Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 93

-¿Por qué nos hiciste usar esmoquin a una fiesta hawaiana?-.

-Porque el Vice Alcalde no nos dijo que era una fiesta hawaiana-.

-Bueno, ahora sobresalimos como los chicos que usan esmoquin en una fiesta hawaiana-.

-Lo sabemos, Jasper-.

-Va a ser más difícil mezclarnos y encontrar a Rob Moss ¡si nos vemos así!-.

Habíamos entrado a la fiesta, con todas las miradas puestas sobre nosotros, con la misión ya complicada de tratar de parecer invitados normales, ya que los esmoquin de Ray, Jasper y Henry sobresalían entre todos que, además de que ya lo sabían, gritaban a kilómetros "somos infiltrados". Aparte, Charlotte se había ido.

Miré a los tres chicos que seguían discutiendo, y miré mi vestido, miré a todos los invitados, y miré de nuevo mi vestido, dándome cuenta de una gran ventaja para mí.

-¡No estamos mezclados!- gritó Jasper.

Solté una risa burlona -hablen por ustedes, soy la única que puede mezclarse sin parecer una infiltrada-.

-¿A qué te refieres?- preguntó Henry confundido.

-Gracias al buen sentido de la moda de Schwoz, hizo que el vestido que estoy usando pareciera algo más normal aquí, solo necesito...- agarré un collar hawaiano de una mesa que estaba ahí -esto-.

-Y en eso tienes razón- habló Charlotte apareciendo a mi lado, que ahora en lugar de traer todo el vestido blanco, usaba accesorios que la hacían ver parte de la fiesta -aloha-.

-¿Qué...?-.

-¿Cómo lo...?-.

Sonreí -bien hecho-.

-____ y yo buscaremos a Rob Moss- dijo con un tono seguro -aloha, el que significa adiós-.

-Aloha, no llamen más la atención-.

Estaba dispuesta a irme con Charlotte, aunque dejara a Henry ahí, solo, sin ningún plan para no verse como infiltrados, al menos debíamos hacer algo nosotras si queríamos atrapar a Rob Moss, o al menos tener un indicio de algo, además Char era demasiado inteligente, incluso creo que podía saber si era él o no al ver uno de sus clones.

Aunque por el otro no quería dejarlo solo, ya saben, por el asunto.

-De acuerdo- dijo mientras tomaba una bebida de una charola -un grupo de personas lleva la misma ropa aquí, es decir que debemos buscar a alguien con esa ropa, necesitamos los lentes de ADN-.

Asentí -iré a pedírselos- tomé una bebida y le di un sorbo -oye, esto es bueno-.

-Lo es ¿verdad?- copió mi acción -debemos venir más seguido a las fiestas de ricos-.

-Ni lo menciones, mis hermanos trataron de poner su nombre en la lista esta mañana, y no lo lograron-.

-Me lo esperaba- río -okay, suficiente de relajarse, tengo que atrapar a alguien antes de irme a Nueva York este lunes-.

Subí y bajé mis cejas pícaramente -Oooooh, irás a ver a...-.

-Si, lo iré a ver- sonrió tímidamente -me invitó ir toda una semana-.

Dang, la idea de que Charlotte se fuera una semana entera a Nueva York no era algo que me encantara escuchar, y es que eso significaba quedarme sola con los chicos en prácticamente todos lados, de Henry no me importaba, pero cuando estaban todos juntos podían explotar el planeta.

-Mmmm- arrugué mi nariz y solté un gruñido -estaré sola una semana con los cuatro chicos entonces, espero no volverme loca-.

-Estarás bien, solo cuida que no rompan nada y que no incendien nada-.

-Oh si, eso es un gran consejo, gracias- respondí sarcástica.

-De nada- guiñó un ojo -iré a echar un vistazo al bar, mantén los ojos abiertos-.

-Iré por los lentes-.

Caminé de nuevo a donde estaban los dos chicos, pasando entre toda la gente aún manteniéndome alerta por si Rob Moss o algún aparecía por ahí, todo iba bien, nada sospechoso, pero siempre que hablo demasiado pronto las cosas inesperadas son las que pasan.

