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Capítulo 47

25 de Diciembre

Mañana de Navidad

Abrí mis ojos lentamente al momento en el que sentí una enorme ola de viento frío sobre mi cabeza, me levanté con cuidado quedando completamente sentada en la cama. La ventana había quedado abierta después de que Henry y yo estuviéramos la mayor parte de la noche viendo como caían los copos de nieve.

Tomados de la mano, con mi cabeza recargada en su hombro, mientras bebíamos eggnogg caliente sin alcohol porque no teníamos 21 años o más, con una sola manta para los dos alrededor de nosotros cubriéndonos del frío, pasando nuestra primera Nochebuena como novios y no solo como mejores amigos.

Una Nochebuena que, en todos mis años de vivir en Swellview y ser mejor amiga de Henry, rebasaba por completo las antiguas Navidades, y es que ahora estando a su lado como algo más, hacía que la Navidad fuera mejor.

FLASHBACK,

NOCHEBUENA 2018,

1 AÑO ANTES

Habían pasado varios días desde que Ray casi deja a Jasper sin novia en el Cactus Con, me refería a Patina, al igual de que mis hermanos se habían metido en el mayor problema de su tonta e inexplicable vida, juntando el hecho de que uno de ellos sabían que Henry era Kid Danger, lo cuál no era nada preocupante, nótese el sarcasmo.

Más cuestiones de las que podía imaginar y de las que podían ser, pero entre todo eso, algo de bueno tenía que todo eso hubiera pasado, y es que sin darnos cuenta de la nada ya era 24 de Diciembre, Nochebuena, un día antes de Navidad, listos para dormir y despertar al día siguiente para abrir regalos.

Estaba en la habitación de Henry, con una cobija alrededor de mi cuerpo y una taza de eggnogg en las manos, eran por ahí de las 11:30, esperando a que él llegara de un evento que había tenido con Ray de Capitán Man.

Así como las últimas Navidades, me quedaría a dormir en casa de Henry, despertar, desayuno y regalos con los Hart, irnos los dos a mi casa a hacer lo mismo pero con mi familia, y por último la Capi Cueva.

La misma rutina por años, sin embargo, esta Navidad el ambiente entre mi mejor amigo y yo era un tanto diferente, pues después de que nos besáramos en su cumpleaños, luego varios intentos de eso y con las palabras de él en mi cabeza sin poder salir de esta.

"Te lo diré luego" resonaba en mi cabeza.

DI un sorbo a mi eggnogg.

Algo que me iba a decir en la Cactus Con, que no me lo dijo, en mi casa, tampoco, y en la Capi Cueva, menos. Por más que fingiera que lo había olvidado no era así, me tenía intrigada, y mucho. La relación con mi mejor amigo estaba comenzando a cambiar, y tenía miedo de eso.

De la nada, un ruido en el árbol de su ventana me hizo quitar la vista de mi teléfono y dirigirla a donde provino. La nieve caía lentamente al igual que siempre, pero hacía que los movimientos de la ventana no se pudieran ver con claridad a como esperaba.

Solté un suspiro pesado y de alivio cuando vi a Henry entrar por la ventana sin su traje de Kid Danger, saltando al piso directamente de forma graciosa, lo que me hizo no poder evitar reírme de eso.

–No da risa, ____– dijo mi mejor amigo quejándose en el suelo.

–La da, Hart– respondí.

–Llegas temprano– se levantó del suelo.

Alcé mis cejas –bueno, mis padres no vendrán para Navidad y todo en mi casa es un desastre, creo que hay plan de ir a San Diego–.

–¿Y por eso te estás escondiendo en mi habitación?–.

Asentí –nunca pudiste describirlo mejor ¿Cómo te fue en el evento de Navidad?–.

–Bueno– caminó hasta el sofá donde estaba y se sentó a lado de mí –conoces a Ray, hizo de la situación su propio evento Navideño–.

–Ahora me alegro de no haber ido–.

–No te perdiste de mucho, igual entregamos una donación a la familia de Patina, por casi hacer que su hija muriera cuando era nuestra responsabilidad cuidarla–.

Di un bufido –era de Jasper, tú solo ibas por si pasaba algo más, no fue nada tu culpa, en lo absoluto–.

Henry me sonrió –por algo eres y siempre serás parte de mi vida–.

–Para qué son los amigos– le devolví el gesto –oye, ¿qué era eso que has querido decirme todo este tiempo?–.

–Uh... sí, eso...– me vio de forma nerviosa –... claro... creo que puede esperar un poco más... sí–.

Reí –llevas diciendo eso días–.

–Y te tocará esperar un poco más–.

Rodeé mis ojos de forma divertida, para después acercarme a mi mejor amigo rubio y recargarme sobre su pecho sin soltar la taza de eggnogg, con la mirada puesta a la nada, viviendo el momento.

El sentimiento que tenía hacia Henry que era nuevo para mí comenzaba a agrandarse cada vez más, tanto que empezaba a preocuparme, posiblemente todo este tiempo mi hermano y mejor amiga tenían razón, aunque era casi imposible, él era mi mejor amigo.

Sabía qué el que fuera lindo, atento, fuéramos a la escuela todos los días juntos y que estuviera siempre conmigo era de que fuera por ser mi mejor amigo, pero quizás era más que eso y yo no me daba cuenta... ¡Imposible! Cómo si esas cosas pasaran.

–¿Qué crees que estaremos haciendo en un año?– pregunté tratando de cambiar el tema.

–Lo mismo, posiblemente– contestó Hen –a menos que regreses a San Diego y...–.

–Jamás– lo interrumpí –estoy perfectamente bien en Swellview–.

–Más porque estás conmigo– dijo de forma coqueta.

–Oh si– solté fingiendo darle la razón –más por eso–.

Henry y yo nos reímos ante nuestros comentarios, acto seguido. al momento de dejar de reír, los dos nos quedamos mirándonos directamente a los ojos, como si nada alrededor de nosotros existiera, y fuéramos las únicas personas en el universo. Justo como había sucedido varias veces entre él y yo.

Tener esos momentos hacían mi corazón explotar, y si tanto era eso, la poca cercanía que nos quedaba entre ambos no ayudaba en nada. Sentía su respiración contra la mía, sin pensarlo lo que hacía, dispuesta a que sucediera como si estuvieran planeado.

–Feliz Navidad, ____ Martin– habló Henry alejándose un poco de mí, mas sin cortar el contacto visual.

–Feliz Navidad, Henry Hart–.

FIN DE FLASHBACK

Así es, nadie sabía que Henry y yo casi nos besábamos hace un año como mejores amigos en Nochebuena, había preferido omitir las noticias a Charlotte y supongo que Henry a Jasper, además de que lo había olvidado por completo, era como si mi mente hubiera decidido borrarlo así nada más.

Sin embargo, no olvidemos lo que pasó después de eso, quiero decir, fueron más cosas buenas que salió aunque incluyendo una mala.

Beso en el satélite, todo mundo se enteró, me quedé en Swellview, descubrí que Henry me gustaba y siempre estuve enamorada de él y blah, blah, blah, blah, hermosa historia que he contado más de diez veces si es que puedo llevar la cuenta.

Giré mi cabeza a un costado de mí, para encontrarme con mi novio que aún dormía plácidamente, nos habíamos quedado dormidos en la tercera película Navideña, que me hizo darme cuenta que era la primera vez que dormíamos en la misma cama al ser novios... y mejores amigos.

–Rayos– musité. Tapé mi boca.

El suficiente volumen para que mi novio se moviera a lado de mí y abriera los ojos con delicadeza. Se había despertado.

Sonrió al momento en el que me divisó a un costado de él, amaba su cara de recién despertado, algo que me había deleitado los últimos años al ser su mejor amiga solamente, antes decía que se veía lindo, pues por algo Henry siempre tuvo a las chicas detrás de él, sin embargo, ahora sabía que me gustaba, y era mí novio.

–Feliz Navidad, ____ Hart– dijo con una voz adormilada.

–Feliz Navidad, Hen... un momento– respondí, pero detuve al darme cuenta de lo que dijo, entrecerré los ojos –¿Acaso me llamaste ____ Hart?–.

–Puede ser...– titubeó –... ¿no quieres que te llame todavía así?–.

–Um...– solté nerviosa y sin saber que decir –... solo me tomó por sorpresa, es todo–.

Se incorporó un poco para quedar a mi altura, y sin darse cuenta de el hecho de que habíamos dormido juntos en la misma cama, agradezco por eso, acarició mi mejilla y me dio un corto beso en los labios; al terminar, juntó su frente con la mía.

–Es nuestra primera Navidad siendo más que mejores amigos–.

Asentí varias veces –lo es, lo es, créeme que lo tengo muy presente–.

–¿Recuerdas que el año pasado te pregunté que estaríamos haciendo?– se separó un poco de mí.

–Completamente– respondí –y básicamente estamos haciendo lo mismo–.

–Sí, pero– alargó la "E" –ahora te puedo besar sin ningún problema para no afectar nuestra amistad–.

–Huh– hice una pausa –nuestra amistad ya estaba arruinada–.

–Muy arruinada– concordó conmigo.

–Con todo eso de "no sabemos que somos", me gustas, pero no me doy cuenta–.

Henry ladeó su cabeza –Me gustas, pero no sé como decírtelo–.

–Me gustas, pero eres muy celoso–.

–Me gustas, pero solo te quiero para mí–.

–Me gustas, pero debes calmarte–.

Ambos suspiramos con una sonrisa en nuestros labios mirando hacia la nada, por mi parte, recordando los viejos tiempos del inicio de nuestra historia, cuando no sabíamos por donde íbamos o donde terminaríamos, por lo menos puedo decir ahora que todo va excelente, y no habría nada ni nadie que pudiera cambiar eso.

Nada podía arruinarlo.

Sabíamos que no éramos perfectos, y de alguna forma no éramos la pareja del año por ningún motivo, pero lo importante era que nos queríamos. Además, somos adolescentes, es parte de todo en realidad.

–De acuerdo, Henry Prudence Hart– hablé para llamar su atención –tenemos que ir abajo a abrir los regalos–.

–Oh sí– exclamó mientras se levantaba de su cama –tenemos que apurarnos, ya quiero ir a tu casa–.

Lo miré desconcertada –¿por qué?–.

Me miró como si estuviera loca –um... hola, ____, es la Navidad de los hermanos Martin, A.J está aquí, Ian, Max, Jack... tú– creí que me había olvidado –sabes que dan las mejores mañanas de Navidad–.

"Espero que no hagan lo de hace 2 años", "Espero que hagan lo de hace 2 años" dijimos mi novio y yo al mismo tiempo.

Henry y yo nos volteamos a ver, con un poco de confusión en nuestras expresiones cuando nos dimos cuenta que opinábamos diferente con respecto a la Navidad de mis hermanos. Aunque era entendible, si supieran como eran las Navidades con ellos estarían de mi lado, pero como Henry era como ellos en un bonito y mucho mejorado filtro, pensaba igual que los simios.

–Bien, okay– me levanté de la cama –pero antes tenemos que ir con tus padres y Piper allá abajo–.

Henry chasqueó los dedos –cierto–.

–Vamos– abrí la puerta.

–Igual, quiero ir ya para conocer a ese tal Josh–.

Cerré la puerta de un golpe.

Sentí como si un balde enorme de nieve me cayera en la cabeza. Lentamente me fui girando a mi novio con una mirada de miedo, terror, extrañeza y nerviosismo por las palabras que habían salido por su boca.

Creyendo que estaba alucinando por lo que había escuchado, sacudí mi cabeza de un lado a otro y mostré una sonrisa llena de ansiedad en mis labios; las manos me habían comenzando a temblar, mi garganta se había "cerrado" y mi mundo empezó a dar vueltas.

–Una terrible disculpa ¿Qué?–.

Él frunció el ceño –Conozco a Josh como Kid Danger ¿no querías que lo conociera como Henry?–.

Tragué en seco –um... sí... sí...–.

–¿Te sientes bien?–.

–Um... sí... sí...– repetí.

¡NO! No me sentía nada bien.

Todo este tiempo simplemente pensé que sería menos tensión a la situación a como en verdad sería, y es que por más que trataba de imaginarme los miles de escenarios ninguno terminaba bien, ni por Josh, ni por Henry y mucho menos por mi parte.

Si tan solo el Time Jerker me mandara al futuro para ver que pasaba, lo tomaba en seguida y... pero qué cosas estás diciendo Martin. Cerré los ojos tratando de calmarme.

–¿Okay?– contestó él rubio no muy convencido –creo que bebiste mucho eggnogg anoche, es mejor que te sostenga–.

–Buena idea–.

–Hora de la Navidad–.

Y sin decir ni una sola palabra más, lo único que hice fue tomar su brazo y sonreír a su propuesta, para después comenzar a caminar escaleras abajo hasta la sala principal de la casa de los Hart donde estaba el árbol de Navidad que nos llevamos de la Capi Cueva, y que regresaríamos.

En todo momento, sin poder sacarme que en menos de dos horas mi primer beso y mi primer novio se estarían conociendo, con el temperamento especial de uno, y la filosofía de vida del otro...

Feliz Navidad a mí.

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