Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 72

―¡Dennos un segundo!―. 

Ray tomó a Jasper y Schwoz por el cuello y los obligó a entrar a las cocinas a través de las cortinas a prueba de sonido con ellos quejándose, mientras que por segunda vez, mi chico y yo nos dirigimos miradas que expresaban todo lo que teníamos que decir. Terminamos entrando detrás de los otros a la cocina. 

Esto era malo, muy malo. 

―¿¡Quiénes son esas personas?!― le preguntó Ray a Jasper en verdad enojado. 

―Sé que el nombre de esa chica es Blaze porque así supo que aquí abajo había un restaurante secreto―.

Ladeé mi cabeza a un costado confundida por su contestación. Había hablado tan rápido que me costaba entender si era verdad lo que dijo o no, o simplemente lo dijo por decirlo, qué es lo más factible que pasara. 

"¿¡Qué?!" soltamos Henry y yo al mismo tiempo. 

―Oh su nombre no sería Blaze― bueno, eso tiene más sentido ―, también, también, también, también― se apresuró a hablar para que no lo interrumpiera Ray ―, Piper subió una selfie con Jack Swagger―. 

Chasqueé los dedos ―¡La foto!―. 

―¡Rayos!―. 

―Bueno, ¡ESO ES PERFECTO!― gritó Ray con sarcasmo. 

La foto que Piper tomó con Jack Swagger cuando le mostrábamos la mesa, sí, esa foto, ésa misma foto. No sé porqué llegué a pensar que podía simplemente dejarla para ella, como un pequeño recuerdo cuando Jack Swagger estuvo en nuestro restaurante secreto, pero conociendo a Piper... ¡Argh! ¡Confié en ella demasiado!

Confío en ella, en general, pero debí de recordar que ella misma lo hacía todo para demostrar. Al igual que Ray, así la adoro. Nada más que ahora gracias a sus millones de seguidores todo mundo se enteró de que Jack estaba aquí y que esto era un restaurante secreto. 

―Entonces ahora todo el internet sabe que abajo de Junk N' Stuff hay un restaurante secreto― dijo Schwoz. 

―Me temo que sí― Jasper se balanceó de un lado a otro ―, bueno, me voy, probablemente regrese con malas noticias más tarde, ¡BYEEEEEEEEEE!―. 

Y salió por las cortinas a prueba de sonido, dejándonos a todos con la preocupación en el borde de la garganta, sin tener ni una menor idea de lo que podíamos hacer. Pues por más simple que pareciera, en realidad no lo era, para nada; pasé mis manos por mi cabello despeinándolo un poco para calmar mis nervios. 

No pasaron más de dos segundos cuando Henry pasó sus manso por mi cabello peinándolo, haciendo que lo mirara consternada y él sólo me guiñara un ojo. 

―Bueno, debo empezar a preparar esto― Schwoz fue directo a una de las mesas ―, ____, comienza a pelar el camarón, no creo que podamos sacar otro día de ellos―. 

―¿Camarón? ¿Qué?―.

Levanté mis brazos en el aire confundida, para después voltearme a Henry tratando de encontrar una respuesta, pero lo único que me respondió fue: No lo sé. Con las mismas expresiones. 

―¡Piper! ¡Ven aquí ahora mismo!― gritó Ray por... por las cortinas aprueba de sonido. 

Suspiré ―Ray, no te va a poder escuchar―. 

―¡Ya veremos si es aprueba de sonido!― oh jeez ―¡PIPER! ¡PIIIIIPEEEER! ¡PIIIPER! ¡PIPER, PIPER, PIPER, PIIIIIIPER!―. 

Otro que no sabía si era o se hacía. 

Froté mis manos sobre mi rostro tratando de contener la poca paciencia que me quedaba con mi jefe. Al diablo con el maquillaje y el verse bien. Nunca nadie debía quedarse con las ganas de quejarse cuando se trataba de Ray, y la terquedad de éste mismo. 

―¡PIIIPER!― seguía gritando como si no hubiera mañana ―¡PIIIIIIIPEEEEEER!―. 

―Viejo, detente, no va a poder escucharte―. 

―Hay personas en mi Capi Cueva, Henry― se giró al rubio ―. No esperes a que me quede aquí y no gritar ¡¡¡PIPER!!!―. 

Tomé el puente de mi nariz ―Ray, gritar no va a ayudar―. 

―¡Bueno, tengo que hacer algo! Es sólo cuestión de tiempo antes de que alguien asome su estúpida cabecita por esta cortina y descubra lo que este "restaurante" ¡Verdaderamente es!―. 

―¡Hey, chicos!―.

 ―¡AAAHHH!―. 

De una forma en la que parecía que lo hubiera invocado, Jasper apareció por la cortina causando que Ray se asustara y diera un pequeño grito. Lo que a nosotros, es decir, Henry y yo, guardáramos una risa para poder burlarnos de Ray después. 

―Henry, acabo de sentar a tus padres en la mesa dos― decía Jasper ―. Es el cumpleaños de ambos―. 

―Okay, gracias Jasper―. 

Fruncí mi ceño confundida ―pero- el cumpleaños de ambos es hasta...―.

Abrí mis ojos impactada captando la situación. Volteé rápidamente a ver a Henry que también tardó en entender, aunque sin más, copió mi expresión de asombro. 

―¿¡MIS PADRES?!―. 

―¡TUS PADRES!―. 

Mi chico y yo caminamos hasta la cortina, donde nos asomamos a través de esta. Lo único que se veía del otro lado eran nuestras cabezas flotando en los pedazos de tela gris y nuestras caras de horror. Debía ser una imagen demasiado divertida, me estaba dando risa solo imaginándola. 

Pero como dijo Jasper, a un costado de Charlotte y mi crush Jack Swagger, mi cantante favorito, Jack Swagger, estaban ahí sentados los dos. Kris y Jake Hart, sentados en la mesa esperando a que fueran atendidos. 

La cara de Jake estaba llena de rasguños y extremadamente roja. Auch. Ahora entiendo por qué Henry decía que estaba en mucho dolor. 

―Pobre de tu papá―. 

―Lo superará― respondió Henry.

En ese momento, el elevador volvió a sonar y por... no sé que vez en el día, volvió a abrirse con Jasper y detrás de él muchos más extraños; que por si fuera poco no dejaban de ver a Jack Swagger, dirigí mi atención rápido a él, y él pobre ya se veía muy agobiado por todos cuando se le quedaban viendo, hasta la mamá de Henry. 

Jeez. Mal momento para poder pedirle que firme mis cosas. 

Negué lentamente con mi cabeza para después tomar a Henry por el cuello y hacernos regresar a la cocina. 

―¿En serio tus padres están ahí?― preguntó Ray a Henry, él asintió ―¿Tú mamá?―. 

―Ray― lo miré mal. 

Como hace unos segundos, Ray encendió la bengala que tenía en las manos y mostró una sonrisa en su boca. 

―¡Para!― Henry le arrebató la bengala de las manos ―¡También, Jasper sigue trayendo a todas estas personas!―.

―¡Sí!― seguí ―¡Hay más, y ya no hay mesas!―. 

―¡AYYYYEEEEEEEEEEE!― exclamó Schwoz en pánico ―¿¡Qué es lo que vamos a hacer?!―. 

―Bueno, sólo hay una cosa que podemos hacer―. 

―Quemar este lugar hasta que no quede nada más― dijo Ray con una voz misteriosa. 

Él abrió el delantal que traía puesto, dejando ver a la luz, por si fuera poco, un enorme arsenal de solo bengalas sujetas a su cuerpo por cinta adhesiva. Okay, si antes creía que tenía un problema, ahora afirmo que Ray tiene un problema, y no sólo uno, muchos. 

Parpadeé varias veces y lo miré con una expresión nula, esperando a que fuera broma lo que estuviera a punto de decir, pero hablando de Ray, no creo que se trate mucho de una sola simple broma. Y menos cuando había bengalas de por medio. 

―Okay, sólo déjame ir por fotos preciadas― dijo Schwoz resignado. 

―¡A ver! ¡No! ¡Oigan!― hablé ―No podemos arruinar esta cita para Charlotte―. 

―¿Qué sugieres, ____?― me preguntó Hen. 

Encogí mis hombros ―Podrían seguir cocinando y atendiendo hasta que se vayan, para terminar de convencer a estas personas de que es un restaurante real―. 

―Sí, sí, sí, ____ tiene razón― concordó Schwoz ―, tenemos que hacer esto por Charlotte―. 

Asentí ―Le debemos mucho―. 

―¡Genial! Y luego mañana este lugar desaparecerá así nada más―. 

Ray chasqueó los dedos ―¡Por un fuego!― y sacó una bengala de sus pantalones para encenderla. 

―¡Falso! Un fuego falso― y Henry volvió a apagarla ―. Pero esta noche... vamos a darle a estas personas el mejor y único servicio de cenas de toda nuestra vida― puso su mano al frente ―¿Quién está conmigo?―. 

―Yo― planteé mi mano sobre la de él. 

―Y yo también― seguido de Schwoz ―, hagamos esto por Charlotte―. 

―Y por el fuego―. 

Se podrán imaginar lo que pasó, Ray encendió otra bengala y la posó sobre nuestras manos fingiendo que era la suya. Lo único que consiguió fue ganarse miradas de desaprobación en parte de todos, que era bastante justo, el problema con las bengalas se había salido ya de control. 

―¿En serio, viejo?―. 

―Tienes un problema―. 

―No puede ser, ayeee―. 

Rodó los ojos ―Argh, lo siento―. 

... 

El resumen de aquella parte de la historia que me encanta contar, se basa en lo que pasó después de que Ray apagara la vela con su mano y un poco de saliva, porque ya saben: indestructible. 

Sin importar que fuera lo que cocinábamos, porque no estaba demasiado segura de que era lo que hacíamos, la cena había quedado demasiado bien. Sin dejar de contar que el montaje nos salió de maravilla y descubrí que tenía un don para la comida, podría hacerla de chef en algún futuro en verdad. 

Mezclábamos ingredientes, entre salsas, marinados, pasta, carnes de todo tipo, vegetales, y en parte de leguminosas para que el menú fuera más completo. Debo admitir que terminó siendo bastante divertido. 

Al terminar, Ray, Henry, Schwoz y yo chocamos los cinco y cada uno de nosotros tomó cuatro platos para llevarlos afuera. 

―No estaba en mis planes ser mesera hoy― dije mientras tomaba otro plato. 

―Te ves igual de linda que siendo hostess―. 

Miré a Henry ―Tú sigues siendo lindo con la corbata―. 

―El vestido, ufff, ____ Martin, el vestido― mordió su labio inferior ―, deberías usar más seguido ese vestido, por favor―. 

Alcé mis cejas ―A veces olvido que ya casi tienes 19―.

―¿Qué significa eso?―. 

―Dímelo tú― solté una pequeña risita y le guiñé un ojo para después irme de ahí. 

Podría pagar todos los dólares del mundo para volver a ver la cara que puso Henry cuando me fui de ahí. Jamás lo había visto tan desubicado como esa vez, y es que fue tan inesperado que yo también quedé sorprendida por mi repentino provocamiento a un chico adolescente que si de por sí ya tenía las hormonas alborotadas. 

Nunca me había salido un impulso de aquella forma para querer provocar a Henry... nunca me había pasado por la cabeza querer provocar a Henry... ¡Rayos! 

Okay, cálmate Martin, cálmate, relájate... respira... calmada. 

Sabía que esto podía pasar en cualquier momento, digo, estamos a un año de los 20, sería extraño que no sintiera esa forma de querer acercarme a él de la otra forma que había evadido por casi más de un año, pero ¿Querer yo provocarlo? ¿Qué quería decir? 

¿Acaso ya estaba lista para querer estar con él de esa manera? ¿Cómo sabía yo que él quería estar conmigo así? Bueno, demasiado tonta y ciega de nuevo como para no darme cuenta. Pero yo, ____ Martin, ¿Ya quería estar con Henry "del otro lado"?

Sacudí mi cabeza de un lado a otro para sacar esos pensamientos que cuando terminara la cita de Charlotte hablaría con ella al respecto, y salí en compañía de los otros tres chicos por las cortinas a prueba de sonido a las mesas del restaurante. 

―¡La cena está servida!― gritamos todos al mismo tiempo.  

Las sonrisas se borraron de nuestra cara cuando salimos a las mesas, ya que para nuestra gran sorpresa, cuando hace unos minutos el restaurante no estaba más que lleno, ahora no había ni una sola alma deambulando por ahí, y la mayoría de las mesas estaban desacomodadas por completo. 

―¿A dónde se fueron todos?― preguntó Schwoz. 

―¿Se fueron?― seguí. 

―¡Maleducados!― Ray. 

―Eso es maleducado― terminó Henry. 

El silencio del misterio de la desaparición de todas las personas reinó por unos momentos entre nosotros, un misterio que sabía no iba a querer resolver, así que enterrarlo para no volver a tocar el tema, iba a ser lo mejor por ahora. 

―¡Vamos a las regaderas!― rompió Ray el silencio. 

―¡Whoooo!―. 

Arrugué mi nariz ―Y yo me voy de aquí―. 

―¡No, no, no, no, espera!― Henry me tomó de la mano. 

―No voy a meterme a las regaderas con ustedes, Henry―. 

―No quería que te metieras a las regaderas con nosotros―. 

―¿Entonces?―. 

Mi rubio abrió la boca para poder responderme, pero antes de que pudiera decir algo más, fue interrumpido brutalmente por la persona experta en interrumpir siempre mis momentos con Henry, bueno... una de las personas. 

―Vamos, Kid― Ray ―, tenemos que ir a las regaderas, pero no traigas a tu novia―. 

―Um... de hecho Ray― se apresuró a decir Henry ―No, no iré a las regaderas―. 

Frunció el ceño confundido ―¿Por qué no?―. 

―Porqueeeeee...― pasó un brazo alrededor de mis hombros ―quiero pasar tiempo con ____ a solas, ya sabes―. 

―¿En serio?―. 

―¿En serio?―. 

Soltamos Ray y yo desconcertados al mismo tiempo. 

―Sí― Henry volteó a mi ―, te quería preguntar si querías venir a mi casa, ya sabes, como en los viejos tiempos, mejor amiga―. 

Un escalofrío recorrió mi espalda en ese instante, el tan solo pensar a Henry y a mí solos, sin nadie más, completamente solos en su casa, después de las ideas locas de adolescente que había tenido, me había puesto por completo los pelos de punta, sólo que ahora venía acompañada de una buena sensación en mi estómago que se decía ser instinto, que pedía que gritara: 

>>¡Sí! ¡Acepta!<<

Odiaba mis hormonas con mi ser. 

―Okay― acepté ―, vamos―. 



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro