P.O.V____

Después de haber ignorado la llamada de emergencia, salimos por el elevador para poder irnos al bosque y comenzar nuestra cena con Pie Grande que, según Schwoz, era la persona más cool que podía haber en Swellview, aunque claro, por mis adentros aún no podía creer que esto fuera real, quiero decir, Pie Grande, esa criatura me causó pesadillas cuando tenía 3 años.

Como sea, al llegar al bosque nos bajamos de la Man Truck para poder adentrarnos dentro de este, Schwoz iba a la delantera, después Jasper, que durante el camino al bosque se puso la crema para crecer cabello, Charlotte iba atrás, Henry y yo después, Ray al final, y mientras que caminábamos Jasper, Henry y Ray cantaban: "¡Cena con Pie Grande! ¡Cena con Pie Grande! ¡Cena con Pie Grande!".

–¡Hey!– le gritó Charlotte a Jasper –esa crema para crecer cabello funcionó bien–.

–Luce bien, viejo– siguió Henry.

Y no era mentira, la nuca de Jasper, de no tener absolutamente nada de cabello, volvió a la normalidad demasiado rápido, era como si nada hubiera pasado.

–Gracias, solo que esto me preocupa un poco– Jasper alzó las manos mostrándonoslas.

Hice una mueca de asco –okay, ew–.

–¡¿Cabello?!– preguntó Ray gritando.

–No me vayas a tocar– le pidió Charlotte.

Jasper tenía las manos llenas de cabello, pero no de una forma normal, literalmente parecía haberle arrancado la cabellera a una chica.

–Tienes que usar guantes para cuando te lo pongas– dijo Schwoz –es parte de las instrucciones–.

–No me dijiste ninguna instrucción– rascó sus orejas.

–Okay, paso número 1, no rasques tus orejas–.

Solté una risa burlona –esto cada vez se pone mejor– mi amigo me miró mal –ya, lo siento–.

Me encaminé alrededor de donde estábamos, observando todo lo que estaba a nuestros ojos, los árboles, las extrañar plantas que estaban ahí, las rocas, todo lo diferente que siempre de podía ver en Swellview a comparación de otros estados, esperando a que el famoso Pie Grande apareciera.

Estaba parada viendo una corteza de tronco extraña, cuando de repente sentí un brazo atravesar mis hombros.

–¿Tienes frío?– preguntó una voz detrás de mí.

Negué ligeramente –nah, estoy bien, gracias–.

–¡Ah! Que bueno– exclamó Henry aliviado –estaba temiendo que te tendría que dar mi sudadera, sabiendo que es la única forma que tengo para yo cuidarme del frío–.

–Huh, eso es muy, muy, muy considerado de tu parte– le contesté sarcástica divertida –pero estoy bien, no hay necesidad que te mueras de frío–.

–Feliz de saberlo–

Henry quitó su brazo de mis hombros, tomó mi brazo y se volteó a donde estaban los demás, haciendo que yo tuviera que hacer lo mismo.

–Así que, Schwoz ¿dónde está Pie Grande?– preguntó él.

–¡Si, viejo!– se quejó Ray –hemos estado caminando por los últimos 4 minutos, comienzo a pensar que Pie Grande no es real–.

Con esas palabras pudimos comprobar que Ray era la persona menos impaciente que podía haber, debo admitir que ya habíamos estado ahora 5 minutos aquí, caminando esperando a que llegara, y no había señales de la criatura, pero cuando el tiempo de espera pasa de 15 minutos, es cuando se comienza a cuestionar, no a los 4.

–Relájense, solo déjenme llamarlo– Schwoz saco su teléfono –¡PIE GRANDE!... ya viene en camino–.

Fruncí el ceño desconcertada –si solo ibas a gritar ¿por qué sacaste tu teléfono?–.

–Para así poder sacar una foto de ustedes para cuando Pie Grande llegue–.

–Te refieres a "si es que se aparece"– dijo Henry con tono de quejarse –hemos estado ya aquí por 5 minutos, empiezo a creer que en serio no conoces a...–.

"¡RAAAAAAAAAAA!", "¡AAAAAAAAAAAAHHHHHHHH!".

Fue como si el corazón se me saliera del pecho, agarré el brazo de Henry enterrando sin querer mis uñas en este, y es que había sido tanto el susto, que me sorprende como seguíamos conscientes.

Antes de que Henry pudiera terminar su frase, una persona llena de cabello color café, apareció de la nada por encima de nosotros gruñendo, logrando que todos saltáramos en nuestro propio lugar y gritáramos como si nos estuvieran a punto de asesinar.

–Awwwww, esa es una buena– exclamó Schwoz.

Un hombre, con pies gigantes, cabello en todo el cuerpo, parecía una bola de pelos, con rostro humano, de al menos más de un metro, se encontraba parado frente a nosotros, con una sonrisa enorme en su cara.

Todos los presentes, con excepción de Schwoz, observábamos a Pie Grande estupefactos sin poder creerlo, y a la vez emocionados.

–Oigan, Pie Grande es real– dijo Henry.

–Realmente guapo– respondió él, todos nos reímos –es un gusto conocerlos–.

–Bueno– Schwoz señaló a Henry –él es...–.

–¡Oh, oh! Sé quienes son– interrumpió Pie Grande –conozco a este chico ¿Henry Hart? ¿a.k.a Kid Danger? "¡Se siente bieeeeeeen!"–.

Henry se río emocionado –¡Pie Grande conoce mi frase!–.

–Claro que lo hago, Schwoz habla de ustedes todo el tiempo–.

–¿Qué?– pregunté sorprendida.

–Si– se giró hacia mí –tú debes ser ____, la chica que se besó con Kid Danger arriba de un satélite, o sea a él– señaló a Henry –y la que llegó de California con los mil hermanos–.

No pude formular alguna palabra, veía a Pie Grande sonriente e impresionada por todo lo que sabía, claro Schwoz le había dicho, pero seguía siendo impresionante. Me moví un poco para quedar a lado de Henry, que estaba con Schwoz viendo las fotos que nos tomaba a cada uno con Pie Grande.

Asentí –algo así, si–.

–Un gusto conocerte, y tú debes ser Charlotte, Schwoz em dice que incluso podrías ser más inteligente que él–.

–¿Qué?– preguntó Char alargando la "e" –pero si, tiene razón–.

–¡Jasper!– Pie Grande se dirigió a él.

–¡Soy yo!–.

–¿Cómo está la chica que era alérgica al aire?–.

Jasper hizo un ademán restándole importancia –¡ah si! me dejó de hablar–.

–¡Aw! Que mal–.

–Si, le he escrito y escrito, pero nunca me responde–.

–Deberías parar–.

Me sorprendía la forma en la que Jasper había tomado el asunto de Patina, aunque ya habían pasado varios meses desde la Cactus Con, por lo que había entendido, en el hospital la madre de Patina le agradeció a Jasper por "haberla salvado", y habían quedado en salir a otra cita, pero ella nunca apareció; después de ese día Jasper le ha escrito diario, pero no muestra que le haya afectado.

En fin, las fotos que nos había tomado Schwoz eran geniales, tanto así que incluso Pie Grande se había juntado con nosotras para verlas, reíamos, comentábamos, cuando de nuestras risas se escuchó una tos falsa provenir de alguien más.

–Y um...– era Ray –por último, pero claro no menos importante–.

Pie Grande lo miró confundido –¡heyyyyyy!–.

–¡Heyyyy!–.

–¡Ahí está él!–.

–¡Aquí estoy yo!–.

–Um, tu debes ser uhhhh... ¿el papá de Henry?–.

Ray abrió la boca indignado –¿qué? ¿el papá de Henry? ¿Acaso es...? ¿Es...? ¿Acaso es una broma?–.

–¿Eres el papá de Jasper?–.

Hice una mueca con mi boca, esto no tenía pinta de que terminara bien, y lo digo conociendo a Ray.

–Uh, soy Ray ¿a.k.a Capitán Man?–.

–¡Ohhh!– contestó Pie Grande –Schwoz nunca te contestó ¿eres nuevo en la "Schwoz Cueva"?–.

Aunque era divertido. Volteé a ver a Schwoz que tenía una mirada cínica en su rostro, mientras que Ray lo miraba molesto, debo admitir que quería reírme, buena jugada por parte de Schwoz.

–¡¿LA SCHWOZ CUEVA?!– gritó este mientras se encaminaba de forma amenazante a él.

–Okay, escuchen, escuchen– habló Pie Grande deteniendo a Ray con su mano –encontré este lugar genial de campamento a justo pasando el arroyo, hay que ir a cenar ahí, así nos conoceremos más todos–.

–De acuerdo–.

–Si suena bien–.

–Vayamos–.

Pie Grande empezó a caminar dentro de unos arbustos que había por ahí, logrando que todos lo comenzáramos a seguir. Tomándome de sorpresa, Henry agarró mi mano para seguir a los demás, pasamos a un lado de Ray, que se había quedado parado en medio de donde estábamos, enojado, viendo a Schwoz que seguía teniendo su sonrisa de "me salí con la mía".

Arrugué mi nariz –auch– le dije a Ray.

Henry lo golpeó en el hombro –eso fue duro papá–.

–Pie Grande, es cool–.

–No puedo creer que Schwoz le contara todo sobre nosotros–.

Ladeé mi cabeza –me sorprende que no le haya contado de más cosas, por como es Schwoz, no se sabe de todo lo que puede salir de su boca–.

–Buen punto, pero ¡hey! vamos a cenar con Pie Grande–.

Sonreí –vamos a cenar con Pie Grande–.

No me solté del agarre de Henry por todo el tiempo que estuvimos caminando siguiendo a los demás, me sentía bien, y es que usualmente, antes, no me hubiera pasado por la cabeza la idea de caminar a su lado, tomados de la mano, no me molestaba, a él menos, lo único que me tentaba era el hecho de que no éramos formales, pero actuábamos como si lo fuéramos.

Henryway, cuando llegamos al sitio de campamento, pudimos divisar a 3 chicos viendo las estrellas con guitarras y comida, y para nuestra genial suerte, nótese el sarcasmo, uno de ellos era nada más y nada menos que Mitch Bilsky.

Henry dio un suspiro cansado –no puede ser– soltó mi mano –ahora vuelvo–.

–NO vayas a hacer una escena– le amenacé jalándolo del brazo.

–____ es Mitch Bilsky, ese tipo de coquetea hasta cuando no puede verte, puedo jurar que está hablando de ti–.

–Está viendo las estrellas, no nos ha visto, y no es como si fuéramos a estar con él, así que NO hagas una escena–.

Henry se quedó pensando durante unos segundos, rascando su nuca y mirando a Mitch Bilsky de vez en cuando, no me lo tomen a mal por reclamarle, pero cada vez que él estaba, Henry se ponía de la forma en la que se puso en la cena, es decir, insoportable.

Él chico rubio comenzó a abrir la boca para decir algo, cuando de la nada escuchamos gritos y pisadas fuertes provenir del sitio de campamento, nos acercamos un poco para ver que era lo que sucedía, Pie Grande había ahuyentado a Mitch y sus amigos.

–¡Comamos!– exclamó la criatura celebrando.

Henry me volteó a ver –¿qué decías ____? ¿escena? ¿qué?–.

Rodeé los ojos –solo siéntate–.

...

La cena estaba transcurriendo de lo mejor, no hubo tensiones, ni movimientos incómodos, tampoco peleas por churros, explosiones de cualquier tipo, mapaches, y eso que estábamos en el bosque, todo casualmente y... por alguna razón extraña, estaba tranquilo; habíamos comido todo lo que Schwoz trajo, comida del Auto-Snacker, y ahora escuchábamos anécdotas de Pie Grande, mientras que Charlotte le trenzaba el cabello del cuerpo.

–A veces solo quiero colarme en la ciudad– decía él –para comprar esa buena salsa, pero las personas me verían, y solo quieren una selfie o tratan de matarme–.

Ray soltó un bufido –y te entiendo, yo no puedo ir a ningún lado sin que me estén agobiando–.

–Aprecio tu simpatía, Ron– contestó Pie Grande.

–Ray, es Ray– aclaró él mismo.

–Lo siento, "Capitán Ray"–.

Lo que no sabía nuestro querido amigo Pie Grande, era que mientras más trata a Ray de esa forma, más le iba a salir su lado... Ray, celoso, envidioso, queriendo quitar el centro de atención a alguien más.

–No, es Capitán Man, mi nombre es Ray– dio una risa falsa –y solo creo que este chico es demasiado gracioso, y este chico ¡no tiene idea de quien soy!– se había levantado de su silla, enojado.

Henry copió su acción –viejo, lo siento– le dijo a Pie Grande.

–¡Y no hay mostaza para este hotdog!–.

–¡Viejo, viejo!–.

–¡Dijo que era un sitio de campamento genial! ¡yo no veo de donde es genial!–.

–Viejo, te tienes que calmar–.

Los dos chicos se alejaron de donde estábamos, con los gritos de Ray reclamando todo lo que había "salido mal" para él, a la vez que Henry le decía que debía calmarse y no hacer un drama por esto, pero como siempre, no escuchaba.

Apreté la mandíbula con fuerza, crucé mis brazos, me levanté de mi asiento, y fui hasta donde esos dos estaban, con Ray aún quejándose, pero cabe mencionar, que gritaban tan fuerte, que todos tenían los ojos puestos sobre ellos.

–¡Ray!– le grité –¡Ray!–.

–¡Das vergüenza?!–.

–¿¡Yo doy vergüenza?!–.

Charlotte había llegado a mi lado.

–¡La das!–.

–¿¡¿La doy?!–.

–¡Okay!–.

–¡Escucha!– gritó Henry haciendo que se callara –necesitas tranquilizarte, necesitas ir a cmainar–.

Ray lo miró mal –yo no quiero ir a caminar–.

–Necesitas ir a caminar, Ray–.

–Yo no quiero ir a caminar, no es mi hora de caminar–.

–Ummm, yo no iría a caminar, es muy peligroso ahí afuera– habló Pie Grande.

–¡Ja! Okay, iré a caminar–.

Alcé mis brazos confundida, mientras veía como Ray se adentraba en el bosque decidido de lo que haría, y es que sus celos eran enormes, en serio enormes, no los podía disimular ni un poco. Negué ligeramente con mi cabeza y volví a sentarme en el tronco en el que estaba, a lado de Henry, que hizo lo mismo que yo.

–Pregunta rápida ¿el pela que crece de alguien más en las manos comenzó a quemar?– preguntó Jasper.

–No tengo pelo en mis manos– contestó Charlotte.

–Yo tampoco–.

–Si, no no digas eso–.

Pie Grande miró sus manos –el mío está bien–.

Encogió sus hombros –de acuerdo, siguiente pregunta ¿por qué dices que es demasiado peligroso allá?–.

–Hay un cazador, S. Thompson, ha estado poniendo trampas para mí por todo el bosque–.

–¿Qué clase de trampas?– le pregunté.

–Bueno...–.

Pero justo antes de que Pie Grande pudiera contestar, un grito, de nuevo, por parte de Ray detrás de una roca, lo interrumpió.

–¡Hey! ¡Encontré chuletas de cerdo aquí en el suelo!–.

–¡NO! No, no, no, no las agarres...–.

"¡AAAAAHHHHH!" se escucharon dos metales chocar "¡era una trampa! ¡madre mía, esto duele!".

–¿Estás bien, Ray?–.

"¡Estoy bien!" escuchamos que respondió "¿¡esa es una botella de cerveza de raíz!?... Voy a agarrarla".

Charlotte rodó los ojos –¡no! ¡no la agarres! ¡probablemente sea otra...!–.

Más metales chocando "¡COBRA-KAI! ¡ese dolió más! ¡Ah!".

En cierta parte era algo gracioso, no podíamos ver a Ray, pero con tan solo imaginar su cara al caer en distintas trampas, con eso era más que suficiente, además por más que le dijéramos que no lo hiciera, más lo haría, solo para probarse más fuerte que Pie Grande.

Solté un suspiro cansado para después recargarme sobre la palma de mi mano.

–Las personas han tratado de casarte por años– dijo Schwoz –¿qué hay de especial con este tipo?–.

–Es muy bueno, sabe exactamente lo que me gusta, chuletas, cerveza de raíz...– respondió Pie Grande

"¡¿Temporada 2 de Will & Grace en Blue-Ray?!" oh jeez.

–¡Es una buena temporada!– gritó Pie Grande.

"¡Es una temporada genial!" eso era bastante cierto "¡tal vez pueda agarrarla con mi pie!".

Froté mi frente con mi mano –¡Ray! ¡Basta!–.

"¡AAAAHHHH!" cayó en otra trampa "¡MEGAN MULLALLY! ¿Cuándo voy a aprender mi lección?".

–Alguien debería ir por él– sugirió Charlotte.

–Yo voy– contestó Henry mientras se paraba –¿vienes, ____?–.

Asentí –claro–.

Henry me extendió su mano para que la tomara, sin pensarlo dos veces lo hice, obviamente, y me levanté del tronco donde estaba sentada, pero no pasaron más de dos segundos, cuando todo el lugar se lleno de "¡Awwwwww!" por parte de todos los presentes.

–Schwoz no mencionó que ustedes dos ya eran novios– dijo Pie Grande –más bien, que ya eran novios, pero no lo decían–.

Henry sonrió –si, bueno, no somos novios, solo estamos saliendo–.

–Lo que él dijo– seguí.

–¡Ow! Que mal, en mi consejo personal no me gusta salir solo con las chicas, es mejor ser algo formal, evitas problemas, todo es más sano, si es que en verdad se quieren–.

–Gracias– agradeció Henry, con su tono cuando quería evitar un tema –ahora iremos a buscar a Ray–.

Levanté una mano –gracias–.

Sin más que decir, Henry y yo empezamos a caminar dentro del bosque tomados de la mano, con las palabras de Pie Grande sonando en mi cabeza, haciéndome caer en la cuenta, otra vez, de la única razón por la que no quería algo con Henry al inicio, su debilidad, las chicas.

Podíamos ser más que amigos, pero no éramos algo formal, eso significaba que aunque estuviéramos "juntos", podíamos mirar a otras personas, y sinceramente no era algo de mi agrado en lo absoluto, ahora tendría que hablar con él de ese asunto tarde o temprano, solo espero que no intente cambiarme el tema como suele hacerlo.

–Sabes– dijo Henry sacándome de mis pensamientos –podríamos quedarnos en el bosque, solo tu y yo–.

Arqueé mis cejas –¿y Ray?–.

–Es indestructible, estará bien– dejamos de caminar, y se paró frente a mí –perdón por hace rato, cuando vimos a Mitch–.

–Está bien, mientras no hicieras una escena, todo estaba bien– le sonreí.

Me devolvió el gesto –de acuerdo– se fue acercando más –¿pero puedo darte algo para que me perdones bien?–.

Lo miré divertida –¿algo como qué?–.

–Como, no sé, tal vez...–.

Henry tomó mis mejillas, para después hacerlas más a su rostro, y plantarme un beso de media duración a la mitad del bosque.

–¿Me perdonas?– preguntó mientras se separaba de mí.

–Si te digo que si ¿dejarás de hacer eso?–.

Encogió sus hombros –puede ser–.

–Entonces no te perdono–.

Pasé mis dos brazos por su nuca atrayéndolo un poco más a mí, acortando la poca distancia que ya no nos sobraba desde hace algunas semanas, aún sigo sin comprender como es que estuve tanto tiempo sin besarlo después de los primeros dos, ahora no podía parar, y eso era porque nos veíamos diario, sus labios eran tan adictivos que no los quería soltar nunca.

Aunque por más que trataba de concentrarme en eso, mi cabeza no soltaba el pensamiento de lo que había dicho Pie Grande, como era la situación, las chicas, todo eso, y que tenía que hablar con él sobre eso inmediatamente, de lo contrario, no disfrutaría mis besos.

–Henry– me separé de él –tenemos que hablar de algo–.

Y si, lo haría antes de decirle a Charlotte.

–¿Qué ocurre?–.

Tragué en seco –es algo que, me causa conflicto interno, y siento que debemos hablarlo antes de que pasemos a algo más–.

–Okay, ____, me estás asustando, solo dime–.

–Bien, lo que pasa es que...– Henry empezó a acariciarme la mejilla –... es que hay algo que en verdad lo he notado, me lo contaron y...– que era imposible concentrarme –... y no me gustaría tener problemas por... eso... ¡me estás desconcertando!–.

Se rió divertido –¿ah si? Pues a mi me gusta acariciar tu mejilla, y también me gusta besarte–.

Rodeé los ojos –a mi también me gusta besarte pero...–.

–¡Genial! Estamos de acuerdo de algo–.

Como hace unos momentos, Henry junto sus labios con los míos sin pedirme nada de permiso, no me quejaba la verdad, pero ahora me di cuenta que sería más difícil de lo que parecía encontrar la forma de hablar con él sobre eso... a veces extraño cuando éramos solo amigos... ¿a quién engaño? Esto era mil veces mejor.

Los besos duraban cada vez más, algunas veces subían de tono, pero no a mayores (N/A: PG 13), otras nos separábamos ocasionalmente por falta de aire, nada parecía realmente distraernos o hacernos pensar en algo más...

"¿¡Acaso ese es un sombrero alto?!" o al menos eso creíamos.

Suspiré mordiendo mi labio inferior –ah jeez, vamos, vamos, vamos–.

–Yep, yep–.

Henry y yo corrimos a donde se escuchaba la voz de Ray, quejándose por lo que fuera, no era muy lejos de ahí, y cuando lo vimos, no me sorprendía nada la escena, ya que estaba tratando de quitar un sombrero negro alto de una trampa, con su pie.

–Fantástico están aquí– dijo Ray –____ ¿puedes quitar ese sombrero que está ahí sobre el suelo?–.

Fruncí el ceño desconcertada –Ray, esa es otra trampa–.

–Solo mira lo elegante que es– siguió este –¡ya se! voy a intentar quitarlo con mi pie antes de que la trampa se active–.

–Ray, no, esa no es una muy buena...–.

–¡AHHHHHH! ¡MAMMA MIA! ¡ESO DOLIÓ! ¡AH!–.

–Nunca aprende– dije entre dientes.

Ray tenía trampas por todo el cuerpo, brazos, piernas, manos, incluso su cuello, pero a la ez tenía una caja llena de chuletas de cerdo, un sombrero elegante, una nueva temporada de Will & Grace, y una botella de cerveza de raíz.

–Voy a regresar con mis nuevos premios, Henry toma mi temporada 2 de Will & Grace, la mejor temporada de la serie–.

–¿Okay?– Henry tomó la caja del DVD –¿qué era lo que me ibas a decir?–.

Abrí mis ojos –ah eso...– mordí mi lengua –puede esperar–.

–¿Segura?–.

–Si, puede esperar–.

Ahora definitivamente tengo que hablar con Charlotte antes de decirle, y esperar a no arruinar de alguna forma u otra, lo que ya había.