P.O.V____

La Capi Cueva se quedó en silencio absoluto, y con seriedad completa, bueno al menos eso parecía. Charlotte me miraba con tristeza, Schwoz junto con Jasper tenían la quijada hasta los suelos, Ray parecía estar en su mundo como siempre, y Henry, Henry estaba detrás de mí, y para ser sincera no quería voltear a verlo.

–Ah... ____– habló Henry mientras caminaba hacia mí –¿a qué te refieres con que regresarás a San Diego?–.

Mordí mi labio inferior suspiré, miré a Henry directamente a los ojos, eso hizo que me sintiera peor de lo que ya lo hacía, me sentía terrible ahora, y con solo tener la imagen de irme, dejarlo, ya me estaba rompiendo a mí misma.

Porque si, si creo sentir algo en serio por él.

–No quería decirles nada pero, si no hago algo antes de mañana, es lo más probable, y no soy yo, es mi mamá–.

–Espera, espera, espera, espera, espera– siguió Jasper –¿San Diego? ¿dónde vivías antes de llegar aquí? ¿dónde tienen las playas más lindas de América–.

Miré a mi amigo con cara nula. No sé porque no me sorprendía esa pregunta o la forma en lo que lo decía.

–Si– contesté obvia –ahí–.

–California, San Diego, California– volví a asentir –no lo creo–.

–¿Vivías en San Diego?– preguntó Ray indiferente.

–¿No lo sabías?– respondió Schwoz –está en su expediente, en la Man Computadora–.

Ray hizo un ademán restándole importancia –nunca leo esas cosas–.

–Entonces ¿solamente contratas alguien por qué si?– asintió –¿qué pasa si es alguien malo–.

–No lo se, lo contrato si me cae bien–.

Nos quedamos todos en silencio, viendo cómo Ray ya no prestaba atención a lo que le decíamos, se había puesto a jugar en su teléfono.

–Viejo tienes un problema– soltó Henry.

–¿Mhm?–.

–Viejo tienes un problema–.

Se rió sarcástico –si claro–.

Repito, no sé porque no me sorprendía, si, era clásico de Ray no leer, no escuchar a sus empleados, mandar a todos, decir siempre que era el "Jefe, Jefe", digo lo era, pero en serio que si tenía problemas, además no tenía nada que hacer más que golpear y salvar Swellview, pero eso era siempre gracias a nosotros, actuar como un niño, ser irritante...

Aunque debo admitir que a pesar de eso, si me había encariñado con él.

–Pues si, así es, vivía en San Diego– le dije –ahora si no fuera por Charlotte que ya tiene un plan estaría ya yéndome ¿no has escuchado todo?–.

–Me quedé en "Despídeme Ray, ahhhh, despídeme"– trató de imitarme –y no voy a hacer eso–. 

–Si, si, si, si como sea– intervino Jasper –¿por qué te quieren regresar a San Diego?–.

Y de un momento a otro, con el momento inoportuno de Ray, había olvidado completamente mi realidad, rayos.

Suspire –porque... porque...– no podía formular mi respuesta.

Giré mi mirada hacia Henry, que tenía una mirada de confusión en su rostro, combinado con un poco de melancolía, se podían reflejar muchas cosas en sus ojos, y todas estas me impedían no poder hablar bien, me seguían rompiendo.

Tragué en seco, y miré a Charlotte tratando de pedirle ayuda. En cuando vi que comenzó a abrir la boca para decir algo, me volteé de Henry.

–Porque vieron anoche lo que pasó con Henry– contestó Charlotte por mí.

Cerré los ojos y sentí como el alma se había salido del cuerpo, detalles, Henry se culpó por el beso de anoche, e hizo que "Ray no me despidiera por eso", listo, pero habíamos omitido la parte sobre San Diego, además según Charlotte, él no sabía porque mi mamá me estaba buscando como loca.

Él creía que me había escapado solo por una pelea con ella, pero no el tema principal, ahora lo sabe. Cuando creíamos que Silbante Susie era la única bomba, hoy ya habían muchas, y todas eran mi culpa.

La Capi Cueva se había llenado de una incomodidad increíble, tanto así que se escucharon unos "owwwww" de parte de Jasper, Schwoz e incluso Ray.

...

Caminábamos con dirección a casa de Henry, íbamos los dos solos, todavía se podía sentir el fastidioso, incómodo, repugnante ambiente entre los dos, pero es que a pesar de lo que Char había dicho, Henry solo dijo "vamos a seguir con el plan", fuimos al elevador, subimos a Junk N' Stuff y salimos de ahí sin decir más, literalmente.

Ahora el camino era un silencio total, deseaba con todo mi ser que solo terminara pronto, que llegáramos a su casa y pudiéramos hablar, dejarle en claro lo del beso, dejarle claro esto, y rezarle a todos los dioses que no me odiara, aunque creo que era en vano, había un presentimiento que decía que, ya lo hacía.

Estábamos doblando en la última esquina para ya llegar a su casa, quería llegar ya, y cuando menos pensaba que pasaría, Henry rompió el silencio.

–No te molesta entrar por mi ventana ¿o si?–.

Fruncí el ceño confundida –no, para nada–.

–Bien, cuando entres trata de no hacer ruido para que Piper no te escuche–.

Asentí levemente. Claro, Piper, una de las influencers más grandes de Swellview, o sea que se entera de todo antes que todos, presidenta de los Man Fans, y desde hace un año quiere que yo tenga algo con Henry... oh no.

Ahora como ella me conoce, espero que no haya difundido que era yo quien besaba a Kid Danger ¿en qué lió me metí?

Cuando el camino parecía eterno, por fin habíamos llegado a la casa de los Hart, nos paramos en seco frente a ella, y la miramos antes de poder entrar.

–Ten cuidado cuando subas el árbol–.

–Lo tendré–.

Sonrió ligeramente –te veo adentro–.

Le devolví la media, ligera sonrisa, para después comenzar a caminar hacia un lado de la casa donde estaba el árbol que daba a la habitación de Henry.

Ya estando ahí, miré el árbol de arriba a abajo, y di un suspiro.

–Voy a morir–.

Y sin más preámbulos, empecé a escalar por el árbol, astillándome, golpeándome con ramas y hojas, no mirando hacia abajo porque si no... caería en solo segundos y eso sería malo, mas cuando ya parecía que estaba a punto de llegar, me sostuve de una rama que comenzó a tronar indicando que iba a romperse.

–Ay no–.

Sentí que hice mil movimientos que ni siquiera yo sabía que podía hacer. Lo único que recuerdo fue, tomar la esquina de la ventana de Henry y con toda la fuerza que tenía jalarme hacia ella para entrar.

–No morí– dije sonriendo sin aire, acostada en el piso de la plataforma que tenía –no morí–.

Debo admitir que estaba bastante adolorida, solo agradezco a mis 10 años de gimnasia artística que me ayudaron un poco, pero también me pude dar cuenta de que si, si tengo una pésima condición.

Como pude me paré del suelo y me senté en las escaleras de su habitación. Hace mucho que no venía aquí, bueno después de todo lo que ha pasado, he evitado venir aquí, aunque me gusta.

Estaba sentada esperando a que viniera Henry, cuando de repente se escucharon gritos y argumentos afuera en el pasillo.

–¡No se! ¡No se donde está! ¿Okay?–.

–¡Necesito hablar con ella!–.

–¡Bueno pues no se donde esté Piper!–.

–¡Tus mentiras me aburren!–.

–¡No estoy... no estoy mintiendo okay!–.

–¡Se cuando estas mintiendo! ¡Eres mi hermano!–.

–¡Cuando tenía 9 me lanzaste por las escaleras por algo que según tu mentía! ¡No lo hago!–.

Se abrió la puerta, y los gritos seguían y seguían, era algo normal para decir verdad, las peleas de los hermanos Hart siempre eran las más constantes, lo gracioso era que divertían, en serio divertían.

–¡Solo vete Piper!–.

–No me iré hasta no saber qué ____ Martin no esté ahí–.

–Bue... bueno... mal por ti... adiós– le cerró la puerta con seguro.

Henry se recargó en la puerta, me volteó a ver y sonrió de una manera falsa.

–Piper–.

Alcé mis cejas –lo sé–.

–Entonces...– se paró de la puerta y caminó a la mitad del cuarto –¿podemos hablar?–.

Solté un suspiro y mordí mi labio inferior, está sería una larga tarde.

–Si, hay que hablar–.

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No miden mi amor por ustedes.