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Capítulo 75

El tiempo pasó tan rápido que no me di cuenta lo mucho que yo también había perdido mi rumbo a la investigación y es que no pasó más de media hora desde que Henry y Ray se fueron, cuando llegó una alerta diciendo que estaban en peligro en el supuesto nuevo Cuarto de Escape.

Ya saben, lo de todos los días, de hecho me sorprendería que no hubiera sido así.

Así que ahora para poder ir a ayudarlos hicimos un plan, un plan que terminó con Charlotte y conmigo poniéndole el traje a prueba de osos a Schwoz para que fuéramos de inmediato.

―Tú sabes cuál es mi apellido, ¿verdad?― preguntó Charlotte a Schwoz.

Schwoz alzó las cejas ―tenemos que apurarnos, Ray, Henry y Piper están en problemas―.

―Nos estamos apurando― le dije.

―Es sólo que quisiera que respondieras a mi pregunta, es todo―.

―No hay tiempo― seguía evadiendo la pregunta.

El silencio en la Capi Cueva reinó durante varios segundos, Charlotte se cruzó de brazos viendo a Schwoz, mientras que yo esperaba paciente a ver como ella terminaba enojada con él porque no conocía su apellido.

―¿Lo ves? Ahí hubo tiempo, pudiste haber contestado― dijo Charlotte irónicamente ―. Incluso ahora, pudiste haber contestado, de nuevo―. 

Arrugué mis labios ―Schwoz, ¿Por qué no admites que no sabes el apellido de Charlotte?―. 

―Porque sé el apellido de Charlotte, ____― titubeó ―, pero ahora no tenemos tiempo para responder preguntas, Ray, Henry y Piper nos necesitan―. 

―Bien, entonces ¿Cuál es su apellido?―. 

Y por tercera vez, hubo un silencio extremadamente intenso, otro perfecto momento para que Schwoz pudiera decir el apellido de Charlotte, el que supuestamente sabía y conocía a la perfección, sin embargo, se quedó ahí callado siendo atosigado por la mirada de mi amiga, a la vez que yo trataba de no reír por su cara de miedo y la de Charlotte. 

―¡Hey, chicos!―. 

Para su buena fortuna, el silencio en la Capi Cueva se rompió con la voz de Jasper en todo el lugar, anunciando su llegada y haciendo que pasara mi vista a la puerta secreta de los monitores. 

―El nuevo capítulo de Dog Judge está a punto de salir― dijo sonriendo ―"Dog Judge: El Musical"―. 

―¿Pero qué no salió un capítulo nuevo anoche?― pregunté confundida ―Digo, porque Henry y yo lo estábamos viendo antes de que...―. 

En ese momento, sentí el calor subir por mis mejillas y corté las palabras que salían por mi boca tan estrepitosamente, sin darme cuenta que estaba a punto de delatarme de nuevo frente a Schwoz porque admitía que Henry y yo habíamos... pues, ya saben. 

Los recuerdos de una noche antes volvieron a mi cabeza, mordí el interior de una de mis mejillas para evitar que una sonrisa saliera por el tremendo Flashback que apareció en mi cabeza. Bajé la mirada sin tratar de sonreír, para después volver a subir mis ojos, y volví a tratar de ahogar una sonrisa por las miradas pícaras de Charlotte y Jasper. 

¿Acaso esto sería siempre? ¿O simplemente era el momento? ¡O NADA MÁS PORQUE PASÓ ANOCHE! 

No dejaría que la calentura volviera a apoderarse de mi cuerpo sin Henry aquí, así que hice lo que todo buen individuo hubiera hecho. 

―Ahem― aclaré mi garganta volviendo a la "normalidad", ignorando la situación ―. Veamos el capítulo musical de Dog Judge―. 

―¡Pero no podemos, ____!― exclamó Schwoz ―Recuerda, Henry, Ray y Piper están en peligro―. 

―¿Qué pasó?― preguntó Jasper. 

―Recibimos una llamada hace como 20 minutos― contestó Charlotte. 

―¿Qué?―. 

―Los nuevos botines detectores de "boom" de Ray se dispararon― siguió Schwoz ―, ellos automáticamente mandan una señal aquí a la Capi Cueva diciéndonos que están en peligro―. 

Asentí ―Entonces, le pusimos a Schwoz el traje aprueba de osos y luego vamos a ir a salvarlos―. 