Fuer los que mis ojos divisaron ahí cuando comprobé esa teoría, pues a lo lejos vi como Ray le dio un golpe fuerte a un chef famoso dejándolo en el suelo inconsciente.

Hice un face palm con mi mano, esto tenía que ser una broma, un poco dudosa caminé hasta donde estaban él y Henry.

-¿Qué parte de llamar la atención no te quedó claro?- pregunté a un lado de él.

-¿A qué te refieres? Acabo de golpear a Rob Moss-.

Henry se puso los lentes de ADN para escanear al tipo -ese es... no Rob Moss, su nombre es Jeff Martin-.

-¿Mhm?-.

-Su nombre es Jeff Martin-.

-Raro, debe de ser uno de sus dobles-.

Entrecerré los ojos -él no se parece nada a Rob Moss-.

-Bueno ya saben lo que dicen...-.

-Uhhh ¿no golpees a extraños en la cara?- trató de completar Henry.

-No- Ray hizo una pausa -"los secretos, secretos no son divertidos, siempre, siempre golpea a alguien"-.

Crucé mis brazos, relamí mis labios y opté por simplemente bajar la mirada, porque la verdad ni siquiera me sorprendían sus palabras, era algo demasiado Ray.

-Hay algo mal contigo- le dijo Henry.

-Hay algo mal con tu cara-.

-¿Qué?-.

-Deja de ser inmaduro-.

-¿A quien le dices inmaduro...?-.

Palabras que bastaron para la mini pelea que se formó entre nosotros, y hubiera podido durar toda la fiesta, si no hubiera sido por alguien que tocó el hombro de Ray detrás de él.

-¡Bingo!- se giró con un puño alzado a esa persona.

-¡Ah! ¿Qué rayos te pasa?-.

-¿Piper?- pregunté confundida -¿qué haces aquí?-.

-Sintiéndome bien, viéndome genial- respondió.

Henry dio un paso al frente -lo que ella se refiere es ¿por qué Joss Moss te invitó a sus dulces 16?-.

Así que se llamaba Joss Moss, interesante.

-Soy famosa en internet, me invitan a todo- eso tiene sentido -¿qué están haciendo ustedes dos aquí? En esmoquin, parados a lado de un tipo inconsciente-.

-¿Por qué no cuestionas a ____?-.

Piper dio una ligera risa -porque es ____, no es rara como ustedes- contestó a su hermano.

Alcé las cejas parándome a lado de ella -gracias-.

-Ya lo sabes- sonrió victoriosa -¿qué hacen aquí?-.

-Uhhhhhh... nosotros...- empezó a decir Henry.

-...somos...-.

-...meseros...-.

-¡¿QUÉ?!-.

-Si... estamos trabajando en la fiesta...-.

Al momento en el que Henry completó la frase, Ray comenzó a gritar quejándose, tanto así que fue a quejarse a otra parte cerca de una mesa, asustando a los niños que estaban en ella. Hice una mueca con mi boca mientras lo veía.

-Bueno, si estás trabajando en la fiesta, entonces mesero ve a traerme un ponche fizzy de mango con arándano-.

-Sabes, la verdad es que tengo una lata de ponche justo aquí- habló Ray con la mano dentro de su bolsa -¿por qué no vienes por ella?-.

-No, no, no es necesario, iré por el ponche fizzy de mango- dijo Henry antes de irse -te veo luego-.

Henry me dio un beso en la frente, para después dirigirse a la zona del bar y poder traerle la lata de ponche a su hermana, mientras tanto yo me quedé con ella, Ray, y el mesero inconsciente, cuando de la nada, un Jasper con la ropa más ridícula apareció "deleitándonos" con un baile hula, me daba escalofríos.

Traía una banda de flores en la cabeza, una pañoleta con el mismo diseño, una cosa extraña en la cintura de la misma tela, y una falda verde luau.

-¿Cómo me veo?- preguntó.

-No- respondió Piper, y se fue de ahí.

Suspiré -okay, iré a buscar a Charlotte, al menos se que está en algún lugar lejos de una persona inconsciente-.

