P.O.V____

–¿Por qué yo?–.

–A mi jamás me escuchan– contestó Charlotte –jamás–.

–¡Debes ser tú!–.

Estábamos los tres en la sala, conmigo agarrándome del respaldo del sofá morado, Jasper tomándome de un pie y Charlotte del otro, jalándome hacia la puerta. 

–No quiero– insistía –Henry puede que ceda, pero Ray es terco–.

–____ no te cuesta nada– dijo Charlotte mientras jalaba más de mi pierna –oye, si tienes fuerza en los brazos–.

–No es momento para halagos– habló Jasper –vamos ____, todos queremos pastel–.

Tenían razón no me costaba nada en realidad, de hecho podría ir y gritarle a Ray que lo dejara quedarse o alguna cosa así... no entiendo porque tanto drama, es cierto, estoy exagerando demasiado.

Solté el sofá haciendo que todos cayéramos al suelo. Me levanté con cuidado juntos con mis dos amigos y los miré con una mirada nula a ambos.

–Okay– acepté.

–Mucho drama ¿no crees?– preguntó Charlotte.

Asentí con una sonrisa inocente en mi rostro.

–Y si te ayuda, Henry siempre hace lo que tú le digas... también a veces Ray– habló Jasper –otra razón más para que...–.

–¡No!– grité alzando una mano –ni lo digas– rodeé los ojos y solté un suspiro –pero me deben una, Jasper sigues sirviéndome–.

El chico rodó los ojos y se cruzó de brazos.

–No tardo, espero–.

Después de eso, Charlotte se fue hacia la sala donde se sentó plácidamente sin nada que la atormentara y Jasper regresó a seguir manteniendo ese pastel delicioso de 10 leches frío. 

Tomé la perilla de la puerta y la abrí para encontrarme con el pórtico, ahí estaban Henry y Ray, discutiendo sobre algo de él banco de sangre y... ¿Jeff?

–Solo escúchame si– dijo Ray mientras ponía sus manos en su boca –si yo voy y me encargo de Jeff, cuando regrese ya no habrá nada de ese pastel, ahora si tú vas, todos te esperarán y todos comeremos–.

Abrí mis ojos sorprendida y me encaminé hasta donde estaban los chicos.

–Me gusta el plan– me metí en la conversación –wow, nunca creí estar de acuerdo contigo–.

Choqué los cinco con Ray y puse mis manos sobre mi cadera.

–Tiene razón Henry– volví a hablar –si tú vas, todos comeremos 10 leches–.

–Pero ____ es mi cumpleaños y...– Henry hizo una pausa y me miró extrañado –espera ¿qué haces aquí afuera?–.

–Quieren pastel– contesté sin importancia.

–¿Okay?–.

Me acerqué a Henry poniendo una de mis manos sobre su hombro, haciendo de igual manera que me mirara a los ojos... no es por presumir pero siempre convencía a todos así, okay suficiente.

–Ve, lidia con Jeff y cuando regreses todos comen pastel– dije sonriendo.

Henry frunció el ceño, me miró a los ojos para después mirar a Ray, que tenía la mirada perdida en una planta.

–Bien– aceptó este –pero es mi pastel–.

–Es tu pastel– dije alzando mis manos.

–Oh Henry– habló Ray –a veces es mejor hacerle caso a las novias– hizo una mueca.

–¿Qué? Ella no es nada mío Ray– respondió Henry pasando saliva.

Coloqué de nuevo una de mis manos sobre mi frente y comencé a frotarla, un poco fastidiada por el y los comentarios que han dicho últimamente.

–Lo que él dijo–.

Y vaya que han sido bastantes, pero qué más da, igual le dicen eso con Charlotte.