-¿A dónde me llevas?-.

-Has ido a ese lugar- contestó riéndose -no te asustes-.

Alcé mis cejas -eso me hace preocuparme más-.

Volvió a reír -____, haba en serio, no te asustes, no es la gran cosa realmente, además no es como si fuera a matarte-.

Ladeé la cabeza -bastante justo, pero ya en serio ¿a dónde vamos? Puede que no lleve mucho tiempo aquí en Swellview pero sé que nunca he estado aquí- miré a mi alrededor -reconocería este lugar-.

-Solo, sigue caminando-.

Después de habernos ido de la Capi Cueva, con Ray a nada de asesinar a Schwoz solo por el simple hecho de haber destruido su katana, Henry y yo salimos de ahí lo más desprevenidos que pudimos, tratando también de no involucrarnos, ya que si lo hacíamos, se convertiría en una guerra de nunca de terminar, algo que en serio no era necesario.

Como sea, cuando salimos de Junk N' Stuff, Henry había comenzando con el tema de ir a su lugar misterioso, cosa que me estaba dando un poco de escalofríos ya que íbamos por un rumbo que nunca había pisado por Swellview, y más porque era un camino lleno de tierra, y con como si estuviéramos escalando alguna colina, porque sin duda era un lugar alto.

Habíamos estado caminando por más o menos 15 minutos, mas sin embargo, si soy completamente sincera, parecía una eternidad.

-De acuerdo- paré mi paso en seco -¿a dónde vamos?-.

Él volteó a verme y dejó de caminar -es una sorpresa, lo verás cuando llegamos-.

-Henry, hemos estado caminando por minutos-.

-Y te toca esperar más, andando-.

Suspiré -tan solo, dime en que parte de Swellview estamos, creo que puedo ver Neighbour Ville desde aquí-.

-No es Neighbour Ville, es solo las afueras de la ciudad, ya sigamos, ya casi llegamos-.

-De acuerdo-.

Creo que en definitiva debía comenzar a hacer más ejercicio, al menos volver a tenis como en San Diego, solo que aunque quisiera, el trabajo en la Capi Cueva, y Junk N' Stuff, era demasiado demandante, más que nada por el adulto inmaduro de Ray... si.

En fin, Henry y yo estuvimos caminando durante cinco minutos más, pasando entre ramas, aún un poco de tierra, y una enorme cantidad de árboles, hasta que por fin él chico rubio que venía frente a mí se detuvo en una zona donde no había absolutamente nada, solo unas placas enormes de metal frente a nosotros, con unas barras del mismo material deteniéndolas, las cuales me daban una idea del lugar donde podíamos estar.

Y que para nuestra buena suerte, hacían que el cálido viento de verano se detuviera.

Fruncí mi ceño un tanto concertada ante la situación, mientras que Henry se giraba hacia mí con una enorme sonrisa en su rostro.

-Ya llegamos- dijo él con emoción.

Asentí -¿dónde estamos?-.

-Pues, no había venido aquí desde que tenía 14, cuando recién había comenzando a ser Kid Danger- empezó a decir tomando mi mano -y no había regresado desde entonces-.

Con mi mano entrelazada con la suya, con cuidado nos dirigimos al otro lado de donde estaban las placas de metal, dando vista a lo que jamás creí ver en toda mi estadía aquí, causando que una ola de escalofríos apareciera por mi columna, una sonrisa involuntaria, y por último el sentimiento que había estado en mi cuerpo desde el día de la cena con el novio de Piper.

-Monte Swellview- dije con un hilo de voz.

-Exacto-.

La vista era impresionante, se podía ver el Freeway de la ciudad al igual que el Highway fuera de la ciudad, los autos pasaban, las luces brillaban a todo su esplendor, y es que a pesar de ser una ciudad muy extraña, de noche era muy hermosa.

Estuve admirando la vista durante varios segundos, inundándome del fascinante panorama, hasta que de la nada, un recuerdo de las palabras de Charlotte hace un año me vino a la cabeza, haciendo que todo mi trance de desvaneciera, y volteara a ver a Henry en serio impactada y un tanto confundida también.

-Eres un...- lo volteé a ver riendo -la última vez que viniste aquí fue cuando Ray y tú estaban capturando a los Wild Dogs, esos villanos que dibujaban por toda la ciudad-.

-Una disculpa ¿qué?-.

Negué divertida -cuando te besabas con Veronica, y te hiciste pasar por uno de ellos para atraparlos-.

Henry abrió los ojos y rascó su nuca -Um... no tengo... no tengo idea de que estás hablando-.

-No tenías muchos meses de ser Kid Danger-.

-No... no, no recuerdo eso... no-.

-¡Y la besaste justo aquí!-.

-¡SI!- sacudió su cabeza de lado a lado -digo ¡NO! digo- soltó un bufido -como es posible que yo me haya besado con una criminal digo...-.