Caminé por la fiesta, pasando en medio de la pista de baile, pasando entre todos los invitados que bailaban en medio de esta como si no hubiera un mañana, debo admitir que era une buena fiesta, sin embargo el espacio era demasiado para grande como para encontrar a mi mejor amiga. Que a la vez claro, también buscaba a Rob Moss.

Pasé a un metro y medio del bar, donde pude divisar a Henry hablando muy animado con una chica que vestía un vestido rosa con flores, cosa que invadió mi cuerpo con un poco de celos. Mi consciencia me decía que debía ir con él solo para observar que ocurría, pero la otra parte recordaba las palabras de Charlotte donde decía que debía confiar en él.

Encima, solo salíamos, aunque siguiera sin parecer eso.

Así que sin más preámbulos, agité mi cabeza de lado a lado ignorando por completo esa escena, y seguí buscando a mi amiga por la fiesta... al menos eso creo.

Cuando creí que no había rastro de ella por ningún lado, a lo lejos cerca de la escalera, vi una cabellera con rulos que podía diferenciarse de cualquier persona, entonces lo supe, y fui directo hasta ella.

-¿Dónde has estado?-.

La miré con cara nula -buscándote, y también a Rob Moss-.

-¿Por qué no estás con tu novio?-.

-No es mi novio, Char- contesté dirigiendo mi mirada a donde estaba con la chica -solo salimos-.

-Muy bien, ____, por la forma en la que Henry y tu actúan, es más que obvio que no solo salen, si solo salieran no estuviera en tu casa todos los días después del trabajo, ignoraría tus llamadas- alzó los brazos en el aire.

Ladeé mi cabeza a un lado -Char...-.

-____, él chico ha estado enamorado de ti desde que llegaste a la ciudad-.

-Lo sé, lo sé-.

-Y él te gusta a ti, solo que tardaste en darte cuenta-.

-En también tienes razón-.

-La tengo- sonrió orgullosa -ahora ¿me dirás por qué de la nada odias a Henry?-.

Fruncí el ceño desconcertada -yo no oido a Henry-.

-Cuando dicen que Henry es tu novio lo tomas como si nada-.

A veces odiaba lo inteligente que es.

Podía contarle a Charlotte la reciente escena que había visto de Henry, pero estábamos en una situación en la que importaba más atrapar a Rob Moss que mis problemas amorosos, fue por eso que preferí simplemente...

-Nada- mentir -todo está bien-.

-Ajá- contestó no muy convencida -me contarás algún día, lo sabes ¿cierto?-.

Asentí -créeme, lo sé-.

Después de esas últimas palabras ninguna dijo nada, y no era porque no quisiéramos, si no que no había necesidad de hacerlo, además de que una voz que provenía de las bocinas anunciando una clase de video, llamó nuestra atención.

"Damas y caballeros, por favor dirijan su atención a este video especial de su anfitrión especial, hombre de negocios... ¡Rob Moss!"

Los invitados se abrieron en medio de la pista de baile, para darle espacio a un holograma tamaño real de lo que parecía el original, y no uno de sus dobles, Rob Moss.

Charlotte y yo nos miramos preocupadas mientras aplaudíamos lentamente ante el video.

-Hola todo mundo- habló el holograma -me gustaría desearle feliz cumpleaños a mi hermosa hija Joss, en sus dulces 16...-.

Alcé mi mirada dirigiéndola a donde Rob Moss señalaba, justo para encontrar a la chica que estaba hablando hace unos momentos con Henry, que se dirigieron miradas junto con dos grandes sonrisas, logrando que un involuntario nudo en la garganta apareciera.

-El cumpleaños más importante de toda chica- todos volvieron a aplaudir -desafortunadamente debido a un malentendido con el Departamento de Policía de Swellview, respecto a un número de crímenes que NO cometí, no puedo estar aquí en persona-.

-¡Aw, vamos!- exclamó Ray llamando la atención.

Rodeé los ojos, suspiré y seguí observando el video mensaje para "Joss Moss".

