Relamí mis labios al ver la escena frente a mí, esto sería bueno, claro que para nuestro entretenimiento, al igual que todas las cosas tontas que hacían ese trío divertido. En cuanto a Charlotte, su boca se abrió ante que las moscas de las sandías entrarían ahí, y caminó a paso firme a los chicos.

―¡Los tiempos cambian!― decía Jasper ―Cambian todo el tiempo―.

―Nunca más de acuerdo― continuó Ray.

―Hola― Henry llegó a mí lado y me dio un corto beso en los labios―.

―Hola― respondí después del beso.

―¡Woah, woah, woah, woah!― exclamó mi amiga pasando a lado de ellos.

Henry se fue con Jasper y Ray de nuevo, sin dejar de reír e ignorando por completo que estaban demasiado sucios.

Me acerqué a Schwoz para susurrarle ―: Esto va a ser muy divertido―.

―¿Quieres que haga palomitas?― me respondió de la misma forma.

―Dale tiempo, aguarda un segundo―.

"¡Hey!", "¿Qué pasa?", "¿Hmmm?" los tres se voltearon a ella al mismo tiempo "Hey", "Hola", "Hey", "Holis", "Hey", "Hola.

Charlotte puso sus manos en su cadera ―¿Fueron a mi casa?―.

―Claro que lo hicimos― Henry.

―Oh sí― Ray.

―Entramos caminando― Jasper.

―Entonces, ¿Qué pasó?―.

―Nosotrooooooos, trajimos tu cargador de teléfono― Henry le entregó el cable a Charlotte ―de nada―.

―¡AAAHH!― Charlotte soltó el cargador ―¡¿Por qué está caliente?!―.

―Porque lo sacamos de un fuego― respondió Ray.

Jasper asintió ―Muchas de nadas―.

―¡Vamos a las regaderas!―.

"¡WHOO!".

Y si las cosas ya eran extrañas, Jasper le dio una pequeña nalgada a Ray que lo hizo sobresaltar, pero eso solo generó que los tres locos se fueran caminando en dirección a los tubos para ir al cuarto donde estaban las regaderas.

Fuego. Cable caliente. No era ni la mitad de la historia y yo ya quería soltar una carcajada. Y es que Henry se veía lindo aún con todas esas cenizas en la cara. Muy lindo.

―¡Woah, woah, WOAH, WOAH, WOAH, WOAH, WOAH, WOAH!― pero Charlotte los detuvo.

"¿Queeeeeeeeeee?", "Argh, les dije que se pondría así", "¿Qué fue lo que dije?", "Sí, te debo 10 dólares", "Tenían razón", volvieron a hablar al mismo tiempo.

Caminé un poco a la situación ―¿Incendiaron la casa de Charlotte?―.

―No, no, no, no, no, ____, no, no...― contestó Henry.

―Claro que no lo hicimos― Jasper.

―Obvio que no...― Ray.

Henry ladeó su cabeza ―... quiero decir... sí―.

―Sólo la cocina―.

―Sí, la verdad es que sí―.

―La cocina es parte de la casa...―.

―Así que la cocina está desaparecida, desaparecida―.

―... el resto de la casa está perfectamente bien―.

―Yep―.

―¡JA!―.

No pude evitarlo y la carcajada por fin salió de mi boca, haciendo que recibiera una mirada asesina por parte de Charlotte, lo que causó que mi sonrisa se borrara y pusiera una expresión seria para que pensara que estaba de su lado, y en verdad lo estaba, pero era imposible no reírme con todo esto.

―¿¡Cómo rayos incendiaron mi cocina?!―.

―Schwoz― le di un codazo a mi amigo ―, este es el momento de las palomitas―.

―¡Sí, esto será bueno!― contestó él ―¡Voy por las palomitas!―.

―¿¡Qué fue lo que pasó?!― Charlotte ya estaba enojada.

Y aquí comienza la historia.

Ray rió alivianado ―Okay, primero que nada, no podíamos encontrar el interruptor para la luz―.

―Estaba muy oscuro―.

―Y un poco frío―.

―Causalmente tenía una bengala conmigo― siguió él jefe.

―Que es lo que resuelve todos nuestros problemas―.

Char cerró los ojos ―Oh por Dios―.

―Una bengala― dije entre risas ―Clásico―.

―Muéstrales―.

―¡Okay!―.

―¡No!―.

De la nada, Ray sacó del bolsillo trasero de su pantalón una bengala, la cual la encendió sin ningún problema y como si fuera la cosa más normal del mundo. Algo que sinceramente no me sorprendía, ya que si se encendía en sus pantalones no se quemaría el trasero ni nada, ya saben, es indestructible.

―Así que, tenía una bengala en tu cocina― Ray siguió contando la historia con la bengala ya encendida.

―Y luego comenzamos a explorar―.

―Lo primero que encontramos fueron las cortinas― mi chico sonrió inocente ―, bueno... ¡La bengala las encontró!―.

―¡Esas cosas se incendiaron rápido!―.

―¡PPPPPSSSSSHHHHHHHH!―.

Jasper imitó el sonido de una bengala tomando forma e incendiando cosas. Una muy buena representación si puedo decir.

―Y ya sabes que las bengalas siempre hacen que pasen cosas buenas― dijo Henry, para después guiñarme un ojo.

Bajé mi mirada para que no se notara el rojo de mis mejillas; entendí la referencia de Henry con respecto a la bengala y es que gracias a esas cosas nos habíamos besado varias veces, llevándonos a donde estamos ahora. El amor.

Ray bufó ―Pero ahora no fue nada bueno―.

―¿¡Intentaron apagar el fuego?!―.

―Sí―.

―Claro que lo hicimos―.

―Por supuesto―.

―Peeeero― Henry rascó su nuca ―¿Has escuchado la frase: "apaga el fuego con fuego"?―.

―Sí, eso no funciona―.

―Nope, no funciona para nada―.

Inteligentes. Sí, era sarcasmo. 

―¡Vamos a las regaderas!―.

―¡Whooo!―.

Esta vez, hice una expresión sorprendida cuando vi que ahora Jasper le daba una nalgada a Henry, y al igual que Ray éste se sobresaltó. Yo no soy tan celosa, pero ese golpe había significado algo dentro de mí que ahora iba a olvidar para siempre, por mi bien y el bien de mi memoria... y ojos. 

Mi amiga movió sus brazos en el aire ―¡No, NO, NO, NO, NO! ¡NADIE VA A IR A LAS REGADERAS!―.

Jasper rodó los ojos ―¡Woah, woah, woah, woah, woah! ¿Cuál es tu problema con las regaderas, Charlotte?―.

―¿Verdad?― inquirió Ray ―¡Vamos a las regaderas!―.

―¡WHOOO!―.

―¡CHICOS!― exclamó Charlotte, ahora sí ya demasiado molesta ―¿¡Qué pasará con mi cocina?!―.

"Otra vez con la cocina", "Es su problema con la cocina", "Siempre con la cocina".

Por más divertido que fuera ahí había un punto a favor de Charlotte: su cocina. Aunque debo admitir que me sorprende que no hubiera sido la casa entera, la cocina seguía siendo una parte importante de las... ¿Partes de una casa? Y que ahora estuviera desaparecida, jeez.

―Oigan, chicos― decidí hablar por primera vez ―, Charlotte tiene razón, ¿Qué van a hacer ahora que ya no tiene su cocina? Digo, la cocina es parte importante de una casa―.

Ray gruñó ―Es sólo una cocina―. 

―¡Mi cocina!―. 

―Relájate, yo tengo la solución, tendrás una cocina de seis a ocho semanas― Schwoz sacó unas muestras de madera ―. Aquí, ve estas muestras para los cajones, podríamos hacerlos de roble o de caoba...―.

Asentí y crucé mis brazos ―Se ve lindo, tienes buen gusto Schwoz―. 

―Gracias, ____―. 

―¡No necesito una cocina de seis a ocho semanas! ¡NECESITO UNA COCINA HOY!―. 

―¿Por qué?―. 

―Sí, ¿Cuál es tu problema?― preguntó Ray indiferente. 

Charlotte apretó la mandíbula ―Mi problema es que tengo una cita con Jack Swagger esta noche―. 

Todos los presentes dimos un grito ahogado. Obviamente yo ya sabía todo lo de la cita, sin embargo, prefería volver a sorprenderme y tomar la respiración cada vez que mencionaban a Jack Swagger, por favor, es Jack Swagger. Un chico cantante, lindo, y novio de mi mejor amiga... mi cantante favorito. 

―¡Y yo iba a cocinar la cena esta noche en mi casa!―. 

―¡¿EN TU CASA?!― tapé mis ojos con mi cara ―¡AH!―. 

Henry la vio extrañado ―Espera...―. 

―¿¡Conoces a Jack Swagger?!― ahora preguntó Jasper. 

―¿¡Súper estrella musical internacional: Jack Swagger?!― Henry se paró detrás de mí ―¿¡Él cantante favorito de ____, Jack Swagger?!―. 

―¿¡La persona más joven en ganar un Grammy Jack Swagger?!―. 

―¿Tienes una cita?― ese último fue Ray. 

―Sí― respondió Char ―, con Jack Swagger―. 

Los chicos la miraban en shock, de una forma como si en verdad no podrían creer lo que nuestra amiga estuviera diciendo. Repito: Jack Swagger es alguien muy famoso. No obstante, a mi me sorprendía que estuvieran ese estado, me refiero a que, no es la primera vez que Charlotte lo menciona. 

Han sido varias veces en las que Charlotte decía que salía con Jack Swagger, pero claro, no la escuchaban nunca, al igual que siempre. 

―¿Cómo conoces a Jack Swagger?― habló Jasper por fin. 

―Fuimos a un campamento juntos hace como diez años― Charlotte encogió los hombros ―. Cuando antes era Jack Swaggowitz―. 

―¡Okay!― él rubio levantó las manos en el aire ―¿¡Cómo no sabíamos sobre esto hasta ahora?!―. 

―De hecho lo ha mencionado, millones de veces, pero nunca escuchan a Charlotte― les dije arrugando mis labios. 

"No les creo", "No recuerdo eso", "No es cierto". Les encantaba hablar al mismo tiempo. 

―Uuuuuuuuhhhhhhhhhh...―. 

JUNK N' STUFF. HACE ALGUNOS AYERES. VERDAD O BENGALA. 

Los chicos y yo estábamos en el suelo de Junk N' Stuff jugando Verdad o Bengala, en un momento de aburrimiento total. Por cierta razón desconocida teníamos bengalas con nosotros, ¿Y qué hacíamos cuando teníamos bengalas? Jugar Verdad o Bengala, o Reto o Bengala; la bomba de muchos de nuestros problemas. 

―¿Verdad o Bengala?― preguntó Henry, con la bengala en su mano. 

―Verdad― respondió Charlotte. 

Jasper hizo una mueca ―de acuerdo, ¿Quién fue el chico de tu primer beso?―. 

―Jack Swagger, en el campamento de verano, cuando antes era Jack Swaggowit- ―. 

―¡Es obvio que era Jack Swagger!― exclamé emocionada interrumpiendo a mi amiga ―¡Tienes tanta suerte de-...!―. 

―¡Viejo, viejo, viejo, viejo!― pero no pude terminar gracias a Henry, quien movía la bengala de un lado a otro ―¡Soy Flarry Potter! ¡MAGIA! ¡MAGIA!―. 

Hice un palm face con mi mano por las acciones de Henry. 

―¡ERES UN MAGO FLARRY POTTER!― le siguió Jasper. 

―¡SÍ, SÍ!―. 

Charlotte y yo nos volteamos a ver con la misma expresión nula, que indicaba todo lo que queríamos decir con respecto a los chicos. No pusieron atención a las palabras de mi amiga, todo por jugar a ser Harry Potter y Ronald Weasley, ¿Quién era Charlotte? ¿Hermione? ¿Quién era yo? ¿Ginny?

VOLVIENDO A LA REALIDAD. TERMINA EL RECUERDO. 

El punto es que no fue la primera vez que Henry y Jasper jugaban a Harry Potter en medio de nuestro juego, lo que dejó demasiado claro que nunca ponían atención a lo que decíamos cuando eran hipnotizados por la bengala. 

Henry asintió resignado ―Ya, está bien, okay, lo dijiste, pero sólo una vez―. 

Arrugué mis labios ―De hecho, Hen, no fue la única vez...―. 

UNA TARDE EN CASA DE HENRY. HACE UNAS SEMANAS. 

Jasper comía un sandwich en la barra de la cocina en casa de Henry. Henry separaba chocolates por colores. Ray bebía agua desde el grifo mientras observaba una foto de la madre de Henry. Charlotte estaba recargada sobre uno de los sofás viendo su teléfono y yo comía los chocolates que separaba Henry. 

Cada uno metido en sus propios asuntos, sin embargo, el sonido de Charlotte recibiendo un mensaje nos puso alerta. 

―¿Quién es?― le preguntó Henry. 

―No seas chismosooooooo― dije cantando la última palabra. 

―Jack Swagger― contestó Char ignorándome ―fuimos juntos a un campamento, va a tocar esta noche en el Swellview Bowl, así que vamos a ir a cenar después de...―. 

―¡EL CAMIÓN DE HELADOS!― gritó Jasper de pronto. 

Las cosas jamás dejarían de ser extrañas, ya que después de que Jasper gritara eso, se cayó a propósito de la silla donde estaba sentado y comenzó a llorar desde el suelo como un niño pequeño. 

TERMINA RECUERDO.

―Sigo sin entender qué te pasó ahí― admití dirigiéndome a mi amigo. 

―Era el camión de helados― dijo feliz ―, pero está bien, sólo lo dijo dos veces―. 

―¿Saben? Los científicos dicen que para poder recordar algo legalmente, debes escucharlo tres veces, así que-...―. 

Solté una risa burlona ―No hables de ciencia, Henry―. 

―Uuuuuuummmmm...―. 

HACE UNA HORA. EN LA CAPI CUEVA. 

Narrador Omnisciente. 

Charlotte y Schwoz se encontraban en la Capi Cueva haciendo las cosas que las personas inteligentes hacen. Leer y jugar ajedrez, ninguno de los chicos estaban y ____ todavía no llegaba, sin embargo, el teléfono de Charlotte estaba a punto de quedarse de sin pila, así que decidió llamar a sus amigos para que pasaran por él a su casa. 

Se lo hubiera pedido a ____, pero quedaba lejos de su casa, además de que ella siempre llegaba por los tubos. 

―Hey, oigan, ¿creen que puedan pasar a mi casa y traerme mi cargador?― hablaba Charlotte por teléfono con Henry ―Tengo una cita con Jack Swagger, lo conozco de un campamento, ¡Oh, por cierto! El interruptor de la luz es un poco difícil de encontrar así que...―. 

A lo que Jasper, Henry y Ray contestaron: Okay, okay, sí, sí como digas. Y cortaron la llamada. 

Era demasiado obvio que no la escucharon. Como todos los días. 

TERMINA RECUERDO. 

____'S P.O.V

―Wow, ¿eso fue hoy?― preguntó Henry. 

Charlotte asintió ―Eso fue hace una hora―. 

―¿Hace una hora hoy?―. 

Suspiré ―Por lo que veo sí, Henry. Ahora, no es porque Charlotte sea mi mejor amiga, porque lo eres, casi mi hermana― ella me sonrió ―pero puedo jurar que hay otras siete veces en las que ella les ha dicho que Jack Swagger es su novio y...―. 

―¡No hay tiempo, ____!― gritó Jasper interrumpiendo. 

―Nah, nah, nah― Henry hizo un ademán. 

―¡Nuevo tema!― terminó Ray. 

¿Alguna vez han estado con tres chicos demasiado tercos? ¿Tres chicos que con ellos no funciona lo de: más cabezas piensan mejor que una? Bueno, no se los recomiendo para nada, es exasperante. 

Me quedé callada viendo como ellos caminaban de un lado a otro poniendo su pequeño cerebro a pensar. Era como un show de fenómenos, pero de circo, divertidos, pero de esos que te dejaban cuestionando la existencia. 

―Bueno― comenzó Charlotte ―, Jack se supone que iba a venir esta noche y cenar en mi casa, pero ahora ¡No puedo cocinar la cena!―. 

―¿Por qué no?― le preguntó Ray en un tono obvio ―Te trajimos tu cargador―. 

Charlotte sonrió de forma salta mientras que tomaba el cargador que le extendía Ray. 

―Porque... ¡INCENDIARON!― un golpe a Ray con el cable ―¡MÍ!― otro golpe ―¡COCINA!― más golpes. 

―¡Sólo llévalo a Sotto Voce!―. 

Hice una mueca de asco ―Ew―. 

―Ew― concordó Henry a mi lado. 

Mi... Henry, sí, mi Henry y yo nos miramos con la misma expresión de horror en nuestros rostros, ya que a ninguno de los dos le complacía Sotto Voce. Número 1: Ese fue el lugar de una vez que tuvo una cita con Bianca obligado antes de que ella se fuera. Número 2: Bianca me lanzó spaguetti por estar ahí. Número 3: Yo iba en una cita aparte con un chico con el que no quería salir. 

Ambos queríamos estar él uno con él otro aquel día, pero por obras del destino no se pudo, así que ahora lo detestamos y nunca regresamos. Nada más por un servicio o algo así, pero hasta ahí, no más. 

―Como sea― Ray rodó los ojos ―, es un lindo lugar, romántico, cocina no incendiada. 

―Que tu sabes― corregí. 

―Que yo sepa―. 

―Intentamos ir a Sotto Voce― dijo Charlotte ―. Él es demasiado famoso, es acosado a dónde sea que vaya―. 

Schwoz asintió ―Sí, una vez lo vi en el dentista, lo tlaqueé, resultó que era otro tipo muy diferente―. 

―Entonces, ¿Sólo pueden tener citas en tu casa?― habló Henry. 

―O en restaurantes secretos, como una vez me llevó en Nueva York...― la vez de Joss Moss, perdón irrelevante, sigamos ―... me llevó a este lugar cool debajo de una lavandería y...―. 

―¡LO TENGO!―. 

Moví mi cuerpo de un lado a otro sobresaltándome gracias al grito de Jasper. Como lo tenía a lado de mí, un poco más agudo y casi me deja sorda; lo único que sentí fue la mano de Henry tomar la mía y alejarme un poco de él. 

Todos veíamos a Jasper con cierta confusión en nuestra cara y más cuando empezó a caminar de un lado a otro, todo mientras hacía su cara de "idea", que usualmente no resultaban buenas pero no se perdía nada con escucharlo. Sólo unas veces sí. 

―Necesitamos un lugar que se pueda convertir en un restaurante falso, ¿Okay?― decía mi amigo ― ¿Algún lugar que nadie conozca? ¿Algún lugar subterráneo?― ahora entiendo a dónde quería llegar ―Yo digo, que hagamos un restaurante falso en... ¡La casa de Henry!―. 

―¡Sí!―. 

―No― soltó Henry de golpe. 

Fruncí mi ceño ―¿Por qué no?―. 

―Hay un halcón en mi casa―. 

―¿Hay un halcón en tu casa?―. 

Henry encogió sus hombros ―Eso fue lo que dijo Piper y sí lo creo porque odia a mi papá, y tiene la cara llena de rasguños y no es nada lindo...―. 

La habitación se llenó de un silencio extraño, no incómodo, pero lo suficiente para saber que a ninguno le complacía saber que había un halcón en casa de Henry. Justo por eso ahora mucho menos le podía decir lo de la universidad, con un halcón en su casa, serían más problemas para él. 

―Sí, creo que voy a tener que quedarme en tu casa unos días hasta que el halcón se vaya, ____―. 

―Meh― sonreí ―, cuando no lo has hecho―. 

―Cierto―. 

―Okay― siguió Jasper ―, entonces lo haremos en la Capi Cueva―. 

Ray lo volteó a ver inexpresivo ―¿Hacer qué en la Capi Cueva?―. 

―Hacer un restaurante secreto―. 

―¡SÍ!― celebró Char. 

―¡NO!― y Ray dijo lo contrario ―No van a transformar mi Capi Cueva en un restaurante secreto―. 

Mi amiga abrió la boca indignada y se acercó a él con el cable listo para pegarle por cualquier cosa. 

―¡Me la debes! ¡Incendiaste mi cocina! ¡Nunca me escuchas! ¡TE ENOJAS CONMIGO CUANDO LEO LIBROS EN LA CAPI CUEVA!―. 

―¡Sabía que había olido libros por aquí!―. 

No era mala idea en realidad, en el sentido de que nadie conocía el paradero de la Capi Cueva, y si solamente venía Jack Swagger, nadie más podía encontrar el lugar. Qué buena idea había tenido Jasper, algo que no se suele escuchar todos los días. 

―¡Me la debes!― siguió insistiendo Char. 

―Vamos, Ray― dije ―, por esa y muchas más razones se la debes a Charlotte, ¿Qué harías sin ella?―.

Ray me miró con los ojos entrecerrados, de una manera en la que me estaba diciendo: "tú deberías estar de mi parte". Pasó su atención a Charlotte rápidamente, de nuevo a mí que lo miraba suplicando, y por último de nuevo a Charlotte, hasta que por fin rodó los ojos y asintió varias veces. 

―Está bien, de acuerdo, vamos a hacer un restaurante secreto en la Capi Cueva― accedió. 

―¡SÍ!― mi amiga y yo chocamos los cinco. 

Transformar la Capi Cueva en un restaurante secreto no iba más allá de lo que hacíamos todos los días. Además, era bueno darle un uso de esa forma para pasar tiempo aquí, porque dentro de unos meses tendríamos que irnos y quién sabe cuando volveríamos a ver a la preciada Capi Cueva.