Danger Games Flashback - 2
Hermosas lectoras, o sea Dudes:
MY GIRL NO SERÁ CORTA
Se los he dicho, se los vuelvo a repetir
Creo que han leído y pueden ver que no es como otro fanfic de Henry Danger... quiero suponer.
Y pues nada, solo eso, será larga :)
P.O.V____
Ese día en la tarde espese de haber tenido nuestra tarde extraña y bastante divertida en Junk N' Stuff, Henry y yo nos fuimos a su casa para poder descansar nuestros estómagos de la risa y Henry su estómago por haber casi vomitado de las vueltas que se dio en los tubos, fue un día inolvidable.
Como sea, como todas las veces que dormía en su casa, Henry siempre me dejaba dormir en su cama, mientras que él se dormía en una clase de colchón en el suelo. Bueno excepto por la vez en la que estaba durmiendo aquí, Ray lo llamó, se tuvo que ir y cuando regresó cayó rendido en su cama... conmigo en ella... y dormimos juntos.
Pero él no lo sabía, sinceramente no creo que tuviera idea, pues en la mañana desperté antes que él, y me acosté en el colchón del suelo para que pensara que había dormido ahí todo la noche. A la fecha no lo sabe, nadie lo sabe, bueno solo Charlotte.
Henryway, la mañana siguiente fue más rara de lo normal, no pudimos desayunar bien porque los padres de Henry estaban celebrando su aniversario que había sido el jueves, y Piper estaba como loca limpiando la casa.
Así que no tuvimos más remedio que solo comer una manzana y en su habitación.
–Bueno– empezó a decir Henry –podríamos ir a la Capi Cueva y comer ahí–.
Encogí mis hombros –es algo tarde, tú decide–.
–Sería brunch– hizo una mueca –no, mejor hay que ir al cine con Charlotte y Jasper, ayer no pudimos ver la película–.
–Nope– sonreí –pero si que me reí demasiado, Schwoz debería de hacer algo con esa máquina y comercializarla–.
–No podría estar más de acuerdo–.
Estuvimos en silencio durante unos cuantos minutos, me había dado cuenta de lo mucho que lo quería hace poco, no en el sentido que ustedes creen, no, no, no, en el buen sentido, llevo casi dos años de conocerlo y la verdad, desde antes que me enterara que fuera Kid Danger, se había convertido en una persona especial para mí.
Henry Hart era mi mejor amigo, y la verdad no creo que exista algo que pueda arruinar nuestra amistad, ni que esta misma vaya más allá de solo una perfecta amistad.
(N/A: Si claro ____... 1 año y medio después).
–Entonces– habló Henry rompiendo el silencio –¿cine?–.
Asentí –así es, le escribiré a Jasper y Charlotte para que los veamos allá–.
–Hay que bajar entonces–.
Los dos bajamos las escaleras sonriendo y riéndonos de cosas sin sentido, la verdad no tenía ni idea de que era lo que decíamos, solo me ría y ya, era de lo mejor.
–¡Hey mamá, papá! ____ y yo iremos a...–.
Y antes de que Henry pudiera terminar su oración una maleta calló a lado de él, haciendo que todos volteáramos a ver un poco extrañados, segundos después otra maleta calló de las escaleras, golpeando al chico en la cabeza.
–¡Hen!– grité mientras corría a él –¿estás bien?–.
–¿Estás bien?–.
–¿Te lastimaste?–.
Entre sus dos padres y yo ayudamos a Henry a levantarse, no creo que esté demasiado en sus cinco sentidos ahora y más por el hecho de que mientras caminaba, este se iba tambaleando.
–Lleven esas maletas al pórtico– dijo Piper viendo una carpeta.
–Piper, explícate– le ordenó Jake.
–Ahora–.
–Bien– respondió firme –necesitaba dinero para dárselo al Príncipe Fuh'ard de Yerba, así que puse nuestra casa como Air B My Guest–.
Jake abrió la boca –que hiciste ¿qué?–.
Piper en serio que estaba en problemas, si, digo, siempre hacía lo que quería sin importar lo que sus padres dijeran o pensaran sobre eso, bueno excepto de la vez cuando todos nos enfermamos con el virus de Schwoz, pero aún así, sinceramente no me sorprendía para nada que ahora haya puesto su propia casa en renta por el fin de semana.
Estaba tan entrada en el regaño de Piper que no me había dado cuenta que Henry estaba parpadeando y tocando su cabeza donde le cayó la maleta.
–Hey ¿todo bien?– le pregunté mientras me acercaba a él.
–No lo sé– quitó la mano de su cabeza –ah, esto es sangre–.
–¡¿Sangre?!– tomé su cabeza para verla –oh si, es sangre, ven, hay que limpiarte–.
Henry asintió –si, oigan iré arriba a que ____ me limpie la cabeza–.
–Qué asco– expresó Jake.
–¡No uses nuestras buenas toallas!–.
–Gracias a todos por preocuparse– contestó Henry sarcástico.
Tomé a mi amigo de un hombro mientras que con mi otra mano sostenía su cabeza para tratar de que no saliera más sangre, se que no estaba tan desinfectada, pero le limpiaría bien llegando al baño.
–Esto duele–.
–Si no te movieras tanto no te dolería–.
Entramos al baño e hice que se sentara en el inodoro, busqué entre las cosas que tenían cosas para curarlo y encontré un algodón con un poco de agua oxigenada, vendas, gasas, miles de pastillas, y cosas infinitas de primeros auxilios... wow, ni en mi casa teníamos tantas cosas, y vivía con 4 hombres adolescentes.
Saqué un poco de algodón, lo mojé en agua oxigenada, y jalé la cabeza de Henry para que pudiera ver mejor su cortada.
–Esto te va a doler–.
Dio un bufido –si claro– puse el algodón en su cabeza –¡ow!–.
–Te lo dije–.
Limpiaba la cabeza de Henry mientras nos quedábamos en un silencio cómodo, donde no había necesidad de decir nada, solo pasaba el algodón por su cabello, recibiendo pequeños gruñidos y quejas de él.
–¡¿Puedes hacerlo más despacio?!–.
–Si no duele no funciona, métetelo a la cabeza– le contesté –además ya casi termino– alargué la "o".
–____, cuando alargas las últimas letras siempre están mintiendo–.
Me reí –si no me conocieras tan bien te la hubieras creído–
–Así como no te creí cuando le dijiste que no querías salir con Nigel Woods–.
¡Mierda! El asunto de Nigel Woods, no era un gran tema de importancia, solo que, me invitó a salir hace como 1 mes, y le dije que no quería, aunque me muriera por dentro en salir con él.
–No te estaba mintiendo– titubeé –no quería salir con él–.
–Engaña a quien quieras menos a mí, yo sé que querías salir con él–.
–Pero no lo hice porque... pues no–.
La verdad nunca encontré la verdadera razón por la que le dije que no, solo le dije que no y ya, aunque muy en el fondo tenía una idea, pero no era algo que me encantaba pensar.
–Pero lo ibas a...– apreté el algodón en su cabeza –¡OW!–.
–Dejemos el tema ¿si?–.
–Bien– dejé de limpiarlo –pero a la próxima que alguien te invite a salir dime primero para aprobarlo–.
No pude evitar no soltar una carcajada, causando que recibiera reclamos de Henry, mientras que yo seguía riendo y riendo.
–Eso no va a pasar– dije sin aire –y no creo que nadie más me invite a salir, no soy la clase de persona que alguien quiera de novia–.
–¿Por qué lo dices?– se paró del inodoro.
–Tengo cuatro hermanos mayores, y un mejor amigo superhéroe, los cinco demasiado sobreprotectores– contesté irónica –y con eso preguntas–.
–Los dos sabemos que si yo fuera tu novio, tus hermanos no me harían nada, ya me aman, me adoran–.
Rodeé los ojos –presumido–.
–Es la verdad, pero por algo soy tu mejor amigo–.
Negué ligeramente con la cabeza, para después comenzar a guardar todo lo que había usado en donde lo había encontrado, Henry se arregló un poco el cabello y cuando ya todo estuvo como si nada hubiera pasado, abrimos la puerta del baño, y fuimos a las escaleras.
Pero antes de que pudiera bajarlas, revisé en mis bolsillos, no estaba mi teléfono.
–Olvidé el teléfono en el baño, te veo abajo– dije mientras regresaba al baño.
Asintió –bien allá te veo–.
Regresé el baño, y tomé mi teléfono que estaba lo había dejado en el lavabo, lo guardé en el bolsillo trasero de mi pantalón, regresé a las escaleras para comenzar a bajarlas, y antes de que hacerlo, escuché varias voces en la planta baja que no estaban grabadas en mi cabeza, eran dos chicas y dos chicos.
–¿El es su hijo?– preguntó una de las voces, chica –lo hemos reconsiderado, él se queda–.
–Es mejor que se quede–.
–Necesita quedarse–.
Fruncí el caño confundida y sin pensarlo dos veces comencé a bajar las escaleras a lo más rápido que me podían dar mis piernas. Cuando iba a la mitad pude observar mejor la situación, eran cuatro, las dos chicas estaban a lado de Henry admirándolo embobadas, una usaba lentes y la otra tenía el cabello más largo, mientras que los otros dos estaban a un lado del sofá... ¿mirándome a mí? Okay, raro.
–¿Hola?– miré a todos los presentes.
Una de las chicas me volteó a ver, chasqueó su lengua y me miró desconcertada.
–¿Quién... quién es... quién es ella?– preguntó ella.
–¿Y por qué estaba arriba?– le siguió la otra.
–¿Y por qué es tan linda?– uno de los chicos.
Terminé de bajar las escaleras y caminé hasta donde estaba Henry entre las dos niñas, pero antes de que pudiera llegar, él niño que me había dicho linda se acercó a mí y me estrechó la mano.
–Hudson, soy el más inteligente de los cuatro, es por eso que se que 7 veces 4 es 32– me guiñó un ojo.
Sonreí fastamente –okay, wow, un gusto Hudson– tomé su mano –¿qué está ocurriendo aquí?–.
–La pregunta es tú quien eres– volvió a hablar la niña del cabello largo.
–Ella es ____– respondió Piper por mí.
–¿Es tu novia o algo así, Henry?– la de los lentes.
Arqueé mis cejas y mordí mi labio interior, era algo gracioso que las dos estuvieran así solo por verme bajar de la planta alta, y más porque eran mucho más menores que Henry y yo, pero que les digo, no las culpo, Henry tiene sus encantos, y es obvio que a ellas las atrapó, por eso se sienten "amenazadas" por mí... tierno.
–¿Es tu novio o algo así, ____?– Hudson copió su pregunta.
Piper ladeó su cabeza –son amigos muy cercanos–.
–Demasiado, diría yo– habló Jake.
–____ se la pasa aquí todos los días, a veces duerme aquí y estará el fin de semana quedándose aquí– Kris me abrazó por los hombros –es como de la familia, así que también debe quedarse con ustedes–.
Fue suficiente con las caras de las niñas para expresar todo lo que querían decir, se podía notar a kilómetros como me estaban fulminando con la mirada, mientras que se alejaban de Henry lentamente e iban con sus dos amigos.
–Esto es raro– me dijo Henry susurrando.
–Ni que lo digas– respondí de la misma forma.
–¿Aún crees que nadie quiere salir contigo?–.
Lo miré con una cara de "en serio" –tiene como 12 años, y también tus admiradoras–.
–Soy irresistible–.
–Pensé que Ray se había quedado en Junk N' Stuff–.
–Tampoco tengo el ego tan alto– volví a alzar mis cejas –bueno solo cuando me admiran–.
–¿Nada más?– ambos reímos –le diré a los chicos que ya no iremos al cine–.
–Es cierto ¿te parece si comemos comida china? Para alimentar a esos– los señaló despectivamente –y vamos tú y yo por ella–.
Asentí –genial, vamos–.
Esperamos a que Kris y Jake se fueran al hotel en el que se quedarían mientras que los chicos se quedaban en la casa. Y claro, las dos niñas no dejaban de coquetear con Henry, mientras que él niño Hudson no dejaba de hablarme de lo inteligente que era... Henry tenía razón, esto es raro.
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