-Joss, lo siento por esta noche- continuó hablando Rob -pero si tengo una sorpresa para ti...-.

De un momento a otro, el holograma empezó a brillar como una estrella gigante, impidiendo que el holograma de Rob Moss siguiera a la luz, sin embargo cuando todo volvió a la normalidad por así decirlo, en carne y hueso apareció haciendo una pose extraña, el mismísimo Mob Boss Rob Moss.

-¡Sorpresa! ¡Estoy aquí!-.

Directo a la boca del lobo.

...

La fiesta se había puesto por primera vez interesante, y es que después de que Rob Moss apareciera, una mesa llena de regalos llegó para posicionarse en medio de la pista, con la atención de todos sobre los dos familiares que reían, sonreían y abrían los regalos en serio costosos que estaban en las cajas.

Me encontraba anonadada, sentada en una mesa con Charlotte y Jasper, que al igual que a mí, cada regalo que Joss sacaba nos dejaba sin aliento.

-¿Oigan vieron eso?- preguntó Henry sentándose en la silla a lado de la mía.

Asentí rápidamente -ajá...- respondí sin despegar la vista de los regalos.

-Joss acaba de recibir un brazalete tenni's de diamantes- siguió Char de la misma forma.

-Precioso- habló Jasper.

-¡No! Ray acaba de ser arrastrado por tres dobles de Mob Boss Rob Moss- di un grito ahogado -¡si!-.

-¡Esa es una Bolsa Gherkin!- exclamé, moví a Charlotte de un lado a otro -¡esa es una Gherkin!-.

-Precioso- Jasper -¿quieren que robe esa Gherkin?-.

-¡Si!- contestamos Char y yo al unísono.

-¡Chicos!- gritó Henry.

Jasper golpeó su brazo -Su padre probablemente la robó primero, no es robar si la robas de un criminal-.

Ladeé mi cabeza -no es correcto, pero me gusta lo que dices ahí-.

Si la pregunta era si estaba ignorando a Henry, así lo era, no era mi culpa que le dieran regalos tan asombrosos a Joss, y si, no quería verlo a los ojos en estos momentos si no lo mataría justo aquí.

-Chicos ¿podemos concentrarnos en lo que le pasó a Ray?-.

Chasqueé mi lengua -si tanto te preocupa Ray ¿por qué no le preguntas a tu amiga Joss dónde puede estar?-.

-¿Qué?-.

-Si, si, si, si como sea- intervino Char -es indestructible, estoy segura que está bien-.

-Tienes razón, debe de estar bien-.

Arqueé mis cejas con la atención directa a los regalos, cuando sentí una mirada puesta sobre mí, no bastó más de un segundo para saber que se trataba de Henry, no quería hacer contacto visual con él, no sabía que lo había visto hablar con Joss, así que aunque por mucho que me doliera, mantuve la vista puesta sobre los regalos, ignorándolo.

La chica abrió una caja sacando una gran cantidad de billetes chillando "Papi ¿cómo sabías?", abrazó a su padre, los dos felices, pero segundos después, Rob cambió su expresión feliz a una seria, se alejó de su hija y pasó a un costado de nosotros caminando de forma firme.

Cubrimos nuestros rostros.

-Rob Moss se mueve...- dijo Charlotte.

-La Gherkin sigue ahí-.

-Estoy en eso- completó Jasper mientras se levantaba de su silla y se escabullía a donde los regalos.

Arrugué mis labios -¿viste a dónde metieron a Ray?-.

-Si, pero hay un tipo grande cuidando la entrada secreta- respondió Henry -a lo que digo es bastante cool-.

-¿Sabes que es bastante cool?- Char -una Christian LaBoutin para cargar perros que no sabía que existía-.

-¡¿Qué?!-.

Y en efecto así era, la Christian LaBoutin que traía Joss en el hombro ni siquiera había salido en Estados Unidos, solamente en Francia, eran imposibles de conseguir y demasiado caras, pero cuando eras hija de un mafioso, creo que todo podía ser posible.

-Creo que puedo entrar ahí- habló Henry -solo necesito una distracción.

-¡¿Has visto lo que Joss está abriendo ahí?!-.

Di una risa sarcástica -créeme que si ha estado viendo, y no los regalos-.

-Wow, wow, wow, wow ____ ¿qué ocurre?-.

Rodeé los ojos desesperada, y por primera vez después de mucho tiempo, hice contacto visual con él. Comencé a abrir mi boca para decirle todo lo que tenía guardado sobre el asunto de Joss, gritarle que había visto todo y restregarle lo mucho que me molestaba, pero gracias a Piper que apareció detrás de él, no pude hacerlo.

-¡Henry!-.

-¡AH!-.

-¿Dónde está mi ponche fizzy de mango y arándano?-.

Henry se levantó de la silla -ummm, voy a...-.

-Sabes que, olvídalo- lo interrumpió -voy a hablar con tu gerente-.

-No, no, no, no, no, no hagas eso, okay, voy a darte el ponche-.

-¿Lo harás? Porque escuché eso de ti hace 10 minutos-.

-Eres tan...-.

Para ponerle fin a esa discusión, le hice señas a Charlotte de que tomara el ponche que estaba en la charola de la mesera real que caminaba junto a nosotros. Hizo caso a mis palabras, cuando ya tenía el ponche en las manos, y lo agitó de arriba a abajo para activar el gas dentro de este. Buena esa.

-¡Aquí tienes!- le extendió la lata.

Piper lo aceptó -gracias, Charlotte- y sin decir más se fue de nuestra mesa.

Henry se sentó de nuevo en la silla -solo necesito una distracción-.

-Ya lo hizo- respondí sin emoción.

-¿Qué?-.

-Le di una soda- siguió mi amiga -sacudida, no revuelta-.

Me giré lentamente a donde estaba Piper, cerca del equipo de música, donde estaba a punto de abrir el ponche que le habíamos sin dado, tal y como lo esperábamos, nuestro plan salió a la perfección, pues en cuanto la pequeña Hart abrió la lata, esta explotó por el gas agitado, logrando un gran caos en toda la fiesta.

La gente corría del jugo que salía de la lata, el equipo de música se había dañado, y Piper solo gritaba de un lado a otro.

-Oooh- exclamó Henry.

Este sacó su tubo de transformación, se levantó de la silla y se fue directo a la puerta secreta donde habían metido a Ray.

...

Los minutos pasaron, y lo único interesante que pasaba ahí, era Joss abriendo sus fabulosos regalos, ya que Henry había dejado un incómodo ambiente entre nosotros, excluyendo a Charlotte, que ahora no dejaba que la imagen de ellos dos hablando se fuera de mi cabeza, era tan absurdo.

Los regalos de Joss se volvían repetitivos, la fiesta se volvía aburrida, ya no había música, lo único divertido era ver a Jasper escondido debajo de la mesa de regalos tratando de robarse las cosas, ya que como él había dicho, no era robar si venía de un criminal.

Sin embargo a pesar de eso era aburrido... o al menos eso creía, hasta que de la nada Rob Moss salió por la puerta secreta bastante ajetreado, pareciendo como si quisiera escapar.

-¡Papi! No te puedes ir ahora- le dijo Joss.

-Lo siento cariño, me tengo que...-.

Pero antes de que Rob Moss pudiera terminar su oración, fue arrastrado directo por todo el patio hasta la puerta secreta, los enlaces de brazalete, causando que todos los presentes aplaudieran, en cuanto a Char y a mí, nos encontrábamos bastante sorprendidas, porque eso significaba que Henry y Ray lo habían logrado.

Mi amiga y yo nos levantamos de la mesa, y caminamos hasta la mesa de regalos, donde salió Jasper debajo de esta sigilosamente, tomó con cuidado la Gherkin y se fue dando una rodada gimnástica.

-Bien pensado- hablé.

-Es inteligente cuando quiere-.

La policía apareció llevándose a Rob Moss, también haciendo que toda la gente de la fiesta se fuera debido al temor de se arrestados también, los que hacían el show empacaron y todo se volvió desértico en el patio de la Mansión Moss.

