Capítulo 84
Lovestruck (Jace Norman & Tú)
(Fue pausada hasta terminar My Girl Pt. 1)
>>EDITADO 2022: YA ESTÁ PUBLICADA DE NUEVO Y SE ACTUALIZA TODOS LOS JUEVES<<
...
P.O.V____
–Este aire subterráneo es genial para mi piel–.
–Justo iba a decirte eso– le respondí a Schwoz –te ves genial–.
–Lo sé–.
Henry soltó un bufido –nunca pude haber estado más equivocado sobre estos túneles–.
–¡Estabas tan equivocado!–.
–Si, si, si estaba demasiado equivocado– admitió Henry divertido.
–En efecto, además que no te lleva nada de tiempo ir a algún lugar cuando vas por un túnel–.
–Exacto– habló Charlotte –si hubiéramos ido por la calle normal, nunca hubiéramos llegado rápido al Nacho Ball lindo, Six Poles Over Swellview, el cine, el otro Nacho Ball, también, Ray votó–.
Ray mostró su calcomanía de votante –¡y dos veces! ¡en la misma elección!–.
Los túneles habían resultado ser mejor de lo que estaba planeado, habíamos entrado a estos no antes del medio día e hicimos todo lo que normalmente haríamos en dos, además si logramos ir a Six Poles Over Swellview como dijo Henry ayer, lo mejor de todo fue que no tuvimos que pagar, ya que un túnel salía justo dentro del parque.
–¿Y saben cuál es la mejor parte?– preguntó Henry –ni siquiera es más de mediodía–.
–¡Ya se!– exclamó Schwoz –deberíamos de dejar de llamarlos túneles y ponerles "funnels" ¿tengo razón?...–.
(N/A: "funnels", combinación de fun, diversión en inglés, y tunnels, túneles en inglés).
Pero no pude terminar de escuchar lo que Schwoz había dicho, ya que cuando giré la cabeza a otro lado, divisé una sombra entre una pared de los túneles que estaban ahí, volteé al otro lado, y justamente así, había otra sombra, tres, cuatro...
–Uh... ¿chicos?– habló Char.
–¿Viste eso?– ella asintió –¿qué crees que sea?–.
Encogió sus hombros –no tengo idea pero... ahí está otra vez–.
Mi amiga señaló a un rincón de los túneles, como lo había dicho la sombra se nos quedó viendo unos segundos, para después esconderse detrás de otro muro.
Fruncí el ceño desconcertada, y caminé con Charlotte por el lugar donde se había ido la sombra misteriosa, fue en ese momento, en el que sentí como el aire subterráneo me faltó, abrí mi boca sorprendida, y sentí tambalearme un poco por lo que había frente a nosotros.
–Chicos– esta vez hablé yo.
–¿Saben que hay de desventaja de estos túneles?– preguntó Ray ignorándonos.
"¿Qué?"
–Nada–.
–Nada, nada–.
–En lo absoluto–.
–¡CHICOS!–.
–¿Mhmmmmmm?–.
Los otros chicos nos siguieron por fin poniéndonos atención, pero cuando llegaron a nuestro lado, su reacción fue exactamente la misma que la nuestra.
–¡Gente topo!– gritó Schwoz.
Personas con pelo alrededor de todo el cuerpo color café como playera, narices y ojos extraños, manos puntiagudas, colas, usaban una especie de pantalón marrón más claro, sus pies tenían garras, había más o menos unos 10 de ellos, y en medio de todos uno traía una corona.
–Oh miren, una desventaja– dijo Henry con ironía.
–¿Ah si?– le respondí sarcástica.
–Es solo un montón de Gente Topo–.
–Si, es solo un montón de Gente Topo– siguió Ray comenzando a enojarse –son los mismos que explotaron una de mis Capi Cuevas–.
Lo volteé a ver –si pero, fue solo una Persona Topo, esto es como... como... un montón de Gente Topo–.
Ray no tenía una buena relación con este tipo de Gente Topo, ya que, por lo que nos había contado la vez que explotamos la Capi Cueva, una de sus Capi Cuevas había sido invadida por ellos, y cuando explotamos la Capi Cueva, y "abrimos" una nueva, cuando ya estábamos dentro llegó una Persona Topo y presionó el botón de auto destrucción... espero que recuerden eso.
Ahora estoy entendiendo el odio hacia ellos, sus narices se movían de lado a lado, y sus ojos oscuros daban miedo, mucho miedo.
–¡Gente Topo en todas partes!– exclamó la que traía la corona.
Terminada su frase, todo el resto del grupo de Gente Topo empezó a hacer ruidos de roedores y a moverse de un lado a otro.
Negué rápidamente –no me gusta cuando hacen eso–.
–A mi tampoco– concordó Henry poniéndome detrás de él.
–Es asqueroso– Ray.
–Mi mamá siempre decía...– comenzó a decir Jasper –... que la Gente Topo se iba a meter a mi cuarto en la noche si no me comía la cena–.
–Ella tiene razón– volteamos a ver a la persona topo que usaba corona –si hacemos eso–.
–¡¿Hablan en serio?!–.
–¡¿Qué?!–.
Eso tenía más sentido, una vez Max desperté gritando en la noche porque había escuchado un ratón y algo jalarle los pies, creímos que había sido A.J haciéndole una broma, pero Max insistía que había visto una bola café.
–Miren, no me importa lo que alguien haga en el cuarto de Jasper– dijo Ray –lo que me importa es que ustedes, Gente Topo, están en nuestros túneles, ahora ¡largo!–.
–¿Tus túneles?– cuestionó la que creía era la líder.
–Si–.
–Nuestros padres topo construyeron estos túneles hace siglos.
Ray caminó a ellos –bueno, nosotros los encontramos hace algunas horas, así que eso significa que son nuestros ahora–.
–¡SI!– gritó Schwoz detrás de él –¡porque así es como América funciona!–.
Arrugué mi nariz e hice una mueca, oh jeez.
Moví mis brazos en el aire –no, no, no, no–.
–Cierra la boca–.
–Ignoren eso– siguió Char mientras movía a Schwoz para atrás.
–Una disculpa, así no se hace, ya no se hace–.
–Vamos a pretender que eso nunca pasó– terminó Jasper.
Schwoz había dicho algo que no era en lo absoluto cierto, encontrar algo y quedárselo así nada más, así no era como América funcionaba, para nada, puede que antes así, pero el mundo ha cambiado.
–¡Salgan de nuestros túneles!– volvió a gritar la líder.
–¿Y si decimos que?– se acercó Ray amenazadoramente hacia ella –¿qué piensas hacer Hairy Underwood?–.
–Pues podría decirte, pero prefiero decírtelo en ¡la obscuridad!–.
De un momento a otro, la líder la Gente Topo levantó sus brazos en el aire, logrando que los túneles se oscurecieran, haciéndonos prácticamente ciegos para todo lo que estaba a nuestros alrededor, solo se podía escuchar como la Gente Topo chillaba sus ruidos de roedor.
Algo me empujó a una pared, caí tropezando con lo que pensaba era uno de los premiso que conseguimos en Six Poles Over Swellview, traté de sacar mi teléfono para poder encender la luz y ver lo que estaba pasando, y es que lo único que se escuchaban eran gritos, golpes, y más gritos.
Pero sacar mi teléfono fue en vano, porque solo en unos segundos la luz había regresado, dejando al descubierto una escena peculiar, que incluía a Ray golpeando a Jasper con un elefante de peluche, una Persona Topo encima de Henry jalándole el cabello, Schwoz sentado en las piernas de Charlotte como si fuera un bebé.
–¡Deja de golpearme!– le gritó Jasper.
Ray lo miró dejando de golpearlo –lo siento– lo ayudó a levantarse –tu cara se ve muy parecida a los de estos en la oscuridad–.
–¡Bájate de mí!–.
Miré a donde Henry había gritado, justo en el momento en el que se logró quitar a la persona topo de encima.
–¿Estás bien?– pregunté mientras me levantaba del suelo.
–Si– respondió extasiado y tomó mi mano –solo un poco maltratado, es todo–.
Le sonreí tratando de calmarlo –nunca cambias, además maltratado te sigues viendo igual de lindo–.
–Y tu te ves más linda diciendo eso– me devolvió el gesto, para después darme un beso en la mejilla.
Llevé mi mano a donde acababa de darme el beso y toqué ligeramente, no evitando soltar una sonrisa que se podía ver desde la última entrada de estos túneles, y creo que se dio cuenta, pues al mirarlo de reojo, sonrió ligeramente y relamió sus labios.
–¿Qué te pasa?– preguntó Charlotte de una manera desquiciada, haciendo que la volteáramos a ver.
–Tengo miedo a la obscuridad– contestó Schwoz aún en sus piernas.
–Bueno, ya hay luz–.
Se quedó pensativo unos momentos –a veces se siente bien que alguien te abrace...–.
–¡Quítate!–.
–¡Aye!–.
Charlotte empujó a Schwoz de sus piernas, y este se cayó a nuestros pies.
Por unos momentos habíamos olvidado el asunto de la Gente Topo, al menos algunos de nosotros, todos menos Ray obviamente, que quitó a Schwoz del caminó y volvió a acercarse de una manera fuerte a la líder.
–De acuerdo, hora de aplastar un poco de guacamole–.
Solo que cuando estuvo a punto de lanzarse sobre ellos, y ellos sobre él, completamente dispuestos a pelear, hubo una pequeña intervención.
–¡Okay, okay, okay, okay! ¡Todos relájense! ¡Okay! ¡Relájense!– era Henry –¡ahora cálmense!... ¡todos!–.
La Gente Topo eran personas aterradoras, y no lo decía porque no me gustaran los animales, o mejor dicho esta clase de animales, era simplemente el hecho de que eran personas, con anatomía humana, combinada con los animales que se consideraban ciegos, y lo peor es que hablaban como gente normal.
–¡Ah! ¡Apaga las luces Terry! ¡Mis ojos!–.
Todos los roedores que estaban ahí, empezaron a quejarse sobre sus ojos cuando encendieron más la luz de lo que ya estaba pasando, diciendo cosas como "no puedo ver", "me duelen mis ojos", "estoy ciego".
–Eso está mejor– bajaron la luz.
–Ahora– habló Henry –¿por qué no podemos compartir los túneles?–.
–Si, tiene que haber una manera para que todos nosotros podamos usarlos– dije concordando con él.
–Bueno– empezó a decir la líder –podrían pagar una cuota para usarlos–.
Entrecerré mis ojos sin poder entender lo que había dicho.
–¿Qué?– preguntó Ray incrédulo–.
–Si, nos pagan dinero cada semana y los dejamos usar los túneles
–Okay ¿de cuánto estamos hablando?–.
La Gente Topo se reunió entre ellos, haciendo una especie de Team Back para lo que creíamos era poder discutir cuanto nos cobrarían.
Espero que no sea tan caro, aunque bueno el que estaba negociando en esto era Henry, pero de todas formas, si era una cantidad considerable para poder usar los túneles e ir a donde sea cuando sea, era algo que valdría bastante la pena.
–Oigan, mientras ellos se ponen de acuerdo...– empezó a decir Henry dando pasos para atrás.
–¡Llegamos a una decisión!– fue interrumpido por la líder.
Incliné mi cabeza a un lado y crucé los brazos –eso fue rápido–.
–Pueden usar nuestros túneles si pagan...– hizo una pausa, volteó a ver a los demás –10 centavos–.
¿10 centavos? ¿En serio? Char y yo volteamos a vernos un tanto burlonas, 10 centavos no era la gran cosa, literalmente hablando no eran nada.
–Nosotros, aceptamos su oferta– respondió Henry.
"¡Heheeee, hehehehee!" se rieron ellos.
–Genial– dijo la líder –ahora páguennos–.
–¿Ahora?– Henry revisó sus bolsillos –huh... no tengo monedas, ____ ¿tienes monedas?–.
Negué mientras revisaba –nope, no tengo–.
–¿Ustedes tienen monedas?–.
–Yo no tengo–.
–No tengo monedas–.
–Creo que tengo una moneda de mi país–.
–¡HEY!– gritó Ray, logrando que dejáramos de hablar –¡yo tengo 10 centavos!–.
Henry lo miró confundido –siento que no los tienes–.
–Claro que los tengo– golpeó pierna y dio varios pasos para enfrente –tengo 10 centavos aquí en mi bolsillo ¿por qué no uno de ustedes, Gente Topo, él que explotó mi Capi Cueva, camina sus pequeños pies de topo aquí donde estoy y lo toma?–.
Oh jeez, por la forma en la que estaba hablando Ray, que era más un tono molesto combinado con uno de insinuación, sabía que arruinaría el acuerdo al que Henry había logrado llegar con la Gente Topo.
Ray empezó a caminar a un pequeño Topo que estaba nervioso, el mismo que había explotado la Nueva Capi Cueva.
–Viejo, no hagas esto ahora– le pidió Henry.
–Así es– pero lo ignoró –estoy metiendo mi mano en mi bolsillo, para sacar una linda...–.
–Te lo ruego–.
–... brillante...–.
Suspiré cansada –estamos muertos–.
–...¡PUÑO!–
Sin pensarlo, Ray sacó su puño y golpeó al que había explotado la Capi Cueva, después de eso gritó desquiciado, logrando que toda la Gente Topo se asustara y se fuera de ahí corriendo por todos lados.
–Ray ¿qué haces?–.
–¡Ray! ¡No!– traté de gritarle entre todo el bullicio.
–¡Deja de...! ¡No, no, no, no!–.
Y como siempre, no nos escuchó, simplemente se dedicó a seguir asustando a la Gente Topo, era tan simple.
–¡JA!– se rió cínicamente –¿pueden creer como ese tonta Persona Topo creyó que en serio tenía una moneda en mi bolsillo?–.
–¡Ray eso no fue cool!– le reprochó Henry –acabas de hacerte enemigo de la Gente Topo por 10 centavos–.
Soltó un bufido –¿y a quién le importa? Nosotros ganamos, y de nuevo, no hay desventajas–.
Terminado lo que dijo, Ray volvió a caminar por el túnel que nos llevaba a la Capi Cueva, seguido de Charlotte, Schwoz, y Jasper todos con una cara que indicaba "ganamos pero no de manera justa".
–¡Oh miren!– exclamó Jasper –si tenía 10 centavos–.
Mientras que Henry y yo nos habíamos quedado parados, viendo como los demás se iban, y él chico tratando de asimilar lo que acababa de ocurrir.
–Solo eran 10 centavos–.
Asentí –lo sé– acaricié su espalda –pero ya sabes que casi nunca se puede lidiar con ese nivel de querer venganza de Ray–.
–Y porque solo piensa en él–.
–También eso–.
–Vente vamos–.
Tomé la mano de Henry para poder irnos detrás del resto de nuestros amigos, se veía un poco acabado pero a la vez satisfecho, y no lo culpo, tener que lidiar con Ray era como lidiar con un niño pequeño, y creo que todos habíamos sido "víctimas de eso".
...
Al día siguiente, me desperté temprano para ir a la escuela ya que era lunes, solo que esta vez, en lugar de ir 8 horas iría solamente 3 o menos, y es que como era la última semana de clases, los maestros consideraban que era una buena idea no ir ellos tampoco, cosa que me parecía extraña, pero estamos en Swellview, todo puede ser posible.
–Oye, ____, no vi a Henry en todo el día– dijo una voz detrás de mí.
Alcé mis cejas –solo venimos 3 horas–.
–Bastante justo– era Jasper –como sea, una semana más y seremos "¡Seniors!"–.
–"¡Seniors!"– le seguí de la misma forma, los dos reímos.
–"¡Seniors!"– había llegado Charlotte.
"¡SENIORS!" terminamos los 3.
–Oigan, recibí un mensaje de Ray– dijo mi amiga mirando su teléfono –nos necesita en Junk N' Stuff ahora, dice que es urgente–.
Di una pequeña risa –ja, me puedo imaginar lo que su urgencia significa–.
–Si, yo igual, por cierto no vino Henry, de nuevo–.
Suspiré –puedo jurar que se quedó dormido o algo así–.
Y no mentía, pues esta mañana que traté de hablarle como cada mañana desde las últimas semanas, él o yo nos hablamos justo en el momento que despertábamos, hoy yo le hablé, contestó, pero de la nada la otra línea se había quedado en silencio, solo había dicho algo sobre "Gente Topo" entre murmullos.
–¿No has intentado hablar con él sobre... "el asunto"?–.
–No, Charlotte y por más que trato de hablar con él sobre eso, me cambia el tema, o me...– tragué en seco –me cambia a otro tema–.
–Trata de hacerlo ya, tú eres la que ahora se pasa más tiempo con él–.
–Tengo todo el verano para hablarle sobre eso– salimos de la escuela –y si no me hace caso, tendrá que hacer escuela de verano–.
Después de esa plática ya nadie dijo otra cosa sobre el tema, nos dispusimos a llegar a Junk N' Stuff donde Ray necesitaba nuestra ayuda "urgente".
Cuando por fin habíamos llegado, entramos a la tienda como cualquier otro día, solo que esta vez, se escuchaban quejidos, gruñidos, que provenían desde la parte de atrás. Mis amigos y yo nos miramos un tanto desconcertados, y fuimos cuidadosamente a donde venían esos ruidos.
–¡¿Por qué no...!? ¡YA!– era Ray, tratando de meter un reflector gigante dentro del elevador –genial, están aquí, metan esa cosa al elevador–.
Puse una cara nula –¿esa era tu emergencia?–.
–Si– respondió despreocupado –ahora métanlo ahí, y bájenlo a la Capi Cueva–.
Los tres nos habíamos quedado parados mirando a Ray con una cara de "¿en serio?", mas sin embargo, el primero en caer fue Jasper, que en tan solo un segundos ya estaba tratando de meter el reflector gigante dentro del elevador; encogí mis hombros, lancé mi mochila a un lado y acompañé a mi amigo, a igual que Charlotte.
Sinceramente desde ayer me había resignado a las tareas de este tipo que dejaba Ray, si no aceptaba, me obligaría de todas formas, y para ser sinceros, no tenía nada mejor que hacer, y me pagaban por esto.
Estábamos empujando el reflector, cuando de repente, Jasper resbaló en el suelo, logrando hacer que Ray se molestara.
–¡Lo están haciendo mal de nuevo!– gritó él.
–¡Estamos haciendo el trabajo por ti!– le respondió Charlotte.
–¡Pero lo están haciendo mal! ¡No saben como usar esta cosa!–.
Entrecerré mis ojos, abrí mi boca y giré mi cabeza hacia él –¡ni siquiera necesitas un reflector!–.
–¡Lo necesito para mi pintura!–.
–¡Tu pintura ya brilla!– contradije.
–¡Calla! ¡No sabes nada sobre el arte!–.
Di un grito ahogado, dispuesta a contestarle eso que me había dicho, abrí mi boca para poder comenzar a formular mi frase, pero fui interrumpida por el sonido de algo golpeando el suelo y unas palabras que decían "¡ESTOY HARTO DE LA GENTE TOPO!", Henry.
–No ahora– dijo Ray restándole importancia –compré este enorme reflector para poder presumir mi pintura, lo voy a bajar a la Capi Cueva– suspiró –los mejores $80,000 dólares que he gastado–.
Parpadeé rápidamente y relamí mis labios –¿cuánto?–.
–Okay, me atrapaste, fueron $90,000, pero incluye esta enorme bolsa de 400 baterías Doble A, que son las que se necesitan para darle poder a este bebé–.
Ray le lanzó la bolsa a Charlotte; negué fríamente ante lo que había dicho, y es por eso, que luego nos cortan el presupuesto.
–Escucha, viejo– volvió a hablar Henry, se veía molesto –había Gente Topo en mi sala anoche–.
Ray soltó una carcajada –la Gente Topo es la peor–.
Jasper empujó el reflector, logrando que por fin este entrara en el elevador, tomé la mano de Henry y lo arrastré dentro de este, para así poder bajar a la Capi Cueva y tener una plática un poco más privada entre los dos.
En fin, el elevador llegó a la Capi Cueva, se abrieron las puertas de este, Charlotte salió con la bolsa de las 400 baterías en los brazos, Jasper sacó el reflector, Ray le estaba haciendo señas de como moverlo, y Henry y yo salimos, aún tomados de la mano, al último.
–De acuerdo ¿entonces qué vamos a hacer?– preguntó Henry desesperado mientras salíamos –no puedo tener a Gente Topo en mi casa–.
–¿Ves? Es por esto que me rehuso a negociar con tunelistas– respondió Ray.
–Esa palabra no existe– dije.
–Tampoco "zeitgeistq" y aún así gané el concurso de deletreo–.
Rodeé los ojos, moví mi cabeza un poco dirigiendo mi vista a los monitores, y fruncí el ceño en cuanto mis ojos divisaron al Schwoz atado de las manos y pies con ramas, con una tela en la boca prohibiéndole hablar, sentado encima de una de las repisas de cajones que había por ahí, moviéndose de un lado a otro.
–Uh ¿Ray?–.
–¿Si?– volteó a ver a Schwoz e hizo una mueca –dejar de jugar Schwoz, tenemos que alumbrar mi pintura–.
–¿Dónde está tu pintura, viejo?–preguntó Henry.
–¿Mhm?–.
–¿Dónde está tu pintura, viejo?–.
Ray abrió los ojos sorprendidos, y comenzó a buscar su pintura por todos lados, en efecto, tal y como lo había dicho Henry, la pintura de Ray no estaba por ningún lado.
–¡Le Gente Topo se robó tu pintura!– le gritó Schwoz, Char le había quitado la tela de la boca.
Como era de esperarse, él niño-adulto de Ray, ya se había empezado a enojar, y es que su respiración era densa, su cara se había puesto roja, y en cualquier momento su voz cambiaría a su voz enojada.
–Esa Gente Topo ha cruzado la línea– dijo con una voz profunda, combinada con gruñido.
–Ah ¿pero no lo hicieron cuando se metieron a mi casa?– volvió a preguntar Henry, esta vez de forma sarcástica.
–No– contestó con la misma voz.
–Entonces ahora que estás personalmente afectado ¿vas a resolver el problema?– hablé.
–Si–.
–¿Quieres que cancele tu masaje de las 11:30?– cuestionó Schwoz.
–Si–.
–Cuesta 10 dólares la cancelación–.
Ray apretó la mandíbula –entonces no...–.
Esto era sumamente impresionante, como era que Ray siempre pensara en él y solo en él, las 24 horas del día, creo que no puede haber otra persona con esta clase de actitud en el mundo... estaba segura de que no lo había.
Henryway, Ray gritó enojado alzando sus puños en el aire, para después salir corriendo, gritando, por el agujero que había en la pared, dejándonos un poco confundidos con su reacción. Henry me volteó a ver tratando de pedirme ayuda sobre lo que debería de hacer, a lo que le respondí encogiendo mis hombros, y así salió disparado detrás de Ray.
–¿Tienes un plan?– pregunté caminando hacia mis amigos, que estaban en el sillón.
–Tengo un plan– respondió Charlotte –tenemos que llenar el reflector con las 400 baterías–.
–Ya estoy en eso– habló Jasper.
Arqueé mis cejas –de acuerdo–.
Fue así como Charlotte, Jasper y yo comenzamos a llenar el reflector con las 400 baterías para que este pudiera funcionar, despreocupados, dedicándonos a eso, concentrados más que nada, ignorando lo que fuera pasando.
Estuvimos haciendo los últimos 5 minutos, llenando la cosa gigante de baterías Doble A, faltaban cada vez más menos y menos, así que para poder agilizar el asunto, decidimos que era mejor meter de 3 en 3, que era el máximo que había en un tubito.
–Heyyyyy, entonces...– caminé a la bolsa para tomar más –no quiero ser una completa diva pero... aún estoy atado aquí–.
Levanté mi vista a Schwoz –lo sabemos–.
–¡Oh! Si lo saben, eso es bueno pero... pregunta ¿están planeando en desatarme?–.
–Claro que lo haremos– le respondió Jasper.
–Genial, genial, espero ese momento con ansias– Char fue por más baterías –una cosita ¿cuándo creen que será la hora correcta para desatarme?–.
–En cuanto salvemos a Ray y Henry–.
–Cool, cool, de acuerdo... ¿en serio necesitan que los salven?–.
Asentí volteándolo a ver –estoy segura que lo necesitarán–.
Schwoz sonrió –de acuerdo, genial porque parece que podrían simplemente desatarme rápido ahora, pero...– se río –ustedes saben más que yo, así que–.
Char suspiró –si–.
–Yo espío con mi pequeño ojo– siguió hablando Schwoz –unas... ¡tijeras! que pueden ser usadas para cortar estas ramas–.
–¿Estás tijeras?– preguntó Jasper tomándolas.
–¡SI!–.
–¡Genial! ¡Gané!– .
–Bien por ti–.
No éramos malas personas, en serio íbamos a desatar a Schwoz, solo que teníamos que terminar de llenar el reflector con baterías para poder salvar a Henry y Ray, había que organizar un poco las prioridades en estos momentos de crisis, y Schwoz... era prioridad, pero... bueno ustedes entienden, además era plan de Charlotte.
Como sea, terminamos de llenar el reflector con las 400 baterías, y rápidamente salimos corriendo por el túnel, empujando el reflector para poder llevarlo a donde sea que estuvieran los chicos ahora; no tardamos tanto en darnos cuenta de eso, ya que no muy lejos de donde estábamos, se escuchaban gritos de Gente Topo, golpes, Ray gritando, y Henry quejándose.
–Sigue la voz– le ordenó Char a Jasper.
–¿Estás segura que funcionará?– le pregunté.
–Más que segura, la gente topo es sensible a la luz, así que con esta cosa...–.
–Ah, claro, claro, claro, inteligente–.
–Gracias–.
Seguimos caminando, siguiendo los gritos de la Gente Topo, cuando de repente llegamos a un lugar donde estaban todos ellos, con la pintura de Ray, la líder en una especie de trono, y Henry con los ojos vendados peleando contra una persona topo... genial, sarcasmo.
–Tu pintura se verá excelente en nuestros túneles– la líder le dijo a Ray.
–No lo hará– respondió él –la luz no es buena aquí adentro, es terrible–.
Charlotte dio un paso al frente –¡yo puedo solucionar eso!–.
–¿Listas?– preguntó Jasper.
–Enciéndelo– terminé.
Tal y como lo esperaba gracias al plan de mi asombrosa amiga, al momento en el que Jasper encendió el reflector, salió una luz de mucha potencia de este, que además de alumbrar la pintura de Ray, que sinceramente si se veía bien, hizo que toda la Gente Topo saliera corriendo por los túneles.
–¡Es hermosa!– exclamó Ray cuando vio su pintura.
La Gente Topo seguía corriendo por todos lados, fue tan rápida su huída que Henry no se había dado cuenta sobre eso, me agaché para poder ayudarlo a levantarse, se veía un poco ajetreado, además que cuando lo tomé de los brazos se sobresaltó un poco.
–¡Suéltame! ¡Ya no quiero pelear!–.
–¡Hey, hey, hey, hey! ¡Henry! ¡Soy yo!–.
Jasper se acercó a él tocándolo del brazo –oye, Hen...–.
Antes de que pudiera terminar su oración, Henry le había soltado un golpe directo a la cara.
–¡Es Jasper!– le grité mientras le quitaba la venda de los ojos –¿ves?–.
–¡Lo golpeé! ¡Gané!– exclamó él mirando a la persona topo que quedaba cubriéndose en el suelo –vencí al más malo de los topos–.
–De hecho tu novia, Jasper y Charlotte llegaron con mi reflector, y cegaron a todos– dijo Ray.
–Y golpeaste a Jasper– solté señalándolo.
–Ah, por eso dijiste que había sido Jasper– alcé mis brazos en el aire –lo siento viejo, tu cara parece de persona topo en la obscuridad–.
–¿Verdad que si?–.
–¡Pero oigan! Recuperamos nuestros túneles– Henry me abrazó por los hombros –de nada a todos–.
Asentí repetidamente, al menos ese era un lado positivo, ahuyentamos a la Gente Topo con el reflector, los túneles se quedarán a nuestra disposición, la pintura de Ray se había salvado, podría decirse que todo había salido bien después de todo.
–Y mi pinturaaaaa–.
–Okay, de acuerdo, es algo cool– Henry.
–Es pasable– le seguí.
–Claro que si– Jasper.
Si, si era cool, y mi mini ángel con la guitarra eléctrica, era la mejor parte.
–¿Por qué no celebramos tomando nuestro túneles...– comenzó a decir Henry haciendo énfasis en "nuestros" –... a Nacho Ball?–.
"¡Si!", "¡Genial!", "¡Claro que si!" Le di un beso en la mejilla.
–Pero oigan ¿qué haremos con él?– preguntó Charlotte señalando a la última persona topo.
–Solo déjalo– contestó Ray –tiene que irse a casa a llorarle a su mami–.
En ese momento, la persona topo dejo de retorcerse en el suelo, abrió sus manos y piernas, e hizo un ruido extraño, haciendo que todos nos sobresaltáramos, seguía siendo aterrador.
–¡La Gente Topo nunca llora!– gritó este mientras abría una roca con una clase de botón de autodestrucción, ay no –si no podemos usar nuestros túneles, nadie podrá– lo presionó.
–¿De dónde vino eso?–.
–¿Qué es eso?–.
Nuestros túneles comenzaron a crujir por todas partes, las paredes, el suelo, el techo, caía tierra como si fueran pequeñas fuentes, y el suelo comenzó a temblar de una manera extrañamente fuerte.
–¿Qué fue eso?– preguntó Ray.
–¿Deberíamos correr?– Charlotte.
El suelo comenzó a moverse aún más.
–Creo que eso es un si– respondí.
–Están explotando sus túneles– dijo Henry –tenemos que correr–.
–¡Hay que irnos de aquí!– gritó Jasper.
–¡No! ¡No sin mi pintura!–.
Fruncí el ceño –¡ah nadie le importa la pintura, Ray! ¡Vamos a morir si no salimos ya!–.
–¡A mi me importa!– siguió él –escuchen, si no van a ayudarme a cargar mi pintura entonces... entonces... solo déjenme aquí–.
Los cuatro nos volteamos a ver intrigados por lo que había dicho, tanto así que nuestras miradas podían decir todo lo que pensábamos en ese momento, y lo que sería la respuesta más obvia a sus palabras.
–¡Okay!– exclamó Henry.
–¡Adiós!– moví mi mano despidiéndome.
–¡Te cuidas!–.
Era indestructible, nada le podía pasar, así que sin decir más, salimos corriendo por los túneles que daban a la Capi Cueva, con toda la tierra cayendo sobre nuestros hombros, con toda la intención de no morir mientras escapábamos.
Dejamos el reflector, a Ray, la pintura, por un momento sentí remordimiento de consciencia, pero cuando vi la luz de la Capi Cueva, sentí un alivio que jamás pensé sentir en algunos días.
–Vi... vivimos...– soltó Jasper jadeando –sobrevivimos–.
–No puedo... creerlo– contesté.
–Pero... pero Ray...– siguió Henry de la misma forma.
–Estará bien, es indestructible, puede sobrevivir sin comer, sin agua, sin nada por al menos un mes, al menos eso fue lo que Schwoz dijo–.
Hice un ademán con la mano –nada de que preocuparse–.
Los cuatro caminamos con trabajo hasta el sillón giratorio, donde nos sentamos rendidos, volviendo a ignorar a Schwoz que seguía atado a la ramas, había sido un largo día.
–Para decir verdad, la Gente Topo parece más gente que usa disfraces de topo–.
Volteé a ver a Henry con el ceño fruncido –si, tienes razón–.
–Si fueran disfraces– empezó a decir Jasper –ganarían el concurso que hay en el parque cada Halloween, se ve tan real–.
–Así como nosotros cada año– habló Charlotte –hasta que nuestros disfraces en Halloween empezaron a ser tontos–.
–¡HEY!– reprochó Jasper –nuestros disfraces el último Halloween fueron perfectos, más que perfectos–.
Me reí –completamente de acuerdo–.
–Lo mismo digo– Henry.
Y estaba en lo correctos, el último Halloween, tres días antes del cumpleaños de Henry, cuando todos los niños en Swellview comenzaron a desaparecer, y... cuando tuve que usar ese disfraz que terminó no siendo tan malo... ese Halloween.
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