Capítulo 66
ADIVINEN QUIEN YA ENTRO A LA DESGRACIADA ESCUELA
YO :(
Pero bueno,
ya empieza el último año de preparatoria, a darle.
P.O.V____
El uniforme de los Task Bunnies era realmente vergonzoso, y eso que le había dicho a mi mamá que "trabajaba para ellos", pero la verdad me sentía como una tonta usándolo. Playera rosa, gorras rosas con orejas de conejo, shorts blanco, y una colita de conejo esponjosa que tenía que usar amarrada al cinturón, y una nariz de conejo igual, vergonzoso.
La verdad prefería eso a usar el disfraz que los chicos me obligaron a usar en Halloween, a este ridículo "uniforme".
Henryway, llegamos al edificio de la Evil Science Corp. Charlotte, Jasper, y yo no estábamos demasiado entusiasmados por usar estos uniformes, y nuestra cara de emoción se podía ver de aquí hasta china... nótese el sarcasmo. Jasper abrió la puerta de la oficina y entró a estas, con Charlotte detrás de él, luego yo, y al final Schwoz, que este último caminaba dando saltos feliz.
–¡Oh! Unas personas vestidas como conejos, esto será ser divertido– dijo Bill Evil.
–Hola– saludó Char.
–Somos los Task Bunnies– respondí indiferente.
–¿Tiene una tarea? estamos ¡felices! de ayudar– siguió Jasper de la misma forma.
Schwoz sacó una especie de libreta –entonces, Capitán Man nos contrató para llevarnos un ¿transportador interdimensional?–.
–Ah si– Bill Evil tomó un bowl llenó de plátanos –está justo aquí–.
–Esos son plátanos– dijo Charlotte, mientras que Jasper tomaba una.
–Ah, no, no, este es el transportador interdimensional, lo voy a extrañar demasiado, es por eso que estoy siendo tan emotivo–.
Por lo que había pasado el Halloween pasado, y por lo que nos explicó Schwoz en el camino para acá, Bill Evil había abierto otro portar a otra dimensión solo por diversión, así nada más, es por eso que dejó salir al tipo con armadura, y según eso fue demasiado irresponsable.
–¿Y qué es eso?– preguntó Jasper señalando a una máquina, que tenía el letrero "TRANSPORTADOR INTERDIMENSIONAL".
–Eso es una pared– respondió Bill Evil –está hecho de un material llamado concreto...–.
Rodeé los ojos fastidiada –no, lo que está a lado de la pared, la máquina que dice transportador interdimensional–.
–Bueno, eso es...– comenzó a decir Bill Evil –... Brenda ayúdame–.
Brenda era su secretaria, que estaba en la mesa de la recepción, limándose las uñas.
–Solo dales la máquina Bill– dijo ella.
Dio un suspiro –bien, pueden llevarse el transportador interdimensional... solo voy a abrir un portal más a otra dimensión–.
El científico caminó hasta la máquina con intenciones de volverla a encender, si no hubiera sido por nosotros, que le gritamos miles de veces: "No, no, no", "suficiente", "No", "hasta ahí", para que no hiciera alguna otra tontería, y niños no volvieran a desaparecer.
–Está bien, okay– volvió a suspirar –pueden llevárselo, pero antes de que se lo lleven, por favor no se lo lleven–.
Negué levemente –hágase a un lado– decía mientras caminaba a la máquina.
–Fue suficiente– Jasper.
–A un lado– Charlotte.
"Pueden llevarse estos guantes que no hacen ruido... o, o este gabinete, hace ruido pero si guarda cosas".
Y entre tantas excusas que dada Bill Evil para que no nos lleváramos su transportador, mis dos amigos y yo fuimos por la máquina para poder sacarla de ese lugar ya que estaba algo pesada aún si la arrastrábamos todos, mientras que Schwoz iba por el bowl de plátanos que habían dejado sobre una mesa.
Inteligente, eso es inteligencia.
...
El viaje a la Capi Cueva con la máquina gigante no fue tan bueno como creímos que lo sería, recibíamos miradas constantes de las personas que pasaban a lado de la Man Truck, y luego tomaban fotos de nosotros o bien se burlaban de nosotros, cosa que era en lo bastante extraño porque bueno, Swellview no era una ciudad común, y pero supongo que para ellos ver a 4 personas con disfraces de conejos con una máquina bizarra, era anormal.
Anyray, llegamos a Junk N' Stuff, y pasar con el transportador interdimensional por el mostrador había sido muy difícil, Jasper casi rompe la antena con la que se podían contactar otras dimensiones, recibiendo un reclamo de Charlotte y una risa burlona de Schwoz.
Cuando bajamos a la Capi Cueva, Schwoz hizo todo lo necesario para poder conectar la máquina a la otra dimensión, era algo gracioso porque tenía que usar un boomerang en la cabeza, junto con unos audífonos.
Estaba sentada en el sillón giratorio, observando como Schwoz estaba demasiado entrado en buscando la nueva dimensión.
–Okay, en serio quiero preguntar que estas haciendo– dije mientras me paraba y caminaba hacia él –pero no quiero que ruedes los ojos y suspires de desesperación–.
Como era de esperarse, y la verdad si lo era así, Schwoz rodó los ojos, y suspiró de desesperación.
Arrugué mi nariz –si, justo así–.
–Podrías ser comprensivo solo por un momento en tu vida– Charlotte llegó.
–Bien– volvió a rodar los ojos –Ray y Henry quieren mandar a ese tipo enojado devuelta a su tierra, Astoria, entonces estoy escaneando dimensiones diferentes, tratando de escuchar a quien sea que diga Astoria–.
Asentí –cool ¿algo de suerte?–.
–Nah– respondió –solo un grupo de personas que están leyendo preguntándose cuando Henry y tú serán novios–.
Lo miré desconcertada –¿qué? Eso no tiene sentido–.
–Ohhhhh...– dijo con mirándome pícaramente –eso no es lo que yo estoy escuchando–.
Negué levemente con la cabeza, y me giré hacia donde estaba Charlotte, que me miraba de la misma forma en lo que lo hacía Schwoz, cruzando los brazos, subiendo y bajando sus cejas.
–Ni se te ocurra decir algo–.
Encogió sus hombros –no planeaba decir algo–.
–Pero lo estás pensando–.
–Porque estoy de acuerdo con las personas de esa dimensión–.
–También es algo que tengo muy claro– crucé mis brazos.
Charlotte no respondió, lo único que hizo fue sacudir la cabeza mientras se reía un tanto cínicamente. Que raro que hubiera una dimensión donde las personas pensaran eso de Henry y de mí, pero sobretodo ¿leyendo? ¿Qué estaban leyendo? ¿Cómo lo estarían leyendo? ¿Hay alguien escribiendo todo esto? Okay... me he vuelto completamente loca.
En fin, me encontraba tan metida en mis pensamientos de tormentas mentales, cuando no me di cuenta que Jasper había llegado del cuarto de detrás de los tubos, no le hizo mucho caso al inicio, hasta que comenzó a "pelearse" con Charlotte.
–Ni siquiera somos verdaderos Task Bunnies– decía ella.
–Lo sé, pero somos tres personas– Jasper me señaló –así serán más rápidas las tareas que nos dejen–.
Abrí los ojos confundida –¿de qué hablan?–.
–Jasper nos inscribió para otra tarea de Task Bunnies, cuando ni siquiera, lo somos–.
–Pero será increíble– siguió este –además nos pagarán 200 dólares a cada uno por pintarles las uñas a un perro–.
Me quedé pensando durante unos segundos, volteé a ver a Charlotte y sin pensarlo dos veces, ambas asentimos al mismo tiempo.
–Vamos–.
...
–Podríamos hacer este un segundo empleo, ya saben, cuando Ray no nos necesite–.
Solté un bufido –trabajar para un superhéroe no es nada fácil Jasper– fruncí el ceño –y más si se trata de alguien como Ray–.
–Exacto, nos llama a medio noche solo para hacerle un sándwich– dijo Charlotte –y cuando quiere presumirnos de algo que hizo, o cuando tiene pesadillas–.
Silencio total, nos quedamos en silencio durante unos segundos, pensando en todo lo que acabábamos de decir, para darnos cuenta de que Ray era más exigente que un propio bebé, nos doblaba la edad, pero era tan inmaduro que hasta Piper podía ser más maduro que él.
–¿Consideramos tener otro empleo?–.
–Nope– contestamos Jasper y yo al unísono.
–De acuerdo–.
Caminamos hasta la parte trasera de la tienda, para poder bajar por el elevador e ir hasta la Capi Cueva, al momento en el que llegamos, y las puertas se abrieron, vi la imagen más extraña... ¡ah que más da! No era extraño, aquí ya nada era extraño.
Ray estaba tirado en el suelo con un cajón color rojo, Henry estaba a lado de una chica morena ayudándola a levantarse del suelo, Schwoz estaba cerca del elevador, y había un chico rubio, bastante lindo si puedo decir, sobre él tipo enojado con la armadura, mientras que este se quejaba... creo que Schwoz si había encontrado Astoria después de todo.
–¡Salgan de elevador!–.
Rápidamente nos movimos de ahí bastante desconcertados todos, cuando de repente él chico lindo rubio, junto con Henry y la chica que estaba a lado de Henry, empujaron al tipo de armadura al elevador.
–¿Conseguiste el broche?– le preguntó Henry al rubio.
–Oh si– alzó las manos –conseguí todos, los 10–.
–Te dije que solo 1 o 2–.
–Lo sé– respondió él chico –pero en serio odio a Ryker, además se ve genial con todos los broches en una mano, parecen anillos–.
En serio que era muy guapo el chico vestido de verde, tanto había sido así que no me di cuenta que me le había quedado viendo durante varios segundos, hasta que sentí como su mirada se encontró con la mía, y me sonrió, yo solo le devolví el gesto.
–Hey Ryker– habló Ray haciendo que lo volteara a ver –tu historia es aburrida–.
–¿Qué? Ni siquiera estaba contando una historia–.
Y en cuanto Ryker terminó su frase, Charlotte presionó el botón del elevador para cerrarlo, segundos después, se escuchó una gran explosión dentro de este. ¡Claro! los broches, Ryker tenía granadas en el pecho, pobre.
Las puertas del elevador se abrieron, una gran bola de humo apareció saliendo de este, con cuidado y sin acercarnos tanto, caminamos a la puerta del elevador, para encontrarnos con el peor escenario seguido de la lengua de Jasper el día que fuimos por la abeja.
–¡Ah que asco!– dijo Charlotte.
–No, no, no– Henry hizo una mueca.
–Eso no se ve nada bien–.
–Ni siquiera sabía que era posible tener tantos órganos– moví el humo de mi cara –o que eso existiera–.
–Quemado, está completamente quemado–.
Ray se levantó del suelo un poco desubicado, y se sostuvo del brazo del chico rubio lindo, parecía que iba a desmayar en cualquier momento.
–Bien hecho...– le dio tres golpes en el hombro –... Henry– y se desmayó.
–¿Quién es Henry?– preguntó este.
–No importa– contesté restándole importancia –Capitán Man dice tonterías cuando está a punto de desmayarse–.
Arqueó las cejas –de acuerdo, soy Arc–.
–____– estreché su mano.
En serio, hablo en serio, si era muy lindo, tenía una linda sonrisa, cabello bien peinado, incluso podía decir que era una versión de Henry no tan mejorada, porque bueno Henry, Henry era otro caso, pero él, estoy segura de que tenía a todas las chicas de Astoria a sus pies. Pero aunque fuera muy guapo, no era mucho mi tipo... quiero decir, lo es, pero no me sentía bien hablando de él de esa manera, si.
En fin, después de eso, todo volvió a la "normalidad", Schwoz logró arreglar un poco a Ryker y lo encadenó al sillón giratorio, se volvió a poner el equipo para buscar Astoria para que Arc y su amiga se fueran, que por cierto, así como yo veía a Arc de vez en cuando, Henry veía a su amiga, ironía.
–... así que ahora yo estoy en el camión...– Ray seguía contado su historia –con el payaso, mi tía, el canguro y mi primo, y vamos de regreso al lugar de bolos, cuando nos dimos cuenta...–.
–¡El portal está a punto de abrirse!– gritó Schwoz interrumpiéndolo.
"¡Si!", "¡Gracias!" exclamaron Arc y su amiga. El portal comenzó a abrirse.
–Esperen ¿no se van a llevar a este tipo con ustedes?– preguntó Jasper mientras señalaba a Ryker.
"¡Oh no, no, no!", "¡Claro que no" respondieron ellos.
–¿Qué haremos con él?– esta vez preguntó Char.
–Da igual–.
–Lo que sea– Arc chasqueó los dedos –su dimensión es rara–.
–¡Buena suerte con la banda!– le dijo la chica a Henry.
En cuanto escuchó eso, vi como Henry se paró nervioso del sillón giratorio y caminaba a donde estaba ella. Apreté mi mandíbula y bajé la mirada.
–¡Oye! Um... no me pasaste tu número–.
La chica lo miró confundida –¿4?–.
–¡Adiós ____!– gritó Arc, le respondí despidiéndome con la mano.
Y sin más preámbulos, el portal se cerró, dejándonos a todos los miembros de la Capi Cueva, un tanto extrañados, incómodos, con un bastante apestoso Ryker, y Ray que quería seguir contando su historia.
–¡Ese número no me ayuda!– le gritó Henry.
Jasper caminó a él –aún lo tienes!–.
–Si– chocaron los cinco.
–¡Entonces!– ay no, aquí vamos otra vez –estaba en la preparatoria ¿si?–.
–¿Alguien quiere ir arriba y hacer algo más?–
Antes de que Ray pudiera comenzar a hablar, Henry interrumpió a Ray, y lo agradezco, no podía volver a escuchar esa historia ni aunque me pagaran.
–Yo voy– respondió Charlotte.
Di una risa burlona –también yo–.
–Absolutamente, amo hacer algo más–.
Schwoz, Henry, Jasper, Charlotte y yo, comenzamos a caminar al elevador, y entramos a este.
–¿Quién va a escuchar mi historia?– preguntó Ray.
–Uhhhhh– empezó a decir Henry –él...– señaló a Ryker –¡Byeeeeeeeee!–.
Pero que día, conocimos a personas de otras dimensión, uno muy guapo, todos pelearon contra un malévolo caballero que había aprisionado a un reino entero, tengo 200 dólares que ni en 1 mes trabajando podría conseguir, no tuvimos que escuchar la historia de Ray por segunda vez, y sobretodo, pude reafirmar mi teoría, la debilidad más grande Henry, eran las chicas.
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