-¿Tienes la Gherkin verdad?-.

Jasper la sacó con cuidado -aquí está-.

-Perfecto, este es el plan- dijo Charlotte -tomaré la bolsa como si fuera mía y después caminaremos por el patio rápidamente, nos vamos a despedir como si nada-.

-Vamos, vamos-.

-Y veremos a Ray y Henry en la Man Truck-.

Asentí -bien, okay, hay que ir-.

Comenzamos a caminar de lo más casual que pudimos vernos, y justo cuando estaba estipulado en el plan, cuando pasábamos por la pista de baile, estaba Joss Moss despidiendo a sus bailarines de hula.

-Adiós Joss- dije con una sonrisa falsa.

-Gran fiesta- Jasper.

-Feliz cumpleaños- terminó Char.

La chica nos miró extrañada -¿esa es mi Gherkin?-.

Detuvimos nuestro paso en seco, y sin saber que responder o que decir lo único que nos limitamos fue a seguir caminando.

-Adiós Joss- repetí de la misma manera.

-Gran fiesta-.

-Feliz cumpleaños-.

Rápidamente subimos las escaleras, y corrimos a la puerta principal dispuestos a ya subir la bolsa al Man Truck para poder esperar a Ray y Henry, cosa que no simpatizaba ahora, pero como sea, estábamos a nada de llegar a la puerta principal, cuando Jasper soltó un grito ahogado arruinando nuestro plan.

-¿Qué?-.

-¡Olvidamos la Christian LaBoutin- dijo.

Solté un gruñido -iré por ella, los veo afuera-.

Con toda la desesperación y cansancio del mundo, crucé de nuevo toda la casa para volver al patio y tomar la Christian Laboutin, que de cierta forma valía la pena, ya que ni con cinco años trabajando en Junk N' Stuff podría comprarla.

En fin, me encontré con varios guardias de la casa caminando por todos lados desesperados pues su jefe había ido a prisión, sin embargo no tenía importancia ya que no tomaban en cuenta mi presencia.

Salí por la puerta hacia el patio, caminé hasta las escaleras, pero cuando estaba a punto de bajarlas, detuve mi paso por una apuñalada en el pecho que había sentido causado por la escena que ocurría a mitad del patio ante mis ojos.

Mi respiración se agitaba, la ira inundaba todo mi cuerpo, al mismo tiempo que unas impresionantes ganas de llorar hacían que mis ojos se cristalizaron, el sentimiento de ser una completa tonta lo tenía en estos momentos, y así era como lucía, pues la imagen de Henry con los labios de otra chica frente a mí nunca fue algo legítimo hasta ahora.

Negué constantemente, mientras una risa cínica salía de mi boca, causando que Henry se separara de la chica.

-____- soltó cuando me volteó a ver.

-Soy una tonta- seguí riéndome con ganas de llorar -soy una completa tonta-.

-¡No espera!-.

Me fui caminando a paso firme, las lágrimas corrían por mis mejillas involuntariamente, odiaba llorar, nunca lo hacía, solamente cuando algo dolía hasta mi alma, y creo que este era uno de estos momento.

Caminé por toda la casa con los gritos de Henry detrás de mí pidiéndome que me detuviera, pero ni de broma lo haría, y ese era mi plan.

-¡____! ¡Espera!- pero me tomó del brazo -no es lo que crees, no es lo que tu viste-.

-No me vuelvas a hablar, nunca-.

-¡Necesito explicarte!-.

-¡Explicarme qué!- le grité -¡¿Cómo eres un mentiroso?! "Ah si ____, quiero que seas la última en mi vida"-.

-Y lo eres...-.

Solté una risa -no así Henry, no así- relamí mis labios -no me vuelvas a hablar ¿de acuerdo?-.

Di una vuelta firme y salí de la casa, ignorando las palabras de mis amigos preguntándome si estaba bien, ya que bueno, si había llorado, así que con todo lo que me dolía en estos momentos, lo único que hice fue caminar, y solo caminar, repitiéndome en la cabeza lo tonta que había sido al creer que Henry podía cambiar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro