Se acercan los últimos capítulos de MY GIRL :(

Y se acerca maratón

...

PRESENTE 

Finalmente éramos libres, la última semana de clases se había pasado más rápido de lo que esperábamos, aunque realmente no ocurrió mucho, no tuvimos casi clases, podíamos salir a la hora que queríamos, hubo una enorme despedida a los de último año, se fueron a una noche en el desierto, cosas que pasarán dentro de un año para nosotros... rayos. 

Sentí un escalofrío recorrer mi espalda al momento de pensar en eso. 

No lo había analizado de esa manera, dentro de muy poco estaré aplicando a universidades al igual que todos nosotros, tendré que irme de Swellview por la escuela a la quiero ir, renunciar a mi trabajo, separarme de Charlotte, Jasper y dejar a... Henry, este era el último verano antes de que comenzara la nueva vida, y por eso mismo debía de ser el mejor. 

Swellview tenía la fama de ser un lugar tranquilo durante el verano, no pasaba la gran cosa en estos meses, y lo mejor es que a Ray a veces no le importaba si íbamos al trabajo o no, pero como era la costumbre, casi siempre nos pasábamos ahí más tiempo que en cualquier otro lado. 

En fin, al ser el último verano como adolescentes, habíamos acordado que la pasaríamos como nunca desde que en el descanso de primavera Jasper se atoró en el tobogán de agua del parque acuático, ya no habría más accidentes ni nada por el estilo, y además que mi cumpleaños está cerca y las cosas con Henry van de maravilla. 

Y para comenzar a hacer este verano el mejor de todos, comenzó siendo exactamente siendo eso, ya que el primer lunes de la primera semana, apareció un comercial en la televisión con una oportunidad, que hizo que todo Swellview se volviera loco.

Tomé otra lata de Frittles, lancé la tapa a no se donde, y vacié el contenido en la mesa del sillón giratorio. 

–¡Argh!– me quejé, lancé la lata –aquí tampoco hay nada–.

–¡Vamos!– exclamó Jasper. 

–¡¿Es en serio?!– Charlotte –llevamos tres días buscando, Jasper fue a comprar el estante entero de Frittles en Swell Goods ¿cómo puede ser posible que no haya?–. 

Cerré los ojos tratando de calmarme, y tiré al suelo todas las Frittles que había en la mesa, lo que calculo eran más o menos papas de seis latas. 

Estábamos en la Capi Cueva, Jasper, Charlotte, Henry y yo, por tercer día consecutivo, buscando una maldita Frittle platinum que nos iba a dar una de las mejores experiencias de verano, existía solo una en todo el estado... y no la teníamos. 

Habíamos comprado todas las latas que podían existir de todas las tiendas posibles, pero cada una que abríamos solamente tenía Frittles normales, ninguna platinum. 

–Tenemos que ir a comprar más latas– dije mientras abría otra –ya solo nos quedan cinco–. 

–Ya nos quedamos sin dinero– respondió Charlotte. 

–Usaré la tarjeta de la Capi Cueva– siguió Jasper vaciando la lata que él tenía –no creo que se de cuenta... ¡oh vamos!–. 

Era una especie de necesidad encontrar la papa platinum ¿por qué lo era? Ni la menor idea, pero al menos debíamos mantenernos ocupados durante el verano, y así lo hacíamos. 

Jasper, Charlotte, y yo buscábamos la papa, mientras que Henry hacía una torre enorme con las latas que lanzábamos, que increíble forma de entretenimiento. Además de que no estaba Ray, y no había visto a Schwoz en días. 

–¿Pueden pasarme otra lata de Frittles?– pidió Henry. 

–Claro– le extendí una –toma–. 

–Gracias–. 

Henry tomó la lata de Frittles, para después acercarse más a mí, y darme un corto beso en los labios, logrando que nuestros dos amigos hicieran: "Awwwwwww". 

–Tan lindo– dijo Jasper sonriendo. 

–¿Qué es lo que decías hace unos meses en Halloween, ____? ¿Qué...?– preguntó Charlotte. 

Rodeé los ojos, no de mala manera –ya Char, puedes decirlo–. 

–Te lo dije–.

–Si, me lo dijiste–. 

–Y se lo puedes volver a decir–. 

Como lo esperaba, Henry puso la lata de Frittles en su torre, se volvió hacia mí, me tomó de las mejillas y me plantó ahí otro beso, solo que esta vez un poco más largo que el anterior, a lo que respondí abrazándolo por el el cuello, cosa que hizo que se fuera haciendo un poco más diferente e "intenso" que el anterior. 

Los besos de Henry se habían convertido en mi debilidad así es, pero es que sus besos eran los más suaves que una persona podía tener, y que el bálsamo para labios que usaba lo mejoraba todo, era algo que podía hacer todo el día. 

–De acuerdo, pero no aquí– habló Charlotte. 

–Si, tienen todo el verano para eso, aquí no– le siguió Jasper –ahora tenemos que buscar esa papa–. 

Nos separamos y reímos ligeramente, le di un último beso corto, para así poder seguir con la búsqueda de la Frittle Platinum.

Estábamos tan concentrados abriendo otra lata de Frittles, cuando de repente se escuchó que alguien había llegado por el elevador. 

–¿Notan algo diferente en mí?– Ray. 

–¿Te cortaste el cabello?– pregunté sin si quiera voltear a verlo. 

–¿Bajaste de peso?– Char de la misma manera. 

–¿Cirugía de nariz?– Jasper. 

–¿Nuevo suéter?– Henry. 

–¡Compré una espada!–. 

En cuanto Ray terminó su frase, los cuatro dejamos de buscar entre las papas que había sobre la mesa, y alzamos nuestra vista a donde Ray estaba, todos con los ojos abiertos sorprendidos y sinceramente un tanto preocupados, al menos por mi parte. 

Ray traía en efecto una espada colgada en la espalda, que hacía que su expresión de satisfacción diera más miedo, oh jeez. 

–¡KATANA!– gritó él. 

De la nada, Ray corrió a donde estaba la torre de latas que Henry estaba haciendo mientras seguía gritando, destruyó la torre, se movió a donde estaban las papas sobre la mesa y las empezó a aplastar todas con su espada. 

Sin pensarlo dos veces, todos los que estábamos en el sillón nos levantamos de este asustados por la forma en la que estaba reaccionando sin pensar, es decir, como siempre lo hacía. 

–¡¿LA AMAN?!–. 

–¡NO!– respondimos Henry y yo al mismo tiempo. 

–¡La odio!– gritó Charlotte. 

–¡Aterrador!– terminó Jasper. 

Ray soltó un bufido –¿por qué? Es una espada, puedo usarla para rebanar cosas, cortar cosas, pelear con ninjas, asegurarme de que mi cabello se vea perfecto...– alzó la espada para verse a sí mismo –y lo hace–. 

–O ¿accidentalmente matarnos porque eres un temerario?– pregunté con ironía. 

–Eso es lo que me preocupa– concordó Henry poniendo su mano en mi hombro. 

–Justamente eso–. 

–¡Aterrador!–. 

Ray con una espada era como un peligro para la nación, literalmente hablando, además le decíamos temerario porque no pensaba en nadie más que en él, y siempre, siempre, actúa sin pensar, así que, cualquier movimiento en falso con la espada, podríamos estar asistiendo a algún funeral próximamente. 

–Yo no soy un temerario– dijo Ray –¡oh, Jasper! Ponte una lata en la cabeza, voy a cortarla la mitad–. 

Jasper nos miró asustado mientras se ponía la lata en la cabeza –ayúdenme–. 

–No, no, no, viejo, no ¿de acuerdo?– intervino Henry –estas latas no son para práctica de espada–. 

–Uh... Henry, todo puede ser usado para practicar de espada– Ray alzó su espada –eso es lo que las hace tan asombrosas–. 

–Pero no con estas latas– hablé acercándome más a ellos dos –estamos tratando de buscar una Frittle platinum y ganar un premio–. 

–¿Sabes que puede encontrar la Frittle platinum?–. 

Henry suspiró –por favor no digas "mi espada"–. 

–Justicia– contestó –el cual es el nombre de mi espada–. 

–Y ahí está– sonreí de forma falsa. 

–Ray, si quieres estar con nosotros para ganar el premio, tienes que guardar la espada, por el bien de todos– habló Char. 

–De acuerdo–. 

El temerario, es decir Ray, hizo un movimiento extraña con la espada e hizo el intento de guardarla en el estuche que colgaba de su espalda, pero todo eso fue fracaso, ya que en su intento de hacerlo la espada cayó en el suelo. 

–Pretendan que eso funcionó– recogió la espada, y volvió a intentar guardarla –entonces uh... ¿de qué se trata este premio Frittle?–. 

Lo miré incrédula –¿qué no has visto el comercial? Ha estado en la televisión todos los días, todo el día–. 

–Si, es donde Jack Frittleman está como de...– empezó a decir Henry –"¡Hey, Niños!..."–. 

En ese momento, Jasper, Charlotte, Henry y yo comenzamos a interpretar el comercial justo como aparecía en televisión. 

–"¿Acaso les gusta ganar cosas por comer cosas?"– siguió hablando Henry.

"¡SI!" respondimos los tres al unísono son voces agudas. 

–"Pues entonces es día de suerte porque... he escondido una Frittle Platinum dentro de una lata tamaño completo de Frittles, y quien sea que encuentre esa Frittle Platinum ganará... diles Delilah"–. 

–"¡Un viaje gratis a Frittlelandia con todos tu Frittle amigos!"– respondió Jasper con voz de mujer. 

–"Donde vas a comer conmigo, estrella de telenovela, Juan Antonio Cruzeras"–. 

–"¡Así que compren, compren, compren, y coman, coman, coman y ganen, ganen, ganen"– siguió hablando Henry. 

"¡FRIIIIIIIIIIIIITTLLLLLLLLLEESS! ¡Ponlas en tu boca!"

Debo de admitir que si no trabajáramos para Ray, y si no tuviéramos planes ya para cuando salgamos de la escuela, estaríamos directo en Hollywood, actuando y siendo estrellas de cine, porque esa interpretación de comercial había sido incluso mejor que el comercial, lástima que éramos personas normales. 

–Oh, ese comercial– habló Ray después de ver todo. 

Alcé mis manos y asentí –ya sabe cual es–. 

–Lo entendió perfecto–. 

–Tiene que ver con la música, la música es importante–.

–¡CUIDADO CON SCHWOZ!–.

De la nada, cuando estábamos en nuestro asunto de comercial, la voz de Schwoz se había escuchado por toda la Capi Cueva, seguido de él, en persona, bajando por un lazo, del techo, una mochila con lo que parecían provisiones, un casco con linterna y otras cosas de explorador. 

–¡He regresado!– anunció él. 

Fruncí el ceño –pregunta ¿cuándo te fuiste?–. 

–¡Hace 3 días! Estuve recorriendo toda la computadora de la Capi Cueva ¿no se dieron cuenta de que me había ido?–. 

Los cuatro nos quedamos viendo a un punto fijo, aceptando que no nos habíamos dado cuenta de su ausencia, pero no éramos tan tontos como para admitirlo así nada más. 

–Uhhhh... si, si–. 

–Entonces ahí es donde estabas– dije "sorprendida". 

–Te extrañé, hermano–. 

–Fue mucho tiempo eh–. 

–No teníamos ni idea–. 

–...Espada de Justicia...–. 

Schwoz se quitó la mochila que tenía en la espalda dejándola en el suelo, y lanzó el lazo de artes que traía por el techo. 

–Revisé toda la red informática de la Capi Cueva– comenzó a decir –así puedo activar esto–. 

Sacó un cubo color azul brillante, con una especie de núcleo en el medio que se movía de una manera increíble, se veía inteligente. 

–¿Qué es eso?– preguntó Jasper. 

–¿Es para práctica de espada?–. 

–Bueno... técnicamente todo puede ser usado para práctica de espada– contestó Schwoz. 

–¡Así es! Ahora pon ese cubo en tu cabeza–. 

Ray señaló el cubo con su espada, para después hacer movimientos letales con esta misma, la alzó en el aire, dispuesto a dividir el cubo en dos, con Schwoz aún sosteniéndolo. 

–¡Woah, woah, woah, woah!– gritó Henry mientras hacía a Schwoz a un lado. 

–¡No, Ray, no, espera!– exclamé. 

–Solo vean–. 

Schwoz caminó hasta los monitores con el subo brillante en las manos, lo puso sobre una plataforma que había en la parte del escritorio, con cuidado lo giró a un lado, luego al otro, causando que toda la Capi Cueva se oscureciera, y comenzara a sonar música tranquila inteligente. 

Momentos después, las luces regresaron a nosotros, y la computadora  ya no tenía el núcleo solo azul, ahora era de colores. 

"Hola, soy Halley" habló el cubo "el nuevo sistema operativo de la Capi Cueva". 

–Entonces ¿qué es lo que hace?– preguntó Henry impactado. 

"¿Qué te gustaría que hiciera?".

Asentí con una sonrisa, bastante impresionante. 

–¿Puede entendernos? Wow– exclamó Char.

–Ella puede hacer todo– dijo Schwoz –es como una persona real dentro de la computadora, puede detectar y eliminar amenazas antes de que siquiera supiéramos que existen–. 

–Ah, ya tenemos a alguien que puede eliminar amenazas– habló Ray –y tiene una linda espada llamada, Justicia...–. 

En uno de sus movimientos mal hechos, Ray soltó la espada, esta iba con tanta fuerza que estuvo a punto de apuñalar a Jasper, y eso hubiera pasado, si no hubiera sido por un láser que le disparó a la espada, la hizo volar por otro lado, y salvó a Jasper. 

–¡Schwoz! ¡Tú tonta computadora le disparó a mi espada!– se quejó Ray. 

Lo miré sin poder creer su actitud –¡si! ¡Porque tu tonta espada casi mata a Jasper!–. 

–¡Pero Halley lo salvó!–. 

–¡Gracias, Halley!– le agradeció Jasper. 

"No me agradezcas a mí, agradécele a Schwoz por inventarme, es un genio". 

–Awwww, apuesto a que le dices eso a todos tus programadores– Schwoz se acercó como seductor a al cubo. 

"Solo a los lindos". 

Hice una cara de asco; okay, podía haber amor en el aire, de parte de Henry y yo, pero el hecho de que Schwoz estuviera coqueteando con la computadora lo hacía todo ver tan raro, que incluso incomodaba. 

–Hmmm ¿acaso alguien más se siente incómodo?– preguntó Henry. 

Cuando parecía que nada podía quitar la incomodidad en el ambiente, agradezco al Universo que la alarma de emergencia haba comenzado a sonar. 

–¡Oh! ¡Genial! La alarma de emergencia– exclamó Charlotte. 

Todos con excepción de Schwoz nos acercamos a los monitores, tratando de alejarnos de lo que sea que él estuviera haciendo con su computadora. 

–¿Qué pasa?–. 

Mi amiga presionó unos botones, que dejaron ver el problema en una de las pantallas.

Fruncí el ceño desconcertada –alguien secuestró al perro del vice Alcalde–.

Ray soltó un gruñido –no mientras yo vigile esta ciudad– miró su espada –¡vámonos!–. 

–Vamos– Henry sacó su tubo para transformarse. 

–Oh, um... le hablaba a mi espada, pero supongo que también puedes venir si quieres–. 

Henry me volteó a ver confundido, a lo que le respondí negando rápidamente con la cabeza, no me sorprendía lo que Ray estuviera obsesionado con su espada, era algo normal para nosotros, pero con eso, y Schwoz enamorado de la computadora, no podíamos decir que era más raro en esto. 

–Tal vez Halley pueda ayudar– hablando de Schwoz. 

–¿Cómo?–. 

"He analizado más de 1 millón de perfiles criminales en Swellview, e identifiqué la identidad del criminal, localicé su paradero y mandé a policías al lugar".

–Entonces ¿no tenemos que hacer nada?– preguntó Henry sin poder creer lo que había escuchado. 

"Solo disfruten su día". 

–¡Rayos!–. 

–Yo puedo hacer eso– dijo Henry feliz. 

–Asombroso–. 

–¡Encontremos esa papa!–. 

Esto era a lo que llamaba un verano perfecto, sin crimen, sin que Henry tuviera que irse horas todos los días, solamente buscando la Frittle Platinum para poder ganar el premio e irnos un día gratis a Frittlelandia. 

–Pero oigan, aún tenemos un problema– Char se levantó de la silla del monitor –ya no tenemos latas de Frittles–. 

–Bueno, usemos dinero para comprar más–. 

–¡SI!–. 

Arrugué mi nariz –tampoco podemos, ya no hay Frittles, se acabaron en toda la ciudad por el concurso–. 

Ray se río –JA, me gustaría que tu computadora pudiera resolver esto, Schw...–.

"He localizado un envió no reclamado de Frittles cerca de los puertos de descarga en el Puerto Swellview". 

La imagen de una de las pantallas cambió a una donde había un enorme barco de carga, con miles y miles de cargamentos de Frittles. 

–¡Wow!– exclamé. 

–Genial–. 

–¡Vamos!–. 

–Es gracioso porque justo estabas diciendo que no era capaz de hacer eso y de la nada ¡Bing! Ella fue y...–. 

–¡A los puertos de descarga!– gritó Ray interrumpiendo a Jasper. 

Comenzamos a caminar hacia el elevador, para poder irnos directo al Puerto Swellview, y así llevarnos esos cargamentos no reclamados de papas, me había preocupado un poco como nos lo llevaríamos, pero si eran no reclamados, y con la ignorancia que tenía la gente de aquí, no habría ningún problema con eso. 

Ray presionó el botón del elevador. 

–Esperen, quiero ir con ustedes– dijo Schwoz mientras se quitaba el cinturón que traía puesto. 

"De hecho, Schwoz, necesito que le hagas algunos exámenes a mi nuevo software" 

–Oh, uh, okay–. 

Sin más que decir, los cinco restantes entramos al elevador, e hicimos lo que siempre hacíamos, cuando se cerraba la puerta de este. 

"¡Byeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!" decir bye. 

–Oye, ____– susurró Henry a mi oído detrás de mí –¿tienes algo que hacer hoy? ¿en la noche?–. 

Sonreí involuntariamente –no ¿por qué?–. 

–Quiero mostrarte algo– contestó de la misma manera. 

–Pero tenemos que encontrar la Frittle Platinum–. 

–Solo serán unas horas, además, es en la noche, no es como si fuéramos a estar hasta esa hora buscando–.

Asentí –está bien ¿dónde te veo?–. 

–Cuando nos vayamos de aquí, iremos a ese lugar–.

–Bien–. 

He de admitir que estaba algo emocionada por lo que fuera a pasar con Henry o a donde me llevaría, pues últimamente andaba siempre muy feliz y no quería soltarme ni siquiera cuando tenía que ir al baño, algo preocupante también, pero no quitaba que me pusiera feliz. 

Pero aunque estuviera feliz, también estaba demasiado nerviosa, y es que antes del primer día de verano, había tenido una plática con Charlotte que me había hecho preocupar solo un poco, con respecto a lo que tenía con Henry, incluía a él, yo y algo que se clasificaba como más que solo besos y abrazos... no estoy lista.