P.O.V____

–¿Qué está pasando?–. 

–¡Prendan las luces!–.

–¡Todo está bien Katelyn!–. 

–¡¿Qué rayos pasa?!–. 

–¡Ya prendan las luces!–. 

–¡DEJA, DEJA DE GRITAR!–. 

Después de que la luz se fue, todos empezamos a chocar con todos, Henry había soltado mi mano, y sentí como tropecé al suelo con varias piernas que estaban ya sobre este, no se podía ver absolutamente nada, que incluso alguien se sentó en mí. 

Todo se había vuelto un caos, lleno de gritos, quejas, Schwoz y Jasper buscando una forma de arreglarlo, Ray, Henry, Charlotte y yo en el suelo, todo era un completo desastre, y no llevábamos ni 10 minutos de esto. 

–¡Empieza a pedalear!– ordenó Schwoz. 

Jasper acató a las órdenes del pequeño extranjero, y comenzó a pedalear, no podía ver nada, pero el sonido de la cadena de una bicicleta moviéndose se hizo presente en toda la habitación. 

Milagrosamente la Capi Cueva volvió a iluminarse, dándonos visibilidad a lo que estaba pasando... oh Dios. Parpadeé un poco, viendo todo lo que pasaba. Estaba recargada en las costillas de Ray, con Henry acostado sobre mí clavando uno de sus codos en mi abdomen dejándome casi sin aire, Ray acariciaba el cabello de Henry, y Charlotte... Ray estaba sentado sobre su cabeza. 

–¿Cómo llegaste ahí abajo?– preguntó Ray.  

–¡Quítate!– gritó ella. 

–¿Por qué estás acariciando mi cabeza?– Henry. 

–¡Creí que eras Katelyn!–. 

Arrugué mi nariz –Henry... me... dejas.... sin... aire–. 

–¿Dónde está Katelyn?–. 

–¡Hen... ry!– su codo cada vez se clavaba más. 

–¡QUÍTATE!–. 

Ray se levantó del suelo, dejando que Henry también se levantara, haciendo que el aire volviera a mí, y que Charlotte se levantara del suelo. Tratando de retomar el aire, llevé mis manos a mi abdomen sobando la parte donde estaba el codo de Hen, si me dolía, un poco. 

–Perdón, ____– Henry me estrechó su mano preocupado –¿estás bien?–. 

Tomé su mano –estoy bien– me levanté. 

–¡Hey! ¡Henry! ¡mira!– gritó Jasper, que estaba en una bicicleta pedaleando junto a una computadora –¡estoy dándole poder a todo Swellview!–. 

–Solo la Capi Cueva– siguió Schwoz. 

–¡Estoy dándole poder a toda la Capi Cueva!–. 

–Solo las luces y la computadora–. 

–¡Estoy dándole poder una parte de la Capi Cueva!–. 

Los otros cuatro nos miramos como siempre nos miramos cuando Jasper dice cosas así, era muy... Jasper, pero lo quería demasiado, en serio, incluso cuando decía sus incoherencias o cuando arruinaba momentos, no lo quería al nivel que quiero a Henry, pero si lo hacía, y bastante. 

Henryway, las computadoras funcionaban, había un poco de luz, eso nos podía ayudar a encontrar a Rick Twitler de alguna forma. Estaba cerca del monitor con Charlotte, con mis brazos cruzados, bastante nerviosa la verdad, y es que, todo aquí estaba bien, pero no tenía forma de saber algo de mi familia, no había internet, no había teléfonos, no había nada. 

–Oye, ____– me llamó Henry –la pregunta es tonta pero ¿qué pasa?–. 

Suspiré –no sé, me puse demasiado nerviosa, me pone nerviosa esto, y no sé como está mi familia–. 

Pasó un brazo sobre mis hombros –hey, todo estará bien, tus hermanos deben de estar ahí apoyando y ayudando, y si están preocupados por ti sabes que estas aquí ¿no?– asentí –solo esperemos que Schwoz encuentre una solución a esto–. 

–Gracias Hen– sonreí –en serio, gracias–. 

–Aquí estaré, y prometo no dejarte para que estés tranquila en lo que solucionamos esto–. 

Sin dudarlo la verdad, me recargué sobre su hombro mientras veía lo que fuera que estuviera en la única pantalla que teníamos y me dispuse a pensar. Henry y yo nunca hablamos sobre lo casi sucedido en la puerta detrás del monitor, las cosas no se pusieron raras, bueno solo un poco, pero era como si todo hubiera subido a algo, y cuando pensaba en eso, las palabras de A.J sonaban en mi cabeza. 

–Schwoz ¿y si quiero ir al baño?– preguntó Jasper sacándome de mis pensamientos. 

–Aún estoy pensando en eso– contestó él. 

–Y...–. 

–Sigo pensando–. 

Ray rodó los ojos –Schwoz podrías dejar de pensar como Jasper irá a hacer pipí y empezar a pensar como destruir este virus–. 

–Se está moviendo demasiado rápido– dijo mientras señalaba a un mapa –tiene los superpoderes de Henry, entonces no puedo destruirlo a menos que encuentre una forma de hacerlo más...– miró a Henry –lento–. 

Schwoz tenía su mirada de "idea", que empezó a mirar a Henry de pies a cabeza, mientras que con su lengua la movía de lado a lado dentro de su boca. 

Fruncí el ceño desconcertada –Schwoz ¿por qué ves a Henry de esa manera?–. 

–Tengo una idea–.

... 

–Si, estoy odiando demasiado el plan Schwoz–. 

–¿Por qué? Todo está bien ¿cuál es tu problema?–. 

Schwoz había puesto a Henry en un pañal, no era un pañal, pero lo parecía demasiado, tenía una gran línea verde en medio de este. Henry estaba completamente en desacuerdo, pero sinceramente se veía demasiado adorable. 

–Estoy usando un pañal viejo– respondió en un tono irritado –ese es mi problema–. 

Di una pequeña risa burlona. 

–No es un pañal Henry– dije tratando de mantenerme seria –es un aparato especial que se llama...– señalé a Schwoz para que dijera el nombre. 

–En inglés se llama: DUAL ION ATOMIC PARTICLE EXTRACTION READER–. 

Chasqueé los dedos dándole la razón. Él chico se quedó analizando el nombre durante unos segundos, así que disimuladamente saqué mi teléfono para tomarle una foto, no pude evitarlo, se veía tan tierno y gracioso.  

–D-I-A-P... viejo eso es pañal en inglés–. 

–Oye, solo déjatelo– dije mientras guardaba mi teléfono –estás ayudando bastante usándolo–. 

–¿Por qué?–. 

–Porque cada vez que uses tus superpoderes, creas un químico especial que va por tu sangre– respondió Schwoz –este "pañal" monitorea ese químico, cuando tu sangre esté lleno de los químicos la línea verde se tornará azul–. 

Henry asintió –¿cómo un pañal?– preguntó sarcástico. 

–¡Si!–. 

Miré a Ray que tenía su teléfono afuera, caminaba de lado a lado con este en las manos, "disimuladamente" tomando fotos de Henry, y digo disimuladamente porque se podía escuchar perfectamente el sonido de la cámara cuando tomaba una foto. 

–¡Hey! Ray, no me tomes fotos en este pañal–. 

–¿Por qué? ____ ya lo hizo– contestó este.

Henry me volteó a ver con una cara de pocos amigos, a lo que solo respondí alzando mis brazos en el aire matando a Ray con la mirada, idiota. 

–Y no lo estoy haciendo, estoy viendo... mi... email–. 

Lo miré confundida –Ray no hay internet–. 

–Si– volvió a tomar una foto, solo que esta vez se activó el flash –eso fue un... flash de email–. 

–¿Ah si?–. 

Ray fue hasta donde estaba Charlotte en la computadora para enseñarle las fotos y los dos empezaron a reírse de las fotos. Iba a ir con ellos si no hubiera sido por Schwoz, que me pidió que lo ayudara a conseguir el químico que necesitábamos de Henry, además había llegado con una máquina extraña. 

–Esta máquina va a lanzar objetos afilados a ti– decía mientras metía cuchillos, tijeras, todo lo que fuera afilado a la máquina –cuando los esquives, los súper químicos van a ir por tu corriente sanguínea– seguía metiendo más objetos –luego utilizaré tu sangre para creas un anti-virus–. 

Arqueé las cejas –y supongo que eso ayudará a matar al virus de Rick Twitler–. 

–Supones bien ____–. 

–De acuerdo, lo entiendo– dijo Henry fastidiado –tu me lanzas objetos afilados mientras yo uso un pañal y ____ se burla de mí– ladeé mi cabeza –trabajo bastante normal para después de la escuela– sarcasmo. 

–¿Quieres subirte a la bicicleta?– preguntó Jasper con ironía. 

–¿Quieres usar un pañal?–. 

–Nope–. 

Sacudí ligeramente mi cabeza –no es tan malo Hen– hice una pausa y caminé a donde estaba Schwoz –estás dando tu sangre para salvar al mundo–. 

Se rió sarcásticamente, a lo que solo rodeé los ojos y no dije más. Pero tenía un muy buen punto, Jasper estaba pedaleando una bicicleta para darle poder a la guarida secreta de un superhéroe, Charlotte estaba buscando la fuente de donde provino el virus, Henry estaba usando un pañal para poder usar su sangre como anti-virus y yo estaba a punto de lanzarle objetos afilados a mi... mejor... amigo, para poder crear el anti-virus... y solo somos adolescentes. 

Estaba viendo la máquina con la que lanzaríamos las cosas, cuando de la nada Charlotte soltó un grito que se escuchó por toda la Capi Cueva. 

–¿Qué? ¿qué? ¿qué pasa?– preguntó Ray. 

–¿Encontraste a Twitler?– esta vez pregunté yo, sonriendo. 

–Encontré la fuente de donde vino la video llamada de hace unos minutos, miren– señaló al mapa. 

Ray frunció el ceño –¿La antigua fábrica de internet? ¿Arriba del Monte Swellview?–. 

–Ohhh si– exclamó Henry –el lugar con la cosa extraña que tiene arriba–. 

–Se le llama satélite– dijo Charlotte. 

–El lugar con la cosa extraña satélite que tiene arriba– habló de nuevo con el mismo tono. 

Nunca había escuchado de ese lugar, solo sabía que esa fue la primera fuente de internet aquí en Swellview, antes de que existieran antes en todos lados, se supone que estaba abandonado, hasta ahora. 

–Vamos Pampers, mis puños se están poniendo ansiosos– Ray se metió una goma la boca. 

Reí internamente cuando Ray dijo Pampers como refiriéndose a Henry. 

–Pampers no puede ir– respondió Schwoz –lo necesito a él y a su sangre para hacer el anti-virus–. 

–Pero Rick Twitler tiene una reunión con una golpiza– insistía Ray –va a tener una cena con mi puño– levantó este de manera amenazadora. 

Henry negó con la cabeza –viejo, golpear el virus no lo va a vencer, solo te hará sentir bien–. 

–Entonces estamos de acuerdo, voy a ir–. 

Al final lo único que pudimos hacer fue acceder, y aunque no lo hiciéramos Ray siempre haría lo que le da su voluntad, no importa cuantas veces le reprocharemos; caminó a donde estaban los tubos, para después soplar una burbuja y convertirse en Capitán Man. 

–Es hora de los golpes – golpeó su cinturón –¡por el tubo!–. 

Ray comenzó a subir por el tubo, pero cuando mitad de su torso había subido, la otra mitad se había quedado flotando. 

–Uhhhh... Jasper ¿un poco de ayuda?–. 

–¡Ahhhhh!–. 

Mi amigo ya estaba más que cansado, y aún así logró sacar a Ray de ahí. 

Volví a donde estaba la máquina que lanzaría objetos afilados a Henry, puse lo que Schwoz me dijo que hiciera, y sin querer lancé un cuchillo que quedó enterrado en la pared. Hice una mueca con mi boca al darme cuenta del daño, y al pensar sobre lo que pasaría si Henry no lograba esquivarlos, oh no. 

–Oigan, este pañal me está dando comezón, empecemos con esto–. 

Me encogí de hombros –de acuerdo–. 

Comencé a presionar el botón que lanzaba los objetos, esperando 1 segundo entre cada uno para evitar algún accidente, hasta que sin darme cuenta, Schwoz movió una cosa que hizo que se acelerara más la máquina, logrando que la línea verde se volviera azul. 

–¡Funcionó!– celebré. 

–Tu cuerpo está lleno del super químico– siguió Schwoz. 

–Muy bien– dijo Henry mientras ponía las manos en su cintura –¿ahora qué?–. 

Schwoz metió la mano en uno de los cajones que había, y sacó una jeringa de este, una jeringa bastante grande... demasiado grande para decir verdad. 

–Solo necesito un poquito de tu sangre– sonrió de forma inocente. 

Henry miró la jeringa asustado, y empezó a caminar hacia atrás tratando de esquivar la aguja, esta será más difícil de lo que creí.