____'S P.O.V

Habían pasado varios días desde que comenzó el nuevo año, pocas semanas en realidad, y habían sido varios días desde que no le hablaba a mi novio, si es que aún podía considerarlo mi novio, esta se contaba como la segunda gran pelea que habíamos tenido en nuestra relación, mi culpa por completo, así como la primera vez había sido la de él, involuntariamente claro. Que cosa tan irónica.

Y así como no le había hablado a mi novio, tampoco le haba dirigido la palabra a Josh, en realidad, lo evitaba todo el tiempo, después de esas miradas cruzadas el 31 de Diciembre, no volví a verlo por más de 10 segundos.

Despertaba todos los días temprano para ir a la Capi Cueva a desayunar, después de ahí, me iba antes de que Henry llegara, porque también lo estaba evitando, y hacía mi camino a la escuela. Pasaba todas las horas necesarias, luego con Jasper me quedaba arriba en Junk N' Stuff, ya que si bajaba me encontraría a Henry, salía tarde de la tienda, volví a mi casa para encerrarme en mi cuarto hasta el día siguiente y prácticamente esa se había convertido en mi rutina diaria.

El sentimiento de la culpa me hacía no poder sonreír todos los días, en realidad no lo hacía, sin embargo, sabía que yo me había ganado eso cuando ignoré a Henry todo el tiempo. Me odiaba por eso.

–¡Hey! Ray necesita a todos abajo–.

–Estoy cuidando la tienda, Char, Jasper no está, alguien tiene que quedarse aquí–.

–Por cierto, ¿dónde está él?–.

–Dijo que iba ir a ver Cerdos de Pelea 4– respondí sin ningún problema –así que, mientras no esté él, yo debo quedarme aquí, eso quiere decir, que no puedo bajar a la Capi Cueva–.

Frunció el ceño confundida –¿desde cuándo no poder es lo mismo a no querer–.

Abrí un poco mi boca para soltar la respuesta a la pregunta, sin embargo, por más que buscaba algo coherente, no encontraba ninguna por la cual debía excusarme a eso, así que simplemente asentí y chasqueé los dedos como respuesta, aunque no tuviera nada que ver.

Char rodó los ojos –____, no puedes evitar a Henry por siempre–.

Solté un bufido –no lo estoy evitando– me dio una de sus "miradas de Charlotte" y cruzó los brazos –bueno... tal vez... un... ¿poco?–.

–Fue solamente una pelea–.

–Una pelea que fue mi culpa y ahora no me habla por eso–.

–Sabes que al final del día se van a terminar arreglando, Henry perdona fácil las cosas, además, ¿qué es peor que tu novia te ignore por varios días porque su primer beso apareció y pasó todo el tiempo con él en lugar que contigo?–.

Alcé mis cejas y ahora yo cruzaba los brazos, dirigiéndole una mirada de "no puedes estar hablando en serio", la cual ella captó al momento en el que terminó de hablar; miró hacia arriba para después asentir a que tenía la razón completamente, y que por eso ahora Henry tenía más razón por estar enojado.

–Exacto–.

Sacudió sus brazos en el aire –lo único que sé, es que Henry y Ray volvieron del llamado del hospital y nos necesitan abajo–.

–¿Que no Ray iba a ver Cerdos de Pelea 4?–.

–Llamada de emergencia, ____, ¡Pon atención!– me tomó por los hombros y me dirigí a la cortina de la parte de atrás –así que ahora vas a bajar conmigo, y nos vas a ayudar a resolver esto–.

–Pero...–

–Ni siquiera tienes que hablar con Henry– me interrumpió antes de que pudiera hablar más –estarás trabajando con Schwoz, porque él está acostumbrado a tenerte como asistente–.

–Y si...–.

–Si tienes que hablarle a tu novio o... lo que sea que son ahora, puedes no mirarlo a los ojos–.

Parecía como si Charlotte estuviera todo el tiempo en mi cabeza, comprendía cada una de las respuestas a las preguntas que yo tenía sin siquiera terminarlas, daba miedo, no obstante, era otra gran prueba a la inteligencia que tenía, que si debo ser honesta, era demasiado de admirarse.

Y de un momento a otro, mi amiga haba logrado distraerme que no me di cuenta cuando ya estaba adentro del elevador bajando hacia la Capi Cueva. Inteligente, muy inteligente.

Segundos más tarde, un gran estruendo se formó debajo de nosotros, lo que indicó que habíamos llegado por fin a la guarida de nuestros superhéroe, la puerta se abrió dejando ver esa gran luz azul brillante, lo que me hizo rápidamente bajar la mirada para evitar contacto visual con quien sea que se atravesara en mi camino.

En pocas palabras, Henry.

–¡Hey, ____!– exclamó Ray cuando me vio –mucho tiempo sin verte–.

–Estuve esta mañana aquí– contesté indiferente.

–Sí, sí, no me importa– regresó la vista a su computadora.

–¿Okay? Iré a ayudar a Schwoz–.

Mi mejor amiga asintió a mi respuesta, para después caminar a la computadora de la Capi Cueva, donde Henry se encontraba buscando algunas cosas, quien se levantó de ahí cuando vio que la chica se acercaba.

Si la vida no me odiara lo suficiente, al momento justo en el que alcé mi mirada, encontré los ojos de Henry observándome con una expresión nula, pero que podía reflejar dolor en sus ojos. No le había hablado en mucho tiempo, a mi también me dolía, sin embargo, no me sentía lista para hablar con él y remendar las cosas, quizás no aún, conociéndolo, él tampoco quería hacerlo.

Un poco inmaduro de nuestra parte, pero ¿qué podíamos hacer? Éramos adolescentes, esa era nuestra forma de ser. Evitarlo parecía que no quería hablar con él, pero era lo mejor en ese momento.

–____, volviste– dijo Schwoz cuando llegué a su lado.

–Sí– le di una media sonrisa –es bueno volver, creo–.

¡Claro que lo era! Extrañaba mucho la Capi Cueva, ayudar a Schwoz con las cosas, a Charlotte, burlarnos de las cosas que veíamos en la televisión, de Ray y las cosas sin sentido egocéntricas que decía. Una vez tuvimos una guerra de gramática... sí, no terminó bien, pero fue de lo más divertido.

Huh... no me había dado cuenta de lo mucho que extrañaba este lugar, porque el ambiente cuando estaba sola no se sentía igual que estando con ellos, estando peleada con Henry o no.

Podía decir que hasta ahora, no era tan malo como creía que sería, en realidad, era mucho mejor a comparación de cuando fue nuestra primera gran pelea. Esto era diferente, antes no tenía esperanza pero por alguna extraña razón, eso era lo que me sobraba.

–En fin– suspiré –¿qué estamos haciendo?–.

–Bueno, hay un nuevo villano atemorizando la ciudad, Mr. Nice Guy, ha atacado a varios ciudadanos de Swellview por días, nadie sabe quien es, así que es un poco más difícil encontrarlo–.

–¿Alguna pista?–.

–Um...–.

Sin embargo, antes de que Schwoz pudiera contestarme, la voz de Charlotte hablando llamó nuestra atención, indicando que estaba explicando algo que debía ser importante para esto. Quiero decir, un hombre desconocido que anda por las calles golpeando ciudadanos, no debía tomarse a la ligera.

–La cámara de seguridad del supermercado y el callejón detrás del Nacho Ball, el cercano– decía ella –ya lo tengo todo, los lugares donde fueron atacados las dos víctimas–.

–¿Dos víctimas?– pregunté confundida –lo siento, tendrán que explicarme mejor esto–.

–Mitch Bilsky y una chica que trabaja en Nacho Ball fueron atacados por este "Mr. Nice Guy"– respondió Henry, lo que me hizo abrir mis ojos sorprendida, me estaba hablando –los atacó, feo–.

Asentí –ya, gracias–.

–De nada–.

El ambiente se tensó de un momento a otro entre él y yo, no de una mala manera, claro que no, de hecho, podía decirse que era diferente a una tensión común de estar peleados; esta vez, se sentía como un alivio a estar dirigiéndonos las primeras palabras después de mucho tiempo, extrañaba escuchar su voz.

Pero como todo lo bueno tiene que terminar, apartó su mirada de la mía volviendo a la expresión que tenía desde que comenzó a ignorarme y yo a él. Era demasiado obvio, no iba a durar demasiado. Volvía a mi realidad.

–Okay, um... ¿Schwoz?– siguió hablando él –¿la policía ya te mandó el dibujo de Mr. Nice Guy?–.

–Están tratando de hacerlo, pero están utilizando una forma obsoleta de tecnología que manda información por líneas de teléfono–.

–Pero esa cosa es más lenta que los emails– dije confundida.

–Facts–.

Henry rió divertido –heyyy, has leído ese libro de modismos que te regalé en Navidad–.

–No, están mandando el dibujo por fax– contestó Schwoz –una máquina de fax–.

–Oh–.

–Pero ese libro que me diste es... ¡la pura onda!–.

Hen volvió a reír –¡Ese libro mata! ¿Llegaste a la parte donde hablan de...?–.

"¡LO TENGO!" gritó Ray llamando la atención de todos.

Todos los presentes volteamos a ver a Ray sin poder creer lo que habíamos escuchado ¿En verdad había encontrado a Mr. Nice Guy? ¿Ray? ¿Ray Manchester? Demasiado real para ser creíble, quiero decir, es Ray, sin ofender a la increíble persona que era... a veces.

–¿Lo encontraste?– preguntó Charlotte incrédula.

–¿Descubriste quién es Mr. Nice Guy?– siguió mi... Henry.

Este entrecerró los ojos –oh, no– alargó la "o" –uh... había un chico en internet que estaba vendiendo boletos para las 5:00PM para la nueva película de Cerdos de Pelea ¡Y lo conseguí!–.

Rodeé los ojos –Ray, no–.

–Vamos, viejo–.

–No puedes ser así–.

Repito, demasiado real para ser creíble. Algo no concordaba en todo eso sobre "Ray encontrar a Mr. Nice Guy", y era eso por completo.

La nueva película de Cerdos de Pelea estaba volviendo a todo el mundo loco, literalmente, se había convertido en el evento más esperado del reciente año, tanto así, que las entradas se agotaban al instante por lo buena que era, se trataba de un ícono del cine que todo mundo deseaba ver.

Henry y yo habíamos acordado en ir a verla cuando anunciaron la fecha de estreno, sin embargo, debido a los recientes acontecimientos ahora ni siquiera tenía las ganas de ir a verla. La franquicia de Cerdos de Pelea era un tanto especial para nuestra relación, y es que la noche en la que vimos la segunda película, nos llamamos mejores amigos por primera vez.

Así que ir a verla así porque sí, no era una opción para mí en esos momentos.

–¡Nos vemos en el cine!– exclamó sin decir más, para comenzar a hacer su paso al elevador.

"¡Hey, woah, woah, woah!", "¡No, no, no, no!" , "¡RAY!" lo detuvimos los tres antes de que pudiera irse.

–¡ARRRGHHHHH! ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué?–.

–No puedes ir al cine– dijo Henry –estamos en medio de una ola de crimen–.

Ray sonrió divertido –ah, no, no, toma tres crímenes para que sea una ola, ahora tenemos solo dos, así que es solo una corriente de crimen, y un poco de corriente no daña a nadie, ¡nos vemos en el cine!–.

Tenía razón, cosa que no era común escuchar por Ray. Cuando se trataba de solo dos crímenes se convertía en una corriente, como si estuviéramos en el mar, algo que no podía dañar a nadie pero que no le quitaba importancia, sin embargo, cuando había tres o más, este se transformaba en ola, que tomaba un nivel de importancia más alto.

Pero cuando Ray estaba a punto de irse por los tubos, uno de los tubos bajaron y sonaron indicando que venía alguien. Segundos después, la figura de una chica rubia asustada apareció en medio a lo que parecía pidiendo ayuda.

Piper. Corría alrededor de Ray gritando con la boca cerrada, logrando que la mirara extrañada por lo que sucedía, pues su boca se encontraba completamente cuadrada como si tuviera un objeto adentro que no le permitiera abrirla y hablar.

–¡QUÍTATE DE MI CAMINO!– gritó Ray con Piper en frente de él, esquivándola –¡Voy al cine! ¡AAAAAHHHHHH! ¿¡QUÉ ES ESO!? ¿¡QUÉ TE PASÓ?!... ¡AAAAAAHHHHHH! ¡MÁTALA! ¡MÁTALA!–.

–¡DETENTE, RAY!–.

–¡No seas dramático!–.

La pequeña hermana de Henry estaba sobre Ray, atacándolo para llamar su atención mientras que él le gritaba que se quitara. Escena demasiado graciosa si podía dar mi opinión.

Aunque no era tiempo para risas, sacudí mi cabeza de un lado a otro, y fui directo hasta donde ellos estaban para ayudar a separarlos junto con Henry. Tomé a Piper por la espalda, Henry trató de interponerse en medio de ambos, lo que causó que en todo el movimiento de Ray querer matar a su hermana, mi mano rozara con la mano del rubio.

Causando que un pequeño escalofrío apareciera en ella, y volteara a verlo inmediatamente. Dicen que las personas con las que más te acercas piensan lo mismo que tú, Henry copió mi acción, manteniendo sus ojos fijos con los míos durante varios segundos.

–¿¡Qué hay en tu boca!?– preguntó Charlotte.

Cierto. Tragué en seco quitando mi mirada sobre la de Henry, para volver al tema principal que había alrededor de nosotros en ese momento, Piper con algo en su boca que no le permitía hablar, y que la hacía verse de forma muy graciosa.

–¿Eso es lo que creo que es?– seguí.

–¿Ese es tu teléfono?– terminó Henry.

Piper levantó un dedo en señal de que esperáramos un momento, segundos después, mi teléfono junto con el de Henry y Charlotte, sonaron en indicación que nos había llegado un mensaje de texto.

–¡El dibujo de la policía está llegando!– anunció Schwoz.

Rápidamente los tres los sacamos, le dirigimos una mirada de confusión a Piper, y un tanto sin saber qué hacer, empezamos a leer.

–"Estaba en mis propios asuntos, hablando realmente alto en mi teléfono, cuando este tipo lo agarró y metió mi teléfono en mi boca"–.

La chica se señaló a sí misma y murmuró palabras que solo ella podía entender.

–¡Tres!– exclamó Henry –¡Tres crímenes! ¡ES UNA OLA!–.

Ray se movió de un lado a otro –¡CORRIENTE!–.

–¡OLA!–.

–¡CORRIENTE!–.

–¡OLA!–.

–¡CORRIENTE!–.

–¡OLA DE CRÍMENES!–.

–¡CORRIENTE CRIMINAL!–.

–¡OLA Y LO SABES!–.

–¡YA NO SÉ NADA!–.

Por más que me pusiera en los zapatos de Ray, y que estuviera peleando con Henry, él tenía la razón, esto se había convertido en una ola de crímenes, lo que significaba que era hora de tomar medidas drásticas para solucionarlo si no nunca tendría fin y se convertiría en un problema más grande de lo que ya era.

Hice una mueca con mi boca y crucé mis brazos, habían demasiadas preguntas en mi cabeza que un simple hecho no podía solucionar, así que para terminar con esto. Dejando a un lado a los dos chicos que se peleaban si era ola o corriente, tomé a Piper con cuidado por un brazo, y la atraje hasta un costado de Charlotte.

Que igual la miraba confundida.

–Tengo una pregunta–.

–También yo– relamí mis labios –¿cómo estás mandando mensajes?–.

Haciendo la misma acción que hace unos momentos, levantó su dedo en modo de que esperáramos, y a los pocos segundos nuestro teléfono sonó, otro mensaje había llegado.

"Con mi lengua" leímos Charlotte y yo al mismo tiempo.

–Respeto– alcé un puño para que lo chocara.

Era demasiado normal que una chica tuviera varios talentos a comparación de todos los hombres en el mundo, sin embargo, Piper había sido tan adicta a su teléfono desde tiempos inmemorables, que debo decir no me sorprendía que aprendiera a hacer todo con su lengua mientras su teléfono estaba en su boca.

Qué gran forma de dar respeto.

–Tengo ya el dibujo que mandó la policía– dijo Schwoz llegando a donde estábamos –es el dibujo que dieron las dos primeras víctimas–.

Henry arrancó el retrato hablado de las manos de Schwoz, lo observó por unos instantes, y se dirigió a donde estaba con las chicas sin despegar su cabeza del dichoso dibujo.

–Este es Mr. Nice Guy– decía él –¿él te hizo esto?–.

Volteó la hoja hacia nosotros. Rasqué mi frente al momento en el que vi el dibujo del criminal, pues no estaba muy segura si lo que teníamos era de mucha ayuda, ya que se trataba de un emoji de carita feliz sin en realidad mostrar alguna facción que pudiera ayudar con la investigación.

Sin embargo, las expresiones de Piper podían decir que sí se trataba de él, pues en cuanto lo vio, abrió sus ojos asustada y asintió lentamente. Solo podía significar una cosa.

De la nada, nuestros teléfonos sonaron por tercera vez, otro mensaje de Piper había llegado. Henry, Charlotte y yo los sacamos y leí, haciendo que apareciera una ligera sonrisa en mis labios y alzara mi teléfono para mostrarlo a Ray.

"¡Ola!" soltamos los tres al unísono.

...

Un capítulo más tranquilo a comparación de los otros.

Más relajado. Sin tanto drama.

Lo necesario.

Lxs amoooo.