El plan perfecto al que acostumbrábamos ser parte si trabajabas en una Capi Cueva... no sé porque dije eso, sólo ha existido una Capi Cueva. 

Schwoz, Charlotte y yo comenzamos a caminar directo al elevador para ir con la misión de rescatar a los chicos, cuando por segunda vez nos detuvimos gracias a la voz de Jasper en la habitación. 

―Entonces, vamos a grabar "Dog Judge: El Musical" y luego ponerlo cuando regresemos― dijo mi amigo ―, pero vamos a ver todos los comerciales―. 

Bufé ―Obvio―. 

―Duh―. 

―¿Qué otra cosa podríamos hacer?―. 

―Ver los comerciales es muy importante― Charlotte le entregó el casco a Schwoz del traje aprueba de osos ―. Estás listo para irnos, ya vámonos―.

―Bien, hay que irnos―. 

―Yéndonos―. 

Jasper se unió a Charlotte y a mí para poder irnos a rescatar a los chicos, sí, otra vez, cuando de repente, la falta de uno de los integrantes del equipo me hizo detenerme en seco. Giré mi cabeza a Schwoz, que se encontraba parado en medio de la Capi Cueva con el casco en las manos dudoso. 

―¿Todo bi...?―. 

―¡Esperen!― gritó él. 

―¿Qué?―. 

Schwoz sonrió ―Tengo que ir al baño, ayúdenme a quitarme el traje―. 

Gruñí desesperada ―Schwoz, te pregunté que si querías ir al baño antes de ponerte el traje―. 

―No quería ir, pero ahora si quiero ir, ayúdenme―. 

Charlotte y yo nos volteamos a ver con fastidio, y con unas inmensas ganas de matar a Schwoz. Para después ir a dónde estaba él y comenzar a quitarle el traje a prueba de osos, que en verdad era demasiado difícil de quitar. 

―Bueno, si él va a ir al baño, yo también iré al baño― habló Jasper de la nada. 

―¡Genial!― solté el casco molesta ―Ahora yo también tengo que ir al baño―. 

―¡ARGHHH!― se quejó mi amiga ―¡Gracias! Yo también tengo que ir al baño―. 

Jasper encogió los hombros ―Igual, tengo un poco de hambre―. 

Miré mi estómago mi una mueca ―Sí, también yo―. 

Schwoz alzó la mano ―También yo―. 

―Es bueno que lo hayan dicho, porque yo también tengo hambre―  esa fue Charlotte. 

―Entonces, ¿Comemos y hacemos del baño antes de irnos?― inquirí. 

―Puede ser...―. 

―¡Okay, okay, okay!― Jasper alzó las manos en el aire ―Quitamos el traje; vamos al baño; comemos algo; volvemos a poner el traje mientras vemos Dog Judge: El Musical y el primer comercial, que vamos a ver― habló como si estuviera hablando con alguien más. 

―¡Sí!― celebró Schwoz. 

Fruncí el ceño ―Y luego vamos a ir por Henry, Ray y Piper, ¿verdad?―. 

―Esa es mi preocupación―. 

―Obvio, obvio, obvio, obvio―. 

―Claaaaaaro―. 

Quizás no teníamos todo el tiempo del mundo, pero las necesidad personales iban primero. Y en verdad tenía que ir al baño y tenía hambre, en la mañana Henry no me dejó desayunar... comida, y en serio sentía que estaba a punto de morir de no tener nada en mi sistema... y de no ir al baño. 

Podíamos salvar a Henry, Ray y Piper en unos minutos... estarán bien. 

... 

El agua en mi botella estaba a punto de terminarse, cantar al primer número de Dog Judge me hizo sentir demasiada sed y además de un deja vu bastante extraño, que terminé tomándome un litro de agua entero junto con mis amigos, que estaban en la misma situación por falta de agua. 

―¡AAHHHH!― exclamó Jasper con ese sonido de satisfacción después de tomar agua. 

―Te entiendo amigo― dejé la botella vacía en el piso ―, te entiendo―.

―Okay― habló Charlotte, copiando mi acción ―: Nos hidratamos, hicimos del baño, vimos el primer número de Dog Judge: El Musical...―.

>>THERE'S A MUSICAL CURSE OVER DOG JUDGE... WOOF!<<

Cantamos todos al mismo tiempo al recordar la canción. Tonada que me parecía conocida a la que cantamos al inicio de nuestro propio hechizo musical... ¡Por eso era el deja vu!

―... dimos las gracias― siguió mi amiga ―, sacamos la basura, Jasper se puso bloqueador solar y ____ durmió 5 minutos... ¿¡Estamos listos para ir a salvar Ray, Henry y Piper!?―. 

―¡SÍ!― contesté. 

―¡Demasiado listo!― Schwoz. 

―¡Nací listo!― terminó Jasper. 

―¡Amén! ¡Vámonos!―. 

―¡Whooo!―. 

Después de haber hecho todo ese pequeño ritual y habernos tomado más del tiempo necesario, pero para hacer cosas necesarias, los cuatro fuimos directo al elevador listos para ir a rescatar a Henry, Piper y Ray, sin embargo, justo al momento en el que iba a tocar yo el botón para abrir las puertas, estas se abrieron dándonos la más rara sorpresa saliendo del elevador. 

―¿Qué hay bobos?―. 

Fruncí mi ceño confundida mientras veía a Piper, entrando por el elevador, con una cubeta de pollo Tuba en la mano y un gran bote de refresco. 

―¿Qué estás haciendo aquí?― le pregunté. 

―Lindo verte a ti también, cuñada― respondió sarcástica entrando a la Capi Cueva ―, ¿Por qué estás de mal humor? No deberías estarlo después de tu noche con Henry―. 

Cerré mis ojos agobiada y mordí mi lengua, para después volver a abrir mis ojos y darle una sonrisa falsa; al mismo tiempo que escuchaba que mis otros dos amigos estaban a punto de estallar a carcajadas. 

Sabía que Piper no iba a tardar en enterarse, quiero decir, es su casa, sucedió ahí pro una razón, es hermana de Henry, pero no podía no imaginarme el trauma con el que debió haber vivido. Lo digo porque me ha pasado, tengo hermanos mayores, y no es bastante grata la experiencia, hasta es humillante. 

―Lindo verte, Piper― dije igual con sarcasmo. 

―Como sea― habló Charlotte ―, creíamos que estabas en el cuarto de escape―. 

―Y ahí estaba, pero el teléfono que me dio ____ por Navidad comenzó a sonar, entonces tuve que escabullirme para salir―. 

―¡Era una trampa!―. 

Piper soltó una risa burlona ―Qué buena suerte que salí a tiempo de ahí―. 

Sacudí mi cabeza de un lado a otro para quitar esos pensamientos no importantes ahora y chasqueé mis dedos. 

―Da igual, hay que ir a rescatarlos a ellos― sentencié. 

Entramos al elevador dejando a Piper sola en la Capi Cueva con su pollo Tuba, listos para presionar el botón e irnos al cuarto de escape, cuando de nuevo fuimos interrumpidos por mi querida cuñada. 

―¡Bieeeen! Iré con ustedes―. 

―Claro, claro, claro― decía Schwoz ―, nada más entra aquí rápido―. 

―Sí, sí, claro― contestó Piper ―sólo déjenme ir al baño rápido―. 

Rasqué mi nuca ―¡Piper, no tenemos tiempo para esto!―. 

―¡No hay tiempo!―. 

―¡NOOOOOOOOOOOO!―. 

―¡IR AL BAÑO ES PARA PERDEDORES!―. 

Pero era inútil, la chica rubia, con un nuevo lindo corte de cabello si puedo decir la verdad, desapareció por la puerta secreta detrás de las computadoras. Recargué mi cabeza en el borde del elevador y solté un suspiro pesado. Además, de que fue lo único que se escuchó, ya que nos quedamos en completo silencio. 

―Bueno, si ella va a ir al baño, yo también iré al baño― habló Jasper. Y se fue de ahí ―¡Espera, Piper!―. 

Entrecerré mis ojos sospechando a la situación, volteé a ver a mi mejor amiga que no tardó mucho en mirarme, con la misma expresión, sabía que ella pensó lo mismo que yo. 

Desde hace unos días, Piper y Jasper habían estado demasiado juntos, más de lo normal en realidad. Pasaban tiempo juntos en la tarde, en la Capi Cueva, se sentaban juntos, y por más que fuera algo de compartir relación con Henry, me daba curiosidad por cómo se comportaban ahora.

 Sin dejar de lado los comentarios buenos que Jasper hacía de Piper de vez en cuando, por más difícil de creer que sea. 

―¿Piensas lo mismo que yo?― me preguntó Charlotte. 

―Claro que sí― respondí, cruzándome de brazos ―, pero ahora yo tengo que ir al baño otra vez―. 

Char hizo una mueca ―Mmm... ¡Rayos! Ahora también tengo que ir al baño―. 

―¿¡En serio?!― exclamó Schwoz molesto ―Bueno... yo también tengo que ir al baño, ¡Pero no me voy a quitar este traje otra vez!―. 

Hice un ademán con la mano ―¡No importa!―. 

Y sin esperar respuesta de regreso, volví a entrar por la puerta secreta de los monitores, para ir al baño, que curiosamente hoy me estaban dando muchas ganas, más de las que debería... huh... qué raro. 

... 

―¡Okay! Hicimos del baño otra vez, vimos el segundo número de Dog Judge: El Musical...―. 

>>DOG, JUDGE, You'll never Believe what happened... WOOF<<

Otra canción que me sonó bastante conocida, y que después caí en la cuenta de que también había sido una de las canciones que cantamos en nuestro hechizo musical. Qué cosa tan más extraña, ¿No lo creen?

―... vimos imágenes de árboles en internet, decidimos que Piper debería estar en el traje aprueba de osos, hicimos del baño otra vez, y le dimos de comer a Chonk el hámster―. 

Mi mejor amiga señaló a la mesa del sillón giratorio, dónde se encontraba una enorme jaula llena de cabello y moviéndose al compás de la respiración de un "hámster", que en realidad tenía mis dudas si se trataba de un hámster, parecía más un monstruo que podía devorarnos en cualquier momento. 

Todavía me acuerdo cuando le dije a Henry que no lo comprara, pero no me hizo caso, era... ERA, una cosa muy tierna. 

―¿Estamos listos para salvar a Ray y Henry?―. 

―¡SÍ!―. 

―¡Salvarlos!―. 

―¡WUUUU!―. 

―Este traje huele raro―. 

Entramos por... no sé que vez al elevador, ya listos para ir a rescatar a los chicos; las puertas estaban a punto de cerrarse otra vez, cuando de repente, el silencio en el que estábamos volvió a romperse, pero ahora gracias a Jasper. 

―¡Oh, lo olvidé!― exclamó él ―Tengo tarea que hacer―.

 "¡NOOOOOOO!", "¡Lo haces luego!", "Nunca haces tarea de todas formas", "Por eso eres al que le pagan menos". 

―Espera, ¿Qué?―. 

Schwoz presionó el botón del elevador para poder cerrarlo, tardó un poco la verdad, el suficiente para que pudiera llevar las manos a mis pantalones y tocar los bolsillos. Sentí el miedo invadir mi cuerpo cuando no sentí mi teléfono en ellos, tanto que mi corazón estaba a punto de salirse mi pecho. 

―¡Mi teléfono!―. 

Salí corriendo del elevador mientras que las puertas se cerraban detrás de mí, con los gritos de los chicos diciéndome que me dejarían aquí y se iban a ir. Mejor para mí, no era fan de ir a misiones, no después de quedar amarrada en una silla con un mago y mi vida colgando de un hilo. 

Fui directo al baño, entré al cubículo en el que estaba, y justo ahí estaba mi teléfono. Sentí un alivio recorrer todo mi cuerpo al por fin tenerlo de nuevo conmigo, no iba a pasarle nada, nadie entraba aquí, pero era esa horrible necesidad de no tenerlo que me daba miedo el apego que le tenía.

 Ahora sabía como se sentía Piper. 

Regresé a la Capi Cueva con el alivio de tener mi teléfono conmigo, feliz; creyendo que la iba a encontrar sola por completo, pero no fue así, paré mi paso en seco cuando vi a Ray y Henry con unos patos en las manos bajando de los tubos. 

―¿Por qué hay patos en la Capi Cueva?― pregunté. 

―Porque los rescatamos de una explosión― respondió Ray. 

―¿Una explosión? ¿Explotó el cuarto de escape?―. 

Henry asintió ―Así es― sacó su teléfono y miró el mensaje que le había llegado ―Oh, mira, es el hospital, buenas noticias, sí pudieron volver a pegarle la cara a Jack Frittleman―. 

Abrí mis ojos sorprendida ―¿Qué?―. 

―Sí, tuve la brillante idea de poner su cara en hielo para conservarla― dijo Ray. 

―Um... de hecho fueron Miles y Mika los que tuvieron esa idea― corrigió Henry. 

―¿Quiénes son Miles y Mika?― volví a preguntar, estaba demasiado confundida ―¿Por qué Jack Frittleman estaba ahí? ¿Por qué su cara estaba en hielo?―. 

―Miles y Mika son unos gemelos que nos ayudaron a salir de ahí―. 

Ray miró extrañado a Henry ―¿Quiénes?―. 

Henry hizo una expresión nula ―Los niños que nos ayudaron a escapar―. 

―No los recuerdo―. 

―¿En serio, viejo? Acabamos de estar con ellos―. 

―No me involucra, no es mi problema― decía Ray mientras iba a la puerta secreta ―, ahora tengo que ir al baño, no me molesten―. 

―¿Vas a ir al baño con ese pato?― cuestioné curiosa. 

―Sí―.

 Decidí no hacer más preguntas y simplemente dejé que Ray se fuera con el pato en sus brazos directo al baño, que en serio algunas veces eso era mejor que seguir preguntando, éramos un grupo de amigos diferentes, y esa siempre era la mejor solución para todo. 

Me volteé a Henry sonriendo, él que también tenía una sonrisa sin despegar la vista de mí, encogió los hombros dándome a entender que no era ya nuestro problema y le respondí de la misma manera, acercándome a él y tomando una de sus manos. 

―Así que― comencé ―, ya no necesitaron nuestra ayuda―. 

―¿Pensaban ir?―. 

―Obvio― bufé ―pero, hubo unos inconvenientes y no llegamos a tiempo, de hecho van para allá todos a buscarlos―. 

―Y tú te quedaste― asentí ―, huh, mejor para mí―. 

―Y para mí, ¿Quiénes son entonces Miles y Mika?―. 

―Meh, unos niños que llegaron con Piper, según ella los estaba cuidando pero los dejó con nosotros, y nos ayudaron a escapar y si no hubiera sido por ellos ahorita estaría mi cara en hielo―. 

Hice una mueca de dolor ―Iban a una trampa―. 

―Sí, Jack Frittleman quería vengarse de nosotros por hacer volar sus fábricas―. 

―Pero...― crucé mis brazos ―¿Qué eso no fue hace algunas temporadas?― 

 ―Era otoño― contestó Henry. 

―Lo recuerdo, estabas a punto de mudarte y no lo hiciste por eso―. 

―Yo tampoco me quería mudar, si no...―. 

En ese momento, Henry detuvo sus palabras, me miró con esa sonrisa llena de picardía que conocí la noche anterior, con una de sus manos tomó mi cintura y me atrajo a él con cuidado para quedar más cerca de lo que ya estaba de mi cara. 

―Si no...― dije para que siguiera hablando. 

―Si no, no te hubiera dicho que me gustas y no te tendría ahora―. 

Mi corazón se derritió en ese momento, tanto que una ligera sonrisa apareció en mí y toqué su mejilla con cuidado. 

―Te lo hubiera dicho― siguió ―, pero me hubiera arrepentido de yo estar en otra ciudad y que no me correspondieras, perdiendo nuestra amistad y a ti para siempre, no podría perderte―. 

No esperé más, me paré de puntas con cuidado para alcanzarlo por ser más alto que yo, y sin quitar la mano de su mejilla, planté un beso con cuidado y delicado en los labios de Henry. Los que pronto comenzaron a moverse en la misma sintonía que los míos y que cada vez que se tocaban, se sentía esa chispa renacer, una y otra vez, como si fuera la primera vez. 

―Por eso, decidí que no habría más secretos contigo― dijo de repente soltándose del beso ―, jamás te escondería algo que involucrara no estar contigo―. 

Mi sonrisa se fue desvaneciendo poco a poco al escuchar sus palabras, tragué en seco disimulando un poco y relamí mis labios. 

Pude haber respondido que estaba igual, que sentía lo mismo, sin embargo, no podía hacerlo ni aunque quisiera. El simple hecho de que tenía que decirle a Henry que me iría a la universidad me mataba con pensarlo y que eso nos mantendría separados, no estar juntos, era peor todavía, y más con lo que me dijo. 

Tomé una gran cantidad de aire y lo exhalé lentamente. No podía soportarlo más, si no era ahora, sería peor después, así que tomé todo el enorme valor que tenía y lo miré directamente a los ojos. 

―Henry―. 

―____―. 

―Tengo que decirte algo importante―. 

... 

CHAAAAAN-

¿Qué creen que pase?

Ups, me aman yo lo sé. 

Yo les amo demasiado, muchísimo. 




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