Para ser sinceros no me molestaba en lo absoluto que Henry se haya besado con esa chica, todavía no lo conocía cuando lo hizo, así que en lugar de que esto me molestara, me causaba gracia como era que lo negaba constantemente, mientras que balbuceaba aún negando que no era cierto, era tan divertido.

-... eso va fuera contra las reglas de ser el compañero de un superhéroe- dio una media sonrisa nerviosa -quiero decir... si lo hiciera, lo cual no lo he hecho, podría haber...-.

Aunque debo admitir que lo único que me "molestaba", había sido el hecho de que me trajera al exacto mismo lugar donde se besó con ella, quiero decir, le creo que no haya vuelto desde ese día, pero... bueno, ustedes entienden.

Y mientras más lo negaba, cada vez hablaba más, sacando temas sin sentido, y palabras que ya ni siquiera tenían que ver con el tema principal, fue cuando me di cuenta que era hora de terminar mi diversión.

-Henry-.

-... pero si lo tomas de esa forma... um... las veces que he estado aquí...-.

-Henry-.

-... no soy muchas para contarlas, solo es un monte...-.

-Henry-.

-... Ray viene más aquí que yo, pero aún así...-.

-Henry-.

Se río -y es gracioso porque...-.

-¡Henry!- por fin dejó de hablar -lo entiendo, está bien-.

-¿Lo haces?-.

Asentí tranquila -lo hago, y no tenías que decirme todas esas excusas ridículas, Charlotte me contó de esto hace mucho tiempo-.

-Entonces ¿no estás molesta o celosa?-.

Encogí mis hombros -no tengo porqué estarlo, creo los dos tenemos muy en claro que no soy la primera chica en tu vida, así como tu no eres él primer chico en la mía-.

Henry se quedó callado durante unos segundos, analizando todo lo que le había dicho, y aunque fuera algo duro de decir, era toda la verdad, tal y como lo había dicho antes, estábamos conscientes de aquello.

-Probablemente tengas razón- habló.

Me acerqué lentamente a él -la tengo-.

Henry sonrió -me impresionas, en serio lo haces-.

-Bueno, que te puedo decir, eso es lo mejor que hago- le devolví el gesto.

-Aunque, sabes, me gustaría que fueras la última chica en mi vida, como en serio la última-.

Relamí mis labios y lo miré directo a los ojos -Henry...-.

La idea de que Henry fuera la última persona amorosa a mi en mi vida no sonaba en lo absoluto mal, al contrario, me encantaba, pero como un concepto de la vida real sabemos que no todo durará para siempre.

Con esfuerzo de ambos, confianza, posiblemente si, pero nada está escrito en nuestras vidas, y estaba segura de que si comentaba algo parecido a esto lo destrozaría, sin embargo por el otro lado, sabía que él también lo estaba pensando.

-Te estaría mintiendo si te dijera que no- dije sonriendo, copió mi gesto -y me encantaría-.

¿Qué? No estaba mintiendo, en serio me encantaría que él fuera el último chico en mi vida, pero ya di mis argumentos.

-Buena decisión-.

-Oh si, lo es- solté una pequeña risa -entonces, estuvimos caminando por mucho tiempo, no sentiré mis pies mañana, estamos en el Monte Swellview-.

-Si, bueno quería traerte a admirar la vista, espero que te guste-.

-Como no tienes idea-.

-Es de las cosas buenas que tiene esta ciudad, no puedo creer que nunca hubieras venido-.

-¡Oh! No, si había venido, cuando Ray te enseñaba a volar en helicóptero, pero nunca cine a esta parte, donde está el letrero claro-.

Henry alzó las cejas -es de mis lugares favoritos, vi muchas cosas locas aquí, y te lo digo porque antes de esto lo más loco que había visto era a la Srita. Shappen cortarte el vello de los tobillos-.

Fruncí el ceño a la vez que mostraba una expresión de asco, debo admitir que no era lo más loco que había escuchado sobre la Srita. Shappen, pero si era lo más asqueroso que había escuchado en mi día, tanto que así que me causó escalofríos, más que la boda de Schwoz con Halley que apreciamos, y hablando de Schwoz, no puedo creer que estuvo saliendo con la Srita. Shappen un tiempo, él es mejor que eso.

-Perturbador-.

-Creéme, lo sé- Henry se sentó en una de las piedras grandes que había por ahí, seguido de mí que hice lo mismo que él -okay, okay, cosas divertidas, cosas divertidas, dejemos de hablar de nuestra maestra rara, es verano-.

Suspiré -si, no puedo creer que todo haya pasada tan rápido-.

-Ah no, pero aún falta tu cumpleaños- me golpeó ligeramente con su hombro.

-Ni lo menciones, posiblemente tendremos que pasarla en la Capi Cueva, aguando los caprichos de Ray por hacer algo que él no quiere, mientras que a ustedes los llaman por alguna emergencia-.

-Pero creí que tus padres vendrían de San Diego, y dijiste que Ian volvería de Nueva York-.

-Lo más probable, aunque después de lo que pasó el año pasado, y lo que pasó hace algunos meses, no tengo idea si vendrán- contesté bajando la mirada a mis manos.

Mis padres se habían perdido un cumpleaños mío, no fue la gran cosa, no le presté mucha importancia, me dijeron que vendrían este cumpleaños, aunque por lo que pasó la vez del satélite cuando besé a Henry y todo Swellview se enteró, no quería que vinieran, se le podía zafar un tornillo a mi madre y quererme llevar por cualquier cosa de nuevo.

No era una opción, ahora con lo de Henry, que por cierto no les diría, pero si se enteraba podía sacarse cualquier cosa de la manga.

-Pero estarás con nosotros- dijo Henry mientras tomaba mi mano con la que jugaba -conmigo, no tienes de que preocuparte-.

-Si, tienes razón- sonreí.

-Y si que la tengo- suspiró -de acuerdo ¿qué haremos mañana?-.

Alcé mis cejas -¿haremos? Como los dos-.

-Si, vamos ____, es verano, tenemos esta época una vez al año, no existen mucho mientras seamos solo adolescentes, luego nos graduaremos y no será lo mismo-.

-El último de hecho- hablé entre dientes.

-¿Qué dijiste?-.

-Nada, pero si, tienes razón- cerré mis ojos agobiada -no, olvídalo, tenemos clase de música-.

Henry me miró confundido -no estamos en la escuela ¿por qué deberíamos tener clase de música?-.

Rodeé los ojos -¿lo olvidaste?-.

-No... no... no lo olvidé- soltó un bufido -pero solo para estar seguros tal vez podrías mencionarlo, solo para estar seguros de que es la misma cosa de la que estamos hablando-.

La forma en la que Henry decía eso, era usando su tono de no tener idea de lo que estaba diciendo, fingir que en serio lo comprendía, pero a la vez tratando de hacer que la otra persona lo dijera para incluirse en la conversación.

Para no hacerle el trabajo más complicado, y que no gastara sus últimas neuronas de verano, decidí decirle.

-Ray nos obliga a tomar clases de música- le dije obvia -Charlotte, Jasper y yo hemos ido estos últimos días, también se supone que deberías de ir tú-.

-¿Por qué Ray nos hace tomar clases de música?-.

Solté un gruñido -porque quiere crear una banda, la "Capi Banda", así puedan contratarnos para Bar Mitzvás-.

Podía parecer una broma, pero no lo era, hace como una semana o más, Ray nos inscribió a la escuela de música de Swellview, solo porque tuvo la más brillante idea, nótese el sarcasmo, de iniciar la Capi Banda para Bar Mitvás; Charlotte tocaba el bajo, Jasper tocaba el clarinete, y yo tocaba la guitarra eléctrica.

Henry se supone que debería de tocar el teclado o algo así, pero como nunca había ido a una clase, no creo que Ray lo acepte en la Capi Banda.

-Oh si- exclamó este recordando -la Capi Banda, Charlotte le dijo que era una mala idea por el nombre-.

-Y él le dijo que era algo ridículo y que ella debería leer un libro-.

-Y luego Charlotte le contestó que era por la seguridad del secreto-.

-Y Ray se puso las manos en los oídos cerró los ojos e hizo "la la la la la la la"-.

Henry se río -see, yo le enseñé eso-.

-El día que May Kew fue a Junk N' Stuff- respondí seria -se perdieron de muy buena comida ese día-.

-¡AHHH "LA LA LA LA LA LA LA"!-.

Como lo esperaba, Henry comenzó a hacer esa acción que había descrito hace unos segundos, y es que siempre que alguno de nosotros mencionaba el día que May Kew vino, Ray y él hacían eso, todo porque se perdieron de la comida y no querían recordarlo, algo bastante gracioso.

-¡Okay! ¡Suficiente!- grité divertida -¡deja de hacer eso!-.

Henry quitó las manos de us oídos -¿lo prometes?-.

-Lo prometo-.

Después de eso, Henry y yo nos quedamos hablando un poco más en la cima del Monte Swellview, riendo, diciendo cosas sin sentido, discutiendo la nueva e increíble temporada de Dog Judge, al igual sobre porqué deberíamos de volver a ver en este verano la segunda temporada de Will & Grace.

"¡Es una gran temporada!"

Habíamos realizado planes para todo el verano, incluyendo mi cumpleaños, de vez en cuando dos o tres besos, y más que nada solo felicidad, y la verdad eso era todo lo que estaba bien, no necesitaba más.

La primera cita.