del tiempo; mi mejor opción era ir detrás de ellos y mandarle mensaje a los chicos diciéndoles la situación, y que nos viéramos ahí para evitar que estos niños no hicieran alguna tontería.
No voy a criar a mis hijos de esta manera, eso era seguro... bueno, tendrían el ADN de Henry para hacerlo... argh, jeez.
¿¡Por qué estoy pesando eso?!
Moví mi cabeza de un lado a otro sacando esos pensamientos y corrí detrás de ellos.
(...)
¿Qué tal a ____ y Henry de papás estrictos?
Jijijijijijiji
Serían buenos papás
FINAL CERCA DIOS
Lxs ama con la vida...
-Andy
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro