Capítulo 72
Dudes que ya vieron el episodio en la televisión:
No pongan spoilers por favor.
Las amo
(Editado: Lo volví a subir para aquellos que dijeron que no les salía)
...
P.O.V____
Todos los Bilsky, menos por Billy, estaban en las ventanas viendo a todos los policías que estaban en la parte de afuera, no los puedo culpar, cada uno de ellos son criminales, digo, su hija y su esposo están en la cárcel compartiendo una celda "padre-hija", ni siquiera sabía que existía esa cosa, o que era legal, pero como sea, los tres estaban demasiado asustados, que incluso Brittney tenía en las manos unas pinzas para "defenderse".
–Piper– habló Jake –no creo que tengamos suficiente lasagna de pescado para los policías ¿podrías hacer más?–.
–Si, solo tomará cinco minutos– respondió ella mientras se levantaba del sillón.
–Creí que te habías tardado todo el día– reprendió Billy.
Piper lo miró tierno –lo sé, eres tan tierno–.
La pequeña Hart palmeó la cabeza de Billy unas cuantas veces, antes de irse corriendo a la cocina para poder preparar ese platillo que gracias al universo no podré, aunque dijeron que estuvo bueno, prefería no saber.
–Oigan, no creo que los policías estén aquí por la lasagna de pescado– dijo Henry tratando de mantener la calma.
–¿Entonces por qué están aquí?– preguntó Brittney mientras le señalaba con las pinzas.
"¡Estamos aquí porque sabemos que hay cosas robadas adentro!" contestaron los policías.
Wow, en serio esta casa tenía paredes delgadas, ya habían dos veces en las que alguno de nosotros decía algo en volumen normal, y los policías contestaban, impresionante.
–¿Robaste algo Mitchy?– volvió a preguntar Brittney, señaló a Mitch con las pinzas.
–No...– respondió él "indignado" –...no he robado nada en días–.
–Robaste mi ropa– le dijo Henry.
Mitch soltó un bufido –¡si! Pero no es como si me la fuera a quedar...– hizo una pausa –bueno tal vez la ropa interior–.
Miré a Mitch confundida –¿estás usando la ropa interior de Henry?–.
–Yep, pero no te preocupes, fue un buen intercambio, dejé la mía por la tuya–.
Ahora tenía claro que no iría al cuarto de Henry en mucho tiempo, bueno, al menos hasta que limpie y, derrita la ropa interior de Mitch, porque si la de Henry tenía agujeros, no me quiero imaginar como estará la de él.
Mientras estábamos ahí, descifrando que era lo que sucedía, pude notar que Henry me daba miradas asesinas de vez en cuando, no volteé a verlo ninguna de esas veces no tenía porqué, y es que yo no tenía la culpa de que Mitch siempre fuera así conmigo, pero por más que lo rechazara, Henry parecía tomarlo como algo irrelevante y seguir enojado.
–¡Oigan!– gritó Ray llamando la atención de todos –todos sabemos que la policía está aquí, porque Jeff robó el jamón costoso–.
–¡Yo no robé nada!– se defendió Jeff mientras bajaba para la sala.
–Jeff, siempre dices eso cada vez que robas algo– le dijo Billy.
–Lo sé, pero esta vez estoy diciendo la verdad–.
Ray se río falsamente –si, claro–.
"¡Tienen 5 minutos para salir con las cosas robadas o vamos a entrar!".
Estábamos muertos.
Ya bastante desesperado, Ray tomó la caja del jamón de Venecia, y agarró a Jeff del brazo para poder llevarlo afuera, era lo más lógico que se podía hacer, digo, no había nada más robado, de lo que no supiéramos, en esta casa.
–Suficiente Jeff, vamos–.
–¡Yo no robé el jamón! Lo juro, miren, miren, miren– metió la mano dentro de un bolsillo de su sudadera y sacó un papel.
–¿Qué es eso?– preguntó Henry –¿el recibo de compra del jamón?–.
Jeff negó –no, es un discurso que escribí porque sabía que me acusarían por robar ese jamón–.
–Mira, si tienes el recibo, puedes enseñárnoslo y así...–.
–¡Ahem!– Jeff aclaró su garganta interrumpiendo a Ray.
Cuando creíamos que esto no podía ser más ridículo, Jeff sacó unos lentes de su bolsillo y se los puso para poder leer el supuesto discurso que había escrito, pero ahí estábamos, todos, atentos a lo que fuera a decir.
–Una sola gota de agua, por el tiempo, puede atravesar una gota...–.
Froté mi frente con mi mano –oh por Dios–.
–¿A dónde vas con esto hermano?– preguntó Mitch.
–Bien, bien, me voy a saltar... y... y ahí fue cuando me di cuenta que hasta el más grande Nacho Ball de todos, era el que estaba dentro de mí...– no sabía si reírme o llorar –porque justo me lo había comido y así...–.
–¡Esto no es un discurso!– Ray le arrebató el papel y lo leyó –es solo el dibujo de un sol con lentes que dice "Stay Cool"–.
Y ahora eso tenía más sentido.
–¡Okay! Me descubriste, lo estaba inventando– se defendió este –¿quién eres? ¿Mi archi-enemigo Sherlock Holmes?–.
En cierto punto si era su archi-enemigo, solo que Capitán Man, no Sherlock Holmes, como sea, Ray enojado, hizo bolita el dibujo de Jeff que tenía en la mano y se lo lanzó en la cara.
–Viejo, si compraste el jamón ¿dónde está el recibo?– le preguntó Henry.
–¡No lo tengo!– contestó –y aunque lo tuviera no importaría, nadie nunca nos cree a nosotros los Bilskys, creen que somos solo una familia llena de mentirosos, criminales, ladrones, bullies...–.
Asentí –sip–.
–... y lo somos– siguió Jeff –excepto por ti Billy– se dirigió a su hermano –tu eres el mejor Bilsky de todos, Billy Bilksy, y tienes a esta increíble novia, con esta increíble familia, yo solo quería hacer algo lindo y amable por mi hermano menor porque, creo que eres genial Billy– no voy a mentir, esto era conmovedor –así que compré este jamón demasiado costoso para ti–.
Jeff había logrado lo que nunca creímos que lograría, llegar a nuestros corazones, por demasiado increíble que pareciera, todos en la sala se sentían de la misma manera que yo, conmovidos, era algo muy lindo de parte de Jeff para Billy, tanto así, que Ray comenzó a ¿gritar? de una forma extraña.
–Ahhhhhhh...–.
Lo volteé a ver un poco asustada y extrañada.
–¿Acaso... estás... ¿estás llorando?– le pregunté Henry.
–Ahhhhhhhhhh...– Ray asintió.
Hice cara de asco –ew ¿siempre suena así?–.
Volvió a asentir –ahhhhhh...–.
No era un llanto normal, parecía más como si fuera una clase de animal dando a luz a la vez que agonizaba, sabía que Ray lloraba de una forma extraña, nadie nunca lo había visto llorar, pero ahora me costará un poco quitarme esa imagen y sonido de la cabeza.
–¿Cuándo va a parar?– le preguntó Henry.
A lo que Ray respondió negando con la cabeza en señal de que no tenía idea. Todos los presentes miraban mal a Ray, algunos burlándose, otros con asco, en fin, era demasiado raro lo que estaba haciendo.
–Okay, okay, tenemos que irnos– Henry tomó a Ray de los hombros y se lo llevó a la cocina –¿vienes?–.
Encogí mis hombros y suspiré –si supongo–.
Los tres fuimos hasta la cocina, donde Henry comenzó a chasquear los dedos ante los ojos de Ray para que este reaccionara, pero simplemente seguía... si eso lo llamaba llorar.
–Así que ya no estás con la actitud– dije mientras aplaudía en la cara de Ray.
Henry bufó –no estoy en ninguna actitud–.
–Tienes el tono de tu actitud–.
–Si, bueno tú tienes la culpa–.
Abrí mi boca sorprendida –¿mía?–.
–Si, tuya– respondió sin siquiera voltear a verme –de acuerdo, suficiente–.
De un momento a otro, Henry le dio una cachetada a Ray que se pudo escuchar de aquí a California, incluso me hizo sobresaltar, pero que más da, es indestructible.
–¡Gracias!– gritó Ray volviendo a la realidad –¿cuánto tiempo me fui?–.
–Como 20 segundos– le contesté.
–Meh, okay–.
Henry sacudió la cabeza de lado a lado –nuevo plan ¿okay? Vas a ir arriba, te vas a transformar, vas a salirte por la ventana, le dices a todos que Jeff es inocente–.
–Entendido–.
Henry le dijo el nuevo plan a Ray que solo ellos dos realizarían, haciendo mi presencia demasiado innecesaria aquí.
–¿Para qué me hablaste entonces?– pregunté molesta –supongo que no es solo para decirme que tuve culpa de algo que no tengo idea de que fue–.
–Necesito que hagas una distracción para que Ray pueda subir, y que lo ayudes a escabullirse–.
Ladeé mi cabeza –bien– tomé a Ray del brazo –vamos–.
Ray y yo empezamos a salir de la cocina, mientras que él abría el tubo de las gomas de mascar para poder transformarse, estábamos a punto de irnos, cuando de repente, Mitch apareció frente a nosotros con una sonrisa despreciable.
–¿A dónde vas linda Martin? Con este viejo lloron– volteó a ver el tubo de goma –¿qué tienes ahí Cryin' Gosling?–.
Rodeé los ojos –nada que te importe Mitch–.
–¿Es goma de mascar?–.
–No lo es– respondió Ray.
–Si lo es– siguió Mitch –tengo aliento de pescado ahora ¿cómo quieres que bese a esta lindura?–.
Suspiré cansada –Mitch ya, en serio...–.
–¡Quiero que me des goma! ¡Dame!– me ignoró.
No pasaron ni dos segundos, Mitch agarró el tubo de transformación de Ray tratando de quitárselo, pero como Ray digamos que era más "fuerte", no dejó que lo hiciera, así que juntos comenzaron a forcejear contra el tubo, pero Mitch no dejaba de agarrarlo, así que Henry tubo que intervenir ayudando a Ray.
Estuvieron así durante algunos segundos, que fue en vano, Mitch salió corriendo con el tubo en dirección a la sala, para que después Ray se lanzara sobre él, al igual que Henry, haciendo que los tres volvieran a pelear, en el suelo, detrás del sillón.
Chasqueé la lengua y caminé a la sala con el resto, ignorando a los otros tres. El plan, ya no era una opción.
"¡De acuerdo! ¡Tienen 60 segundos para salir o nosotros vamos a entrar!... ¡Aún sigue siendo la policía de Swellview, por cierto... por si lo olvidaron!".
–¡Genial!– exclamó Jeff –iré a la cárcel... otra vez–.
–¡No lo harás!– le gritó Billy –quiero decir, tal vez algún día, la próxima semana o algo así ¡pero hoy no!–
Piper lo miró confundida –¿qué estás diciendo?–.
–Vamos a comernos la evidencia–.
Todos dimos un grito ahogado ante las palabras de Billy, es la respuesta y la forma más accesible de poder deshacernos de la evidencia, pero aún así, era demasiado para solo 7 personas.
–¡Si!– Henry se levantó del suelo con trabajo, dejando a los otros dos aún peleándose por el tubo –no pueden arrestar a tu hermano, si no hay evidencia–.
–¡Pero son 10 libras de jamón puro!– gritó Jake, a eso me refería.
–¡No podemos comerlo todo!– le siguió Brittney.
Billy alzó los brazos –tenemos que intentarlo–.
Mientras tanto, Ray y Mitch seguían peleándose detrás del sillón por el tubo de goma de mascar de Ray.
–Billy tiene razón– habló Piper –todos corran y empiecen a meter jamón a su boca–.
"¿En qué momento acepté quedarme a esta cena?" pensé, pero Piper me lo pidió, no soy tan mala, y sinceramente quería pasar un rato con ustedes ya saben quien, solo que no de esta forma, ya saben, él enojado celoso, con Mitch coqueteándome siempre, con el criminal más idiota de Swellview, comiéndonos un jamón entero de 10 libras... mi dieta de comida líquida, se fue por un tubo.
Corrimos a la cocina con la mente decidida a comernos ese pedazo de puerco que estaba sobre la mesa, era algo asqueroso, pero vaya que el Jamón de Venecia si era delicioso.
Entre todos arrancábamos pedazos de este, nos lo metíamos a la boca, y ni siquiera recuerdo haber masticado o algo por el estilo, todo pasaba como cámara lenta, y estaba segura que después de esto no comería hasta en una semana.
Levanté mi mano para poder tomar otro pedazo de jamón, y cuando la puse sobre este, sentí la mano de Henry sobre la mía, haciendo que los dos nos volteáramos a ver; fruncí mi ceño, arranqué el pedazo de jamón y le di una cachetada no tan fuerte con este y después metérmelo a la boca, para que él hiciera lo mismo conmigo.
No voy a mentir, además de desconcertada estaba enojada por lo que Henry me había dicho, ahora resultaba que yo tenía la culpa de que Mitch me coqueteara, Henry idiota, y no se quedaría así para nada.
Faltaban ya dos pedazos de jamón por comerse, así que todos como locos los tomamos, y los dividimos para comerlo.
...
"¡Se acabó el tiempo! ¡Vamos a entrar!"la policía.
Puedo jurar que iba a reventar el cualquier momento, incluso a vomitar, estaba sentada en el sillón morado, abrazada de mis piernas, viendo mi vida pasar... okay demasiado drama, pero en serio estaba demasiado llena que no estaba consciente al 100% de todo, y no era la única, todos estaban así, tirados alrededor de la sala, sin siquiera poder moverse.
Alcé mi cabeza para ver a Jake que por alguna razón estaba tirado en en el suelo, la puerta abierta y un grupo de policías ya había entrado a la casa, cuando de repente, sentí un mechón de cabello, que no era mío, sobre mi frente.
–¡Hey! Oficiales– era un mechón rubio –no hay jamón robado por aquí–.
Me removí en mi propio lugar recibiendo una queja de su parte, mas sin embargo ninguno de los dos se movió, no hasta que me di cuenta que tenía uno de los brazos de Henry sobre mis hombros.
–No nos importa nada de jamones robados– contestó una policía.
–¿No?– preguntó Jeff incrédulo.
La policía lo miró mal –claro que no, no gastaríamos nuestro preciado tiempo buscando jamón robado–.
"¡Argh!" nos quejamos todos al mismo tiempo.
–Estamos buscando muñecas ilegales–.
–Ah, jeez– exclamó Piper.
Uno de los policías que estaba ahí, dirigió un grupo de estos por las escaleras como si fuera su propia casa, ni siquiera tenían una orden de saqueo, pero que más da, al menos no estaban buscando el jamón, y eso significaba que comimos todo eso por nada.
–Prudence– dijo Mitch arrastrándose a donde estábamos –tienes a mi futura esposa en tus brazos–.
–Ah, si– respondió Henry mientras quitaba su brazo de mis hombros –puedes quedártela–.
Rodeé los ojos –sería un placer–.
–¿Hablas en serio?– preguntó Mitch sorprendido.
–¿Qué? No– le contesté –deja de ser un tonto Henry–.
–¿Ah yo estoy siendo el tonto?–.
–"Yo estoy siendo el tonto"– lo imité.
–Muy madura, ____, en serio... muy madura–.
Y así fue como una guerra de insultos, palabras, y argumentos se formó entre Henry y yo, estaba enojada, y no tenía razón para llamarme así, en mi defensa, él la comenzó.
–¡Cállense o les bajo el sueldo!– gritó Ray, y nos callamos.
Volteé a ver a Henry que seguía con su mirada de su actitud insoportable, que sinceramente ya me estaba hartando demasiado.
–Podrían luego arreglar sus problemas de adolescentes– dijo Jake mientras se levantaba del suelo –¿qué está pasando?–.
–Recibimos una llamada– contestó la policía –de que alguien está vendiendo Fresno Dolls robadas por internet, vera, eso no es legal–.
–Escucha Billy– Piper agarró el hombro de su novio –voy a estar lejos por un tiempo–.
–¿Qué? ¿Por qué?–.
–Bueno, no me gustaría decir nada sin un abogado presente pero...–.
–Oh yo tengo un buen abogado– interrumpió Jeff –él también trabaja en Nacho Ball–.
Tenía en cuenta las varias veces que Piper había ido a la prisión juvenil, arrestada, trabajo comunitario, escuela de verano por todo lo que había hecho, que incluso puede que consiga créditos extra para graduarse antes, pero aún así seguía siendo una "dulce" niña de casi 14 años... si.
–¡Las tenemos!– todos volteamos a ver hacia las escaleras –estaban en el cuarto de la niña, y vean esto, una de las cabezas, está llena de pan–.
–¿Qué?– preguntó Piper confundida.
La otra policía dio un grito ahogado –niña loca– tomó a Piper del brazo y la arrastró por toda la casa hasta la puerta principal –¡vámonos!–.
–¡Espérame Billy! ¡Espérame en el otro ladooooooo...!– desapareció de nuestra vista.
Me levanté del sillón de golpe y me paré a un lado de Ray que había regresado de cerrar la puerta, sinceramente creo que el reciente suceso con Piper nos dejó un tanto sorprendidos a todos, y más a Billy, que de alguna forma u otra, su novia terminó siendo como su familia.
–Siento lo de tu novia, que la arrestaran– dijo Jeff.
–Tenía potencial– siguió su madre tratando de consolarlo.
–Sabes, nunca debí acusarte por robar ese jamón–.
Jeff hizo un ademán –está bien hermano, incluso guardé uno en mis pantalones cuando los policías entraron– sacó el pedazo de jamón de su pantalón –¿quién quiere jamón saber pantalón?–.
Todos negamos, la verdad no creo poder comer nada de jamón en mucho tiempo, al menos hasta que salga de la universidad, tanto era el caso que con tan solo verlo me hacía vomitar; me hice a un lado de done estaba, dejando a Billy, Jake y Henry parados frente a Jeff, que este sin pensarlo dos veces se metió el pedazo de jamón a la boca.
Comenzó a masticar y masticar de una manera demasiado asquerosa, que cuando dio la quinta mordida, su expresión cambió a una de asco y escupió todo lo que tenía en la boca sobre los cuatro chicos que estaban frente a él, llenándolos de pintura azul... la cápsula de pintura azul anti robo.
Arqueé mis cejas divertida mientras veía la escena, era algo asqueroso, pero que también daba demasiada risa.
–Okay, lo robé–admitió Jeff y empezó a reírse, con el resto de su familia.
–¡Lo sabía!– le gritó Billy.
–¡Ese es mi hijo!–.
Henry se limpió la pintura de los ojos –pero nos diste ese discurso–.
–Yo lloré– siguió Ray.
–Soy un Bilsky, mentimos, eso es lo que hacemos– seguía riéndose.
"¡BILSKYS!" él y Mitch volvieron a chocar los cinco, aún burlándose de todos, y la verdad también me quería reír, pero ya estaba teniendo demasiados problemas con Henry, que ahora hasta podía culparme de que Jeff le escupió la pintura azul encima.
...
Pasaron los minutos, y por fin toda la familia Bilsky se había ido de la casa de los Hart, Billy no dejaba de pedirle disculpas a Jake, y este no dejaba de decirle que no pasaba nada, y que si podría ir a visitar a Piper a prisión, que tierno.
Anyray, habíamos decidido volver a la Capi Cueva ya que aún era temprano y nuestros amigos seguían haciendo la dieta líquida, y porque nada más quería ir a un lugar donde pudiera ir con alguien llamada Charlotte, para poder contarle sobre la "actitud" de Henry durante toda la cena.
Solo estábamos Henry, Ray y yo en la casa, Jake se había ido a llamar al abogado de Piper, Henry se estaba limpiando la pintura en su cuarto, Ray en el baño de abajo, y yo estaba sentada en el sillón morado aún enojada y molesta por como Henry estaba actuando, porque no, no se le quitó cuando se fue Mitch.
Estaba metida en mis asuntos, cuando hablando del Rey de Roma, apareció por las escaleras, aún usando su ropa sucia, pero con la cara ya limpia.
–Ah, sigues aquí– dijo cuando me vio.
Rodeé los ojos –¿algún problema?–.
–Ah, no, no, creí que te habías ido con Mitch–.
–Okay, suficiente–.
Me levanté del sillón y caminé hacia él con paso firme, lo agarré del brazo, y lo llevé hasta el pórtico, cerrando la puerta de un golpe detrás de mí, me recargué en esta, me crucé de brazos, y asesiné un rato a Henry con la mirada.
Ninguno de los dos decía nada, aunque realmente tenía miles de cosas que decirle, estaba demasiado enojada para saber por donde empezar, pero como sabía que ninguno de los dos diría algo, me tocaba a mí romper el hielo.
–¿Qué rayos?– solté de la nada –hablo en serio Henry ¿qué rayos?–.
–No entiendo de que me hablas, ____–.
Apreté mi mandíbula –no te hagas como si no supieras, toda la cena tuviste esa "actitud" desesperante–.
Encogió sus hombros –ya te dije, fue tu culpa–.
–¿Cómo es mi culpa que Mitch Bilsky me esté coqueteando?–.
No contestó nada, sabía que lo había hecho era una completa y rotunda tontería, pero como el buen hombre que es, tenía el ego demasiado alto que le costaría admitirlo.
–No encuentro fallas en eso–.
–Date cuenta de que la culpa es tuya–.
Si antes estaba enojada, ahora lo estaba más, mordí mi mejilla interior, e hice contacto visual con Henry, que estaba del mismo modo que yo.
–Pues es que te estás poniendo así por una tontería– le dije casi gritando –no siento nada por Mitch, sabes como es él–.
–Pues no te parecía importante, solo lo ignorabas y ya–.
–¡Porque es mejor ignorar que reclamar Henry!– grité –si le contestara o le siguiera, sería seguir su juego, y él seguiría haciendo bromas, coqueteándome, y tu te pondrías así–.
La discusión con Henry estaba subiendo de tono por mi parte, y por la suya, tanto era el caso, que hasta los vecinos que pasaban por ahí podían quedarse viéndonos. Henry se giró en dirección contraria de donde estaba, puso sus manos en su nuca, bajó la cabeza y volvió a girarse para mí.
–Ya no puedo hacer esto ____, ya no puedo, y eso es incluyendo ver como Mitch se te pega sin yo poder hacer absolutamente nada–.
Sentí el aire hacerme falta, mi corazón detenerse, y como si un balde de agua helada me cayera encima.
–¿Qué?–.
Henry tomó una gran cantidad de aire, y me miró directamente a los ojos.
–Pretender que solo somos amigos– soltó –ya no puedo hacerlo ____, en serio que ya no, pienso en ti todo el tiempo, todos los minutos de todas las horas, de cada día, de cada semana– suspiró y bajó la mirada –____, hay una cosa, es una cosa muy importante y es la que no pude contarte esa noche en mi habitación, es lo que te quise decir la vez de la Cactus y ya no puedo resistirlo, así que aquí está– hizo una pausa –me gustas, en serio me gustas. Me has gustado desde el momento en el que atravesaste la puerta de la escuela asustada hace dos años porque eras la niña nueva, me gustaste desde la primera vez que viniste a mi casa y Piper casi te aniquila pero terminó amándote, me has gustado desde el día en el que estábamos en mi habitación viendo Cerdos de Pelea 2 y nos llamamos mejores amigos, y lo confirmé el día que apareciste en el parque cuando te enteraste de que soy Kid Danger, no te asustaste, no hiciste nada, solo te acercaste a mí para ayudarme y no dijiste nada más, ese día lo supe, y se que esto puede parecer algo extraño para mí decirlo dado el hecho de que somos mejores amigos, pero te lo dije, y te lo pudo decir más veces, me gustas ____, en verdad me gustas mucho– tragó en seco –y no puedo con el hecho de que estés recibiendo coqueteos de Mitch o de cualquier otro chico, y yo no poder hacer algo más allá de lo normal, porque ¡rayos! Me gustas mucho y es que...–.
Sin pensarlos dos veces, y sin dejarlo terminar, caminé a laso firme donde estaba, me puse de puntillas, con una mano lo tomé de la nuca y lo atraje hacia mí juntando mis labios con los suyos, formando un beso, un beso que duró más de lo que imaginaba, un beso que se sintió tan bien, que cuando nos separamos mis labios deseaban más.
–¿Eso qué significa?– preguntó casi sin aire.
–También me gustas Henry–.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro