Capítulo 55
HENRY'S P.O.V
Íbamos en camino al estudio en donde grababan los capítulos del show de Mr. Wallabee, vestidos como Capitán Man y Kid Danger, después de una pelea de gramática intensa que estaba seguro el tiempo podía curar para la siguiente, me dolían los brazos, las piernas, hasta mis mejillas por uno de los golpes que me dio ____ sin querer, porque ella era mi equipo.
____, ____ Martin, cuánto la extrañaba.
Escuchar su voz todos los días, reírse de las cosas que decía, la forma en la que fruncía su ceño cuando trataba de entender algo pero no era capaz de hacerlo, su sonrisa, sus ojos, sus labios, sus abrazos, absolutamente todo.
Estar separado de ella estas semanas desde Año Nuevo me había costado bastante, más de lo que creía. A los dos días quería correr a su casa a decirle que no era su culpa, aunque si lo fuera, que la entendía y que regresáramos a estar como antes, pero recordé que me ignoró por varios días y que olvidó quien era su novio.
Además de que Josh sigue en la ciudad y peor aún viviendo en su casa, si iba y el abría la puerta conocería quien es el verdadero Henry Hart y Kid Danger.
–¡Hey, Kid!–.
Desvié mi mirada de la ventana del Capi Auto, no el de Schwoz, el mejor, el nuestro, para dirigirla a Ray que estaba conduciendo. Levanté un poco mi cabeza dándole a entender de que lo estaba escuchando y que hablara.
–Te llevo llamando todo el camino– dijo desesperado –¿qué sucede?–.
Suspiré –nada–.
–No seas todo adolescente conmigo, dime qué tienes–.
–Nada, Ray, estoy cansado, esa pelea de gramática de pelea me dejó mal– volví a mirar a la ventana –tengo que mejorar mi gramática–.
–Es por ____, ¿Verdad?–.
–¿¡Qué?! No, Ray, no es por ____–.
–Es por ____, sé que es por ____–.
Rodeé los ojos –no es por ____–.
–Ya no los he visto hablarse como antes desde hace semanas–.
–Es porque no es por ____–.
–Tampoco ha ido a la Capi Cueva y necesito que alguien me haga los sandwiches como ella los pide en el Auto-Snacker–.
–No es por ella, Ray–.
–¿Sigue siendo tu novia?–.
Di un bufido –claro que es mi novia todavía–.
–... porque si no es tu novia ya, conozco a alguien que se moriría por ser novia de Kid Danger... aunque no sé si de Henry Hart...–.
Y fue en ese momento, en el que me di cuenta de que no me estaba escuchando a lo que le decía, y tampoco yo me estaba escuchando en realidad. Era por inercia decir que todo estaba bien con ella, cuando en verdad no.
–... pero de Kid Danger, ¡WOOOO! Te sobran las invitaciones...–.
–¡____ sigue siendo mi novia, viejo!– grité haciéndolo callar –¡Sólo nos peleamos y ya! Sigue siendo mi novia–.
–Entonces, es tu novia todavía pero no se han hablado en mucho tiempo–.
Ladeé mi cabeza –básicamente–.
–¿Y cuándo se piensan volver a hablar?–
–Cuando ella venga a disculparse o yo le hable a ella, no lo sé, tenemos un gran orgullo ambos–.
Ray arqueó las cejas –nunca voy a entender a su generación–.
–Y espero que nunca lo hagas–.
No entendía porqué Ray pensaba que ____ y yo nos seguíamos siendo una pareja, quiero decir, fue una pelea, todos lo tienen alguna vez en su relación. Sí, la dejé llorando, yo también lloré, me lastimó, aún sigo lastimado, y aunque dije que la escucharía a disculparse, no estaba ahora muy seguro sobre eso.
Seguía lastimado... mucho. Pero eso no quitaba el hecho de que la amaba demasiado, mucho más de lo que pueden imaginarse.
Henryway, llegamos al estudio de Mr. Wallabee, un lugar común en Swellview donde también hacían las noticias. Ray estacionó nuestro auto en uno de los lugares especiales que había para Capitán Man, porque claro, Capitán Man tenía espacio especial para estacionar su auto en todos los estacionamientos de la ciudad, como eso y muchas cosas más.
Ambos bajamos del auto y nos dirigimos a la entrada del lugar, dijimos que queríamos hablar con Mr. Wallabee, a lo que nos dejaron entrar sin problema alguno; un chico parte del staff llegó a nosotros y nos hizo el camino hasta donde se encontraba el set en donde se grababa la serie.
–Mr. Wallabee estará con ustedes en uno minutos– decía el chico –si ustedes caballeros podrían esperar...–.
Abrí mi boca sorprendido por lo que tenía a mi alrededor, todo el set de Mr. Wallabee.
Había crecido viendo ese show, y ahora me encontraba en medio de todo, con los colores, las escaleras, mi infancia completa en una caja con cámaras, y la cuarta pared que en la televisión nadie podía ver. Fascinante.
–Justo aquí– él chico tocó mi hombro.
–¡AH!– me quejé –cuidado con mi hombro–.
–Oh, lo siento– dijo él preocupado.
–Nah, no te preocupes, acabo de salir de una pelea de gramática fea–.
–¿Pelea de Gramática?– preguntó divertido –esas nunca terminan adecuadas–.
Entrecerré mis ojos –um... uh... ¿no quisiste decir "esas nunca terminan bien"?–.
Él chico copió mi acción y chasqueó la lengua –Mr. Wallabee estará con ustedes en unos momentos–.
Nos asesinamos con la mirada durante varios segundos hasta que desapareció por donde habíamos entrado. Quizás la gramática no era algo de lo que nos preocupáramos bastante, sin embargo, cuando salías de una pelea de gramática era todo lo que importaba, así como ahora.
Como sea, dejando de lado al chico que habló mal, volví a admirar el set de donde grababan Mr. Wallabee, sin quitar mi expresión de asombro porque mi niño interior gritaba a lo que veía; esto era simplemente asombroso.
–Entonces– habló Ray –hablamos con Wallabee, le preguntamos si ha visto algo sospechoso con uno de sus fans...–.
–¡El árbol!– exclamé emocionado.
–Una disculpa, ¿qué?–.
Sonreí –¡El Árbol de Wallabee, viejo! ¡El que crece con buenos pensamientos y produce frutas de amabilidad!–.
Ray me miró como si estuviera loco, pero ¡vamos! Es el árbol, el árbol de Wallabee, todo mundo quería escalar ese árbol cuando era niño. ____ dijo que uno de sus sueños era tener uno de esos en su vida, y lo tuvo, pero nunca logró crecer, le di un beso para reconfortarla cuando me contó... y le podría dar uno ahora.
–Okay, siento que tu atención no está por completo...–.
Pero en ese momento, mi atención se fue a uno de los objetos más importantes dentro del show de Mr. Wallabee.
Di un grito ahogado –¡LOS TUBOS! ¡Viejo, los tubos!–.
–¡AWW, LOS TUBOS!– gritó Ray.
Los dos corrimos hasta donde estaban los tubos, elemento importante, dos tubos pegados a la pared transparentes a un costado de la puerta; abrí mi boca sorprendido y tomé uno de ellos entre mis manos, gritando por mis adentros, salté feliz.
–¡Aquí es donde el Mail Snail entrega el snail mail al cubo de correo de Mr. Wallabe!– exclamó Capitán Man con la misma emoción–.
–¡SÍ!–.
"Todo mundo ama los tubos".
En ese momento, la voz ajena a la de ambos nos hizo voltear a ver detrás de nosotros, al igual que esa ola de emoción que ya me invadía se hizo todavía más grande. Solté un ligero quejido de asombro y comencé a golpear a Ray en el brazo por la impresión que me causaba verlo frente a mí.
–¡Mail Snail!– grité feliz.
–¿Cómo están?– preguntó él, con un sandwich en la mano.
–¡Mail Snail que siempre entrega el correo sin ningún retraso!–.
Snail Mail, Mail Snail. El caracol que le llevaba a Mr. Wallabee el correo que le llegaba, era muy famoso en el programa, pero no era nada más que un hombre vestido de caracol con una mochila de correos, sin embargo, estaba frente a una celebridad y no estaba actuando cool, no sabía como actuar frente a una celebridad, y eso que a mi hacían una en la ciudad y en el país entero.
–Encantado de conocerlos– dijo Mail Snail mientras se acercaba a nosotros –¿Están aquí para ver a Mr. Bee?–.
De la nada, Mail Snail dirigió con las antenas de su cabeza a donde se encontraba la misma persona a la que veníamos a ver.
Sentado en una silla, con audífonos puestos, tejiendo, Mr. Wallabee se encontraba ahí dando toda esa calma que ninguna persona podía dar, se sentía la tranquilidad y armonía desde donde estaba, tanto así, que también me daba miedo acercarme por no saber como reaccionar frente a él, ni tampoco para cortar su paz.
Ray y yo abrimos nuestra boca sorprendidos por lo que estábamos viendo.
–¿Está donando sangre?– pregunté.
–Sí, cada día– respondió Mail Snail –los doctores dicen que eso no es sano, pero eso no detiene a Mr. Bee–.
Ray lo señaló orgulloso –ese hombre es un verdadero héroe–.
–¡No señales!– Mail Snail gritó enojado, a la vez que hacía que Ray moviera su dedo de Mr. Wallabee
–Wow...–.
–Amigo...–.
Fruncí el ceño –hazlo con más calma–.
–Eso fue un strike, a la siguiente perderás un brazo– terminó Ray.
–Señalar viola las reglas de Mr. Wallabee, Regla Número 5: No Señales– se defendió Mail Snail –¿Qué no puedes leer el letrero?–.
–No veo ningún letrero– dije seguro.
–¿Qué letrero?–.
–¡Ahí!–.
De la nada, Mail Snail empezó a mover su cabeza de un lado a otro como si estuviera en una especie de modo repetición, no entendía lo que estaba pasando.
–¿Qué le pasa a tu cabeza?–.
–¡Ahí está!–.
–¡Deja de asustarme, viejo!– grité.
–¡Voz Interior!– reprendió él.
–¡Ohhh, ahí está!– habló Ray señalando dicho letrero, donde estaban todas las 7 reglas de Mr. Wallabee –ahí está, ¿las ves?–.
REGLAS DE ORO DE MR. WALLABEE
1. No tires basura.
2. Regresa las cosas a su lugar.
3. Cúbrete cuando estornudes.
4. Hablar en voz baja.
5. No señalar.
6. Limpia tus zapatos.
7. Mastica con la boca cerrada.
–¡NO SEÑALES!– Mail Snail volvió a gritar.
Pasé mi lengua por el interior de mi mejilla, después de dirigirle una mirada a Ray para ver si comprendía lo mismo que yo, lo cual lo hacía. Caminé lentamente para acercarme un poco más a Mail Snail, y mirarlo directamente a los dos.
–Te tomas las reglas de Mr. Wallabee muy seriamente, ¿No es así?– inquirí.
–Tal vez un poco demasiado serio– siguió Ray.
–Claro que lo hago, y ustedes también deberían si saben lo que es bueno para ambos–.
Si nuestro instinto de héroes no nos fallaba, y por lo que había dicho Charlotte antes de que viniéramos para acá, por como estaba actuando Mail Snail al tomarse muy en serio las reglas de oro de Mr. Wallabee, pues no había sido una, ni tampoco dos, si no 3, en las que nos gritó por haberlas violado.
Volteé a ver a Ray por segunda vez, este asintió lentamente y se acerco un poco a Mail Snail.
–Dime, amigo...–.
Suspiré –aquí vamos–.
–Te voy a hacer una pregunta– continuó Ray.
–Hora de un examennnn–.
–¿Alguna vez has visto el interior de un saco?– le pregunté este.
Mail Snail lo miró confundido –¿qué? ¿El interior de un saco?–.
Sin decir más, Ray sacó uno de los sacos para llevar que Schwoz hizo para nosotros, lo puso en la cabeza del Mail Snail y lo comenzó a arrastrar hacia la salida del lugar; no era secuestro cuando se trataba de hacer un interrogatorio, sin embargo, lo era porque no le habíamos pedido permiso... a veces creo que abusábamos del trato especial que recibíamos.
Y me sorprendía que nos nos hayan metido a la cárcel o algo por estilo por todo lo que hacíamos.
...
¡PRIMER CAPÍTULO DEL 2022 WUUUU! Wow, en serio wow, que bonito
Ojalá hayan tenido un lindo Año Nuevo.
Y no olviden ser felices siempre.
Lxs ama con todo su corazón:
-Andy.
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