Danger Games Flashback - 4
Dudes,
Les recuerdo que soy estudiante
Acabo de mandar aplicación a otra universidad,
Vanderbilt College wuwuwu.
Hasta ahora pude actualizar
Y para mí sigue siendo lunes, son las 5:37PM
Las amo.
P.O.V____
Nunca había besado a Henry, ni siquiera se me había pasado por la cabeza ese pensamiento, en el poco tiempo que llevaba aquí en Swellview y desde que él se había convertido en mi mejor amigo, no lo había pensando.
Además, tengo 15 años, estoy a dos meses de cumplir 16, y en ese lapso solo he besado a dos personas, uno porque fue mi primer beso y el otro fue una completa tontería qué pasó en San Diego ¡nada más! ¡No tenía ni la más mínima experiencia! Y la sigo sin tener.
Y ahora besar a mi mejor amigo, que las cosas se pongan raras entre los dos, y no volvamos a ser los de antes, sinceramente paso... bueno en realidad no sería nada una mala idea, digo, algunos amigos lo hacen.
(N/A: ¡ES UN FLASHBACK! Recuerden que la primera vez que ____ y Henry se besaron fue en el cumpleaños 16 de ____).
Las miradas de los cuatro niños estaban puestas sobre nosotros, algunas sorprendidas como las de Triple G y Kenzie, otra confundida "analizando" la frase como la de Hudson, y por último, la más extraña, en verdad perturbante y asesina de Babe hacia mí, que por un momento creí que se levantaría de su asiento y se pondría a la derecha de Henry apropósito.
–Bueno– comenzó a decir Henry releyendo la frase –es una fortuna muy específica–.
Asentí –bastante–.
–No la tengo que cumplir si no quieres...–.
–¡La tienes que hacer!– gritó Triple G.
–¡No!– esta vez gritó Babe –quiero decir... solo que... a veces los asiáticos son... las galletas están sobrevaloradas, no deberías hacerlo, yo opino que no, y no creo que ____ quiera ¿o si?– fruncí el ceño –¿ves? No es necesario...–.
Pero antes de que Babe pudiera decir algo más, la ventana que estaba lado de la puerta de la casa, se rompió cuando una mano la rompió atravesándola, para después llevar la mano al seguro de la puerta, tomar la manija, y abrir la puerta; reconocería ese guante en todos lados, en todas partes, así estuviéramos en China sabría quien es, literalmente.
En cuanto vieron a Ray vestido como Capitán Man, los cuatro niños se levantaron de sus asientos sorprendidos, volteando a ver a Ray que tenía su mirada de ego que siempre llevaba cuando quería lucirse.
–Okay, ahora ¿dónde está ese ladrón?– hizo una pose extraña.
–¡Wow! ¡Capitán Man!– gritó Hudson.
–¡No inventes!–.
Ray volvió a hacer una pose de "superhéroe", dejando a todos los niños en lo que era un tremendo shock.
–Vas a tener que llamar a un reparador de ventanas– le susurré a Henry.
Henry sacó su teléfono y empezó a escribir en el recordatorio –"llamar a reparador de ventanas"–.
El hecho de que Henry ya tuviera el número de las personas que siempre arreglaban cosas, me daba un poco de gracia, tenía que haber pasado tantos asuntos con Ray, como para que él siempre estuviera destruyendo la casa o rompiendo algo de ella, no estuve aquí en las primeras veces, pero por el tiempo que llevaba era algo que pasaba muy seguido.
–Esperen– habló Kenzie –ese no puede ser el verdadero Capitán Man–.
–Si no fuera el verdadero Capitán Man ¿podría hacer esto?– tomó un florero color morado que estaba cerca de él, y se lo rompió en la cabeza –unh... y después decir "¡estoy bien!"–.
"¡No puede ser!", "¡es él! ¡es él!".
–Compré ese florero para el día de las madres– dijo Henry irritado.
La casa se había llenado de halagos, gritos, y alusiones hacia Ray, tal y como lo había deducido, se traía algo, y lo sabía porque de la nada, un pequeño niño apareció por la puerta principal, entrando a la casa como si fuera su propia.
–¡Woah! ¡Capitán Man!– exclamó el niño no muy emocionado –creí haberte ver entrado a esta casa–.
–¡Hey! ¿Quién es este niño que nunca había visto hasta ahora?– definitivamente eso fue ironía.
Henry lo miró desconcertado –no lo sé– respondió con el mismo tono –¿y porqué estás hablando...– hizo pose de Ray –..."así"?–.
–¿Capitán Man?– lo llamó el niño.
–¿Si?–.
–Bueno, eres un superhéroe increíble–.
Cosa curiosa que el pequeño niño estuviera hablando también de esa forma. Henry y yo nos volteamos a ver, y simplemente nos limitamos a negar con la cabeza.
–Si tú lo dices...– Ray sonrió –prosigue–.
–Oh, Dios– dije irritada, me crucé de brazos y bajé la mirada.
–Desearía que hubiera un videojuego de ti– siguió él niño.
Y ahí está.
–¿Un videojuego sobre mí?– preguntó Ray "sorprendido" –vamos–.
–Yo lo jugaría– se señaló a sí mismo –y creo que todos...– nos señaló con la mirada –lo jugaríamos–.
Debo de admitir que fue algo inteligente por parte de Ray, haber traído a un niño aquí y obligarlo a decir todo eso, ahora tenía sentido porqué dejó a Henry colgando en el teléfono, pero si se veía algo obvio que casualmente llegara a la casa donde se estaban quedando los Game Shakers, y llegar con el niño, solo digo.
Volteé a ver a los Game Shakers, que asentían y sonreían como si eso fuera una buena idea, no era mala.
–Tal vez lo sea– Ray sacó un billete y se lo dio al niño.
–Dijiste que podía jugar con el láser– reprendió este mientras veía el billete.
–¡Ssssshhhhh!–.
Henry y yo alzamos los brazos en el aire en señal de "¿es en serio?".
–Ten– le entregó el láser –tráelo en 10 minutos–.
Él niño tomó el láser emocionado, y salió corriendo de la casa disparándole a lo que fuera que estuviera en el exterior.
Cuando ya no había nadie más que los que estábamos, Henry caminó hasta donde estaba Ray, le dio una sonrisa falsa y se puso frente a él.
–Entonces, Capitán Man– empezó a hablar –¿qué haces en mi casa?–.
–Para detener a ese ladrón–.
Arqueé mis cejas y caminé a ellos –no hay ladrón–.
–Bueno nunca estamos seguros–.
–Bueno ahorita si lo estamos–.
Ray comenzó a caminar a donde estabas todos los Game Shakers aún más que emocionados, y movió a Henry con su mano.
–¿Dónde está Kid Danger?– preguntó Triple G.
–¡Si! ¿Dónde está?–.
–¿Está aquí?–.
–Oh, está arreglando sus uñas– contestó Ray.
Henry frunció el ceño –saben dudo que Kid Danger esté haciendo algo como esto...–.
Pero como era de esperarse, antes de que Henry pudiera terminar, los Game Shakers lo estaban ignorando por completo, ya que estaban caminando detrás de Capitán Man como si fuera una clase de atracción o algo así, segundos después comenzaron a agobiarlo con palabras y preguntas.
Negué ligeramente con la cabeza, relamí mis labios y me aproximé a donde estaba Henry son los brazos cruzados, sentado en la esquina del sillón.
–Increíble ¿no?–.
Dio un bufido –la verdad es que ya no me sorprende–.
–La verdad, tampoco a mí– ambos reímos, mordí mi labio inferior –oye sobre lo de la galleta–.
–Ah, eso– contestó bajando la mirada –no es algo literal, y no te iba a obligar a hacer algo que no querías–.
–¿Estabas dispuesto a hacerlo?–.
Al momento en el que terminé mi oración, vi como Henry comenzaba a ponerse nervioso, como hace rato, que le pregunté quien era la chica de su corroan, abría la boca y balbuceaba constantemente, y hubiera seguido así, si no hubiera sido por el teléfono de Ray que comenzó a sonar a media "charla de negocios".
Sacó su teléfono y contestó la llamada un tanto fastidiado.
–Alona desde Hawaii, Capitán Man– reconocía esa voz.
Ray rodó los ojos –hola, Doctor Minyak–.
–¿Cómo sigo vivo?– preguntó Henry mientras se paraba del sillón –lo vimos saltar de ese avión de cargamento sin un... paracaídas–.
Ay Henry, cerré los ojos e hice una mueca, a la vez que le dirigía una mirada para que dejara de hablar, y lo hizo, abrió dándose cuenta de lo que había dicho, que los Game Shakers ya lo estaban mirando desconcertados.
La cocina se quedó en un silencio incómodo que incluso Ray había negado ligeramente con la cabeza.
–¿Hola? ¿Hola?–.
Nuestra atención regresó a la llamada.
–¿Qué quieres Minayk?–.
–Ah nada, me estoy relajando aquí en Hawaii, podría decirte mi nuevo y maléfico plan–.
Ray alzó las cejas –¿qué plan?–.
–Mmm, bueno supongo que has escuchado de esta celebridad llamada Double G–.
–¡Hey ese es mi papá! ¡Soy Triple G!–.
Henry y yo caminamos a donde estaba Ray ya con los cuatro niños alrededor de él, viendo el video de Dr. Minyak.
–Estoy en una reunión ahora Minyak, con un grupo de personas que quieren hacer un videojuego sobre mí, así que ¿me quieres decir tu plan o no?–.
–Claro que quiero, es por eso que te estoy llamando desde Hawaii– reprendió, pero cuando hizo su mano para atrás, tiró el poste de playa que tenía atrás de él –¡oh!–.
Se pudo ver a la Enfermera con la que trabajaba detrás de él arreglando el poster, mientras que este seguía con su coco en la mano haciendo una clase de baile hawaiano ¿por qué nos estamos tomando esto en serio?
–Creo que se te cayó tu Hawaii– le dijo Ray.
–No creo que esté en Hawaii–.
–¡Ahora!– gritó el villano cuando había arreglado "Hawaii" –probablemente escucharon que Double G va a dar un concierto gigante, para la caridad en Nueva York–.
–Todo mundo sabe sobre eso–.
–Bueno, ese concierto no sucederá porque yo ¡Doctor Horacio T. Minyak! ¡Voy a sabotearlo! Y no hay forma que tú o ese raro de Kid Danger puedan hacer para detenerme ¡ah! ¡Mahalo!–.
Y sin más, Minayk terminó la llamada, dejándonos a todos un tanto preocupados y extrañados con la reciente noticia que había dado, no era algo de lo que nos podíamos preocupar, tanto, pero hablando de Dr. Minyak, todo podía pasar, y usualmente sus planes nunca, nunca, funcionaban.
–¡Oh por Dios!– exclamó Babe.
–¿Quién era ese tipo malo?–.
–Dr. Minyak– respondió Henry, otra vez, –uh... así lo llaman, en las noticias–.
Toqué su hombro –deja de hablar– le dije en un susurro.
–Lo haré a partir de ahora–.
–¿Qué tiene contra mi papá?– preguntó Triple G preocupado.
Ray hizo un ademán restándole importancia –no se preocupes por Minyak, sus planes nunca funcionan–
–Bueno ¿qué pasa su plan...?–.
–Ssshhhh– Ray calló a Triple G –ahora, este videojuego que harán sobre mí, imagínenme a mí, Capitán Man– empezó a caminar a la cocina –en la luna, peleando con robots, con mi compañero una pequeña chihuahua–.
Insisto, ya no me sorprendía para nada, pero debo de admitir que casi suelto una pequeña carcajada cuando Ray se refería a Henry como pequeña chihuahua, recibiendo una mirada asesina de us parte.
Carraspeé mi garganta –lo siento–.
...
Estábamos en el cuarto de lavado de la casa, sacando unas toallas de la secadora para los buenos invitados de Henry, que todavía nos ponían incómodos a Henry y a mí, por Babe, Kenzie y Hudson, aunque realmente la forma de coquetear de Hudson era muy tierna, ni siquiera parecía coqueteo.
–No quiero ir arriba– dijo Henry de mala gana.
Rodeé los ojos divertida –ya déjalo–.
–Me acosan, ____, me acosan– terminó de doblar la última toalla –en verdad es algo muy extraño, se están quedando en mi habitación, en mi habitación–.
–Solo llévales las toallas y vete de ahí como si nada– puse las toallas en un cesto –te veo en el cuarto de tus padres–.
–Espero que no te moleste que nos quedemos ahí–.
Hice una mueca –para nada, será como en la tuya solo que, en la de tus padres, y ellos dijeron que no había problema–.
–Genial– agarró las toallas y comenzó a caminar a la salida –te veo arriba– salió del cuarto.
Después de que terminara de doblar el resto de las toallas y cobijas para, las puse en el cesto que había ahí para llevarlas al cuarto de los padres de Henry y de Piper, tomé mi teléfono, lo puse en el bolsillo trasero de mi pantalón, y salí del cuarto de lavado apagando la luz de este al final.
Mientras subía las escaleras, escuché el sonido que solo se podía escuchar en cierto lugar debajo de una tienda falsa, y de solo una persona que lo hacía cuando era llamado por un superhéroe. Fruncí el ceño desconcertada y rápidamente seguí subiendo las escaleras hasta llegar al cuarto de Henry, que era de donde provenía el sonido de la burbuja rompiéndose cuando se convertía en Kid Danger.
Justo cuando llegué, pude ver a Henry parado demasiado preocupado rascando su cabeza, a tres de los Game Shakers viendo a Hudson con... ah mierda. Puse una mano en mi frente, y exhalé una gran cantidad de aire, esto estaba mal, esto estaba demasiado mal.
–¡No!– gritó Kenzie –¡Henry es Kid Danger!–.
–¿Yo...?– preguntó Henry casi sin aire.
Babe caminó hacia él –y él lindo se puso más lindo–.
–¿Qué... yo... um...?– me volteó a ver pidiendo ayuda, a lo que le respondí encogiendo mis hombros y haciendo una mueca –¿yo? ¿Ki... Da?–.
Y de un momento a otro, Henry le disparó con su reloj a los cuatro Game Shakers, logrando que cayeran al suelo inconscientes. Justo cuando los cuatro niños cayeron al suelo, Piper iba entrando por la puerta de la habitación con un par de almohadas bloqueando su vista, pero antes de que pudiera decir algo más, Henry también le disparó con el láser.
–Okay– pasó saliva nervioso –Piper no se merecía eso–.
–Tenemos un problema– dije rascando mi nariz –uno muy grande–.
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