Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 36

Henryway, las cosas sucedieron mejor de lo esperado si puedo ser sincera, nunca había corrido tanto como ahora, sin embargo, Henry y yo logramos estar en todos lados a tiempo, hablando términos reales y en cuestión de que tuvimos que usar los tubos al igual que el Man Truck que se maneja por sí solo donde cantamos la vez del hechizo musical. 

Pero debo admitir que si no hubiera sido por aquello, ninguno hubiera llegado a tiempo y nos meteríamos en serio en muchos problemas; lo que todo eso me llevó a la conclusión de que ninguno de los dos tenía licencia de conducir, ambos teníamos 18, Piper tenía 14 años y desde los 12 la tenía aunque había sido mandada por error... extraño. 

En fin, el evento del nuevo: Estadio "Capitán Man", resultó siendo igual a la cena de Día de Gracias en la Capi Cueva, con excepción de que ahí Ray dijo una sola vez "soy asombroso" mientras que en nuestra cena lo dijo por lo menos unas más de 10 veces sin exagerar y de cómo deberíamos estar agradecidos con tenerlo a él en nuestras vida. 

Sí, estaba agradecida sobre eso, era gracioso tenerlo en mi vida y más que nada, además de los chicos y Henry me dio un sentido en la ciudad cuando llegué de San Diego. 

Ray dio unas palabras, agradeció a la gente de Swellview, y claro no podía faltar su solicitud por la estatua que terminó siendo ignorada por el Vice Alcalde así como la última vez que lo solicitó y la pasada, a veces era mejor hacer eso. 

Y aquí estábamos, terminando de cenar en casa de Henry, con mis padres, mis hermanos, mis abuelos, sus padres y Piper. Mi madre estaba animadamente con Jake, mi padre con Kris, ya que sus personalidades se parecían bastante, mis abuelos igual, mis otros hermanos (Jack y Max) peleando al igual que siempre, con excepción de Ian que no logró venir desde Nueva York. 

Todo era extrañamente perfecto. 

Henry y yo nos encontrábamos sentados en uno de los sillones, A.J a un en otro, Piper con A.J a su costado, todos finalizando de comer el pavo con la salsa de arándanos, mientras que la pequeña hermana de Henry, le contaba una curiosa anécdota a mi hermano. 

–... y ahí yo estaba...– decía Piper –perdida en lo que parecían tubos interminables, dos días enteros sin ver la luz del día, cuando de la nada ¡BOOM! caí por una luz brillante–. 

–¿Y qué pasó después?– preguntó A.J intrigado. 

Piper sonrió con orgullo –vi a Henry soplar una burbuja–. 

–¡No puede ser!– mi hermano exclamó sorprendido y emocionado –¿viste como él... ya sabes?–. 

–Y también a su jefe–. 

–¿¡Qué?!– no podía ser posible –he tratado por mil veces que ____ me lleve a todos eso–. 

–Um... es porque Ray sabe que Piper sabe– traté de defenderme. 

–Sí, exacto– siguió mi novio –pero tranquilo viejo, estoy seguro que si Ray se entera que sabes no pasará nada malo–. 

–¿Así como no pasó nada cuando se enteró Piper? No, no nada malo– respondí con sarcasmo. 

–Bastante justo, tienes razón– dijo Henry. 

Después de que mi novio tuvo que entrar a la cabeza de nuestro jefe para resetear su cerebro y que recuperara su memoria, sí, nada malo podía pasar. En todo caso de que Ray se entere acerca de que A.J conoce su secreto, es decir, otra persona más, estoy completamente segura que hablará con él, lo cual puede terminar en una buena plática o en yo quedándome sin hermano. 

No, no era una opción.  

Pasaron los minutos y Piper siguió hablando con A.J dejándonos a nosotros a un lado, a lo que llevó a que Henry y yo termináramos nuestra comida, dejáramos los platos sobre la mesa de la sala, y él pasara uno de sus brazos por mis hombros acercándome a él. 

–¿Puedes creer que nuestras familias estén pasando Día de Gracias juntos?–. 

Negué lentamente –nope, es algo que jamás creí que pasaría–. 

–Faltan dos personas aquí–. 

–¿Quién?– Henry me miró divertido –ah, claro– reí –pero faltan todavía algunos años–. 

–Solo imagina como sería tenerlos aquí, yo quisiera, pero no ahora, en mucho tiempo–. 

Asentí sonriendo –sí, mucho, mucho tiempo–.

Lucas y Heather, los dos individuos que de acuerdo con Piper del futuro eran nuestros hijos, si decía la verdad, esos dos niños faltaban dentro de esta gran reunión, las familias unidas, sin embargo, he de admitir que tampoco me urgía que estuvieran aquí, y agradezco que Henry tampoco, quiero decir, somos adolescentes, ni siquiera hemos hecho... eso. 

No había prisa en que sucediera. Espero. 

El tiempo siguió pasando y las cosas en la casa comenzaban a salirse de control, de un momento a otro, nuestras madres se acercaron a nosotros para hacernos preguntas acerca de nuestra relación, y lo peor de todo, es que empezaron a tocar el tema que evitábamos aún como novios. Lo que haría que Lucas y Heather existieran. 

Ambos nos volteamos a ver llenos de incomodidad, cruzando nuestras miradas, nos levantamos del sillón lo más rápido que pudimos, y corrimos como si no hubiera mañana hasta su habitación, en donde ya adentro cerramos la puerta con seguro para que nadie pudiera entrar si es que pensaban hacerlo. 

–No puedo creerlo–. 

–Lo sé–. 

–¿Crees que nos hayan seguido?–. 

–Espero que no–. 

–Estamos seguros aquí–. 

Miré a Henry con miedo –no pensarán mal ¿o si?–. 

Henry y yo nos quedamos pensativos unos momentos, quizás no había sido la mejor idea venir a este lugar solos. 

–Qué más da– encogió los hombros alejándose de la puerta –que piensen lo que quieran–. 

–¿Por qué lo dices?–. 

–Porque no hay otra persona con la que me gustaría estar aquí que no fueras tú–.

Le di un corto beso en los labios –de acuerdo, entonces hoy estoy agradecida por tenerte en mi vida, porque estás a mi lado, por todo y jamás quiero dejarte ir–.

Volvimos a besarnos, sin embargo, este beso duró más tiempo del anterior, era un beso especial aunque realmente de alguna manera u otra todos lo eran, cada vez que mis labios se tocaban con los suyos era como la primera vez, como aquella vez en mi cumpleaños número 16 que probé lo que ahora soy adicta, y es que jamás llegué a imaginar que aquel chico rubio se convertiría en, literalmente, mi mejor amigo y mi amor más sincero.

Henry y yo nos separamos después mucho tiempo de tener juntos nuestros labios, nos miramos fijamente a los ojos y sonreímos por el momento. Él y yo en su habitación besándonos a escondidas de nuestra familia que se encontraba abajo .

¿Deja vu?

–Te amo demasiado, ____, en verdad, demasiado–.

–Lo dices de esa manera, pero en realidad yo te amo mucho más, y siempre te amaré–.

–Deberíamos hacer una promesa, como ese programa de televisión que te gusta que me hiciste ver–.

Ladeé mi cabeza –necesito que seas un poco más específico–.

Henry río –como en ese show, donde se casan y...–.

–¡Post-it!– grité.

–¡SÍ!–.

–Pero Hen, no nos estamos casando–.

–No...– hizo una pausa –... pero cuando nos casemos... podemos hacerlo otra vez–.

Mi novio podía tener las mejores ideas cuando estaba dispuesto a tenerlas, en todo caso cuando no estaba con Ray.

–De acuerdo– accedí.

Se separó de mí con una enorme sonrisa en su cara y fue hasta su escritorio a buscar un post-it y una pluma lo más rápido que pudo, ya no tenía superpoderes pero el trabajo que lo hacía ser Kid Danger aumentaba su condición. Henry regresó a mí, me extendió el pedazo de papel y la pluma, tomó mi mano e hizo que nos sentáramos en la orilla de su cama.

–Escribe tú–.

Asentí –de acuerdo–.

–¿Qué nos prometemos?–.

–Um...– entrecerré mis ojos –amarnos siempre, aún cuando no soportemos vernos y nos odiemos–.

Henry me miró asustado y asintió rápidamente –agrega no dejarnos fuera en la lluvia una noche entera–.

Lo miré divertida –nunca más– rodeé los ojos sin fastidio, escribí eso –¿qué más?–.

–No huir, ni desaparecer del otro sin explicación–.

Escribí la frase de Henry en el post-it.

–Estar el uno para él otro siempre, así como lo hemos hecho, y hablar siempre con la verdad– dije mientras escribía –¿algo más?–.

No obtuve respuesta. En cambio, sentí la mirada de Henry sobre mí, sin decir ni una palabra, giré mi cabeza para encontrarlo viéndome fijamente con una sonrisa en sus labios.

–¿Qué?– pregunté nerviosa.

Henry suspiró –____, eres la persona más maravillosa que he conocido en toda mi vida, y eso ya lo sabías, prometo protegerte de cualquier peligro, y no me importa si tengo que luchar contra un villano peligroso... un oso... Mitch... tu madre, los derribaría, quiero pasar el resto de mi vida, cada minuto, contigo, y soy el hombre más afortunado de la galaxia con solo tenerte–.

No era una persona que lloraba, de hecho eran muy pocas las veces que lo hacía, y si lloraba, era por algún show de televisión o película, en estos momentos, mis ojos se encontraban cristalizados por las palabras de Henry, había tocado un punto de mi corazón que nunca había sido ablandado, y ahora lo sentía.

Tomé sus mejillas en mis manos y le jalé hasta mi rostro sin decir más, le planté un beso que él recibió y aceptó sin problema alguno, para después de unos cuantos segundos, mirarlo directamente a los ojos y sonreír.

–Henry, no solo eres el amor de mi vida, eres mi mejor amigo, si tienes problemas, yo también los tengo, no hay nada que no haría por ti, nos mantenemos unidos y podemos mirar eso porque nos amamos, porque esto, esto es para siempre–.

–Deberías poner al final que es para siempre–.

Acaricié su mejilla –ya lo hice–.

–Entonces ¿para siempre, ____ Martin?–.

–Para siempre, Henry Hart–.

Sin más que decir, por tercera vez Henry y yo juntamos nuestros labios, sintiendo ese amor que a pesar de que sabíamos que existía, lo reforzamos de una mejor manera, se sentía bien y para ser sinceros, todo estaba demasiado bien en estos momentos, que no lo cambiaría por nada.

Antes de irme a casa, Henry me entregó el post-it para que lo conservara este mes, y ya estando en mi habitación, pegué el pedazo de papel en el marco de una foto que tenía con Henry a un costado de mi cama, en donde estábamos él y yo un día antes de Halloween del año pasado, cuando aún nos llamábamos simplemente mejores amigos.

Vaya situación. 






Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro